Partida Rol por web

Turno 1009
Percepción

Freagulf entorno los ojos y miro en la dirección indicada, no distinguía nada en la oscuridad.

Turno 1009

Aquel día parecía que nada iba a cambiar con respecto al anterior, en el que Ilidan había permanecido bastante alejado del grupo, sin haber dirigido una sola palabra a nadie, y ausente en sus propios pensamientos sin interrupción, incluso cuando comenzaron a ver las huellas de las herraduras.

Aunque los días comenzaban a hacerse tan monótonos como para considerarse aburridos, era mejor que encontrarse con el peligro de sus perseguidores, sobre todo ahora que se habían separado, o verse caminando bajo la fuerte lluvia de los primeros días. Además, él por lo menos, iba aguantando bien el ritmo que imponía Draupner.

Turno 1009

Draupner se levantó más cansado de lo normal y así siguió a lo largo de todo el día. No era capaz de imprimir a sus pasos la cadencia adecuada. Quizá fuera la tensión acumulada del liderazgo, quizá el hecho de ser el encargado de abrir camino, quizá tener que ir tirando de los rezagados del grupo con la cuerda, pero lo cierto es que no pudo imponer el ritmo al grupo que le hubiera gustado.

Todavía recordaba los anteriores días de lluvia y no quería que esta volviera a ser compañera de camino, aunque el ritmo que mantenían hacía prever que en algún momento les daría alcance, por ello insistía en preparar los campamentos de tal forma que les protegiera ante un eventual chaparrón y por ello hacían acopio de leña en previsión de que necesitaran un foco de calor durante su descanso.

Turno 1009

Aquella marcha cada vez se hacia más costosa y más larga, aunque esta vez Temüdyin parecía menos cansado que los demás. Aprovechando la caminata los lazos entre los compañeros de viaje se fueron afianzando. Fréagulf le preguntó al bosquimano de aspecto oriental sobre su pasado y este no dudó en contestarle. Le narró su vida entre ellos, todo, desde joven a grandes rasgos hasta lo último vivido en la guerra, algo que en algunos momentos no estaba muy orgulloso, como hizo saber.

Tambien contó lo vivido cuando se negó y se opuso a sus "compañeros" y como estos le sometieron a las más horribles de las torturas y como le mutilaron. Después poco más había que contar. Su suerte, su huida y su encuentro con Fréagulf. Ahora entre risas recordó y comentó los primeros pensamientos que tenía hacia el éotheod. - Ahorra me alegrro de no haberr echo aquello. - le dijo a Fréagulf con total sinceridad.

Turno 1009 b

...mierda!... laluz que me parecio ver ya no esta... pero he visto algo moverse compañeros... parecia un jinete....

Que hacemos lo intentamos seguir.. si es un Saghat estaremos en serios problemas, sea una avanzadilla o sea una patrulla. Dije claramente preocupado por la tensa situacion que se avecinaba....

Turno 1009

Chaka le recordó la noche en que se conocieron y lo cerca que había estado de la muerte en aquella ocasión. -Evidentemente yo también me alegro de que no lo hicieras. - Dijo siguiendo sus palabras. -Aunque con lo terco que me puse seguro que te arrepentiste de no haberme rematado. -Bromeó.

Luego ocurrió todo lo que mencionaba Yves. Fréagulf, a pesar de que miraba hacía donde éste indicaba, no lograba ver nada: ni una sombra, ni un reflejo, ni nada, y menos un hombre montado a caballo. No obstante, prevenir no estaba de más.

-No veo nada. Pero manteneos alerta por si acaso. No podemos perseguir a una sombra... Seguiremos como hasta ahora pero con más precaución.

Turno 1009

Oin mantiene su ritmo en la retaguardia pero observa con desánimo como el cansancio va haciendo mella en sus compañeros, incluido Draupner. Pero sin duda era el mago el que mas le preocupaba pues el pequeño hobbit parecía sobrellevar bien el viaje, aunque por suerte, se había callado sus canciones. Desde su privilegiada situación en la retaguardia, le veía tambalearse de vez en cuando y caminar casi en sueños. Más de una vez le vio trastabillar y con temer por su integridad. 

