Partida Rol por web

Turno 721

Con un rapido giro de cabeza, los sagath (#2 y #3) vieron al oso en todo su esplendor. Sus fauces abiertas en pleno rugido, despues una zarpa dirigia hacia ellos.

El que estaba mas cerca (#3) se olvido por unos instantes de Freagulf y se centro en evitar que el oso lo alcanzase. Valientemente se enfrento al animal en una encarnizada lucha desigualda.

Su compañero (#2) salio corriendo como un cobarde, dejando alli a su compañero, lo haria hacia el norte. Eso si lograba esquivar los ataques de sus enemigos para poder huir.

Turno 721

Creía que ya tenía a su enemigo(#2) contra las cuerdas, cuando este tras recular de nuevo hacia el arroyo, unido a un diminuto deslizamiento de su principal pie de apoyo a causa del fango, se libro de una muerte casi segura, y únicamente se llevo un ligero rasguño.

Iba a volver al ataque contra el sagath(#2), ya que si quería ganar el combate no debía dejarle ni un sólo segundo para respirar, cuando de repente del sureste apareció un oso realmente enfurecido, que empezó a descargar toda su fuerza bruta contra el otro oponente(#3) más cercano.

Aunque aquel animal intimidante no consiguió provocarle ninguna sensación de miedo, aunque sí que se quedo demasiado tiempo atónito a la demostración de su poderío para darse cuenta de cómo su enemigo(#2) pasaba justo a su lado huyendo pavorosamente del plantígrado. Sin la opción ya de poder cortar el paso en su huida, lo cual esperaba que pudiera conseguir alguno de sus compañeros, de ahí no debía de salir ningún enemigo con vida si querían tener al menos unos días tranquilos para descansar tras el combate, Ilidan actúo como un oportunista, cuando vio que el sagath (#3) que se enfrentaba al oso dejaba totalmente sin resguardo cualquier defensa que no fuera contra este.

Se acercó hasta él, saliendo de la zona de fango, y le atacó sin contemplaciones, sin vacilar un momento a pesar de la cercana presencia del oso, del cual ya se preocuparía más tarde, por ahora para él era como un aliado más que le brindaba la oportunidad que necesitaba.

Turno 721

Dwalin se repuso, se levanto y haciendo caso a Oin, fue directo hacia el lugar donde habia dejado a Bolgo y Gelion. Cuando llego alli los busco escondidos entre la maleza, pero no los encontro. Se quedo mirando hacia todos lados sin encontarlos. Alli se agazapo tras un arbusto a examinar el golpe que habia recibido, no era nada

Turno 721. Asalto 18 (y 2)

Un oso apareció de repente atancando a otro sagath.

¡ Un oso !

Aquello dejó completamente desconcertado al bosquimano. El combate estaba prácticamente terminado pero si el oso les atacaba podría matar a muchos.

Gelion reaccionó sobre la marcha y dejó de concentrarse en su sortilegio y acto seguido, sin pararse a pensar comenzó a pedir ayuda a Mandos, señor del espíritu.

Esperaba tener la fuerza para poder dominar la voluntad de tamaña bestia.

Turno 721 (Asalto 18)

Draupner estaba a punto de descargar su golpe sobre el sagath cuando de entre las sombras la figura enorme de un oso alzádose sobre sus patas hizo que el corazón le diera un vuelco. 

Observó como Oín salía corriendo del combate y a pesar de ello, el resto de sus compañeros seguían en peligro, no podía abandonarlos a su suerte, mucho menos ahora que Gallidum yacía tendido a escasos metros de distancia. Apretó el martillo con fuerza buscando en el tacto del cuero de su empuñadura el valor para mantenerse firme y descargó su golpe sobre el Sagath que cediendo a su impulso bajaba la guardia para alejarse corriendo.

