Partida Rol por web

Turno 315.-

Draupner suspiró aliviado cuando volvieron a tomar tierra. Confiaba en Letar, y si él había dicho que lo más duro había terminado, no había motivo para dudar de sus palabras.

Tras permitirse este pequeño momento de relax, sus sentidos volvieron a ponerse alerta y en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, ante el temor de un asalto, se colocó la armadura.

Tras hacerlo y al igual que en las ocasiones anteriores, le dijo a Oin. - ¿Vamos a echar un vistazo por los alrededores? -

Gallindum - Turno 315

Los rápidos fueron insufribles para el enano, aunque estaba fuertemente cogido a la cuerda y se mantuvo bastante estable, pasó un mal rato en aquel tramo del rio. Una vez llegaron a la orilla empezó a tranquilizarse. Fue entonces cuando se dió cuenta de que se avecinaba una tormenta, pero de las grandes. Las rafagas de aire, el ambiente cargado, casi se podía sentir la electricidad en el aire. Iba a caer una de las buenas. Aun así, Gallindum prefería una tormenta en tierra firme, que un suave día soleado a bordo de una de aquellas almadias malditas.

Recordando que era bastante probable que hubiese enemigos esperandoles por la zona, o que los estuviesen siguiendo, el enano estuvo completamente deacuerdo con Draupner. Gallindum asintió ante el buen tino de las palabras de su compañero y le dijo.- También yo os acompañaré a echar un vistazo, seis ojos ven más que cuatro, y tres martillos destrozan más que dos. O eso decimos en Erebor.- Gallindum tomó su mazo y su escudo y esperó a que sus compañeros estuviesen listos para la pequeña expedición.

Turno 315(Continuación)

Una vez el grupo de enanos se hubo alejado en su búsqueda de peligros. Ilidan se enfundo en su armadura de cuero, cogió sus armas y salió en otra dirección para realizar su propia búsqueda.

Turno 315(Continuación)

Cuando ya no estaba a la vista de ninguno de los dos grupos, el montaraz se puso la capucha de su capa, y comenzó a buscar una planta curativa en concreto. Se fijaba especialmente en las zonas donde crecía con abundancia la hierba, siempre ayudado por un palo a modo de bastón, que había recogido del suelo, para liberar carga de su pierna herida, pero también para apartar las hierbas altas en su búsqueda para no tener que agacharse así siempre para comprobar si finalmente había hallado lo que deseaba.

El edain parecía estar absorto mientras realizaba la búsqueda, pero en los pequeños tramos que había entre los diferentes corros de hierba, siempre echaba un vistazo a los alrededores, teniendo en mente la sombra de aquellos 3 jinetes desconocidos. Y siempre andaba con su otra mano agarrada a la empuñadura de su espada corta, presta a reaccionar ante cualquier peligro.

Turno 315

Si eso era todo, la verdad, estaban exagerando. Groal no entendía como una travesía similar a esta les había dado tantos problemas en el tramo anterior; movida, sí, pero nada que no fuera de esperarse en un río torrentoso como este.

Paladeó la sensación a lluvia. La lluvia es vida, un regalo de los cielos para plantas y animales. Por las caras de los demás no muchos parecían pensarlo así.

Al bajar, flexionó los músculos adoloridos por mantener el equilibrio, estiró la espalda y observó alrededor. Buscó con la vista a Marga, y una vez encontró a la enana, se inclinó a su lado. Necesitas mi ayuda? Aliviar dolores, o lo que sea necesario. Si no lo es, tal vez me acompañarías a buscar hierbas por la orilla del río? Poco conozco de esas artes, y no me avergüenzo en solicitar tu enseñanza.

Turno 315

Elendur agradeció el haber podido pasar los rápidos sin ningún altercado, cada vez era mas difícil superar obstáculos, así que el tiempo pasa tranquilo era todo un regalo.

Bajo a la orilla como todos los demás y se tranquilizo el pisar tierra firme, vio como tres de los enannos salían para explorar el entorno, y Elendur cogió entonces sus armas y armadura, al poco tiempo vio como Ilidan se disponía a ir en otra dirección, así que le pregunto...
Ilidan...van a explorar los alrededores? Si no te importa te acompaño....

Se echo la capucha sobre la cabeza y se acerco al numeroneano.

