Partida Rol por web

¡Joder! Aquello de la tele parecía completamente magia, y aquel tipo me recordó claramente a su padre. Vaya... el señor Stark... Interesante sin duda. Mostré una amplia sonrisa pese a la desorientación. La puerta me descolocó un segundo, pero luego me relajé, esperando a ver quién estaba allí.

Cogí esos teléfonos y se los entregue al equipo, me pareció fascinante que algo tan pequeño y sin cables nos sirviera para poder hablar con cualquiera.
Posteriormente ley con atención los papeles que me había facilitado el doctor y se los fui pasando primero a Brown ya que él era el suboficial y después al resto del grupo.
Memoricen esto, es importante saber con quién nos vamos a codear, porque entre ellos está la persona a la que buscamos.
Y justo cuando me disponía a repartir las armas y las tareas, llamaron a la puerta.
Hice un gesto a Brown para que escondiera las armas y aquellos documentos, mientras Murphy se dirigía abrir la puerta, el resto nos dispersábamos y actuábamos con normalidad, así que eso hice me senté en el sofá delante de aquel impresionante televisor a color, esperando ver quien aparecía por la puerta.

Ante las palabras de Peterson Brown pareció algo azorado, estudió cada una de las fotos durante unos segundos. Una a una hasta que apartó la vista con desgana, tipos blancos y guarrilas blancas y un hermano que seguro se había equivocado para meterse en todo aquello... Para él tenían todos la misma pinta de culpables, hacer cantar a aquellos no sería un problema. Solo necesitarían una toalla y una jarra de agua pero órdenes eran órdenes. 

Luego quedó boquiabierto mirando la televisión, ya no era la televisión sino que pensar que el hijo o el nieto de aquel ricachón imbécil que conocieron en el avión estaba dentro de aquella masa de metal... Era desconcertante cuanto menos. Los golpeas a la puerta le hicieron reacción escondiendo de la vista aquello que pudiese delatarles, luego se colocó al lado de Amuro decidido a pasar desapercibido.

Por la mirilla pudo verse el rostro de Orphen, el dueño del hotel en persona, con una cesta de bienvenida en las manos.

- Buenas noches señores, espero no importunarles. Pese a las circustancias, me gustaria desearles la mejor estancia posible en mi hotel. Soy Patric Orphen, dueño de la cadena hotelera Orphen, pero ustedes pueden llamarme Patric. - dijo como si fuera un chiste.

Hanna gruño cuando vio su espada tan cerca y negada de nuevo por una interrupcion inoportuna.

El tipo no le gustaba, le recordaba a los nazis demasiado. Saludo asintiendo con la cabeza, unicamente, con el gesto serio, sin despegarse de su guardaespadas.

Tener cerca a Hanna, su olor...Tu mente dio un paso atras, un salto muchos años pero para ti, solo unos dias. Te viste durmiendo abrazado a ella, acurrucado bajo una manta, sintiendo el roce de su piel con la tuya. En mitad de lo que parecia un bosque.

Las llamas de una hogera baja iluminandoos en la noche....

Extendí la mano para estrechar la del señor Orphen: - Es un placer, señor Orphen. Soy Ryan Murphy. - me daba igual decir mi nombre verdadero... no se correspondería con nadie... o quizá en esta nueva época Ryan era un nombre común y Murphy un apellido común también... no lo sabía pero no me preocupaba, el hombre no tendría tiempo de investigar.

Me aparté a un lado y con un gesto le ofrecí pasar para que se presentaran el resto de mis compañeros.

Patric estrecho la mano ofrecida y sonrio como un tiburon ante media docena de pececitos.- Encantado señor Murphy, su apellido me suena.- dijo con palabras medidas, cada uno de sus gestos era estudiado, como si fuera un actor y los hubiera repetido cuatro veces antes, insuficientes para ser naturales en todo caso.- ¿Es pariente de Eduard Murphy, el magnate del petroleo de la costa este?- pregunto mirando al muchacho.

Sentiste su mano dura, fria, firme, pero sobretodo FRIA. Como si acabara de sacarlas del hielo.

Un escalofrio recorrio tu espalda, recordaste a un nazi que tenia el mismo "problema" uno de los cabrones que experimentaron con vosotros ¿una coincidencia?¿Un descendiente de aquel maldito bastardo?

Al ver a joven Stark en pantalla algo se revolvio en tu cabeza.

Stark padre habia ido a recogeros, al final de la mision o en algun momento el volvio y le derribaron.. Le viste herido pero vivo, recordaste por un momento que tuviste algo muy intenso con ese hombre... entonces algo te hizo clip en la cabeza. Las fechas no encajan, algo no encajaba....

Fue un año... no tres meses... estuviste un año en alemania.....Todos mentian pero ¿por que?

