Partida Rol por web

Ante el comentario del hombre, símplemente me encojo de hombros y digo.-Los dos que estaban en el comedor se estaban poniendo muy moñas. No tenía muchas ganas de quedarme ahí.-no me importa en absoluto no hablar con nadie, pero una cosa es un silencio entre gente que no se conoce, y otra es ver a esos dos hacer manitas. No tengo ganas de ver rituales de apareamiento mientras desayuno.

Ante lo otro, símplemente asiento. Bueno, pues este no es el psíquico. ¿Será un hombre lobo? Lo veo moreno para ser un vampiro, y desde luego, no le pega ser un súcubo, si es que hay súcubos hombres. Bah, ahora nos lo dirán. Yo de momento sólo quiero descubrir mis superpoderes de una vez, y luego, ya veré.

-Qué raro-dijo con cierta sorna-cuando yo me fui el lerdo estaba a punto de llorar encima de su café por decirle que si iba a ser social solo cuando la lerda no estuviese en su campo de visión podía seguir ignorándome... y que no le iba a funcionar el ir con cara de cachorro abandonado.-Asco. La palabra era Asco. Con mayúsculas y todo. Una persona no podía ir dando lastimita por la vida y no hacer frente a las consecuencias de sus actos pensando que con aislarse en plan "me han castigado de cara a la pared qué desgraciado soy"  se arregla todo y se hacen amigos y que ambos estando cerca pareciesen sacados de una peli disney para retrasados tampoco ayudaba al nivel de tolerancia.

-Hm, Manuel, se me olvidaba... ¿los libros de la biblioteca quién narices los trae?¿se pueden sacar?-hizo una pausa tras las respuestas de él entornando los ojos.

-¿Que aún no ha llegado? -dijo Kyara entre bostezo y bostezo, se estiró con pereza y se dirigió hacia un asiento en el que repantingarse y descansar- Bueno, cuando aparezca dame un toque -le dijo a Nyara.

Lia entró a paso tranquilo, mirando la sala con atención. Aún llevaba el pelo húmedo, así que las puntas de la larga cabellera humedecía un poco los hombros y la espalda de la camiseta.

Al ver que no se había equivocado de sala y no se había perdido por los pasillos se alegró visiblemente para los allí presentes. Sacó la cabeza por el marco y habló a alguien en el pasillo-Sí chicos, es aquí- y volvió adentro.

Se llevó una mano al pelo y lo sacudió un poco, sonriendo. 

-Buenos días- saludó en general mientras entraba a todos los presentes. Pudo ver una de las chicas de pelo rizado que había conocido durante la cena y le saludó con la mano y una sonrisa. Al ver a Chris se acercó a él con calma-Buon Giorno Chris. ¿Cómo estás?-le saludó de forma más concreta. 

Se giró hacia Kyara y vio que ya había un hombre. Le saludó con la cabeza y una sonrisa. Parecía ser que no había llegado tarde.

Ante el comentario de la morenita, símplemente me encojo de hombros y pongo cara de sudarme la polla bastante el asunto. Ya sabes, esa cara entre la indiferencia y el desinterés total. No siento especial simpatía por ese muchacho, así que desde luego no voy a defenderle sin una buena razón.

Justo entonces llega él, su pelirroja y Gula. Cuando me saluda (he entendido algo de un horno, así se deben dar los buenos días en italiano) la contesto con un-Hey, que hay, Lia.-siempre tan sonriente, todo lo contrario a mí, que sonrío menos que un cadáver decapitado.-Bien, bien...-digo sin más. No sé, ¿cómo estoy? Pues igual que ayer, solo que más despeinado por estar recien levantado. Bah, las conversaciones genéricas son un rollo. Pero siempre podemos desviarla hacia un tema más interesante.-¿Y tú? ¿Te has metido en los sueños de alguien? ¿O has tenido algún sueño profético?-digo, pensando en lo que oí a la pelirroja en el comedor.