Cuando paran, se acerca a él.

- ¿Bien'tás, conjurador? - le observa detenidamente mientras le ofrece un poco de carne seca - Oin puede la tu carga llevar...

RESOLUCION TURNO 1009
 

Los días se sucedían uno tras otro, las noches de caminata los acompañaban. El cansancio del grupo iba en aumento, el ritmo era alto y no todos podían aguantarlo, ni siquiera los enanos.

Draupner iba el primero, triando de la cuerda a la que, como en otras ocasiones, debían aferrarse todos. No todos obedecían esa orden, agotados como estaban se soltaban, ya no era tan necesaria como cuando la lluvia les impedía ver mas alla de unos pocos metros. Gelion, Groal e incluso Draupner, bajaban el ritmo ralentizando a todo el grupo. Lo peor de todo es que no sabían donde se encontraban, cuanto habían recorrido ya, ni cuanto les quedaba por delante. Habian calculado unos seis o siete días de caminata, pero con los retrasos todos pensaban que estarían mas cerca de los siete. Sin embargo no era asi. El ritmo impuesto era alto, y los primeros días habían avanzado bastante, ahora que el ritmo habia bajado, se encontraban aun al menos tres días mas.

Pararon al fin a descansar, aun quedaba un buen rato para el amanecer, que algunos no vieron al quedarse dormidos incluso antes de que ocurriera. Las guardias dispuestas por Draupner se cumplieron, el dia paso rápido y pronto anocheció de nuevo. Con las piernas aun cansadas, y el camino que aun quedaba, la moral estaba muy baja. No hacían fuego en sus paradas, no comían caliente, ni preparaban bebedizo alguno, solo se ocupaban en caminar y dormir, volver a caminar y de nuevo descansar… Y quedaban tres días mas.

Al fin estuvieron listos para partir, y de nuevo retomaron el camino, en silencio, con fuerzas renovadas pero arrastrando el cansancio acumulado.

La noche era agradable, el viento soplaba despacio acariciando con su frio las caras de los viajeros. El cielo parecía despejado, las estrellas y la luna iluminaban tenuemente el camino. Un camino de tierra que discurría serpenteante entre campiñas verdes; subiendo y bajando lomas; buscando la menor inclinación al subir, atravesando los pequeños vados de algún arroyo. El camino se habia ido secando durante el dia, bajo el ligero calor que el sol proporcionaba en esa época del año. No habia vuelto a llover, aunque aun quedaban resquicios de los charcos mas grandes.

RESOLUCION TURNO 1009
 

 La noche era agradable, el viento soplaba despacio acariciando con su frio las caras de los viajeros. El cielo parecía despejado, las estrellas y la luna iluminaban tenuemente el camino. Un camino de tierra que discurría serpenteante entre campiñas verdes; subiendo y bajando lomas; buscando la menor inclinación al subir, atravesando los pequeños vados de algún arroyo. El camino se habia ido secando durante el dia, bajo el ligero calor que el sol proporcionaba en esa época del año. No habia vuelto a llover, aunque aun quedaban resquicios de los charcos mas grandes.

Freagulf e Yves, iban a lomos de Ulfer, el animal aguantaba sin demasiados problemas el peso de ambos jinetes. Sus cascos pisaban con fuerza el terreno, al paso casi todo el tiempo avanzaban bastante trecho, en las bajadas de las lomas, de cuando en cuando, el ailgratha ponía al trote a su fiel montura, pocas veces iban al galope, habia que guardar fuerzas. Mas atrás, siguiéndolos, iban Alian y Temudyin. Este ultimo comenzaba a resentirse mas aun de sus heridas, pero no era autentico dolor, si no puro agotamiento. En el fondo, todos estaban agotados. Pero en sus cabezas sabían algo, y era que en apenas una jornada mas llegarían a casa.

No habían hecho mas que salir cuando Yves aviso de que habia visto algo, una luz según explico, pero nadie mas vio nada, ni siquiera él. Después, creyó ver una sombra o algo cruzar pero tampoco lo vio nadie.

