Partida Rol por web

Miré confusa de nuevo confusa al capitán...

- Entonces... ¿Se la llevan? ¿No vamos a por hielo?  - Por un momento me quedé algo desconcertada, sin saber qué debía hacer, y al final miré de nuevo a Brown... Jo, yo pensaba que en el ejército eran un poco más claros... Miré de otra vez a Brown que parecía haber quedado al mando otra vez - Bueno... ¿Que ordena, señor?

Me mantuve en posición de firme pero relajado. Así que era la hora del entrenamiento... bien, ya necesitaba algo de acción.

El cabo estaba al mando... tal y como yo había supuesto, así que esperé órdenes mientras observaba todo el vaivén, y cómo se movían a toda prisa para intentar salvar la vida de la mujer. Estuve siempre un par de pasos apartado del meollo para no molestar y me quedé escuchando a la espera de si había alguna órden nueva.

Castle acompañó a los hombres que transportaban el cuerpo de la mujer hasta la sala de reanimación.

- La chica esta sufriendo un rechazo hiperagudo.

Algún hijodeputa le ha inyectado algo que la esta matando -Dijo mientras se había acercado a una de las mesas para coger una jeringuilla para sacarle una muestra de sangre que poder analizar.

Monitoricemosla, necesitamos tener sus constantes en todo momento.

Los soldados se marcharon dejandoos solos otra vez.

Entrasteis a un quirofano preparado con tecnologia puntera, lleno de aparatos y maquinas. Dejaron a Amuro en la camilla y la cubrieron con una especie de mantanta transparente, llena de un liquido practicamente helado. Sus constantes era muy bajas y solo sabiais que fuera lo que fuera que le pasaba, le quedarian unas pocas horas de vida.

Et observo como se llevaban a la mujer, esperaba que pudiera hacer frente aquello fuera lo que fuese.
Una vez más se encontraba solo con los que iban a ser sus compañeros de unidad.
Mire al hombre que el Capitán había dejado al cargo de arriba a bajo, puesto que ahora lo habían nombrado hasta nueva orden su oficial al mando para la instrucción, lo más conveniente seria presentarse. Así que me encamine hacia el me cuadre, le salude y le dije.
Se presenta el Teniente Ethan Peterson, listo para el entrenamiento señor.
Baje el brazo y me mantuve en posición de firmes a la espera de que el cabo decidiera que hacer.  

A Brown no le soprendía como les trataban, como si fueran poco más que mierda, bueno... mierda que tenía que saber seguir órdenes al parecer. Acostumbrado a que le tratasen de aquel modo, como a un puto saco de carne, le sorprendía que a todos los presentes -blancos y mujeres blancas incluídas- le tratasen como a él.

Además era tambien sorprendente que le diesen autoridad sobre un teniente... Se encogió de hombros, no era él a quien le tocaba decidir se dijo mientras tragaba la indignación y se asentaba pesada en su estómago como siempre hacía. Pensó que algún día se iba a cansar de aquella mierda pero no era aquel el momento.

Salgamos fuera. Al campo de entrenamiento, al menos allí nos dará el aire.

- Sí, señor. - respondí sin más al hombretón negro. Al menos en el campo de entrenamiento me podría ejercitar un poco.

No tenía ni idea de lo que acababa de ocurrir con aquella mujer... pero la aparición del Capitán me aseguró que no estábamos en posesión del enemigo y parecía que la misión seguiría en pie...

Aún así había ocurrido todo de forma muy rápida y había sido demasiado extraño. Faltaban datos, me faltaba información, pero yo ya tenía mis órdenes y no requería nada más.

Salí al campo siguiendo al oficial al mando y examinando a mis nuevos compañeros...

-Tenemos que actuar rápido. Veamos..... he oído algo de una reacción adversa. ¿Que ha tomado? o.... ¿qué le han subministrado? ¿Podemos obtener alguna muestra residual?

Taylor examinó el equipo que tenia alrededor. ¡Qué demonios! Él era el encargado de comunicaciones.....¿cómo podía ser que hubiese acabado en aquel lugar atendiendo en un quirófano?

Por supuesto que tenía conocimientos de medicina, anatomía, química y otras muchas cosas más pero..... todo aquello lo había usado en los prototipos del señor Stark, no para atender a pacientes reales.

-Por cierto..... ¿cuál es su nombre? ... si vamos a trabajar juntos sería justo que nos presentáramos. Mi nombre es Taylor, soldado Jack Taylor. Y a partir de ahora somos un equipo. Eso quiere decir que nada de ocultarse datos ni de guardarse ases en la manga. Nos estamos jugando al vida de una persona. Debemos ser como un reloj y  trabajar en conjunto para conseguir una exactitud total. Verá como todo saldrá bien.

