Partida Rol por web

 Turno 211

Coralak oyo como se levantaba y desesperado hizo un movimiento para esquivar al hombre que se le avalanzaba, mientras descargaba el filo de su espada contra el.

Turno 211 (asalto 7)

Bolgo estuvo a punto de saltar de alegría cuando su piedra derribó al enemigo. No estaba muy seguro de si había muerto o no, pero sin duda había sido de ayuda a sus compañeros. El hobbit echó una mano a su bolsa de piedras dispuesto a lanzar una hacia el único enemigo que quedaba en pie, pero cambió de idea al comprobar la superioridad de sus compañeros.

Más vale no arriesgarme a darle a uno de los nuestros, pensó el mediano descartando la idea.

Acto seguido, Bolgo corrió en dirección a la cabaña y se situó unos metros al oeste de ella, preparado para actuar en caso de que el intruso intentase huir. Desde allí contempló la evolución del combate que les era considerablemente favorable.

- En cuanto se separe de los demás, le macharé la cabeza -se dijo Bolgo en voz baja mirando hacia el enemigo que se defendía como podía.

Turno 211

Ilidan se dio la vuelta rápidamente al oír un ruido fuerte a sus espaldas por si acaso era un nuevo enemigo al tener que hacer frente, pero aunque este lo era, no le daría problemas, pues se encontraba muerto. Apurando el tiempo para desviar el siguiente ataque de su perseguidor, el numenoreano echó una ojeada al tejado, momento en el que vio como Oin se deshacía de otro enemigo y Gallindum se estaba encargando de un tercero.

Parecía que a sus compañeros les iba mejor que a él, fue cuando recordó que él aun no estaba a salvo, por lo que con celeridad se giro a parar una nueva arremetida de su rival. Sin embargo, se encontró con que este, seguramente al ver caer a sus aliados, se había parado a un par de metros del edain y ya se encontraba de espaldas a este, presto a huir.

Viendo la oportunidad de devolverle los golpes, Ilidan se abalanzó sobre este por detrás dispuesto a no dejarle escapar.

 Turno 211

El hombre al ver a sus compañeros en tan malas circustancias, habiendo caido ya dos de ellos y un tercero acosado y en inferioridad, se dio media vuleta y corrio hacia el bosque. Solo esperaba poder escapar de su perseguidor, que herido tendria pocas probabilidades de cogerle, o al menso eso pensaba mientras arrancaba a toda prisa.

Turno 211

Bien hecho Bolgo, buena puntería!!!

Fue lo que le salió de la boca instintivamnente al montaraz al ver como la piedra volaba cerca suyo para impactar en el hombro de su adversario, acabando con la vida de éste, vió como el cuerpo caia del tejado pero Elendur rápidamente reaccionó al enemigo que tenía a su derecha, aún habia una amanaza en pie, al al instante vió como Oin hacia cuenta de su adversario.

La cosa estaba casi resuelta pero Elendur se dispuso a culminarla si era posible, y de este modo salir de todo peligro sin incidentes.

Así pues el montaraz lanzó un nuevo ataque sobre el enemigo que aún estaba en pie sobre el tejado.

Gallindum - Turno 211 (Asalto 7)

Cuando Gallindum apoyó todo su peso en la pierna herida para lanzar un golpe lateral sintió un pinchazo de dolor en el corte que lo enfureció aun más. Notaba su sangre cálida, densa, empapandole poco a poco la pernera del pantalon. Tenía que darse prisa en acabar con aquel desgraciado y acudir prontamente a Marga para que le echase un vistazo al corte. No es que estuviese asustado, pero siempre era mejor prevenir que curar, y el enano aun no había tenido tiempo de analizar cuidadosamente la herida. Tras una rápida sucesión de golpes que su adversario fue deteniendo y esquivando a la desesperada y más por suerte que por destreza, Gallindum asestó dos martillazos al enemigo que le hicieron poner cara de amargor y que dos hilillos de sangre empezasen a caerle por las comisuras de los labios "Eres mio...estás acabado" pensó el enano mientras arremetía de nuevo, martillo en alto, con la intención de poner punto y final a aquel combate.

- ¡¡¡DURIIIIN!!!.- gritó mientras se avalanzaba contra su enemigo

 Turno 211

Oin con una sonrisa observa como el humano muere con el cráneo aplastado. 

- Chúpate'sa... mamón...

