Partida Rol por web

---¿Un muerto,donde? - Digo estirando el cuello todo lo posible para verlo mejor, aun así, no me acerco para verlo  cuando los otros van, así que me quedo tranquilamente en la carreta lejos de las peligrosas zonas pantanosas, la verdad es que deseaba fervilmente salir de este pantano y ver aquella ciudad nueva.

--- Entonces...¿los llamados tambaleantes  del pantano son unos no-muertos?- pregunto con curiosidad a Wadock- ¿por que le faltaba a ese la mitad del cuerpo?¿que eso de que se a "consumido"?¿Puede alguien muerto consumirse?

¿Acaso esta mierda antinatural era tan normal en este parte del mundo?... Definitivamente los extranjeros eran muy extraños, aunque ahora era ella quien era la extranjera y muy seguramente todos la veían a ella como la extraña. -No tenerr de esos en Khardov... Jamás haberr visto tales crriaturras enla Tundrra- respondió a Wadock mientras se acomodaba en la carreta que había subido y se mantuvo silenciosa y alerta durante el resto del recorrido.

Después de un buen rato volvió a bajar y retomó su lugar junto a Natasha. -¿Faltarr mucho parra llegarr? - Preguntó a Wadock el cual ya casi ni se podía diferenciar por la espesa niebla que se había formado. 

Subido en la parte trasera de una de las carretas, Maan comprobaba que las cinchas que mantenían la carga en su sitio seguían bien sujetas -Si pudiera ver más allá de mis narices te podría decir cuánto falta, pero con esta niebla del demonio... ¿no podrías usar algún truco de esos tuyos para hacerla desaparecer?- le contestó a Aradia, cuyas botas seguían impolutas aún habiendo estado cubiertas de fango.

Echó un vistazo a su alrededor, buscando en lo poco que veía de paisaje  alguna referencia que le permitiera situarse geográficamente -Eh! Gunner! Mantén los ojos bien abiertos, no vayas a llevarnos a un despeñaperros!

El bosque realmente comenzaba a parecer maldito, embrujado. La niebla que les rodeaba hacia aumentar esa sensación. En otras circunstancias Arghaton hubiese bajado del carro para tener una mejor posicion, pero las papanatas de Wadock sobre los revividos y el recuerdo de ese cuerpo, fueron suficientes para mantener al fornido humano en el carro -Mierda, yo no veo nada- Meneba la cabeza a ambos lados poder penetrar con su mirada la niebla. Era algo frustrante, podían estar en peligro y cualquier niño se les podía acercar y sorprender, no serían escuchados con el ruido de las carretas al avanzar por el camino -¿Alguien ve algo? Pregunto sin dirigirse a nadie en concreto.
Trato de recordar en qué carretas se encontraban el resto de sus compañeros y sobre todo ella persona que debía de pagarles al final del recorrido. En caso de ser asaltados y sin poder ver prácticamente nada, Arghaton trataría de proteger al comerciante.

Mi expresión al ver el cadáver animado se torció, más por incredulidad que por miedo. No me esperaba que los rumores fueran ciertos, y en mi fuero interno pensaba que un nigromante se había establecido en el lugar. Por supuesto, nada que fuera de mi incumbencia una vez saliéramos del lugar, pero mientras tanto la presencia de no muertos en el lugar no auguraba facilidades en el viaje.

- Cada vez estamos más expuestos - susurré, más para mi misma que para los demás.

Estaba acostumbrada a mantener la calma en todas las ocasiones. Concentrarme, pensar con claridad, conseguir la solución óptima. Sin embargo, la tensión del ambiente se me contagió, y mi capacidad de raciocinio empezaba a verse comprometida.

Desenfundé la ballesta, y mantuve la poción en mis manos, preparada para beberla ante el primer signo de amenaza.

-Así es pequeño- le informo al chaval sentado a mi lado, me pregunto extrañado en qué estaba pensando cuando lo contraté -No quiero asustarte, pero le faltaba la mitad de abajo del cuerpo... quien sabe, quizá murió así o algo lo atacó una vez muerto - pensándolo mejor, me parece que la primera opción es la más acertada

-Estamos a punto de llegar!, del otro lado de esta pequeña colina está [color=#008080]Corvis[/color]! Ciudad de Fantasmas! - Le grito a la extranjera, con tanta niebla, y hablando de zombies y fantasmas, ha de estar teniendo un viaje interesante

El orco se preocupa por el camino - Ja! Conozco este camino mejor que a mi mujer, - le empiezo a comentar cuando algo me interrumpe - ¡Qué demonios!

Repentinamente escuchan un ruido fuerte y  extraño, los caballos que están al frente de todo relinchan desesperados, la caravana se detiene enseguida y el vagón de enfrente también se inclina hacia adelante, y  de alguna forma se atora.

Acto seguido empiezan a escuchar sonidos silvantes, luego de los cuales algunos hombres de la caravana gimen de dolor
-Ahhgg, nos atacan! - gritan mientras se ponen a cubierto - Malditos dardos! - grita uno mientras se esconde

Luego de eso es difícil escuchar otra cosa que no sean los hombres de la caravana asustados por el ataque.

Tu que estás al frente de la caravana con [color=#ff0000]Wadock[/color] lo ves todo: Los caballos han caido en una especie de pozo/trampa, y el vagón ha estado a punto de caer también pero se ha atorado, ves como [color=#ff0000]Gunner[/color] está a punto de perder el equilibrio y caer en la trampa, también te llega un olor a sangre bastante fuerte.

