Partida Rol por web

Un largo viaje hacia Minas Tirith

Cap. 10: Men-i-Romen

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21/10/2013, 13:35
Bolgo Villaseca

Turno 1019

Visto lo visto, y tras los comentarios de Ilidan y la premura de Gelion y Draupner, el pequeño hobbit no dijo nada y recogió todos sus bártulos lo más rápido posible. Eso sí, no guardó el escudo y dejó su honda a mano, preparada por si fuese necesario recurrir a ella.

-Creo que dadas las circunstancias tendremos que apretar un poco el paso, pero espero que tengan en cuenta a las gentes de poca talla, especialmente a este pequeño hobbit, que da las zancadas que da, aunque pienso correr todo lo necesario como si los nueve jinetes oscuros de las leyendas me viniesen persiguiendo, si ustedes me entienden.

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21/10/2013, 13:50
Draupner "hiendeescudos"

Turno 1019

- No te preocupes Bolgo que aquí nadie se quedará atrás. - dijo el enano para tranquilizar a su compañero. - Al menos no mientras esté al mando del grupo. Si llegado el momento no puedes más estoy seguro de que Wyd estará encantado de ayudarte y si hiciera falta yo mismo te llevaría sobre mis hombros. -

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21/10/2013, 15:29
Fréagulf

Turno 1019

Fréagulf ya había hecho ese recorrido, aunque en el sentido inverso, y no por ello le pareció menos impresionante que la primera vez que había atravesado las cuevas. A su mente acudieron de nuevo los enanos, no pudo evitar pensar en lo que dirían si vieran aquella construcción horadada en la roca viva al estilo del que hacían ellos en sus minas y ciudades. Aunque conociendo a Draupner, seguro que serían capaz de afirmar que ellos tendría más habilidad que los eotheod en el manejo del pico y el cincel. Cosa que por otro lado no dudaba que fuera cierta.

Cuando llegaron a la estancia, Fréagulf vio que eran el centro de atención de una pequeña comitiva allí reunida. Supuso que la cercanía del enemigo alteraría a todos los cargos importantes de la ciudad y por ello estaban allí. Saludó a Leanoth al estilo militar y se giró hacía sus compañeros para presentarlos.

-Él es mi compañero Alian, de Burh Ailgra. Él es Yves-ashe, un hombre de los bosques, y ese de allí es su hermano, Temüdyin. Al que yo considero también un hermano, puesto que la providencia y los dioses quisieron que me salvara la vida sin deberme favor alguno y ni tan siquiera conocerme. No se dejen influenciar por su apariencia, fue capturado por los orientales y aprendió mucho de ellos. De hecho, tenerlo de nuestro lado es una gran ayuda para nuestra causa ya que conoce a la perfección sus maniobras. -Decidió omitir ciertas cosas de la historia de Chaka que él conocía a fin de que fueran algo más indulgentes con él. - Y servidor que les habla es Fréagulf, nacido en el Folde Oeste aunque Ailgratha de corazón.

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21/10/2013, 15:54
Oin "Yelmogris"

Turno 1019

Oin no podía estar más de acuerdo. Aquella premura sólo podía significar que los enemigos estaban ya cerca. Así que Oin empaquetó rápidamente sus pertenencias, se las echó al hombro y se armó como si para una batalla fuese. Al menos, esos cerdos orientales no le pillarían desprevenido.

Una vez preparado, se mueve hasta el camino y otea el horizontes esperando ver una nube de polvo acercarse. Inquieto, apremia a los demás.

- Vamos... Oin cierra marcha. Vamos...

Dispuesto a no dejar a nadie atrás incluso podría llevar al hobbit a hombros si fuese necesario. Habiéndole declarado enano honorario, no puede dejarle atrás si no es muerto.