Turno 315(Continuaciónx2)

-Más bien iba en búsqueda de hierbas para mi herida.- Esperó a ver si el dunadan se le unía, mostrando que no se sentiría molesto si finalmente se decidía a acompañarle. Y si Groal se percataba de que tenían pensado llevar a cabo la misma tarea, decidiéndose por ir con el, o ellos.

Gelion, mal que bien consiguio aguantar de pie durante el viaje. Aunque hubo un par de momentos en que pensaba que acabaría en las aguas. El mediodía llegó repentino junto con la calma del río y poco a poco el bosquimano se relajó finalmente llegando a disfrutar del viaje durante este último trecho.

Siempreviva aleteaba libre aprovechando las corrientes de aire. Gelion quería imaginar cómo sería deslizarse libre en el viento. Se sorprendió a sí mismo sonriendo ante la perspectiva.

Llegó la noche y pararon antes de perder completamente la luz del atardecer. Gelion ayudó en lo que pudo y cuando finalmente se prepararon para pasar la noche y la hoguera palpitaba alegre alejando las sombras decidió volver a dedicar algo de tiempo a repasar sus notas. Es importante para el estudioso no desentrenar la mente, pues esta, al igual que los músculos se atrofia ante la falta de uso.

Sin embargo la falta de luz le impedía centrarse obligandole a estar cerca de la hoguera para poder leer con claridad. Decidió finalmente aprovechar para meter algo de práctica en sus manos.

Sacó la varita de sauce y encontrando un lugar confortable se sentó ligeramente apartado del resto. Enterró parte de ella en el suelo y se concentró.

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La luz de los mismos silmarils apareció en la punta de la varita. El bosquimano, satisfecho, se dispuso a estudiar bajo la luz de la magia.

Turno 315-2

No tengo problema, mientras tu buscas hierbas yo buscaré rastros.
Asi pues el montaraz siguió el camino del numeroneano, mientras observaba cada arbusto, cada rama, cada piedra, cada hoja caida en el suelo, cada sonido y cada olor

- Lo cierto buen Groal, es que no nos vendria nada mal tu don. Agranil esta muy debil y no consigo que pruebe bocado, temo por su vida. No dispongo de hierba o medicina alguna que le haga volver a nuestro mundo. Mucho me temo que su alma se dirige a las estancias de Mandos, y no podremos hacerle volver si no hacemos algo... - dijo apenada Marga mientras esperaba que el beornida acediera a posar sus manos en el mandatario esgarothiano, como ya hizo con briniel noches antes.

Turno 315

El hombre inclinó la cabeza. Por supuesto, buena Marga. Todo cuanto pueda ser de ayuda, lo haré.

Sinmás siguió a la enana a ver a Agranil... dudaba poder ayudar mucho, más que tal vez aliviar el dolor, si el Oso así lo quería. Es esta mi lucha? Si no quieres que empuñe arma alguna, mi combate es contra el dolor?

RESOLUCION TURNO 315

Al fin llego el esperado momento de bajar de la balsa, todos lo hicieron de muy buena gana. Estaban helados y empapados, el agua habia estado azotandolos durante todo el viaje y sus ropas caladas pesaban mucho mas y se pegaban al cuerpo como lapas. Enseguida el circo se puso en marcha. Los almadieros sacaron algo de leña menuda y encendieron el fuego en primer lugar, necesitaban calentarse y secarse. Despues comenzaron a bajar animales, viveres y utensilios de cocina, asi como algunas mantas y ropas de recambio para ellos mismos.

Gallindum, Oin y Draupner se fueron una vez mas a recorrer los alrededores y comprobar que fuesen seguros, que nadie los acechaba y hacerse una idea de lo que les rodeaba. Junto a ellos Elendur e Ilidan tambien se pusieron a trabajar. El dunadan buscaba huellas en los alrededores, siempre cerca de su compañero, mientras que el numenoreano examinaba la orilla del rio y las zonas proximas a esta. Con la ayuda de un palo examinaba concienzudamente las plantas y hierbas que crecian en las orillas, buscaba una en particular, una que conocia y que le ayudaria a sanar sus heridas.

