Partida Rol por web

Turno 1014

El posadero estuvo un buen rato observando a Temudyin, realmente su aspecto era oriental, no asi sus facciones, eso fue lo que convencio al posadero. No tenia los ojos rasgados, ni la piel oscurecida, sin embargo esos tatuajes... ese peinado...

- Si, perdón... - volvió en si ante la pregunta de Freagulf. - Nadie ha llegado de Burh Ailgra - dijo secamente, una noticia no muy buena. - Aunque dicen que ayer, durante la noche, dos jinetes vinieron del norte, al parecer eran soldados, apostaría algo a que son los que tu esperas - dijo animado, como el que da una gran primicia.

Turno 1014

Alian se quedo petrificado, echo una mirada a Freagulf, no, no podía ser, debían haber llegado hace días, y casi un pueblo entero, no dos soldados.

- Y donde se encuentran esos soldados... - pregunto al posadero, sus sospechas eran terribles.

Turno 1014

Fréagulf percibió en la mirada de Alian el mismo temor que se había albergado en su corazón con las palabras del posadero. Fue a preguntar lo mismo que su compañero mas no dijo nada y aguardó la respuesta de este con ansia. Su rostro era serio y escrutaba al posadero con la tensión acumulándose en los bordes de sus parpados como si quisiera adivinar la respuesta a esa pregunta, o más bien, a la pregunta de que había ocurrido con sus compañeros.

Ilidan intento hacer fuego como buenamente sabía, pero aquello no era suficiente para vencer a la incesante lluvia, así que tras dos intentos fallidos se dio por vencido. La mañana durmiendo, sin algo que les calentará de la lluvia que refrescaba el ambiente, le pareció eterna.

Se despertó con un ligero malestar en la garganta, y con algo más de lo habitual de moquita. Y el tener que seguir caminando bajo aquella lluvia, que no  quería abandonarles de nuevo, no iba a mejorar su estado. Al poco de ponerse en camino, empezó a notar dificultades para respirar ya que tenía la nariz taponada, y parecía perder energías rápidamente.

Estaba a punto de pedir a Draupner de hacer un breve descanso un poco antes de lo que les tocaba, cuando de repente, tras que el cielo fuera iluminado con un relámpago, creyó ver algo fuera del camino. Cuando volvió la vista al frente para mirar si a alguno de sus compañeros también les había parecido ver algo, descubrió que Draupner había dado la orden de parar con señas y miraba en la misma dirección.

Rápidamente todos volvieron su mirada en aquella misma dirección, para cerciorarse del descubrimiento gracias al siguiente relámpago, que a unas escasas decenas de metros se hallaban los restos innegables de una escaramuza.

El primer instinto del numenoreano fue desatarse de la cuerda que lo unía a sus compañeros. Debían de actuar con cautela por si los vencedores se encontraran aun cerca y fueran hostiles, pero sin lugar a dudas tenían que inspeccionar aquello en busca de señales que les indicará cómo y cuándo había sucedido aquello antes de decidir su siguiente paso.

Mientras esperaba a las reacciones y decisiones de sus compañeros, el montaraz hecho un vistazo por los alrededores, intentando agudizar sus sentidos visuales en el momento que se producían los relámpagos.

Turno 1014

- Oh, eso lo desconozco, como digo son solo rumores. - dijo el posadero, tampoco quería darles una ubicación que desconocia. - Imagino que los cuarteles algo sabran, si es que las habladurías son ciertas...

De repente, cayo en algo - Igual son ustedes los soldados de los que se habla - dijo divertido - Como no me habré dado cuenta, eso ha de ser - se levanto para recoger los platos de los cuatro viajeros mientras movia la cabeza, era tan obvio en su mente...

Turno 1014

Desechó la idea de explicar al posadero el motivo por el que ellos no viajaban con ese otro grupo ya que tenía cosas más importantes en mente. De inmediato se levantó de la mesa y se giró hacía sus compañeros.

-Voy a ir a los cuarteles a informarme de qué ha pasado. - Dijo recogiendo sus cosas. -Vosotros podéis quedaros aquí y descansar. No tardaré en volver.

Turno 1014

El bosquimano intentaba encogerse dentro de la ropa y se intentaba proteger como mejor podía de aquel infierno mojado. Comenzó a tiritar y desgraciadamente sintió cómo los primeros calambres y escalofríos se le metían en los huesos.

Pero se detuvieron. Gelion no iba delante y tardó algo en ver las lanzas, los cuerpos ...

¿Qué es esto? Preguntó poniendo palabras a los interrogantes de muchos. Se envaró y miró a todos lados.

¿Cuánto tiempo habrá pasado desde esto? ¿Quién?