Una vez libre de su enemigo, Oin se gira a observar lo que ocurre en el tejado. Se siente herido pero no es el momento de esas minucias así que al observar que Gallindum tiene problemas con su enemigo se acerca a ellos y busca un hueco por la espalda o el flanco del enemigo por el que meter su martillo.

Turno 211 (asalto 7)

Tras reponerse del susto inicial y observar como la armadura caía al suelo, lejos del alcance de los ladrones, se giró hacia el enemigo al que creía acorralado. No obstante este hizo un fútil movimiento intentando herir a Coralak.

El humano reaccionó evitando el ataque y contraatacando. Draupner se unió al ataque avanzando apenas el paso que le separaba de él y espetándole mientras descargaba con fuerza su martillo sobre el infeliz - ¡Te lo advertí! Ahora muere -

Turno 211(Continuación)

Ilidan veía con resignación como el enemigo cada vez ponía más distancia entre ellos, al final su herida en el muslo le estaba  pasando factura. Sabía que no iba a conseguir alcanzarlo, por lo que cuando llego a la linde del bosquecillo paró en seco. Entre fuertes respiraciones a causa de las carreras y el combate, el numenoreano contempló como la figura del enemigo cada vez se distorsionaba más y era más difícil de distinguir por la vegetación.

El odio convertido en una meta, que ya era imposible de alcanzar, y que era el muro psicológico que lo separaba del dolor se fue desvaneciendo. Una vez derribada ya esa barrera, su cuerpo empezándose  a "enfriar" por momentos, las oleadas de dolor regresaron de nuevo a inundarle, aunque esta vez fueron más intensas debido al reciente esfuerzo realizado.

Turno 211

Gelion suspiró aliviado al comprobar que las almadías y las carretas no habían sido perturbadas por lo menos considerándolo con el vistazo superficial que le había dado tiempo a dar. Paró un segundo. A veces estar en el lugar apropiado es más importante que actuar deprisa.

Si aquello no era una maniobra de distracción para retrasarles en el viaje o destruir los carros sólo había otra posibilidad. Habían intentado asesinar a sus protegidos y se preguntaba si a pesar de sus esfuerzos alguien había entrado en el edificio donde se resguardaban el alcalde y el comerciante junto con la dama Briniel.

¿ Existía la posibilidad de que se hubiese metido alguien en el edificio y atacado al grupo ? Habia pasado un minuto, Draupner estaría preocupado organizando la defensa de la casa. Y otra cosa a tener en cuenta, ¿ qué le estaba pasando a Groal ? Gelion volvió a salir corriendo una vez había modificado su curso de acción.

Su intención era correr hasta Arlan y ayudarle a mover a Groal hasta el edificio donde se había resguardado Marga. Resollaba desfondado por el sprint que se había dado poco antes y parecía que las distancias se agrandaban a cada paso.

RESOLUCION TURNO 211 (Asalto 7)

Bolgo sopeso la idea de un nuevo tiro, pero ante la posibilidad de llegar a herir a uno de sus compañeros, decidió cambiar se sitio en busca de un mejor ángulo para su lanzamiento. Fue rodeando la cabaña en la que tenia lugar la encarnizada lucha en el tejado hasta que al fin una vez situado unos metros al este de la misma, vio que podría ser un buen lugar.
Arriba Gallindum se batía con el pobre hombre que desorientado por los golpes, no podía si no intentar repeler uno tras otro los envites del enano. Para colmo, Elendur e incluso Oin se habían sumado en su contra. Logro al principio esquivar un par de golpes, parar otro y aunque recibió algún que otro mas, Oin primero, Elendur después, lograron impactarle, pero fue un acertado golpe de Gallindum en el brazo, lo que le hizo desfallecer al fin. Tanto recibió que su cuerpo no aguanto mas y se desplomo cual espantapájaros, cayendo del tejado directo al suelo, junto a otro de sus compañeros muertos. Allí arriba todo había acabado.
Valdir estaba en una falsa tranquilidad, no cesaba de mirar enrededor. En el fondo esperaba un ataque en masa y sus nervios le hacían estar aun algo tenso. Al pie de la escalera continuaba su vigilancia.
Arlan estaba junto a Groal cuando llego a todo correr Gelion. No sabían que le ocurría pero el cuerpo del beornida estaba completamente inerte. Aun respiraba pero era como un pelele tirado en el suelo. Sabían que tenían que ir a buscar a Marga, pero Arlan lo había intentado hacia solo un instante y la puerta estaba trancada por dentro. Lo cierto es que el enano no llego a llamar a la puerta, su preocupación por Groal le hizo volver a su lado. Arlan informo a Gelion que no se veía herida alguna. Así tanto el mago como el mercenario, se quedaron cerca del beornida.
La calma parecía haber llegado al fin. Draupner debía estar dentro de la cabaña junto a los Esgarothianos, completamente ajeno a lo que fuera había ocurrido, imaginando la lucha mientras aguardaba para defender a los comerciantes.
Ilidan hacia ya tiempo que había desaparecido tras la cabaña y no había ni rastro de el.
Ahora que todo parecía haber acabado, el viento frío volvía a hacerse notar, soplando húmedo y tranquilo, como si nada hubiese ocurrido.