 

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21/10/2013, 16:13
Leanoth (Señor de Burh Waldlaes)

Turno 1019

 

- Freagulf, Alian, os saludo - dijo con la tristeza en su cara, poco le importaban ahora los otros dos - Lamento comunicaros, que... es difícil de decir, pero temo que todo vuestro pueblo ha sido aniquilado. - dijo con la emoción contenida, estaba dolorido.

- Nuestros exploradores han regresado y me informan que la guerra es inminente, el enemigo avanza hacia aquí, apenas un día de camino nos separa de esos salvajes - miro a Temudyin, le habían dejado claro que no era uno de ellos, pero no podía evitar ver en el tuerto al enemigo - dieron alcance a los soldados, han muerto todos. Algunos hombres lograron llegar tras las filas enemigas. Encontraron la masacre. Nada sabemos de la ciudad de Burh Ailgra, no pudimos ir tan al norte. - La noticia sentó como una jarra de agua fría, Alian apretaba sus puños, algunas lagrimas asomaron en sus ojos, era rabia.

- Pero no es momento de llorar a los caídos, si no de vengarlos, los preparativos están en marcha. Burh Waldales no es una ciudad amurallada, pero contamos con defensas naturales, con cabeza podremos cortarles el paso. Les haremos pagar - Leanoth se levanto, era alto y de fuertes espaldas, con su capa de pelaje parecía mas grande aun.

- ¿Tomareis partido en esta guerra? - pregunto tan solo para dar coraje, pues imaginaba la respuesta. Por supuesto hablaba con los dos ailgrathas.

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22/10/2013, 14:09
Leanoth (Señor de Burh Waldlaes)

Turno 1019

 

- Muchos de nuestros enemigos han muerto, los ailgrathas dieron su vida a cambio de las de muchos enemigos. - continuo ante el silencio de la sala, daría a los ailgrathas tiempo para recueprarse de shock -  El ejercito del norte esta mermado, aun asi, vienen hacia aquí. Saldremos a su encuentro. Me honraría que encontraseis vuestra venganza junto a los míos. Esta dodo preparado, mañana al alba, partirán doscientos jinetes para acabar con ellos. - informo.

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22/10/2013, 14:15
Fréagulf

Las noticias que recibían de boca de Leanoth eran tan funestas y terribles como se había imaginado en sus peores temores. El ailgratha sintió como su corazón daba un vuelco al recibir la noticia, sintió un hormigueo en el estomago que le hizo sentir ganas de vomitar, si no lo hizo fue simplemente porque justo a continuación entró en shock. Sintió que todo le daba vueltas e incluso sus piernas flaquearon. La noticia era horrible: todo su pueblo aniquilado. No podía creerselo, más tarde trató de recordar las caras de sus amigos pero no logró enfocar ninguna de ellas debido al gran trauma que le suponía.

La pregunta de Leanoth le hizo reaccionar al fin. En su cara se dibujó una expresión de odio e ira, su ceño se frunció ligeramente y una mirada tan afilada como peligrosa brilló en sus ojos. Desenvainó la espada y la sostuvo en su mano como si se hubiera vuelto loco y fuera a atacar a todos los allí presentes, pero en lugar de eso se arrodilló frente al señor de Burh Waldales y le ofreció su espada.

-Os ruego que contéis con mi espada para exterminar a cada uno de esos perros salvajes. -Masticaba las palabras con ira mientras las iba pronunciando.

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22/10/2013, 14:15
Alian (explorador de Burh Ailgra)

Turno 1019

 

- Yo también ire - dijo ya sin intentar contener las lagrimas, el muchacho había perdido a su familia, muchos de ellos soldados como el. Las palabras y el gesto de Freagulf le hicieron salir brevemente de su letargo. Imitando a su compañero, se arrodillo ofreciendo su espada.