Ahora allí en medio del camino temerosos de un ataque enemigo. Tan cerca de la ciudad estaban, que tentados estuvieron de salir al galope. Toda una jornada los separaba de una cama blanda y de la seguridad de una puerta cerrada.

Continuaron al trote, en tensión, mirando a todos lados. No parecía haber nada. Hasta que al llegar al alto de una pequeña loma, vieron varias lanzas clavadas en el suelo, algunos cadáveres apilados e incluso varios caballos muertos. Estaban cerca del camino, a cincuenta metros de este. No se veía movimiento alguno.

Turno 1010

La visión heló la sangre del ailgratha. Su mirada se dirigió después a sus compañeros y sin pronunciar palabra entendieron lo que quería decir. Nada de movimientos bruscos, silencio absoluto y ante todo y sobre todo mucha precaución y mantenerse alerta.

Bajó del caballo e indicó a Yves que se mantuviera en él por si alguien aparecía por sorpresa para tenderles una emboscada. Desenvainó la espada por precaución, tomó una antorcha y se acercó a los muertos para reconocer de que bando eran, también quería averiguar que lanzas eran aquellas para determinar quien mató a las victimas: reconocería las de su pueblo al instante y de pertenecer al enemigo también lo sabría después de los encuentros que habían tenido con ellos. Su intención también era tratar de adivinar como se había producido el combate, quien atacó a quien, que hacía el grupo de muertos allí, si habían logrado causar bajas entre los que les atacaron, etc.

Turno 1010

A pesar del agotamiento, Groal trataba de mantener un buen ánimo y estar alerta. Ahora que había retomado sus deseos de aprender, estaba siempre observando a Marga, a ver si lograba, por alguna epifanía, desentrañar los misterios de su arte. Todavía no daba resultados, puesto que la enana no estaba dada a la tarea en este momento, más que seguro a causa del cansancio que todos sufrían. Mas, Groal no perdía la esperanza.

Pero no todo era depender de la enana. Groal estaba atento a ver si encontraba alguna planta medicinal, con la cual experimentar y, haciendo acopio de sus propias habilidades, nada despreciables, encontrar algún secreto oculto.

Turno 1010

Freagulf se bajo del caballo dejando a cargo de este a Yves-ashe. Desenvaino la espada temiendo lo peor, y avanzo hacia el lugar donde se distinguían los bultos de lo que parecían ser cadáveres.
Freagulf, Alian e Yves, permanecieron quietos, vigilantes, oteando los alrededores, al menos los que la noche clara les permitía...

Turno 1010

Otra vez cuerpos muertos le recordaban al bosquimano de aspecto oriental los últimos días vividos con aquellos que fueron sus compañeros. Aun cuando ya había visto cosas peores, un escalofrío le recorrió la espalda y se estremeció.

Entonces Fréagulf se bajó de su caballo para acercarse a la pila. Temüdyin dudó un momento y entonces descabalgó. Intento hacerlo con el máximo sigilo.Si se producía algún ataque no quería dejar solo al ailgratha, sería de más ayuda en tierra que sobre el caballo. Agarró con fuerza la lanza y lentamente y en silencio avanzó hacia Fréagulf en guardia. Miraba en todas las direcciones, incluso dio un par de vueltas esperando el sorpresivo ataque.