Recordaste el invierno, la primavera el verano y el otoño.... 

- Este tipo no me gusta, me da escalofrios... susurro hanna a su guardaespaldas.

Mire aquel hombre desde la cabeza a los pies, tan solo ver la expresión de su cara sabía que no me caía bien. Tenía la palabra avaricia escrita en su cara, era una puñetera serpiente, afortunadamente desde joven había tratado con ente así, por los negocios de mi abuelo y la condición de mi padre. Le seguiría el juego he intentaría sonsacarle aunque necesitaría una distracción, hice un gesto a Rachel para que entrase en acción, habían empezado las preguntas y esa no me gustaba, contestase lo que contestase podía ser una trampa.
Así que me levante y acompañado de Rachel me dispuse a sacar del apuro a Murphy.
Hola Sr… Orphen ha dicho, quitándole importancia aquello o bien le molestaría o le distraería mientras Rachel entraba en acción. Y si a los ricos de esta época se les permitía ser excéntricos ¿Por qué no empezar ya?
Soy el Sr. Peterson y esta preciosa mujer es la señorita Hoover, Había evitado dar mi nombre y el de Rachel, aunque dudaba que pudiese reconocerlos era mejor así. Además solo era un ricachón que quería pasar inadvertido en un hotel, seguro que no era la primera vez.
Le quería agradecer su hospitalidad al presentarnos casi sin avisar y sin reserva, haciendo una gracia. Tanto mis amigo como yo mismo le estamos agradecidos. A sido una experiencia de lo más traumática, mi chofer a muerto ahogado y por poco nosotros corremos la misma suerte, muchas gracias.

Brown colocado al lado de Amuro permaneció al lado de la muchacha en completo silencio. Escondido tras las gafas de sol era imposible saber lo que pensaba aunque cualquiera que le estudiase detenidamente se podría percatar por su lenguaje corporal que estaba muy lejos del sitio. Extendió las manos durante un instante como si fuese a rozar a Amuro en un brazo, sintió que ella se giraba y le decía algo con lo que pegó los brazos al cuerpo.

Tienes razón, no podemos fiarnos de él... ni de nadie que no conozcamos... -Se calló menando casi imperceptiblemente la cabeza, al fin y al cabo eran todos desconocidos-

Fingí algo de incomodidad ante la repentina irrupción de Peterson interrumpiendo mi conversación con Orphen.

Retrocedí un par de pasos mientras Peterson hacía bien su labor y fruncí el ceño disimulando estar algo enfadado. Permanecí en silencio y llevé mis manos a mi espalda. Teniendo a Orphen de frente era imposible que me viera las manos así que hice un gesto de advertencia a Brown y Amuro. Después de la misión de Alemania contaba con que me conocieran lo suficiente y confiaran en mí como para entender el posible peligro.*

Luego mi mano se dirigió despacio al arma escondida bajo mi sudadera... a mi espalda. No desenfundé, pero dejé la mano sobre el arma como precaución.

Ante las señas de Murphy simplemente se limitó a asentir agradecido de que no solo él y Amuro no se fiasen del señor Orphen. De todos modos no era momento de hablar y menos con Orphen frente a ellos, tocaba guardar silencio hasta que estuviesen solos otra vez.

No pude hacer mucho caso a nuestro nuevo invitado... Estaba perdida en mis pensamientos, absorta tratando de recordar, mientras pensaba. Me sentía algo desorientada, pero sobretodo tenía la sensación de que algo no iba bien. Esto no iba bien. Miré a los demás tratando de darme cuenta de si ellos tenían la misma sensación, quizá ellos también se habían dado cuenta. 

El tipo os miro como si puediera ver vuestras almas. Tenia algo siniestro, oscuro... esa sensacion que te dice que una persona jamas te caera bien ni sera tu amigo.

- Bueno señores, imagino que desearan descansar.- dijo dejando una cesta de bienvenida con frutas en el centro de la mesita de la sala. No les robare mas tiempo. Mañana les vere en el desayuno. No esperen demasiado, pudimos salvar bastante comida de la cocina pero no podemos decir lo mismo de los fogones.- dijo como si fuera una broma. Se rio y con un gesto se despidio de los presentes.  Si necesitan algo, el unico botones que nos queda vivo les atendera encantado.- dijo como si fuera parte de la broma antes de salir.

Cuando salio sentisteis que ese aura oscura se habia marchado con el.

Hanna se aseguro de que se habia ido antes de buscar su amada espada. Sentirla cerca le costo un suspiro de alivio la inspecciono y despues miro a sus compañeros.

- Creo que deberiamos hablar. Yo no recuerdo todo, solo fragmentos pero son mas largos e hilados de lo que vosotros pareceis recordar. Tal vez uniendo todas las piezas podamos entender que paso.