Pero con eso basto, cabizbajo continuaba atormentado por la perdida

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22/10/2013, 14:19
Temüdyin

Temüdyin no tenía a nadie conocido entre los ailgrathas, pero aun así en su cara se vio la sombra de la tristeza. Era la empatía que sentía con Fréagulf la que hizo que ese sentimiento le embargase. Le miro y vio su cara de dolor y absoluta tristeza. A Alian le pasaba lo mismo, incluso empezó a llorar. La pena rodeaba a aquellos guerreros.

La pregunta de Leanoth volvió a resonar en la sala y con ella la cara del Fréagulf cambió radicálmente. Pareciera que aquella pregunta le hubiese sacado del shock al ailgratha. Ahora había rabia e ira. Era lógico lo que hizo a continuación. Ofreció su espada para la batalla. Esa batalla que le daría venganza. Seguidamente Alian hizo lo mismo.

El bosquimano de aspecto oriental sintió entonces sentimientos enfrentados. Miro a su hermano de sangre, Yves. Su madre les esperaba y no debían tardar. Miro de nuevo a Fréagulf arrodillado y lleno de ira. Para él era un hermano. Le debía la vida. Y ahora buscaba venganza. Algo que él también se prometió hacer y que ahora parecía que le servían en bandeja de plata. En menos de un segundo recordó todo el dolor sufrido y lo perdido a manos de aquellos perros salvajes, pues ahora los veía como tales. La ira que había ocultado por un tiempo poco a poco afloró inundando sus entrañas. La rabia le hizo apretar con fuerza los dientes. No lo dudo más. Se giro hacia Yves.

- Yves, herrmano, sse que debemoss aprressurrarrnoss parra encontrrarrnoss con nuesstrra madrre. - Señaló con la mano extendida hacia Fréagulf. - Perro a esste hombrre le debo máss que la fida y a essoss ssalvajess la peorr de lass muerrtess. Ess una oporrtunidad que no debo dessaprrofecharr parra consseguirr una fengansa que crreí inalcansable. Essperro que lo entiendass. No te obligo con ello a parrtisiparr en essta que no ess tu guerrra. Perro debo lucharr. Porr Fréagulf y mi deuda hasia él. Porr mi, mi fengansa y mi honorr.

Dicho esto, se arrodilló y ofreció su lanza al igual que los ailgrathas, demostrando así su deseo por combatir.

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22/10/2013, 16:34
Yves-ashe

No quisiera demorarme mucho, hermano, madre está agonizando y no tenemos mucho tiempo, pero su deseo era verte antes de su ultimo suspiro, así que si decides luchar, me quedaré a tu lado, no tengo opción, digo un poco triste al ver que de nuevo nuestro camino se veía interrumpido por mas contratiempos.

Preparo el arco y recuento mis flechas ante la inminente batalla.

¿Tienen pensado un plan para parar a los invasores y cual es su numero? pregunto a Leanoth

 

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23/10/2013, 09:40
Leanoth (Señor de Burh Waldlaes)

Turno 1019

- Descuidad, hay mucho que organizar aun - contesto al bosquimano - Hablaremos durante la cena, están invitados a compartir mi mesa, me intriga vuestra historia - dijo señalando a los hermanos - Ya tendremos una estrategia para entonces, la compartiré con ustedes. - dijo para después llamar a uno de los ayudantes y hablarle en voz baja.

- Ahora si me disculpan, he de atender algunos asuntos, tienen a su disposición a Felinath - se referia al muchacho con el que había hablado - todo cuanto necesiten el se lo proporcionara.

Después espero a que Freagulf y los suyos comenzasen a irse para abandonar el mismo la estancia, seguido por el nutrido grupo que lo acompañaba.

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23/10/2013, 12:57
Director

RESOLUCION TURNO 1019
 

 

Como espoleados por el látigo de un balrog, todos recogieron a toda prisa el campamento. El que más y el que menos, tenía las sospechas de que los jinetes huían de algo, temían que la guerra les pisase los talones, que los orientales estuviesen cerca.

