Partida Rol por web

Por fin llegan a la capital los ilustres miembros que tanto espera el Rey. Después de un día de descanso, por fin llega la hora de reunirse.

Sólo el rey espera en la sala. Es su costumbre llegar temprano. Se sienta a la "cabeza" de la mesa octogonal. Espera con calma a que el resto del consejo llegue.

La sala tiene forma cuadricular con las paredes orientadas hacia los puntos cardinales, y en cada una de ellas una ventana cubierta de cortinas de terciopelo rojo y dorado y coronadas con el símbolo real: el Lobo Plateado. A ambos lados de la ventana norte están dispuestas las puertas de ébano que permiten la entrada desde el resto del patio.

En cada esquina, un alabardero real protegen la seguridad del señor de Avalzadar. La costumbre dicta que la guardia se retira cuando el rey esté acompañado. Los guardaespaldas personales del rey vigilan cada una de la puertas con sus espadas de hoja ancha, y suelen salir cuando el consejo está a punto de comenzar. Su rango de élite, les da derecho a escuchar las conversaciones corteses y no oficiales del consejo. Su honor es indiscutible.

Nada más entrar en la sala, los guardias posan su vista en él  y no dejan de lanzarle miradas torvas. Lo cierto es que el extravagante ladrón no pasa desapercibido. El colorido personaje, calvo y con un sombrero rematado con una enorme pluma de extrañas y abundantes tonalidades parece sentirse como en su propia taberna en la sala, y nada más entrar dice en una voz para nada temblorosa y ligeramente burlona, mientras hace una pequeña inclinación con la cabeza a la vez que se quita unos momentos el extraño sombrero:

-Majestad.

Tras saludar de modo tan corto al regio personaje que les acompaña, ni corto ni perezoso se coloca justo en frente del Rey, de modo que pueda estudiar las reacciones del monarca según lo que digan sus consejeros.

-Bien, aquí estamos. Espero que la escasa información que pude recabar antes de venir acabe siendo útil. Lo cierto es que probablemente no, pero debía intentarlo de todos modos. Veamos cómo reaccionan cada uno de todos esos nobilísimos personajes que ofrecen su opinión al rey cuando estén realmente delante de él.

Las puertas se abren y un alto anciano de lento caminar apoyado en un cayado y con una larga y cana barba, cubierta de pequeñas ramas y hojas entra en la sala y mira a los que se sientan en la mesa central. Con su paso lento se acerca al monarca y le dice muy respetuosamente.

Señor mis más humildes respetos y el de mis hermanos... -diciéndole esto se dobla en una pequeña reverencia-En buen momento ha convocado ud este consejo, me atrevo a decir si no es mucho atrevimiento de mi parte

Después de decir esto sigue su camino pasando por detrás del sillón del rey y sentándose en una silla que se encuentra más próxima a este a la derecha y muy cercano a una de las ventanas.Mira al otro lado de la mesa y ve que se encuentra sentado un extraño personaje. No repara mucho en él y vuelve su mirada a la ventana abierta como esperando algo.

Vamos viejo pícaro...tráeme esas noticias que tan importantes son-piensa en su viejo compañero Eori el duende-.

Con ropas de manufactura decente, pero no costosa, viste Akil. Ronda los 35 años aparentemente, de tez oscura y pelo largo. Una sonrisa amable siempre ilumina su rostro, y siempre visible lleva su sigil (imagen del pj), símbolo de su lugar en el Status Quo.

Al entrar saluda con respeto a los presentes, más al rey, a quien rinde el saludo y reverencia debida a su alto rango. A los demás, saluda acorde a su posición y alcurnia, conforme van llegando. A todos se dirige por su rango y nombre al presentar los respetos.

Viendo la disposición de los asientos, se decide por el segundo más alejado del rey, a la siniestra de este. Parece no haber parado ni un segundo en pensar en la simbología de la disposición de los asientos y en el significado de la elección de cada uno, inclusive la suya, pues parece desenvolverse como en su medio natural.

Sin apenas haber separado sus labios, se dispone a esperar con paciencia estoica la llegada de los restantes miembros.

Anakin entra a la sala sin que nadie lo note. Cuando baja su capucha ,la cual deja a descubierto su cabeza. Se puede notar su cabellera blanca y su mirada penetrante. Anakin es un hombre de fisico mediano y  su altura no sobrepasa el metro 80. Sin perder tiempo busca al rey y cordialmente lo saluda.

-Buenos dìa Majestad.

Luego de estas palabra se encamina hacia la mesa donde se encuentran los demas y  reojea a los demas acompañantes que se encuentran distribuidos en la mesa y repite.

Buenos dìas.

Mira tranquilamente el salòn y dispuesto decide tomar asiento al lado del extravagante ladròn el cual le llama mucho la atencion y quisiera conocer mas profundamente.