Giulia se adelanta un poco a nosotros para comprobar si se trata o no de la sala que buscamos la que está tras esa enorme puerta. Y sí, nos avisa tras un corto vistazo de que es el lugar, antes de entrar justo antes que nosotros dos. Liz y yo entramos juntos en la sala, agarrados de la mano. Se que ella estaba algo preocupada por que nos vieran así, pero a mí ya me importa un bledo lo que nadie tenga que decir ni pensar al respecto. Preferiría hacer amistades aquí, pero si alguien no es capaz de comprender y aceptar algo como esto, sinceramente, sobra en mi vida. Jeremy ya me lo dijo una vez, cuando empecé a salir con Emma, que le daba algo de envidia pero que se alegraba por mí, y que quien no se alegrara peor para él.

Lo cierto es que a nadie le importaba un huevo, pero el mensaje estaba captado.

Buenas -Saludo en general, más por educación al entrar en la sala que porque sienta la necesidad de saludar a los presentes. Con Giulia, que ha sido la mar de simpática, hemos venido todo el camino, así que no es necesario saludar. Al resto, excepto al tipo ese que no se quién es, les hemos visto en el desayuno, y desde luego no ha sido el mejor ambiente del mundo. Pero tendremos que convivir durante unos días, así que al menos yo pienso mantener las formas.

Aunque en el fondo me duelan bastante ciertas cosas.

Éramos pocos y parió la abuela.

Había sido vagamente consciente de la entrada de Giulia en la sala aunque no se dio cuenta de que estaba ahí hasta que creyó que el Amargado estaba hablando solo y, justo después el otro par.

Bueno, ya están todos los perdedores... o no. Falta un chin. ¿La chupipandi no espera a los remolones?

Miró a Kyara, apalancada mientras esperaba que todo empezase pero sin el chin que faltaba no empezaría nada aunque el resto del castillo se personase allí... y le daba una excusa perfecta de buena samaritana para salir de ahí antes de que de pusiesen a cloquear.

-Manuel ahora vuelvo, no te dejes liar por Kyara-avisó al chico del fondo mirando a su hermana después-Kne i pokra na chin tu freina- y, sin más explicaciones salió de la sala

"Voy a buscar al chin que falta"

Finalmente entramos en la sala, y vi que allí se encontraban ya casi todos los chicos que vimos el día anterior, además de un hombre al que no conocía.

¿Será el director? No tiene pinta, pero...

- B-buenos días... - saludé en general, aunque algo temerosa por la animadversión que parecía haber debido al malentendido del día anterior.

Me mantuve sujeta a Ben, aunque la mano comenzó a temblarme un poco, ya que empecé a ponerme bastante nerviosa. Y es que además de cierta tensión en el ambiente, no estaba acostumbrada a ciertas señales de afecto en público... Sin embargo, soltar su mano no era una opción.

Vi como Giulia se acercaba a hablar con el chico de rizos; esperaba poder hablar con ella después, parecía una chica simpática, y me resultaba interesante lo que podía compartir con nosotros. Entonces vi como Nyara se levantaba, y tras decirle algo al hombre salía de la sala.

¿Qué ha sido eso?

Agité la cabeza, como si hubiera escuchado mal por algún motivo, y fijé la vista en Kyara.

Espero que me haya creído, de veras le estoy agradecida...*

Estaba deseando que algún responsable nos explicara lo que estaba pasando con la dichosa pesadilla.

El hombre que estaba algo apartado, Manuel saluda con la mano y dice.

- Buenas, a los nuevos, yo soy Manuel Sanchez y bueno, en breve bajara el dire con todos los demas asi que mientras podeis quedaros por aqui sin pelearos que os vigilo eh

Dice terminando con un tono de broma, parecia que miraba a todos los alli presentes, ahora en un tono relajado dice:

- Y que, alguno ha tenido ya algun sintima de no se, ha mojado o quemado la cama, ha pinchado a alguien con una cosa que not enia antes, o ha escuchado los pensamientos inapropiados del otro?

Termina riendo de una broma que se le habia ocurrido en la cabeza y miraba a todos por igual, parecia un hombre animado y bastante bromista al menos a primera vista

Ante la pregunta de Christopher, Lia no pudo aguantarse una carcajada. Apoyó la mano en el hombro del chico un momento, no demasiado para respetar el espacio vital de cada uno.