El resto, tras tener todo preparado, acomodaron a Agranil y a Briniel, fuera de la balsa. Necesitaban descansar y mejor era hacerlo en tierra firme que en la almadia. Groal se ofrecio para ayudar a Marga que preocupada por la salud de Agranil, acepto encantada. Juntos prepararon repararon con unas varas largas y finas una especie de techado hecho de madera y una lona embreada que habia en la galera. Otros dos hombres de Letar los imiraron, colocando un par de mantas sencillas de igual modo. Ellos no tenian mas lonas impermeables, pero esas mantas desviarian gran parte del agua. Bajo esa improvisada carpa solo habia cabida para siete u ocho personas, nada mas pudieron hacer. Despues uno de los almadieros se dispuso a cocinar algo, antes de que la luz desapareciese por completo. Viendo el resultado obtenido por Bolgo la noche anterior no quisieron desperdiciar mas comida. Tenian de sobra para llegar a Burth Marlinge, pero tampoco era cuestion de malgastarla en experimentos.

El hobbit se acerco a la hogera para calentarse, Gelion por su parte se aparto un poco del grupo, no demasiado, pero apartado. Se sento en el suelo y se preparo para ojear sus papeles y practicar lo enseñado por su mentor. Y parecio irle bien pues en un instante, tras clavar su varita en el suelo, con la punta hacia arriba, toco su punta y esta comenzo a emitir una fuerte luz que alumbro a su alrededor, casi como lo hacia la hoguera, pero con una luz clara y tranquilizadora. De esa manera se puso a leer sus documentos, absorto en ellos, mientras la cena se iba preparando.

Cuando Groal y Marga hubieron acabado de acomodar a Briniel y a Agranil, fueron a buscar algunas cosas a la balsa. El zurron de Marga y una pequeña cajita de madera que habian traido de Barukkuzdin, en ella la enana se habia hecho con una buena provisin de hierbas. Ahora Agranil necesitaba descansar, mas tarde Groal podria poner en practica ese don que poseia.

Cuando la comida estubo lista esperaron un poco a que volviesen los enanos y la extaña pareja que formaban los edain. Numenoreano y dunadan juntos, enemigos raciales desde tiempos inmemoriales, ahora compartian tarea. No se conocían desde hacia mucho, de hecho apenas habian pasado cinco o seis dias, y ya parecian haber dejado sus diferencias de lado. En cuanto la luz fue decreciendo, hasta el punto de limitar bastante la visibilidad a la hora de buscar rastros o plantas, los hombres volvieron. Poco después lo hicieron los tres enanos.

Ilidan no encontro lo que buscaba, ni Elendur vio huellas fuera de lo normal. Los enanos tampoco notaron nada extraño, ni vieron a nadie a lo lejos, mucho menos los jinetes de esa misma mañana.

El terreno se habia allanado mucho y aunque habia ondulaciones, se podia ver muy lejos en un dia claro. Apenas habia arboles, aunque si que de cuando en cuando alguno se alzaba solitario en la planicie. Si habia arbustos y matorrales, junto a hierbas cortas que se agolpaban sobre todo cerca de la ribera del rio donde Ilidan habia buscado infructuosamente la planta que necesitaba.

La cena estaba lista, tal y como anuncio el almadiero. El grupo al completo se arremolino junto al fuego, deseosos de meter algo al estomago y calmar su hambre. Al fin y al cabo casi no habian probado bocado en todo el dia.

Justo cuando la comida, consistente en un guiso de pimientos secos, patatas y abundantes especias, estubo servida en cuencos de madera aparecieron las primeras gotas de lluvia. No era una sencilla lluvia, en principio cayeron grandes goterones que se estrellaban en el suelo y en los aventureros. Despues en apenas segundos llovio a raudales, millones de esas gotas comenzaron a caer empapando todo lo que habia secado. Bajo el aguacero el fuego rapidamente se apagaba y lo que quedaba en la cacerola quedo completamente aguado. Los cuencos llenos de comida fueron tapados instintivamente con la mano para evitar que entrase el agua.

Debian buscar el refugio que no se habian procurado antes…

Turno 316

El darse una vuelta de reconocimiento minoró un poco la tensión que sentia en relación con un ataque inminente, la orografía les favorecía para advertir un ataque, aunque también era cierto que había poco sitio para parapetarse.

Le pareció muy buena la idea de usar las lonas del carromato para prevenir el aguacero que estaba por llegar. Sería una noche dura de guardias.

A la vuelta de la ronda observó con preocupación a Marga y a Groal atendiendo a Agranil y aunque le gustaría ayudar pensaba que ya estaba en buenas manos y que poco más podría hacer él.

Mientras probaba el guiso estudió con detenimiento el paraje, buscando puntos de cobertura desde los que hacer las guardias, pensando en posibles vías de escape para el caso de ser completamente superados en número,...