RESOLUCION TURNO 721
Asalto 19

Gelion, aun encaramado en el árbol, se aferraba con fuerza a las ramas mientras musitaba sus plegarias, pedia ayuda a Mandos, esperaba conseguir su gracia a tiempo. Abajo, Dwalin paso de largo al no ver al mago, y lo busco, a el y al mediano sin encontrarlos. Era cierto que el ultimo golpe le habia hecho daño,  pero no tanto como para desorientarle, estaba seguro de que escondían en algún lado. Quedo buscándolos mientras revolvía arbustos y miraba tras los arboles. No muy lejos de allí, Bolgo preparaba otra de sus piedras sacada de su bolsa, el las habia elegido de entre muchas. Eran casi perectas, redondas, lisas y facilitaban su lanzamiento. Asi pues dejo descansar una en su honda y comenzo a balancearla hasta ir dar vueltas completas que iba adquiriendo mas velocidad, su objetivo, el sagath que Draupner y Oin habían dejado atrás.

Los enanos corrieron a ayudar a sus compañeros sin pensarlo dos veces. Armas en ristre avanzaban raudos hacia el lugar donde se batian Ilidan, Freagulf y dos de los sagath. (#2 y #3)

La aparición del oso cambio las cosas drásticamente. Uno de los sagath (#2) salió huyendo tan rápido como pudo, Draupner al verlo corrió en la nueva dirección para interceptarlo. Freagulf tampoco pudo soportar la proximidad del plantígrado y huyo hacia el norte también. Oin, al llegar y ver como algunos salian corriendo sintió miedo, el oso era enorme, mas aun junto al enano. Corrio siguiendo al sagath y al ailgratha. Tan solo Ilidan y el otro soldado quedaron allí, próximos al bestial oso. El animal estaba en pie y lanzo un terrible zarpazo, el sagath logro evitar el golpe con un rápido movimiento ayudado por su lanza, que actuo de patin mientras la pata del animal resbalaba sobre la madera del arma. El oso enfureció por momentos.  El segundo zarpazo casi alcanza la pierna, habia logrado de nuevo esquivarlo. El oso estaba ya casi apoyado a cuatro patas de nuevo, enseñando las fauces, dispuesto ahora a hincar el diente. Ilidan aprovecho para lanzar una estocada, suave pero precisa. El escudo del oriental logro detenerla, pero estaba tan ocupado con el plantigrado que Ilidan, en un nuevo envite, consiguió hundir levemente la punta de su espada en un costado. El oriental, extenuado y malherido como estaba, recibió esta ultima herida por parte del numenoreano como la ultima de su vida, pues cayo muerto suavemente, ya todo le daba igual, se moria mientras su vida pasaba ante el.

Draupner dio alcance al oriental cuando este llego a mitad del claro. Alli, en mitad del barro el enano asesto un golpe al hombre que intentaba no caer mientras corria, puso el escudo entre el y el enano. Su escudo se quebró abriendo la defensa al enano, que sin dudarlo asesto dos golpes mas a la cadera que no logro esquivar el oriental. No fueron muy fuertes, no llegaron a desequilibrar ni romper hueso alguno, pero el brazo si, ese le dolia una barbaridad. Continuaba corriendo de puro miedo mientras el enano lo seguía.

Junto al enano y el sagath, paso a toda velocidad Freagulf que sin mirar atrás corria como si el mismísimo Morgoth se hubiese presentado ante el. El ailgratha y Oin, salieron corriendo a la vez, pero Oin tuvo mala suerte, resbalo en el barro cayendo de bruces, en mitad del pánico que recorría su cuerpo intento incorporarse sin éxito, los nervios podían con el. Mientras, Freagulf se alejo, dejando atrás a todos.

Instintos primarios de  una fuerza brutal que apremiaban a salvar la vida. Eso era lo que el feroz animal habia traido consigo, miedo, un terror que solo unos pocos podían aguantar, y que al hacerlo se exponían a su fuerza y a su sed de sangre, el oso reclamaba su porción de carne, carne fresca, carne humana, o enana, igual le daba.