RESOLUCION TURNO 211 (Asalto 7)

El hombre había visto su oportunidad de intentar huir. Hiriendo a Coralak y corriendo después escaleras abajo, ignorante de que fuera estaban los esgarothianos junto a Marga. Aun así intento la treta, lanzando una cuchillada al hijo de Agranil.
Agarro su cuchillo, que aun estaba tirado delante suya, y mientras se levantaba rápidamente la punta del puñal fue directa hacia Coralak. Este se giro rápidamente haciendo fallar al hombre. Raudo levanto su espada y la descargo con fuerza sobre el enemigo que acaba de intentar asesinarle mientras estaba despistado con la maniobra de Draupner. Un golpe directo en el muslo, le abrió una fea herida que enseguida se puso a sangrar, aunque no por mucho tiempo.
Draupner le vio levantarse y se incorporo tras su salto. En una sola zancada se coloco junto a Coralak, con su martillo ya en alto. Casi al mismo tiempo que lo hacia su compañero, el enano bajo su arma rápidamente, con mas fuerza aun, si cabía que hacia unos instantes. Un horrible golpe en la cadera del hombre le hizo crujir los huesos, haciendo que un alarido apagado saliera de la boca del desgraciado hombre. Cayo muerto de inmediato con un gesto de puro dolor. No había sangrado mucho, pero la herida abierta por Coralak comenzaba ya a manchar la madera del suelo.
Dwalin por detrás se levanto con la cota en la mano, y algo avergonzado por su comportamiento. Era su obra y temio por ella. Ahora observaba los cadáveres de los infelices humanos que tendidos en la habitación había sido los causantes de su propia muerte.

RESOLUCION TURNO 211 (asalto 7)

Ilidan miro hacia atrás después de oír el golpe seco. Entonces fue cuando vio la situación en el tejado.
Arriba uno de los enemigos yacía muerto sobre el tejado, un segundo se batía en fuerzas con Gallindum, que se manejaba bien con el opnente. Elendur había hecho caer, también sin vida, a un tercer contrincante. Allá arriba todo parecía ir bien.
Cuando volvió la cabeza hacia su enemigo de nuevo, Ilidan comprobó que el muy cobarde se había dado la vuelta y comenzaba a correr desesperado por la visión de sus compañeros. Ilidan sin pensárselo mucho salio tras el. Casi le alcanza, incluso lanzo un espadazo con la intención de herirle, pero solo logro cortar el aire. Ambos comenzaron una persecución en dirección al bosque. El hombre no tardo en ir dejando atrás al herido montaraz. El flechazo que había recibido momentos antes le causaba un pinchazo que le impedía correr con la agilidad acostumbrada. El hombre se adentro en el bosque e Ilidan le siguió hasta allí. Después de sortear algunos árboles, el numenoreano desistió. Aquel terreno y su herida solo darían con sus huesos en el suelo, no merecía la pena. Detuvo su carrera y se quedo intentando averiguar la ruta seguida por su perseguido. Se perdió entre los árboles y las sobras que proyectaba la tenue luna en los mismos.
Allí, lejos del asentamiento, en los lindes del bosque, Ilidan sintió de nuevo el viento frío y el silencio solo roto por ese aire al silbar entre las hojas.

Truno 212

El montaraz limpió con su capa los restos de sangre de sus enemigos ahora fuera de combate y seguidamente la envainó, con el fin de bajar del tejado por las escaleras, al parecer todo había acabado, pero antes de emprender la marcha hacia abajo echó un vistazo de un lado a otro aprovechando la altura a la que se encontraba.