Esperó a que Draupner dijese qué hacer, miraba a todos lados con cuidado.

Turno 1014

Temüdyin escuchó atentamente toda la conversación, cogiendo la jarra con ambas manos para calentarselas y disfrutando aún del maravilloso bocado que acababa de ingerir. Realmente le había sentado bien y el cuerpo parecía que se le desentumecía por momentos.

Los rumores de los que habló el desconfiado posadero no traian buenas noticias. Nadie aun había llegado de Burh Ailgra.

Fréagulf saltó de inmediato visiblemente preocupado por los suyos. Por un segundo dudo Temüdyin de levantarse para seguirlo y ayudarlo, pero en esta ocasión le entorpecería. Con una leve inclinación de la cabeza respondió de forma afirmativa. Allí le esperarían.

Turno 1014

Draupner no solo les pidió detenerse con el gesto, sino que también les hizo quedarse en uno de los márgenes del camino. Fuera lo que hubier sido aquella carnicería ya no había tiempo para echarse atrás ni tomar otro camino, así que si por allí había alguien tendrían que ien pasar de manera furtiva o bien enfrentarse a la amenaza.

Una vez detenidos se acercó a retaguardia y le dijo a Oín en apenas un susurro ya armas en mano. - Salid unos 10 metros fuera del camino y proseguid la marcha. Tratad de ser silenciosos añadió. Illidan y yo vamos a averiguar que ha pasado allí. -

Luego volvió hasta la posición del numeroneano. - Vamos a echar un vistazo. -

No tuvo que esperar demasiado, así que tomando el lateral del camino más alejado al aparente montículo de cuerpos, para poder agazaparse entre la vegetación, avanzó cautelosamente hasta llegar a un punto desde el que pudiera ver con claridad lo allí ocurrido.

Oin rápidamente, se posiciona y tras agacharse cubriéndose la espalda con un tronco, se parapeta tras el escudo. Espera ver salir hordas de orientales de la espesura pero nada sucede de momento. Al poco, se acerca Draupner para dar las órdenes y Oin asiente con la cabeza. Hace una seña a los demás (salvo a Illidan) y con todo el sigilo de que un enano es capaz, se interna en el margen del camino tal como le ha sugerido Draupner. Poco a poco, intentando mantener cierta cobertura entre ellos y el camino intenta rodear el lugar y sobretodo, abrir los ojos ante posibles enemigos.

- Hombre oso... la retaguardia vigila... Pequeño hobbit , derecha... Conjurador izquierda... Oin vigila por delante... - comenta en voz baja al grupillo aún a sabiendas de que su vista es mejor que la de los demás pero están en zona hostil y peligrosa.

Turno 1014 (Continuación)

-Bien, vamos.- Sin lugar a dudas estaba de acuerdo con Draupner, quizás de las veces que más, de que aquello debía de ser investigado.

El numenoreano fue siguiendo al enano, ocultándose entre la vegetación y "corriendo" de forma sigilosa entre la distancia que separaba a dos formaciones de esta.

Turno 1014
Fresno, pudo retomar aliento y entrar en calor ...

Freagulf aqui te esperamos, nosotros descansaremos algo mas, mientras hablamos con el posadero.

le hice señanles a posadero que no andaria demasiado lejos, para que se acercara mas como para preguntarle algo de lo que no queria que todos escucharan...

Señor, me podria decir quienes son los que hablan de nosotros, o por que hemos de ser nosotros, pues dos no somos, sin o cuatro... pero me intriga sabe que es lo que se habla de ellos. Pues si bien es cierto que tiempos haciagos se presentan y que estan enterado de tolo lo que pueda pasar alrededor nuestra es de nuestro interes.... comprende, guiñandole un ojo, mientras soltaba algunas monedas en la mesa como compensacion por esa informacion.

Turno 1014

La lluvia incesante y una mala cena habían provocado que el pequeño hobbit casi no hubiese dormido y eso se notaba. Al día siguiente le costaba moverse y cuando reanudaron la marcha a duras penas podía seguir a sus compañeros. Tenía la mirada perdida hacia el suelo, luchando por mantener sus ojos abiertos, cosa que conseguía a duras penas y tras mucho esfuerzo. ¿No tendrían que haber llegado ya?, ¿cuanto faltaba?, se preguntaba constantemente.

De pronto Draupner comenzó a dar instrucciones, parece ser que había visto algo, pero Bolgo no tenía muchas fuerzas para ver más allá de sus narices. Oin comenzó a dar instrucciones, pero casi no pudo cumplirlas. Salieron del camino y continuaron la marcha mientras Draupner e Ilidan seguían en el camino. Intentó despejarse dándose varias bofetadas en la cara, pero le costaba, y mucho, conseguirlo.