RESOLUCION TURNO 721
Asalto 19

Groal no pudo controlar la bestia, que tomo el control de su cuerpo. Sin conciencia, Groal, o mejor dicho el Oso, hizo aparición en la lucha que mantenían los compañeros de beornida. Ese poder suyo era a la vez su perdición, amenudo le costaba mantener el control, pero hasta ahora lo habia logrado, o no habia necesitado hacerlo.

El oso se levanto sobre sus patas traseras y ciego de sangre, no veía mas alla de lo que tenia delante, lanzo su zarpa contra la persona que tenia delante, sin saber de quien se trataba.

Las garras surcaron el aire en dirección a la cabeza de su presa, esta, escudo en mano, alzaba este ante otro hombre que lo acosaba mientras con el arma que portaba, intentaba desviar la zarpa. El animal estaba en pie y lanzo un terrible zarpazo, el sagath logro evitar el golpe con un rápido movimiento ayudado por su lanza, que actuo de patin mientras la pata del animal resbalaba sobre la madera del arma. El oso enfureció por momentos.  El segundo zarpazo casi alcanza la pierna, habia logrado de nuevo esquivarlo.. El Animal estaba ya casi apoyado a cuatro patas de nuevo, enseñando las fauces, dispuesto ahora a hincar el diente. El segundo hombre aprovecho para lanzar una estocada, suave pero precisa. El escudo de la presa que el plantígrado habia elegido, logro detenerla, pero estaba tan ocupado con el Oso que, en un nuevo envite, el espadachín consiguió hundir levemente la punta de su espada en un costado. El hombre, extenuado y malherido como estaba, recibió esta ultima herida por parte del enemigo como la ultima de su vida, pues cayo muerto suavemente, ya todo le daba igual, se moria mientras su vida pasaba ante el.

Alredeor unos huian de miedo, pocos aguantaban y ahora tan solo tenia delante al hombre que habia dado muerte a su primera presa.

Instintos primarios de  una fuerza brutal que apremiaban a salvar la vida. Eso era lo que el feroz animal habia traido consigo, miedo, un terror que solo unos pocos podían aguantar, y que al hacerlo se exponían a su fuerza y a su sed de sangre, el oso reclamaba su porción de carne, carne fresca, carne humana, o enana, igual le daba.

Turno 722

El cuerpo hizo un ruido sordo al caer, amortiguado por los gritos de sorpresa y temor de quienes ahora miraban a la bestia, tratando de contener las oleadas de miedo. La bestia se apaciguó por un momento, producto de la huida de los seres y atraído por el olor de la sangre. La baba goteaba de las fauces del animal, su apetito cada vez más voraz. Pero no era el momento de comer. Todavía había un enemigo en pie, y que se negaba a huir. Ya había visto lo que eran capaces de hacer. Sus garras de metal eran peligrosas. La amenaza no había desaparecido. La bestia debería esperar para hincar los dientes en la presa caída. Gruño una vez más, y abrió su boca mientras se abalanzaba. La amenaza debería ser exterminada. Solo entonces podría comer. Y tenía mucha hambre.

TURNO 722 (Asalto 19)

Con todos sus compañeros en desbandada, al igual que el Sagath que quedaba en pie y viendo que Oín no peligraba, Draupner trató de perseguirle por el barro. En ningún caso podían dar la voz de alarma, con todo un ejército al lado aquello sería su perdición, así que había que detenerle como fuera.

La persecución se hacía difícil y costaba mantener el equilibrio, al menos esperaba que su enemigo estuviera teniendo las mismas dificultades que él. Mientras trataba de darle alcance, balanceaba su martillo con la intención de cazarle, con un poco de suerte podría desestabilizarle lo justo para rematarle y enfrentarse a la nueva amenaza recién aparecida. El oso.

Turno 722. Asalto 19

El bosquimano se sujetaba a las ramas del árbol con cuidado. No podía permitirse caer ni distraerse. El tiempo parecía haberse detenido. La situación se había vuelto caótica de modo que había que mantener la calma.