Turno 1010
Percepción

Freagulf se fue acercando. Había salido del camino, bajando la loma avanzaba despacio, temeroso, tenso.
Según se acercaba lo vio todo mas claro. Habia una pila de cuerpos sin vida, todos ellos de aspecto oriental, pero no eran sagath. Eran aisdrags. Habia al menos una quincena de ellos. Sus cuerpos yacían unos encima de otros formando una pirámide de muerte. No muy lejos, cuatro caballos manchaban con su sangre la hierba del terrerno, ahora negruzco a la luz de la luna.
El ailgratha, entonces, intento averiguar lo que allí había ocurrido. Aun con la espada envainada, se agacho y comenzó a moverse de un lado a otro.
Primero los cuerpos, los examino y vio que tenían serias laceraciones y perforaciones por todo su cuerpo, algunos huesos rotos y mucha sangre por todos lados. Eran heridas de espadas y lanzas sin duda alguna.
Los caballos presentaban profundas heridas en el cuello y patas delanteras, incluso uno de ellos tenia aun una lanza atravesando su cuello. De los cuatro equinos, solo uno parecía pertenecer a los orientales, a juzgar por las monturas y arreos, era el que tenia la lanza en el cuello. Los otros tres eran caballos de buena hechura, potentes y de fuertes patas. Uno de ellos tenia varias flechas clavadas, una de ellas en una vena principal del cuello, había muerto desangrado. Los dos restantes tenían alguna pata rota, y múltiples heridas graves. Esos tres caballos eran de los eotheod, mas concretamente de la ciudad de Burh Waldlaes. El escudo grabado en las sillas, un puño dorado sobre un fondo granate, así lo cercioraba. Atadas a la silla, el explorador reconocio las mantas que ellos mismos usaran en "La Posada del caballo blanco". Las alforjas de ese caballo habían sido abiertas y su contenido esparcido allí mismo, había un saco con legumbres, retales de cuerdas, algunas velas y tarros de cristal rotos.
Después examino las armas. Las lanzas no eran de manufactura eotheod, eran algo mas toscas, pero cumplían bien su función. Las flechas que había en el caballo tenían penachos de plumas negras y grises, en lugar de las blancas que siempre utilizaban los nuevos rohirrim; que se hacían llamar eotheod, como los ancestros que habitaron esas mismas tierras.
A continuación Feragulf reviso el terreno. Estaba plagado de pisadas de hombres y de caballos, había una pequeña fogata ahora apagada. Había huellas por todos lados, era difícil saber lo que allí había ocurrido. Las huellas llegaban y salían en todas direcciones, aunque la mas numerosa lo hacia en dirección a Burh Waldlaes.
Por la sangre y los rastros, pudo determinar que no hacia mas de una noche que aquellos hombres habían muerto, casi con toda seguridad lo habían hecho la noche anterior.
Satisfecho por su prolífica investigación, volvió junto a sus compañeros.

Turno 1010
Percepción

Temudyin se fue acercando, seguía a Freagulf, bajando la loma avanzaba despacio, temeroso.
Según se acercaba lo vio todo mas claro. Habia una pila de cuerpos sin vida, todos ellos de aspecto oriental, pero no eran sagath. Eran aisdrags. Habia al menos una quincena de ellos. Sus cuerpos yacían unos encima de otros formando una pirámide de muerte. No muy lejos, cuatro caballos manchaban con su sangre la hierba del terreno, ahora negruzco a la luz de la luna.
El ailgratha, entonces, intento averiguar lo que allí había ocurrido. Aun con la espada envainada, se agacho y comenzó a moverse de un lado a otro.
No muy lejos, Temudyin vigilaba alrededor.

Turno 1010

Fréagulf regresó con sus compañeros con paso calmado y bastante más tranquilo que cuando había bajado del caballo, envainó la espada y se colocó frente a ellos para explicarles lo que había averiguado al explorar la zona donde se había producido el combate. Aún así no dejaba de vigilar hacía ambos lados mientras hablaba y de vez en cuando se giraba para vigilar también su espalda.

-Los muertos son aisdrags. -Dijo con cierto alivio. -No se exactamente que ha pasado, es bastante confuso... hay huellas por todas partes y la batalla ha confundido todo un poco más. Pero por lo que he podido averiguar, había un grupo de aisdrags aquí acampado y parecer ser que los waldlaesis cayeron sobre ellos y los eliminaron. - Se atrevió a concluir en base a lo que había visto. - Luego apilaron los cadáveres y regresaron de vuelta a Burh Waldlaes. Los rastros son recientes y los cuerpos no llevan mucho tiempo aquí. Puede que hace una noche, no más. La mayor parte de las huellas se dirige de vuelta a la ciudad, seguramente fueran exploradores de Burh Waldlaes quienes eliminaron a los aisdrags.