-Nada de intrusismo nocturno. Me costó dormirme porque vino un vampiro a darme la charla y tuve que convencerle de que la sangre de yankees es más apetitosa que la italiana, y creo que funcionó. ¿Tu cuello que tal?-bromeó mientras le miraba de buen humor-Es cierto, cuando me dormí soñé que tomabas dos Ronsky's y te crecían dos piernas y dos brazos de más.-terminó con una amplia sonrisa. Le resultaba terriblemente divertido hablar con él, además también de cómodo.

Se giró al ver a Nyara irse tan rápidamente. No había tenido tiempo de conocerla, pero parecía... ¿molesta? La siguió con la mirada y luego miró a su hermana, extrañada. Desde luego, que fuera consciente, nada de aquello iba con ella, así que no le dio más importancia.

Escuchó que aquél hombre se presentaba e indicaba que iba a bajar el director. Se sintió inquieta, ¿qué clase de persona sería? Tambolireó con los dedos sobre sus muslos, entusiasmada por la idea. Todo el concepto de criaturas le resultaba tan interesante como atemorizante.

-Mentiría si dijese que sí, aunque la idea de quemar la cama no me llama especialmente la atención...-rió divertida, pues la escena sería graciosa la de encontrar a alguien durmiendo sobre la montaña de cenizas de turno. Ella no, claro. Ella prefería dormir en camas mullidas y no tan polvorientas.

Nyara abandona la sala, y yo me limito a bajar la mirada al suelo cuando pasa junto a nosotros hacia la puerta. Después de cómo me trató antes, casi siento cierto alivio de perderla de vista un rato y poder estar tranquilo aquí. Aunque lo cierto es que me intrigan esas extrañas palabras que suelta antes de irse, y me jode quedarme con las ganas de preguntar de qué iba eso.

No por ello voy a preguntarle a su hermana. Hoy parece de mejor humor, más tratable, pero ayer me dio la sensación de ser más bruta que un arado, y ya me he llevado ración de malas respuestas suficiente por hoy. Igual a lo largo del día, en función de cómo vayan las cosas, trato de acercarme un poco y suavizar las cosas... si se puede.

Al menos tengo una pequeña esperanza. Conocer a Giulia ha sido guay, viendo Cómo estaba el ambiente. La veo bromear con Christofer, que durante el desayuno pasó de todo y de todos, pero que ahora parece soltarse un poco más. Con ella. ¿Habrá algo entre esos dos? Estaría bien que hubiera alguna pareja más en el castillo. Seguramente Liz se sentiría más cómoda, memos cohibida.

Vamos, digo pareja porque no se cómo llamarlo...

El desconocido se presenta, aunque sólo por su nombre. Realmente no dice qué hace en este lugar, cuáles son sus funciones, ni nada. Claro que nadie por aquí aclara nada, no explican una mierda. Aún no sabemos lo que vamos a hacer en los próximos días ni a qué atenernos.

A no ser que lo explicaran en la cena año che. Si es el caso, tampoco me importa en absoluto habérmelo perdido. No me arrepiento en absoluto.

Lo que sí hace es bromear, cosa que ahora mismo me parece de muy mal gusto. ¿Quemar la cama? ¿Es eso posible? Me entra una especie de escalofrío por la espalda al pensar en ello. ¿Y si me hubiera pasado eso? ¿Y si hubiera hecho daño a Liz sin querer? No, la sola idea hace que me harda la cara por la impresión. No podría soportar algo así.

De repente me doy cuenta de que la mano de Liz está temblando. ¿Estará pensando lo mismo? Puede que le de miedo todo esto, que tema lo que pueda pasar si volvemos a dormir juntos. Y no puedo culparla por ello. Joder, esto es un desastre.

¿E-estás bien? -Le susurro con preocupación mientras levanto nuestras manos entrelazadas y acaricio la suya con mi mano libre, soltando mi chamarra, mis dos manos formando un nido protector para que sus dedos dejen de temblar.

