Partida Rol por web

La mujer no bajaba el arma, se mantenia tensa.
Will avanzo y grito.- Soy William J. Fury, si alguno tiene huevos de decirle a mi padre que me a disparado adelante.- dijo y os hizo una seña para avanzar detras de el.
Los soldados bajaron las armas ante la ira de la mujer, quien no pudo hacer nada para evitarlo

Las llamas subian con rapidez, no habia tiempo para tonterias. Todo el grupo subio en el gran helicoptero un segundo antes de que parte de la estructura se derrumbara sobre las aguas que aun inundaban la ciudad.

Will miro a Ethan y sonrio.- West es el apellido de mi madre, no suelo usar el de mi padre porque no me gusta tener privilegios... pero aveces es fantastico ser hijo de mi padre.- argumento mientras os elevabais y dejabais esa parcela del infierno atras.

La mujer estendio la mano.- El cubo.- ordeno pidiendolo con poca educacion.- Ni se imaginan lo importante que es..Exigio

Ryan no podía creerse lo que estaba pasando. La capitana Hill no sabía bien cuánto le debía al hijo de Fury. Un segundo más y habría acabado con una bala en la frente. Ni chalecos salvavidas ni nada. Ryan no fallaba nunca.

Ahora estaban en el helicóptero de camino a quién sabía dónde, sin saber muy bien todo lo que había pasado... y seguía preguntando por el puñetero cubo. Se sintió tentado de cogerlo y arrojarlo por la borda a las aguas de abajo... y se imaginó a Hill saltando detrás.

Pero se contuvo. Una sonrisa asomó a sus labios pero se contuvo.

- Quizá sepamos mejor que usted cómo de importante es ese jodido cubo. - dijo sin más. Dejó la decisión de entregarlo o no a la propia Rachel.

- Es un asunto de seguridad nacional.- dijo Hill con tono agrio.- Entrengen el cubo o les caera un consejo de guerra.

Hanna no se sentia agusto con esa mujer.- ¿Como van a juzgar a personas que supuestamente murieron el siglo pasado?.- pregunto aspera y desafiante.

Me quede sorprendido al descubrir que el padre de Will era un general y aun más cuando pude comprobar por la reacción de los soldados y de la propia Hill que no era un general cualquiera.
Aun así la Capitana Hill seguía amenazante  con que le entregásemos el cubo, pero me gusto la reacción de Hanna y tenia muchísima razón, como iba a someternos a un consejo de guerra si ni tan solo existíamos.
Además de que no existimos, en mi equipo hay personal no militar, no se les puede juzgar como militares.
Si sigue amenazándonos lo único que consigue es crearnos dudas, dudas sobre las verdaderas intenciones que tienen y sobre si después no seremos un estorbo.
¿No querrá que nos asustemos y mandemos el jodido cubo a las llamas por un mal entendido? ¿Verdad?
Creíamos que estábamos en el mismo bando pero me están dando razones para empezar a pensar lo contrario.
Si quieren el cubo, déjenos subir de una vez al helicóptero y salgamos de aquí y sugiero que se decida rápido.

-Basta de chácharas- Cortó Brown.

Aquella discusión que veía no llevaba a ningún lado. 

-Esto se acabó.- Dijo acercándose a Hoover mientras se sujetaba a la estructura del helicóptero para no caer y sin hacer mucho caso a las armas que sin duda le apuntarían.-

Se giró. Le voy a decir lo que vamos a hacer Hill. De exprofeso ingoraba los rangos militares. Me voy a quedar con la caja y nos va a contar de que demonios va todo esto. Que nos pasó y porque quiere tanto el maldito cubo. De que va todo este maldito embrollo. Esto no es una petición. -Agregó- Haga algo y el cubo y yo iremos a parar al mar. Dispare y el cubo y yo iremos a parar al mar. Tóqueme mis negros cojones y el cubo irá a parar al mar.

-Esto no es discutible Hill- La amenazó. 

Los dientes de la capitan rechinaron, la mirada de odio se hizo mas intensa en ella cuando clavo las pupilas en el negro.

- ¡Esta bien, nos vamos!.- grito y el helicoptero se elevo alejandose del desastre.

Alejados de la zona en llamas el ambiente no parecia menos tenso.-  Ese objeto puede ser usado como un arma de destruccion masiva, ustedes lo saben, es extremadamente peligroso cada segundo que esa cosas permanece fuera de custodia.- explico esperando que se la entregarais por las buenas.

Will miro a Hill y giro la cara para hablar con Ethan.- Es cierto que es un aparato peligroso, si cae en malos manos pueden suceder cosas muy feas. Segun creo ese "chisme" es de otra dimension y tiene un poder asombroso. Ustedes deben saberlo, ya que lo vieron en alemania hace muchos años.

Y dale otra vez con lo de Alemania... - Le recuerdo que apenas tenemos recuerdos de aquella época... no sabemos qué pasó. - indicó Ryan.