De los que están en la habitación, sólo reconoces a Usicias. Él ha estado en otras ocaciones. Responde por los druidas del norte. Tu impresión de él es de un noble sabio preocupado por el pueblo. Sólo han tenido alguna que otra ligera disputa acerca de fuentes de Vis.

De los que están en la habitación, sólo reconoces a Akil. Él ha estado en otras ocaciones. Responde por una alianza de magos, situada cerca de la ciudad. Tu impresión de él es de un inteligente diplomático, pero no le conoces mucho. Sólo han tenido alguna que otra ligera disputa acerca de fuentes de Vis.

El rey va saludando a los que entran mientras se incorporan a la mesa..

Saludos. Jaserys, dice saludándole con la cabeza. Me alegro que pudieras asistir. Luego saluda al Druida con una sonrisa. Usicias, espero que el bosque siga verde, y tus hermanos igual de sabios. Cuando se dirige al mago de piel oscura, hay algo de expectativa en su gesto. Akil, me alegro tenerte con nosotros. Por último se dirige al noble. Buenos días a tí también, Anakin.

Aun quedan tres puestos vacíos.

En una de las ventanas abiertas, la queda justo al frente tuyo, ves al diablillo de Eori. Está invisible, excepto para tus ojos de duende. Está allí haciendote señas. Como quien quiere decirte algo. Nadie más en la habitación repara en su presencia.

Jaserys observa a Anakin, y no puede por menos que preguntarse por qué motivo habrá decidido sentarse a su lado. No es la reacción típica de la gente más común, y mucho menos de los que están muy pagados de sí mismos, así que es posible que el encapuchado personaje sea alguien a tener muy en cuenta. Además, se dedica a algo similar al negocio del propio Jaserys, con parecido éxito.

Usicias responde con un pequeño movimiento de cabeza asintiendo antes las palabras del soberano.En ese momemnto con el rabillo del ojo ve algo que le llama la atencion en la ventana cercana y se vuelve al rey.

SI me permite un momento su majestad...como todos los que han sido convocados aun no estan aqui me gustaria tomar un poco de aire fresco...No estoy acostumbrado a los espacios cerrados .....-le dcie muy respetuosamente-.

El viejo se pone trabajosamente en pie despues de decirle esto al rey y se acerca a la ventana. Mira fijamente un punto en ella y despues comienza a murmurar en voz baja. Para todos pareceria que el viejo ya ha perdido algun tornillo.

El venerable sabio se acerca al malandrin duende y mirandole fijamente le dice.

Sabia que de un momento a otro ibas a aparecer....-dice murmurando muy bajo-Traes alguna noticia? No te andes con rodeos que nos conocemos y se que ere muy pillo pero el momento no es el adecuado, pueden haber muchas cosas en riesgo aqui....Incluso el mundo de nustras hermanas y hermanos.

Mira distraidamente hacia atras y despues fija sus brillantes y penetrantes ojos en el duendecillo.

¡No pienso regresar al norte! comienza testarudamente. De otras ocaciones recuerdas que cuando se pone así es difícil de hacerle cambiar de idea. Por fin desembucha lo que tiene que decir.

EL lugar está desolado... Las aldeas vacías, y quemadas. No hay nadie, Ni muertos ni vivos. Y hay algo en el aire que no me gusta... me da miedo. Confiesa tímidamente.

Mientras estaba medio absorto en sus pensamientos sobre Anakin, y luego debido a la respuesta casi inmediata de Usicias, Jaserys no pudo contestar al saludo del rey. Cuando el anciano mago se ha marchado, se pone en pie, se quita el sombrero y, doblándose por la cintura mientras hace un floreo con el sombrero en su mano derecha, contesta al rey:

-Majestad. Estoy muy honrado de que me invitarais. Y, a una invitación de su soberano, uno acude o no, pero la falta de tiempo no puede ser una excusa.

Jaserys termina su corta alocución con una sonrisa que sólo tiene un pequeño atisbo de ser burlona. Ciertamente, muchísimo menos que cuando habla con alguien que no es rey...

El anciano mira detenidamente la reaccion del duende y no le gusta nada lo que dice y la forma en que lo hace.

Disculpame... Eori no queria ponerte en peligro, no pensaba obligarte a ir nuevamente al Norte.-le dice con voz baja y tranquilizadora-Has hecho suficiente, despues el consejo me encargare de pagarte como lo mereces...Espera por los alrededores en dependendcia de lo que pase aqui tendre que enviar un mensaje a nuestro mundo temo que lo que se avecina no dejara un lugar sin tocar con su oscura mano.

Saca una pequeña piedra roja y brillante y se la da al pequeño duende. Esperando tranquilizar un poco al duende con la magica gema.

Toma es sangre de Fenix critalizada...se que te gusta las joyas...por el momento puedes considerar esto un regalo despues hablamos del vino....
Despues de terminar de hablar con el duende se vuelve y ve al extraño personaje al que el rey se ha referido por el nombre de Jaserys y lo mira detenidamente.