RESOLUCION TURNO 1014
 

El ailgratha se despidió de sus compañeros, dejándolos en la mesa de la posada. Cuando salió descubrió que el cielo segua bien encapotado y que la luz del amanecer no se veía por nin lado. La ligera claridad mostraba que el dia habia llegado, pero las nubes y su lluvia invitaban a no salir fuera de las casas.

Se cubrió con su capa, que se habia comenzado a secar levemente antes de salir, y se alejo de la posada en dirección a la puerta que daba acceso al terreno de esta, por donde habían entrado.

Al salir tomo el camino hacia la derecha, que llevaba a la ciudad, el mismo camino por el que vinieron. Dejo la posada atrás y continuo. La ciudad estaba construida en las estribaciones del Talath Harroch, en sus entrantes  y gargantas. Un rio bajaba a saltos desde lo alto del barranco y atravesaba la ciudad. Estaba salpicada de montículos de la misma altura que la llanura que habia sobre los acantilados. Las casas eran oscuras, de piedra en su mayoría. Estaban algo descuidadas. Freagulf habia estado alguna vez en la ciudad y sabia que no era lo que podia llamarse un ejemplo de la vida cotidiana. Alli se juntaba mala gente, granjeros, ladrones y mujeres de buen vivir, todos bajo el brazo protector de Uller, un comandante que habia sido elegido como jefe de aquella ciudad. Vivia en un castillo que se situaba en lo alto de uno de los montículos, y allí estaban también los soldados y guardias de la ciudad. Era un edificio grande que ocupaba casi toda la cima. Solo habia un sitio por el que acceder al castillo, su entrada principal. Era un puente de piedra que colgaba a cerca de treinta metros de altura y que conectaba con la parte superior del barranco.

Afortunadamente para freagulf, que iba a pie, habia sido tallada en la roca una escalinata que subia hasta el inicio de ese puente. Eran escalones bastante cómodos, aunque entrañaban cierto peligro al carecer de barandilla. Podian cruzarse dos personas sin problema, pero el hecho de que una de ellas se viese obligada a soltar la cuerda que acompañaba todo el trayecto, y que anclada a la pared ofrecia toda una ayuda, hacia que no fuera muy usada. La mejor manera para ir al castillo, era a caballo, subiendo por las rampas del norte, que discurrían junto al rio.

Freagulf se dio cuenta tarde de ello, y una vez allí, no dudo en subir por la escalinata.

Lo hizo sin problemas, y sin cruzarse con nadie. Una vez arriba, llego a la puerta de entrada. Una torre custodiada por soldados que se asomaban entre las almenas y una puerta que cruzaba la torre. Estaba cerrada. Dos guardias que estaban en ese momento, te miran en silencio.

RESOLUCION TURNO 1014
 

Draupner e Ilidan se fueron alejando. Bajaban la loma despacio, temerosos, tensos.
Por su parte, Oin obedeció las ordenes de Draupner. Distribuyo a los que quedaban y continuaron el camino.

El propio Oin iba al frente. Groal en la retaguardia y Bolgo y Gelion en los flancos. La tensión era palpable. Marga y Dwalin iban en el centro de la formación. Todos, instintivamente miraban alrededor, temerosos de un inminente ataque. Estaban cansados, el viaje estaba resultando demoledor. Para colmo algunos comenzaban a sentirse mal, un efecto de viajar bajo la lluvia.

El terreno estaba lleno de charcos y barro lo que hasta ahora dificultaba el camino. Tampoco dejaba ver muy lejos la intensa lluvia. El tiempo no estaba acompañando demasiado en ese viaje, tampoco la suerte, no habían logrado tener un refugio decente aun lloviendo. El agua que caía estaba algo fría y el viento que soplaba hacia que golpease contra los cuerpos. Una desapacible noche.

Continuaron sin detenerse, dejando atrás a Draupner y a Ilidan, tal como el enano habia pedido…