Quedaba un enemigo en pie, pero el oso era peligroso en extremo. El cansancio se abatía sobre él intentando apagarle los ojos y la consciencia incluso en una situación tan tensa como aquella. A duras penas se mantenía en pie mientras buscaba en los restos de su cansada mente las palabras de Mandos, señor del espíritu y la voluntad.

Por ello se centró. Vio a Ilidan solitario ante el animal que parecía propiamente un demonio de Melkor, henchido de furia y rabia.

Pero no podía hacer nada, al menos no lo haría en aquel momento. Era demasiado peligroso, estaba demasiado cansado. Precisaba centrarse más, forzarse más.

Comenzó a forzar las palabras, a forzar sus fuerzas, a suplicar a Mandos, a luchar contra el sueño y el dolor, equilibrándose en aquella precaria posición, comenzó a prepararse para gastar la última gota de arte que poseía.

Turno 722. Asalto 19

Algo pasaba. Bolgo estaba demasiado lejos como para tener una buena vista del claro, pero enseguida se dio cuenta de que algo ocurría. Especialmente preocupante fue el rugido que le llegó desde la zona encharcada, parecía pertenecer a algún tipo de bestia espeluznante y seguramente la mente de Bolgo le jugaba una mala pasada al imaginarse a una criatura de cuatro metros con varias filas de dientes, garras y tentáculos.

Aún así no permitió que aquello lo distrajese. Al contrario, decidió aprovecharse de la confusión para apuntar bien a su objetivo y abatirlo de un solo disparo. Sacó la lengua en un gesto de concentración y lanzó la piedra hacia su destino. Contuvo el aliento al seguir su trayectoria. 

Turno 722. Asalto 19

Maldiciéndose por su cobardía pero sin ser capaz de volver sobre sus pasos y encima hundido en el barro y dolorido por la caída, Oin se limita a recoger su arma y el escudo e intentar gatear alejándose del oso hasta la seguridad del bosque próximo dónde se esconde tras un árbol mientras farfulla maldiciones...

RESOLUCION TURNO 721
Asalto 19

Freagulf atraveso el pequeño claro corriendo por el barro, le costaba avanzar, pero su miedo era tal que logro hacerlo sin llegar a hincar rodilla en el suelo. Una vez paso el claro siguio con su carrera durante algunos metros mas hasta que juntando el valor necesario miro atras. No le habia seguido la bestia. Un sentimiento de vergüenza lo asalto, habia huido de alli dejando solo a Ilidan, pero no pudo evitarlo, los instintos eran mas poderosos.

Se detubo cuando vio que el peligro habia cesado. ahora estaba perdido, o al menos en parte. No sabia donde estaba, habia avanzado sin siquiera mirar por donde lo hacia, a oscuras y centrado solamente en no chocar con nada en su camino. Ahora debia orientarse, creia saber por donde habia venido.

Turno 722

Empezó a jadear y trató de ir recuperando el aliento mientras regulaba el ritmo de su respiración con las manos apoyadas en las rodillas y lanzando algún tosido que otro. Se incorporó y se apoyó en un árbol suspirando. Se sentía algo avergonzado por haberse ido corriendo, pero trató de consolarse a si mismo recordándose que no era un guerrero, ni conocía suficiente a aquella gente. Además les había conocido defendiéndose de sus espadazos mientras lo intentaban matar. Y por si no fuera suficiente él no debería estar allí luchando contra los sagath, debería estar terminando su misión.

Decidió regresar al claro, pero su intención no era regresar al combate sino buscar a Temudyin y recoger sus cosas para poner rumbo de una vez por todas hacía su hogar. Se dio la vuelta e intentó recuperar su propio rastro. Sabía por donde había dado las últimas pisadas pero no sabía desde que dirección venía antes, se había desorientado un poco, sin embargo si miraba sus propias pisadas lograría ir siguiendo el rastro hasta el claro.

Turno 722

Como había previsto las fieras arremetidas del oso le habían otorgado una oportunidad excelente para atacar al sagath, que a pesar de a ver detenido uno de sus golpes con su escudo ya no llegó a hacerlo con los demás, por lo que finalmente sucumbió ante su espada.

