Partida Rol por web

Angus no sintió miedo al escuchar la cavernosa voz: el terror absoluto se lo impidió. Pero, abrumado como estaba por las emociones de las últimas jornadas, fue incapaz de reaccionar adecuadamente ante esto (es decir, corriendo y chillando), así que se limitó a esperar la decisión de sus compañeros con el corazón paralizado y la mirada perdida.

Finalmente regreso.

Bien, no esperaba ver eso. No tenéis que preocuparos, no va a atacarnos. No puede.

Allí dentro hay un tesoro. El más grande que jamás haya visto. Es, simplemente, enorme. Y, encima del tesoro, hay lo que solo puede ser uno de esos trols de los que hablan las historias. Es grande, enorme. Tanto que dudo que pueda pasar por la puerta. Va cargado de joyas, que llegan hasta el suelo.

No veo factible pasar por ahí. Quizás disparando flechas desde la entrada, esquivando lo que él nos tire...

Chasqueo la lengua. Lo malo es que éste parece ser nuestro objetivo. La cámara del tesoro bajo Carn Dum. Y seguro que esa bestia avisa a los angmareanos.

Escuchando a Zarahi informando la situación, procedo a ir lentamente por el pasillo con el Laúd en mano, trato de ir despacio mientras comienzo a elevar el volumen de los rasguidos de mi laúd.

- Trol de las montañas, que cuidas el tesoro.

Deja que nosotros, te cuidemos ahora a ti.

Va cayendo la noche y el sueño sobre ti.

descansa gran gigante que es hora de dormir. -

Si me entendería o no, no era la cuestión. Sino que mi voz lo tranquilizara para así dormirlo. Al llegar al otro extremo del pasillo, veo como va cayendo lentamente sobre si hasta quedar totalmente dormido sobre lo que mis ojos verían como el mayor tesoro que jamás podré volver a ver...

Vuelvo nuevamente por el pasillo y les informo a mis compañeros - Es su turno de rematarlo -

Brendan avanza por el pasadizo y sale tras una columna a una gran sala circular abarrotada de riquezas. Enseguida vio al troll que cayo en un sueño ligero con el hechizo.

La sala mide unos cincuenta metros de diametro y esta flannqueada por siete columnas que representan a los siete señores enanos. Esta plagada de riquezas hasta donde alcanza la vista. En medio hay un estrado elevado y un trono. El troll envuelto en joyas ronca sobre un monton.

¡Un troll! Ataviado de joyas, sobre un lecho inmenso de oro. La imagen evocaba a las viejas historias de los Héroes del Anillo, aunque cuando estuvo frente a mis propios ojos, su aspecto era más espantoso de lo que imaginaba, aun a pesar de la comicidad de la escena. ¿Cómo pudo llegar una cosa así de grande hasta aquí? Podíamos hacernos una idea de lo grandes que podían ser los respiraderos.

Mis compañeros estaban convencidos en matarle y estaba de acuerdo, pero era más fácil decirlo que acercarse a semejante bicho. Clavarle mi daga debía ser como la insignificante picadura de una avispa. Su sueño era ligero, así que despertaría en cualquier momento. 

-¿Y si simplemente buscamos lo que queremos, sin hacer ruido, y nos lo llevamos furtivamente?- propuse, conservador pero pragmático- los hobbits podemos ser muy discretos, a pesar del alboroto que podamos producir en una taberna...

Mientras, los guerreros podéis estar alerta por si despierta...

-"Es bastante arriesgado Migue... pero de acuerdo. Intentar registrar la estancia en busca de la vasija y NO hagáis ruido. ¡Y sólo coger la vasija!"

Miro a mis otros compañer@s en busca de su aprobación.

-"Nosotros deberíamos cruzar la sala y esperar en el otro extremo. Si los saquehobbits consiguen su objetivo, tendríamos que dirigirnos a donde tienen encerrados a los esclavos para liberarlos. Quizá allí nos encontremos con Lenwë y Bram. Y si se despierta el enorme saco de mierda que es este troll, pues nada... a saco con él. ¿Qué decís?"

Sopeso mi hacha de una mano a otra nervioso. Se nota que tenía ganas de acabar con esa monstruosidad, pero algo en mí me dijo de escuchar a este pequeño ladronzuelo. Siempre hacia caso a mi sexto sentido, no me había fallado nunca... y espero que no me fallara ahora.