RESOLUCION TURNO 1014
 

Draupner e Ilidan se fueron acercando. Habían salido del camino, bajando la loma avanzaban despacio, temerosos, tensos.
Según se acercaban lo vieron todo más claro. Había una pila de cuerpos sin vida, todos ellos de aspecto oriental, aunque no como los que hasta ahora habían visto. Había al menos una quincena de ellos. Sus cuerpos yacían unos encima de otros formando una pirámide de muerte. No muy lejos, cuatro caballos manchaban con su sangre la hierba del terreno, ahora negruzco a la luz de la luna, diluida por el agua.
Los cuerpos  tenían serias laceraciones y perforaciones por todo su cuerpo, algunos huesos rotos y mucha sangre seca por todos lados. Eran heridas de espadas y lanzas, sin duda alguna.
Los caballos presentaban profundas heridas en el cuello y patas delanteras, incluso uno de ellos tenía aun una lanza aun atravesando su cuello. De los cuatro equinos, solo uno parecía pertenecer a los orientales, a juzgar por las monturas y arreos, era el que tenia la lanza en el cuello. Los otros tres eran caballos de buena hechura, potentes y de fuertes patas. Uno de ellos tenía varias flechas clavadas, una de ellas en una vena principal del cuello, había muerto desangrado. Los dos restantes tenían alguna pata rota, y múltiples heridas graves. Los tres caballos tenían un escudo grabado en la silla, un puño dorado sobre un fondo granate.

El terreno estaba lleno de charcos y barro, y no se distinguían muchas huellas en el. El tiempo no estaba acompañanado demasiado en ese viaje, tampoco la suerte, no habían logrado tener un refugio decente aun lloviendo. El agua que caia estaba algo fría y el viento que soplaba hacia que golpease contra los cuerpos. Una desapacible noche.

RESOLUCION TURNO 1014
 

Freagulf salió y ellos se quedaron tranquilamente sentados en la mesa, junto al fuego.

Llamaron la atención del posadero de nuevo, querían saber que cosas se decían de esos soldados que llegaron durante la noche anterior. El hombre, educado, no tenia mucho que decir, tan solo que durante la noche anterior a su llegada, habían venido dos soldados desde el norte, ese era el rumor, no habia mas. Ni siquiera tenia por que ser cierto, ya se sabe lo que los rumores pueden hacer. Se encogió de hombros y continuo preparando todo, tenia mucho trabajo que hacer.

Fuera llovia, el dia comenzaba y ellos estaban bastante agotados pero el largo viaje. Necesitaban descansar, y que mejor lugar que una posada.

El posadero no hacia mas que ir y venir de dentro afuera, trayendo cubos de agua, cantaros de leche y tinajas de vino. Todo estaba impoluto, sin una sola mota de polvo, era un buen lugar.

El primer cliente entro casi veinte minutos después de irse Freagulf. Llevaba ropas de ganadero o algo asi, y se cubria con una capa, en cuanto entro se la quito, la colgó en un perchero y se acerco al fuego. Luego se quedo mirando a Yves y a Alian, pero sobre todo a Temudyin. Cuchicheo algo al posadero en cuanto lo vio, y después se sento lejos.

Turno 1015

Recababa  pistas que quedaban sobre los cadáveres para irse formando una idea de lo que había acontecido allí, lo cual tras juntar todas no era muy difícil y por ello no expuso sus conclusiones a Draupner, pues seguro que él habría alcanzado  las mismas. - Creo que ya podemos marcharnos. Está muy claro lo que ha ocurrido aquí.- Cuando el enano hizo intención de marcharse, le siguió para volver con el resto del grupo.

A grandes rasgos, era lo que ya había previsto en un principio, la avanzadilla de los dos ejércitos se habían encontrado y combatido allí mismo, y los vencedores habían dejado a sus enemigos caídos formando una pira. Analizando los detalles, se podría concluir que por suerte los vencedores habían sido sus aliados los rohirrim; mientras que los rasgos orientales de los vencidos, diferentes a los que habían visto hasta ahora, le daba a pensar que debía de tratarse de uno de los aliados principales de los sagath, aquellos de los que había hablado Temüdyin, seguramente los aissdrrag.

Oin, fuerza al grupo a continuar un centenar de metros tras perder de vista a Draupner e Illidan. Manteniendo el camino a la vista, pero ocultos en las lindes siguen avanzando hasta que estima que han superado la zona en un par de centenas de metros. Entonces, ordena detenerse.

- Quietos... Ocultar... - comenta al grupo mientras busca cobertura tras un árbol sin dejar de observar el camino y la zona donde supone que está Draupner - Vigilar bosque y camino... No ruido.

Turno 1015

Gelion siguió a Oin. Las cosas comenzaban a descontrolarse. ¿Cómo había pasado de proteger a un mercader mientras iban a Minas Tirith a esconderse y vigilar un lugar donde aparentemente un montón de gente había muerto y era posible que volviesen a enfrentarse a algún tipo de lucha?

Gelion siempre había odiado el conflicto, pero parecía que su voluntad de proteger a todos le llevaba cada vez a peores situaciones.

El malhumor provocado por la lluvia y por la situación le llevaron a pensamientos oscuros. Se escondió lo mejor que pudo y vigiló, tal como había dicho Oin el camino y el bosque. Preparado para sobrevivir.