Ahora el repentino aliado, se convertía en un enemigo, y no uno de los fáciles de abatir. Había dado caza a otros osos antes, pero siempre había sido en grupo, y si en la partida le tocaba ocuparse de luchar cuerpo a cuerpo, este siempre se encontraba debilitado por varios proyectil.

Sin embargo, aquel no era el caso, estaba sólo, y el olor a sangre por toda la zona debido a la lucha sólo debía de hacer que el plantígrado tuviera más ganas de matar. A pesar de la desfavorable situación, Ilidan sabía que no debía huir ni mostrar temor, pero tampoco era aconsejable acercarse al oso, así que se quedo en su posición. Y estando solo tampoco lo era emprender él la primera acción ofensiva, siempre había que esperar su ataque para dejar que con una lanza el propio animal debido a su peso se ensartará en ella, pero no disponía de aquel tipo de arma, sólo contaba con su fiel espada para defenderse de su furia.

El numenoreano posó su mirada en la del oso, y no la apartó en ningún momento de los segundos siguientes. Le mostraba así que no tenía miedo, y como con los ojos de sus enemigos humanos intentaba discernir por su brillo cual iba a ser su próxima acción a emprender.

Turno 722

El sagath (#2) corria ante el enano, su escudo embrazado le cubria el costado izquierdo, pero curiosamente avanzaba ladeado dejando ese lado protegido hacia delante, como si temiese que algun proyectil saliese del frente. La espada cargada se situaba detras, en intentaba protegerse con ella de los golpes del naugrim, ondeandola hacia todos lados.

Esto hacia mas dificil si cabia el avance para el.

Turno 722

El oso miro a Ilidan y sin pensarlo dos veces le lanzo una terrrible dentellada malintencionada en busca de un cuello que arrancar. Babeantes, las fauces se abrieron de par en par, dejando ver los terribles colmillos que en ellas habia. unos colmillos largos, afilados y puntiagudos, diseñados por Yavanna para desgarrar la carne y alimentar a su hijo.

Turno 722

El enano buscaba incesante a Bolgo y Gelion. Su buena vista en la oscuridad hizo descubrir al mediano mientras este agitaba su honda en el aire. Fue hacia alli sin esconderse por miedo a recibir una pedrada si era confundido.

RESOLUCION TURNO 722
Asalto 20

Freagulf se detuvo al fin, se paro a recobrar el aliento, tuvo que agacharse para ello. Tras unos instantes dio media vuelta y comenzo sin dilación a volver sobre sus propios pasos. Al principio era fácil, recordaba el camino, pero poco a poco fue perdiendo la pista. Por suerte el suelo húmedo reproducía fielmente las pisadas y sin problemas volvió al claro.

En el linde norte del claro Draupner corria tras el ultimo sagath en pie (#2) que pretendía huir aun asustado por el oso. Se repuso del miedo al animal, para encontrarse de cara con el enano. Ahora corria, pero para huir del naugrim. Draupner no lo permitiría y lanzaba el hierro contra el sagath una y otra vez. Este corria como buenamente podía, era muy lento y costoso hacerlo por el barro mientras tratabas de no ser golpeado por el martillo de un enano. Logro esquivar el primer golpe, el segundo lo desvio con su espada, que atrasada esperaba en alto a tal efecto. El tercer golpe que Draupner dio de lleno en el hombro, pero la armadura delenemigo era de buena manufactura y pudo absorver la mayoría del golpe, logrando minimizar el daño a un buen moratón. Siguio corriendo el salvaje, atento a los golpes de su oponente.

Freagulf veía la escena desde una posición segura entre los arboles. Su intención era buscar a Temudyin y junto a el recoger sus cosas y marcharse, a su hogar, a Burh Marlinge y cumplir su misión, informar del avance del enemigo desde el este y de la situación que se les venia encima, a poder ser con Temudyin, par que este pudiera contar mas detalles.