Al otro extremo de la sala hay una puerta cerrada. Presumiblemente la entrada principal del lugar.

La cámara del tesoro es una enorme sala abovedada, con siete columnas en las paredes que representan a los señores enanos, esculpidos con formas rectas y angulosas. La sala es muy alta y circular, tendra cincuenta metros de lado a lado. En su centro hay como un estrado elevado de piedra con un trono encima, y alrededor del estrado ocupando todo el suelo en grandes montones oro y gemas, objetos lujosos, plata y riquezas sembradas hasta donde alcanza la vista.
Y encima de un gran monton estaba Grohl.
Grohl era un troll de las cavernas muy especial. El rey brujo lo habia criado desde su nacimiento en esa camara. Pronto se hizo tan grande que no cabia por la puerta. Conoce hasta la ultima pieza de plata del tesoro y va recagado de joyas collares y cadenas de oro que le cuelgan por la barriga hasta tocar el suelo. Duerme plácidamente la siesta.

No me gusta. No me gusta nada. Deberíamos acabar con él. Es maligno, merece morir.

Pero mis compañeros no parecen por la labor. Se dedican a rebuscar la vasija. Mientras tanto, cargo el arco y apunto a la durmiente figura. Si se despierta, prefiero estar de este lado.

Me preparo para salir corriendo a por el troll por si se despierta mientras los saquehobbits están todavía registrando la sala.

Aunque Brendan y Zarahi querían atacarle sin miramientos, el enano nos apoyó y de pronto sentí una gran responsabilidad sobre mis hombros, y pesaba más que aquel enjoyado troll. Tragué saliva.

-Eee... está bien. ¡Pues allá vamos!

Sin esperar la reacción de Angus, me puse en marcha mientras los demás tomaban posiciones, pululando por la sala buscando la preciada (y asquerosa) vasija. No tardé mucho en encontrarla.

El trono en el centro de la sala esta lleno de vasijas.

Cuando me acerqué al trono, tomé con tiento la asquerosa vasija llena de vísceras, la levanté para que los demás la vieran y me fui, con el mismo cuidado, por donde habíamos venido.

Hay ocho vasijas iguales o muy parecidas sobre el trono. Cual coges?

Parecía que el enano tenía miedo al troll y se situó lejos para poder cargar sobre él en caso de que se despertase. Haleth en cambio se posicionó cerca, no quería recorrer demasiada distancia para poder socorrer a sus amigos. Se separó un par de pasos de la bestia, lo Justo para poder tomar un buen impulso para cercenar la cabeza del troll. Torcía los labios porque no estaba segura de poder hacerlo ¿Se podía matar a un troll de un solo golpe?
Era inevitable tratar de contemplar a los pequeños hobbits, observar si estaban realizando bien su trabajo, algo para lo que habían nacido. Si ella tratase de desplazarse por la sala el durmiente se despertaría sin lugar a dudas - Rapido, tenemos que salir Lo anteanoche posible, no sabemos cuando tiempo no son queda-

Mientras el hobbit revolotea por la sala, me acerco a karel y le digo.

-Karel, esto no puede ser tan sencillo como se ve. De verdad crees que será tan fácil conseguir la vasija? Esto tiene que tener una trampa, y si no matamos al troll antes de que se active, quedaremos encerrados aquí y con un troll muy furioso. Piensalo, si matamos al troll ahora todo sera más fácil- 

'"Sé que no es fácil, amigo Brendan, pero démosles un voto de confianza a los pequeños hobbits. Creo que pueden conseguirlo, y si no, pues tendremos que tratar con el toll a hachazos."

Digo primero serio y luego riéndome.

-"Por cierto, ¿no conocerás algún hechizo que nos ayude a descubrir cuál es la vasija? ¡Por las barbas de Durin! ¿Adónde va esa chiquilla? Va a hacer que se despierte el troll con el ruido de la armadura. ¡Prepárate Brendan! Zarahi, apunta al troll por si se despierta. Y tú Angus, ves a ayudar a Migue, requiere de tu ayuda."

Por cierto, tiro por si veo algo interesante en el tesoro que reconozca de manufactura enana: hacha, espada, escudo, armadura, etc.