En medio de la palabrería de [color=#ff0000]Gunner[/color] se dan cuenta de una presencia... ya sea ruidos extraños, un olor peculiar, o el instinto aventurero, se enteran de que algo anda mal, están rodeados!, [color=#ff0000]Maan[/color] asegura que son más de 8 criaturas tendiendo una emboscada, pero no tiene claro sus posiciones. Al menos sabe que están del otro lado de la carreta (a la derecha del todo), de donde vinieron los dardos disparados.

Los siguientes instantes son bastante confusos, recuerdo como los caballos caen sobre el pozo llevandonos hacia su interior, por suerte la caravana no es lo suficientemente pequeña para caer por allí pero nada impide que se rompa por partes callendo en pedazos, veo como Gunner se inclina peligrosamente hacia delante y actuo por puro instinto agarrandolo por detras y tirandole hacia atras para que recupere el equilibrio pegandole a la pared del carro.

---¡Cuidado! La caida puede ser mortal- le digo jadeando por el esfuerzo de tirar con todas mis fuerzas, la carga no era mi punto fuerte- Nos estan atacando, rápido, salgamos del carro para ponernos a cubierto...-digo mientras le hago un gesto para que baje, le vigilo de cerca por sí pierde el equilibrio de nuevo ayudarle a recuperarlo y luego bajo yo.

Oyó cómo los dardos se clavaban en los laterales de la carreta -A cubierto! Nos atacan!- gritó mientras desenvainaba el espadón y asomaba la cabeza para echar un vistazo al otro lado de la tartana, de donde parecían proceder los proyectiles.

Aradia logró ver de donde venía el ataque cuando escuchó el silvido del viento a su derecha, de un salto bajo del carromato poniéndose a cubierto mientras le susurraba a Natasha señalandole desde donde venía el ataque -Bajarr ya... atacarrnos desde la derrecha-  Desde esa posición intentó ocultar su figura tras la carreta mientras esperaba identificar a sus agresores.

Los dardos comenzaban a sonar, Aradia gritó que provenían justo del lado opuesto al que Arghaton se encontraba, como siempre la fortuna le sonreía.
Maan Wudon se posicionó a su lado, el semiorco, tan corpulento como el propio Arghaton, y con el mismo arma en sus manos, serian una pareja difícil de superar por los asaltantes -No se ve nada, aunque aqui estamos protegidos, tenemos dos carretas sin defender, debemos cubrir todo lo que podamos- Palabras rapidas en un momento de tension, realizadas mientras sujetaba fuertemente su mandoble y se desplazaba al otro extremo de la carreta y así estar más cerca del centro.

Al final, lo que había tomado por mera paranoia, terminó resultando en un aviso que no había sido capaz de interpretar correctamente. La emboscada solo era cuestión de tiempo, tan solo fui incapaz de predecir cuando y desde dónde. Aún tenía que aprender, pero para hacerlo primero tendría que sobrevivir al asalto.

- Prepárate para lo que pueda ser - le respondí a Aradia -, no le pierdas atención a las siluetas que se muevan.

Antes de decir nada más, acerqué el vial en el que tenía preparada la poción hasta mi boca y arranqué el tapón con los dientes. Debía bebérmela cuanto antes para mejorar mis probabilidades de supervivencia.

La emboscada de los [color=#8B4513]Gobos[/color] había tenido efecto y tomó por sorpresa a la mayoría, Vieron como frente a ustedes aparecían pequeños reptiles bípedos muy parecidos a los [color=#8B4513]Goblins[/color], pero con una extraña piel de color cambiante, tenían un camuflaje natural! Comenzaron con una primera ronda de disparos con sus rústicas cervatanas;

Mientras [Color=#ff0000]Aradia[/color] se escondía detrás de la carreta, dos dardos se insertaron en su piel provocándole un dolor agudo, el segundo alcanzó un punto especialmente doloroso, un tercer disparo provino desde arriba, segundos después de que escucharan como algunos de los [color=#8B4513]Gobos[/color] caían desde arriba de los árboles sobre las carretas.

[Color=#ff0000]Natasha[/color] no tuvo mejor suerte, desde el norte le llegaron dos dardos, uno de los cuales atinó a su cuello, causándole un tremendo dolor, unos segundos antes y no hubiera podido tomar sus brebajes.

A [Color=#ff0000]Argathon[/color] también le llovieron proyectiles, algunos fueron detenidos por la armadura que tenía, pero uno en especial se coló entre las coyunturas de la misma, recibiendo un golpe limpio y directo que venía también desde arriba de la segunda carreta.

[Color=#ff0000]Uriel[/color] después de bajarse de la carreta pudo ver como una de las creaturas arapientas intentaba con ansias separar uno de los cofres de las carretas cortando con una daga de hueso las amarraduras del mismo.

[Color=#ff0000]Maan*[/color]

Spoiler (marca el texto para leerlo):

-Agh!! acaben con esos malditos [color=#8B4513]Gobos![/color]- Seré la mano derecha de [color=#ff0000]Guneer[/color] pero esto es de locos!, pensó [color=#ff0000]Viggo[/color] medio escondido debajo de la primer carreta junto a su jefe, mientras sentía como se hundía poco a poco en el asqueroso lodo.

Arghaton sintió el pinchazo, ahora estaba seguro de dónde le había llegado. Subió a la carrera y trato de eliminar al goblin que se encontraba sobre el carro. No parecían rivales duros, pero tampoco conocían el verdadero número de asaltantes. La mejor forma de combatirlos era con contundencia. Si en los primeros momentos lograban eliminar al máximo de adversarios, quizás lograsen auyentar al resto.

Maan los vio dejarse caer desde las copas de los árboles y usar sus cerbatanas para disparar otra ronda de proyectiles. Por algún motivo no le habían visto, lo que le brindaba una oportunidad única para hacerles pagar su osadía. Se escabulló entre las dos carretas hasta plantarse frente a uno de los trasgos y descargó un tajo descendente sobre la criatura.