Fréagulf le tendió a Chaka un plumón negro y grisáceo que correspondía a una flecha. -¿Te suena?. Estaba en uno de los caballos. Apuesto a que los aisdrags se vieron sorprendidos por una carga y dispararon las flechas, ¿sabes si pertenecen a algún grupo concreto de ellos?. Si son batidores, exploradores... tal vez nos de una pista de porqué motivo este grupo estaba aquí.

Los temores de Fréagulf eran que el grupo de muertos fueran de las gentes de aquella tierra, y al ver a los orientales sintió alivio, pero le preocupaba que estuvieran ya tan cerca.

-No debemos bajar la guardia. Estos cadáveres son la prueba de que el enemigo anda cerca. Es posible que haya más por los alrededores. Debemos tener mucho ojo.

Turno 1010

Parece ser que el sueño de la última parada había sido muy reparador porque Bolgo se encontraba con las fuerzas renovadas. Aunque el camino se estaba haciendo eterno y el cansacio comenzaba a hacer mella en sus compañeros, él lo estaba llevando mejor de lo que se hubiese esperado de un hobbit, a pesar de que no era un hobbit común y si había llegado hasta allí, debía de ser por algo. Comenzó a caminar a buen ritmo, pero al ver que alguno de sus compañeros se retrasaba debido al cansancio, el mismo bajaba su ritmo para acomodarlo al de los demás.

-Si necesitáis que os lleve algo, decirmelo. No soy muy fuerte pero hoy al menos me encuentro muy bien y descansado, así que podría intentar llevaros alguna cosa y así vosotros podríais descansar de su peso-dijo a sus compañeros en un momento del viaje.

Mientras transcurría su viaje, Bolgo continuaba fijándose en todo lo que podía, sin perder de vista el camino para evitar posibles accidentes que hubiesen retrasado al grupo aún más.

Turno 1010

Gelion mantenía la marcha a duras penas. El sueño le había recuperado pero todavía tenía que pasar algún tiempo para que pudiesen dejar aquella monotonía. Todos los caminos parecían llevar más de lo esperado. Intentaba distraerse mirando a Siempreviva volando en el cielo o los nuevos lugares por los que pasaban, pero se le estaba haciendo largo y pesado.

Turno 1010

Los dos últimos días de caminata habían sido duros para el enano. Los continuos retrasos de sus compañeros y el esfuerzo adicional que suponía el hecho de ir encabezando el grupo le habían pasado factura. Sin embargo, el calor del nuevo día añadido a un placentero descanso fruto del cansancio acumulado, le dieron nuevas fuerzas para encarar la nueva jornada de marcha.

Como siempre se mantenía alerta a las escasas señales que la oscuridad reinante pudieran arrojar acerca de la presencia de enemigos, a la vez que seguía comprobando que Fréagulf y compañia hubieran pasado por allí.

A pesar de abrir camino, se preocupó, como siempre hacía por la marcha de sus compañeros, si bien, a diferencia de otros días, trató de transmitir a aquellos que flaqueaban, el ánimo necesario para acometer con éxito la dura caminata.

Tunro 1010

La dantesca situacion no nos ayudaba a mantener la tranquilidad....estria acaso lo que me parecio ver al partir con esto... yo creo que si, ahora mas que nunca mis sentidos tenian que estar puestos plenamente en que no fuesemos descubiertos en una emboscada ya fuese por unos u otros, ahora no se preguntaba si los que venian eran amigos o no, ahora primero disparan y luego ya se veria... Las palabras de Freagul me hacian pensar que no andaba desencaminado...

Cierto Freagulf habra que estar atentos a cualquien indicio de actividad, pues bien podriamos ser nosotros los que ocupasemos el lugar de los que estan ahi... dije señalando con el dedo a los muertos....

Mientrar terminaba de hablar , mire alrededor por si hubieran dejado a alguien en la retaguardia para buscar supervivientes, o por si el contrario hubiera habido alguno que huyera y ahora regresase .....