Empezaba a estar cansado del cubo de las narices, y de todo lo relacionado con el tema. Sólo quería acabar la misión y descansar una temporada.

- Eso es por toda la mierda que os inyectaron para descongelaros sin daños cerebrales pero se os pasara.- dijo West al grupo, parecia conocer muy bien vuestra situacion

Permanecí en silencio durante unos instantes mis compañero parecían tenerlo todo bastante controlado hasta que Will se dirigió a mí.
Está bien le entramos el maldito cubo y después que, quien nos garantiza que sus hombres apreten el gatillo, no me malentiendan pero ya estamos muertos y nada impide que lo hagan excepto ese cubo.
Me gire hacia Hill. Y no se moleste en intentar convencerme que no pensaba hacerlo Capitana Hill, soy Teniente y conozco cuando un mando va de farol o no y usted no lo iba. Nosotros hemos cumplido con la misión y les traemos el cobo de las narices y ustedes nos reciben de esa forma esperando que les entreguemos lo único que se interpone entre una bala y nosotros.
Ese cubo es suyo y se lo entregaremos al llegar a la base, total qué más da que lo sujetemos nosotros a que lo sujeten ustedes o ¿hay preparado algún tipo de contenedor en este aparato?
Volví a girarme buscando a la dulce Berlín.
Cariño estos señores nos harán daño si soltamos la caja de música.
Dije en voz baja a la niña con unas sonrisa para quitar hierro a la situación.

La niña que parecia un ovillo, nerviosa y asustada te miro negando con la cabeza.- No son malos...- dijo con un susurro y despues miro a Jeremiah fijamente, sin decir nada mas.

Ryan confiaba en el criterio de la niña pero hacía rato que había decidido no inmiscuirse más en la conversación. Que sus compañeros decidieran lo que quisieran respecto al cubo. 

Observó la reacción de la niña cuando se fijó en Jeremiah. Sí, él también lo había visto y se preguntaba si su compañero seguía siendo el mismo.

Su rostro pasó a observar los edificios de debajo a medida que el helicóptero se desplazaba. Se quedó pensativo, ignorando a Hill y al resto. Le preocupaba que Harrelson apareciera en cualquier momento con exigencias, pero sabía que tenía que centrarse, que ya se preocuparía de ello si se daba el caso.

Permaneció en silencio el resto del viaje.

Jeremiah simplemente miró a Hill y a los demás. -No harán nada Peterson... Ninguno de ellos sobrevivirá si hacen algo contra la niña o Hanna- Pareció dispuesto a decir algo más pero la mirada de la niña pareció enmudecerle. Miró a Hill durante unos segundos para luego apartar la vista y mirar por una de las ventanas como el edificio que se iba alejando era consumido por las llamas.

La mirada de Berlin le dolió, no sabia que era lo que la chiquilla percibía en el pero sintió en su foro interno decepción y rabia mal contenida. Después de todo lo que había hecho por ellas dos... Tuvo ganas de levantarse y propinarla un bofetón por desagradecida pero una vocecita en su cabeza le recordó que el no era así. Se concentró en la visión que ofrecía el estrecho ventanal.

No sabía si ella seguía ahí o era simplemente una ilusión de su mente. La idea de que siempre estuviera presente a su lado la hija del demonio era una idea prepungnate pero lasciva que no dejaba de excitarle de una forma enfermiza. No pudo dejar de pensar en ella apareandose como una perra en el suelo de la habitación... -¿Estás ahí?- Pensó buscándola a través del reflejo del cristal dentro del helicóptero -¿Siempre será así?-

Su imagen aparecio frente a ti, en el reflejo del cristal la viste a tu lado.- Siempre que tu lo desees, cariño, cuando me llames aparece a tu lado. Soy tu...demonio de la guarda, estoy aqui enteramente para ti.- susurro lasciva.

- Relajate, tu jefe te a dado unos dias de vacaciones para que te aclimates a los cambios, no hay ordenes para ti por ahora aunque a mi me a pedido que te cuide... y estoy deseando hacerlo.- su reflejo te enseño como acariciaba tu oido con la punta de su lengua, sentiste el roce fisicamente pero ella no estaba alli.

Berlin seguia mirandote.

Todo aquello habia sido demasiado para Hanna, no comprendia que estaba pasando y mucho menos a su compañero.

- ¿Por que me proteges tanto si no soportas ni estar a un metro de mi?.- pregunto enfadada a Jeremiah.- No soy un bebe, Jeremiah, no me debes nada y no sientes nada por mi asi que deja de fingir que te importo.

Will levanto las manos.- Yo lo garantizo, nadie les hara ningun daño.- dijo mirando a los uniformados como si les estuviera dando una orden.- El general dio ordenes de garantizar la seguridad del grupo, asi que si alguien los toca se comera un consejo de guerra espectacular.

Los soldados asintieron y bajaron las armas, sin importar lo mal que Maria les mirase.