Con sus bártulos al hombro o a lomos de Wyd, no se entretuvieron en  marcharse. Oin cerraba la caravana, Draupner al frente imponía un trepidante ritmo. Casi sin atreverse a mirar atrás, tomaron de nuevo el camino antes incluso de que los últimos rayos de luz desapareciesen.

Caminaron y caminaron, forzando sus músculos al máximo, solo se detenían a recobrar el aliento, cuando realmente sus piernas decían basta. Una rápida parada para la comida, apenas media hora para llenar el estomago con lo último que les quedaba de las provisiones, al menos viajarían más ligeros no hubo fuego. Siguieron hasta bien entrado el día, momento en el que se dieron cuenta de que no llegarían a la ciudad. No debía andar lejos, pero esa noche no podían continuar más, tenían que descansar. Tampoco en esa ocasión se atrevieron a encender fuego pese al aire frio que corría.

Algunos descansaron un poco, las guardias fueron reforzadas, temerosos de la llegada del enemigo, y tomaron todas las medias posibles para no ser vistos. En tensión fue como pasaron lo que restaba de noche, apenas tres horas antes del amanecer, durante el turno del propio Draupner,  aparecieron una cantidad ingente de jinetes por el horizonte, acompañando a la salida del sol.

La guerra estaba allí mismo, a sus espaldas. Ellos habían llevado un ritmo devastador, pero el enemigo, a caballo, avanzaba rápidamente. No eran unas decenas, eran cientos de caballos, con sus monturas. El horror se acercaba, sus sospechas eran ciertas. No estaban lejos.

Pero no estaba todo perdido. Al oeste se vislumbraba, camuflada entre las paredes de Talath Harroch, invisible en la noche, la ciudad de Burh Waldlaes, media hora de carrera calcularon para llegar hasta allí. Ante la ciudad, se preparaba otro ejército, presumiblemente soldados etheod dispuestos a defenderse, mucho menos numeroso. Ahora se encontraban entre la ciudad y los orientales, casi a la misma distancia de Burh Waldlaes que del ejército invasor.

Notas de juego

► FIN DEL CAPITULO 10

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23/10/2013, 12:57
Director

RESOLUCION TURNO 1019
 

 

Leanoth conto lo que había ocurrido, como sus exploradores se habían topado con un pequeño ejército  que avanzaba desde el norte, como habían logrado traspasar las líneas enemigas para descubrir el horror. Todo un pueblo masacrado. Cientos de cadáveres, sagath, ailgrathas civiles y soldados. Todos muertos en una cruenta lucha de la que casi nadie había podido escapar.

El regreso de la partida de expedición, cuyo jefe se encontraba presente en la sala, trajo desconsuelo y temor para los corazones. Freagulf y Alian sintieron como si les hubieran arrebatado el alma, un pedazo importante de sus vidas, y asi era, mucho habían perdido esos dos hombres.

A su lado, también entristecidos pero sin llegar a conocer el profundo dolor que sus compañeros profesaban, estaban los dos hermanos. Uno de ellos, Temudyin, sabía lo que había ocurrido, no dejan prisioneros, solo matan, los sagath, aunque menores en número que los aisdrags, eran mucho más violentos y peligrosos. En parte era una buena noticia que el ejercito de esos orientales hubiera reducido su cantidad de efectivos. Lamentaba profundamente, en parte se sentía responsable. Yves, a su lado, no terminaba de reaccionar.

Los dos Ailgrathas, consternados, se arrodillaron ante el señor de Burh Waldlaes para responder a la petición. Marcharían contra el enemigo. Los hermanos, a petición de Temudyin, aceptaron intervenir también.

Leanoth lo dispuso todo, habían aceptado unirse a ellos en la lucha, cosa predecible por otra parte. Los orientales habían terminado con la vida de de todo su pueblo, o al menos la gran mayoría de él. Muchos eran los que días antes se habían ido marchando en busca de refugio, principalmente a esa misma ciudad, si no más al sur.

Notas de juego

► FIN DEL CAPITULO 10