Con estos pensamientos en la cabeza notó las primera gostas caer sobre su cabeza. En otras ocasiones había dejado que mojaran su cara, pero con el viaje por el río ya había tenido demasiada para un día, así que se puso la capucha y se arrebujó en su capa de viaje.

Si seguía así la noche sería muy larga... De pronto una espeluznate idea cruzó por su cabeza y habló con Letar aunque lo hizo en voz baja para no preocupar al resto.

Turno 316

- Cómo dirías que va el caudal del río ¿lleno? Con la que está por caer ¿no habrá posiblidad de que desborde y que si acampamos aquí nos arrastre la corriente, verdad? Sé que sería incomodo pero todavía estamos a tiempo de mover el campamento a un punto un poco más elevado. -

Turno 316

Por fin otra vez en tierra, por mucho que pareciera que Valdir estaba cogiendo el truco de mantenerse encima de la balsa no le gustaba nada tanto viaje por agua, echaba de menos el montar a caballo; cuando llagaron a tierra se acerco donde su montura haber como estaba y si hicierea falta tranquilizarlo, le preocupaba bastante que en estas travesias por el rio se pusiera nervioso y se encabritara en mitad de la balsa, muy pocos personas podian parar a semejante ejemplar.

Mientras estaba con el caballo vio como los enanos y los montaraces se alejaban a explorar, asi decidio quedarse en el campamento, ya eran muchos y el campamento no se podia quedar solo.

Un rato mas tarde escucho a uno de los almadieros decir que la cena estaba preparada, asi que dejo al caballo ya tranquilo y se dirigio hacia el fuego, no era por menospreciar la cena del dia anterior, pero estaba mas bien hambriento y despues de otra trvesia por los rapidos, no vendria mal algo caliente, pero no le dio tiempo a poder comer el primer bocado cuando empezo a llover, primero no le dio mucha importancia, pero cuando empezo a caer tan de seguido Valdir fue corriendo al arbol mas cercano para protegerse de la lluvia. 

Turno 316

Ya habia comenzado a llover cuando el capataz escucho la preocupacion de Draupner. El enano aseguraba que no habia tanto problemas en mover en ese momento el campamento, pero lo cierto es que si que lo era. De todos modos tras oir al enano, Letar le contesto con voz tranquila

- Oh no te preocupes por eso, este invierno no ha sido el mas lluviosos de todos, ademas aun no hemos llegado a la epoca de lluvias. Tal vez dentro de un par de meses me planteria ese problema, pero no ahora. - dijo el almadiero a Draupner contestandole tan bajo como le fue posible, realmente el tampoco queria preocupar a nadie

Turno 316

Bolgo saltó de la balsa en cuanto le fue posible. Deseaba más que cualquier otra cosa alejarse de aquella incesante masa de agua que parecía disfrutar salpicándolos y sacudiéndolos de un lado para otro. Hacía un buen rato que Bolgo había empezado a tiritar por el frío, de modo que sintió un gran alivio al poder acercarse al fuego que habían encendido los almadieros. Poco después, pusieron un caliente plato de guiso en sus manos y el hobbit sonrió. Aún no había entrado del todo en calor cuando las primeras gotas de lluvia amargaron aquel sueño hecho realidad y el mediano se acurrucó en el primer hueco que encontró al resguardo de la lluvia.

Abrazado a sus propias piernas y con una capa y su capucha puesta, Bolgo no parecía más que un zurrón depositado en una esquina. Así se mantuvo, amarrando cada pizca de calor de su cuerpo mientras le fue posible y hasta que su turno de guardia le reclamó.

Turno 316

Todos corrieron a resguardarse, pero no hallaron sitio. Solo Bolgo, que debido a su pequeño tamaño entraba casi en cualquier sitio, logro meterse bajo las mantas de los almadieros,que junto a letar y los esgarothianos estaba repleta. Marga y Groal estaban bajo la lona embreada en la que descansaban Agranil y Briniel.

El resto del grupo siguio a Valdir hasta el arbos, al menos hasta improvisar algo mas.

Turno 316

- ¡¡Agua y más agua!! ¡¡Por las barbas de Durin!! - escupe Oin mientras se refugia bajo el árbol y escurre sus barbas. Se ve que la noche va a ser húmeda como el día así que se sienta sobre el escudo y se apoya los puños en la barbilla mientras se refugia bajo la capa.

- Maldita lluvia, maldito río... maldito viaje.... - murmura por lo bajo en lo que no será su última queja.