Taylor no esperó a una respuesta, si no que continuó con su trabajo tomando una muestra de sangre de la desconocida para poder intentar descubrir si se trataba de algún agente infeccioso.

El mio es Anthony Castle, pero puede..Puedes llamarme Anthony.

A la chica le han administrado una droga experimental que desarrolla la resistencia y la fuerza del sujeto al que se le administra. Alguien le ha administrado la droga aún sabiendo que la chica no la toleraría. Está sufriendo un rechazo, ya que no estaba preparada para ella. 

No tenemos muchas opciones, una pasaría por administrarle un coctel de fármacos que inhiban el rechazo que esta sufriendo, lo que sucede es que aparte de arriesgado y peligroso debería mantener la medicación al menos tres meses 

La otra opción no es mucho mejor. Es más segura pero los posibles efectos secundarios le durarían toda la vida y no estoy seguro de que ella quisiera pasar por todo eso.

-Bien señor Anthony. Toda enfermedad o toda dolencia es como un puzle. Al principio puedes conocer el aspecto general que tiene, pero hasta que no lo abres y no dejas ver cada una de las piezas que contiene no eres capaz de encontrar la solución. En este caso vamos contra reloz así que será mejor que empecemos a intentar identificar las piezas. ¿Cree que podría conseguirme una muestra de ese suero? ¿Alguien más ha recibido una dosis de ese suero y lo ha tolerado sin problema? Si es así vaya a buscarlo... necesitaremos una muestra de sangre de ambos para contrastarlos. Quizás una transfusión de sangre podría ayudar a aumentar la tolerancia del agente y darnos algo de tiempo para encontrar una solución a este rompecabezas.

Anthony sonrió ante la ironía que se le presentaba

Si, a mi mismo me inyectaron a la fuerza ese suero, pero dada mi " naturaleza" he podido sobrevivir a ello. Estoy convencido tal como usted ha propuesto que una transfusión de mi sangre podría salvarle la vida, pero se trataría de la opción que era mucho peor. Los posibles efectos secundarios le durarían toda la vida y no estoy seguro de que ella quisiera pasar por todo eso.

-¿Naturaleza? ¿De qué demonios estamos hablando? ¿Tiene algún tipo de enfermedad contagiosa? Algo que ¿pueda ser peor que la muerte?

No voy a contarte nada acerca de mi naturaleza, pero le aseguro que las consecuencias de salvarle la vida podrían no gustarle nada a la chica

-Señor...... sea considerado..... ¿Qué podría haber peor que la muerte? Y si no le gusta vaya y consígame una muestra del suero...... discutiendo no vamos a conseguir nada.

Salí fuera de inmediato, y me paseé contoneando las caderas hasta una pared. Estar ahí parada me ponía nerviosa, así que me puse a estirar, mientras miraba a mis compañeros. Mientras lo hacía pensé que sería bueno tener algo de conversación:

- Bueno, yo soy Rachel Hoover, es un placer conocernos en un entorno tan apacible y agradable como este. - Mi fastidio se dejo ver por cada poro de mi piel, y una sonrisa burlona apareció en mi cara. - ¿Cómo os han engañado para venir hasta aquí?

Miré a la mujer que contoneaba sus caderas... no pegaba para nada en este entorno. ¿Por qué la habrían escogido para la misión?

Bueno, mi trabajo no era hacer preguntas, pero estaba claro que la chica no pegaba ni con Brown, el tipo al mando; ni con el otro tipo duro, ni conmigo.

- Soy un soldado, mi trabajo es estar aquí. ¿No eres militar? - pregunté a la mujer, aunque por mi tono daba a entender a las claras que sospechaba que no. Casi más por cortesía traté de olvidar por un segundo mis secos modales y le indiqué también mi nombre: - Ryan Murphy. - dije mientras me señalaba con la mano.

Le miré y alcé una ceja... genial, otro militar...

 - ¡No! - Dije como si me pareciera un insulto que me llamara militar. - Por supuesto que no soy militar. ¿Acaso lo parezco? Por dios... espero que no... - Suspiré ladeando la cabeza en un escalofrío. - Por otro lado, es un placer. - Sonreí de nuevo.

La única reacción del soldado negro ante el contoneo y los estiramientos  de la mujer fue un gruñido quedo de desaprovación. Vamos señoritas muevanse.