De no ver nada extraño Elendur bajaría las escaleras con el fin de ver a los posibles heridos y de estabilizar la situación, a parte de registrar a los asaltantes con el fin de identificarlos, quizás con un poco de suerte se sabrá qué motivo les había impulsado a atacarles.

Sin mediar palabra Elendur procedió ha realizar todo lo que tenía pensado, siempre y cuando sus ojos no le alerten de una nueva prioridad.

Turno 212.- Fin del modo asalto.

El infeliz yacía muerto en el suelo. Coralak y él sangraban de una pierna, y Dwalin había asegurado la cota de malla.

Se paró un momento a escuchar para asegurarse que nadie se movía por encima del tejado. Tras hacerlo buscó un trozo de tela y rasgó en dos el primero que encontró entregándole uno de ellos a Coralak. - Tapona esa herida y salid de la habitación - dijo.

- ¡MARGA! - grito desconociendo la ubicación de la enana. - ¡PREPARA TU EQUIPO, VAS A TENER QUE ATENDER HERIDOS!-

Luego se apartó del tragaluz saliendo tras los otros de la habitación y se quedó pegado a la puerta, de tal modo que sin ser un blanco para un posible saetero, pudiera comprobar que nadie entraba en la habitación por el tragaluz sin ser visto. Una vez en posición taponó la herida de su pierna con el otro trozo de tela que había cogido para que dejara de sangrar.

- Que alguien baje a ver como va el combate fuera. - dijo.

Percepcion para Elendur:

Ver alrededor en busca de mas enemigos.

Turno 212
Percepcion Elendur

El montaraz guardo su espada y oteo los alrededores en busca de mas enemigos. No parecia haber nadie mas alrededor. Uno de los enemigos estaba muerto junto al dunadan, mientras los otros dos yacian debajo, en el suelo junto a la cabaña. Tampoco viste rastro de Ilidan ni de Draupner, aunque sabias que este ultimo estaba en la cabaña principal.

El registro del enemigo que esta arriba no te hace descubrir nada, pues no lleva nada salvo sus armas y armadura.

Turno 212

Bolgo respiró aliviado al comprender que no tendría que utilizar de nuevo su honda. Los cuerpos de los tres asaltantes permanecían inertes, generando desagradables charcos de sangre. El hobbit contuvo una arcada, pero hizo acopio de valor y se acercó al lugar de la batalla buscando los proyectiles que había lanzado y comprobando su estado.

- Debo limpiar la sangre de estas piedras... -murmuró para sí.

La calma se había adueñado del campamento de los almadieros, sin embargo, no pudo evitar una ahogada exclamación cuando vio a Groal tendido en el suelo, totalmente rígido. Con una expresión de sorpresa en la mirada se acercó a su posición y contempló la escena a una distancia a la que no molestara, pero desde la que pudiera observar la situación.

Turno 212

Ilidan dio media vuelta y se dirigió, aun con la espada en mano, hacia el centro del campamento caminando con dificultad. Lo acompañaba un dolor que a cada paso se hacía más intenso, un viento frío que no ayudaba a sobrellevarlo, y un silencio casi total que lo embargaba de un extraña sensación de prudencia con matices de temor que le hacía mirar cada ciertos metros hacia atrás para asegurarse que el enemigo no regresaba. Un enemigo, que eso sí, ya no sería capaz de sorprenderle en la distancia, pues allí, en el suelo, como muestra de su combate, se encontraba su arco.

Gelion llegó renqueando. Se notaba que no estaba acostumbrado al esfuerzo físico. Groal permanecía inmóvil. Miraba hacia el techo donde se había desarrollado el combate. La calma posterior a la pelea le producía una manifiesta intranquilidad. Aquel ataque era un sinsentido. Mandar a tres arqueros a enfrentarse a un grupo numeroso. Quizá intentaran un asesinato rápido para huir después pero les faltaban vías de escape. En algún lugar cerca debían tener caballos. Ilidan había desaparecido, quizá había encontrado algún rastro.

El mago no se atrevía a separarse de Groal, verificando si respiraba aproximó su cabeza hasta el beórnida buscando el latir del corazón y el soplido del aire en el pecho.

El bosquimano se dirigió a Arlan.

Llevemos a Groal con Marga. Averiguemos si están todos bien.

Junto con Arlan comenzaron a arrastrar a su barbudo compañero hacia el edificio donde Draupner se refugiaba junto con Marga y los Esgathorianos.