Cuando Gula empieza a hacer coñas, por primera vez desde que llegué aquí, sonrío divertido y suelto una leve risa. Desde luego, en Italia son bastante salados por lo que parece, más que en Alaska con un cacho.-Hiciste bien en decir eso. La sangre americana sabe a patriotismo y hamburguesas, los pilares de nuestra civilización.-digo devolviendo la mirada a la chica. Ante lo otro, vuelvo a sonreir, esta vez algo más ampliamente (verme los dientes es novedad para los presentes, y además dos veces, deberían aprovechar y sacar fotos), y contesto-¡Ah! Con que el Ronsky ataca de nuevo ¿eh? El tema de los miembros adicionales sólo pasa la primera vez. Luego sólo produce lesiones cerebrales graves. Ya lo comprobarás la próxima vez que decidamos pasar la noche bebiéndonos el alcohol de esta amable gente.-digo, finalizando con una mirada pícara, sonriendo esta vez sólo con los labios.

Entonces la hermana coñazo/borde sale de la habitación. La sigo con los ojos un momento. ¿Ha dicho algo? No sé si era árabe, élfico, o klingon. Bah, a quién le importa.

Luego está aquí también la parejita, de la mano esta vez. Bueno, no pasa nada, me produce bastante indiferencia lo que hagan, o lo que se hagan entre ellos. Es curioso, mi primera novia también era pelirroja, pero desde luego no era tan tímida como parece esta.

Ante los comentarios de Manuel, lo único que hago es negar con la cabeza. Ojalá hubiera manifestado alguna movida de esas. Pero generar fuego sin más no mola, y agua menos. Además, si generase agua me acabarían llamando Aquaman, y nadie quiere ser Aquaman, ni siquiera el propio Aquaman. Escuchar los pensamientos de otros sí estaría guay, pero tendría que alejarme de la hermana rubia para evitar el esperable suicidio.

La verdad es que la presentación de aquel hombre, Manuel, no ayudó a calmar los ánimos, al menos a mí. No sabía si era la única, pero todo aquel tema sobre la "peligrosidad", me producía más temor que gracia. Así que su broma sobre incendios o punzamientos accidentales colaboró a mi incertidumbre.

Nos ha preguntado sobre algún suceso extraño, ¿Debería responder? ¿O esperaré al Director?

Miré a Kyara, a ver si ella se pronunciaba al respecto, pero cuanto menos no se había apresurado a hacerlo. Entonces Ben tomó mi mano entre las suyas, acariciándola con dulzura, mientras me preguntaba si estaba bien.

- No es nada... - susurré para no preocuparle, aunque era más que evidente que no era así, pero tampoco quería alargar más las cosas, era tiempo de obtener respuestas.

Posé mi otra mano sobre la de Ben, llevando nuestras manos nuevamente hacia abajo, y apretando su mano con fuerza. Entonces le miré a los ojos, buscando ese valor que me hacía falta. Levanté el otro brazo para llamar la atención de Manuel, y me dirigí a él.

- E-en realidad, yo... Si que he tenido un síntoma, o lo que sea... -  me costó empezar, pero finalmente arranqué. - He tenido un sueño horrible, y no entiendo qué significa. En él aparecía una chica asiática llena de sangre. No se si puede estar en peligro... - concluí en tono preocupado, sin estar segura de si aquel hombre iba a ofrecerme respuestas, o iba a reírse del suceso.

Manuel observa a Alizabeth meinras le pregunta, asiente y dice en un tono mas serio:

- pues yo no te lo puedo asegurar, pero eso puede ser una vision del futuro, o del pasado o incluso el sueño de alguien. Yo tengo habilidades mas bien fisicas, pero el director creo que es el mejor para ayudarte en eso, es un... siquico o algo de eso, como el calvo de los x-men y no, no es un paraplejico que ya me conozco esas caras

Se rasca la cabeza y dice:

- Mira por ahi viene Andrea preguntale a ella que ella a lo mejor sabe algo porque puede meterse en los sueños

Andre entra caminando con tranquilidad, al ver a Manuel le saluda dandole un golpecito en la espalda mientras dice:

- Hey manu que pasa? Chicos nos vemos otra vez

Se da cuenta que hay gente nueva y dice:

- Vaya sois hoy algunos mas, bueno, me llamo Andrea un placer conocer a los nuevos, soy tambien de seguridad como Manu, el director me ha dicho antes que no tardaria en llegar, asi que no creo que haya que esperar mucho

Mira a Manuel y dice:

- Por cierto no estarias contando chites y bromas malas como siempre haces no?