Partida Rol por web

-Escucha viejo- comenzo Alek tratando de ser razonable-. Todo el puto lugar es usado para experimetar. ¿Entiendes? Usan a las personas como conejillos de indias, les meten tubos, jeringas y los cortan en pedacitos. Ya soy feo asi como estoy, si me hacen eso estare peor. Por eso nos vamos, asi que saca esa mierda de arma de mi rostro de una puta vez. Ya se estan disparando por aquel lado y no tengo idea de porque, no me quedare a averiguarlo tampoco...

Todo lo que dice Alek es cierto... al alcalde le dan igual nuestras vidas, no duda en secuestrar para coger conejillos de indias ni en mandar a un grupo de personas sin conocimientos de lucha a un supermercado zombie...no podemos seguir aquí!! vente con nosotros doctor Marco

Yo... yo ya no entiendo nada - el doctor se derrumba y comienza a llorar desconsoladamente. Sigue sujetando su arma pero ya no os apunta con ella - ¿Por qué todo se ha vuelto tan complicado? Yo... ya no se en quien creer...

EL tercer hombre bloquea el ataque de Jonn pero antes de que pueda reaccionar, Hernán le encañona con un arma y este no tiene mas remedio que quedarse inmóvil. Los otros dos tipos se encuentran en el suelo, inconscientes.

En ese momento, de entre las sombras surge San Lorenzo exclamando: ¿¡que ocurre aquí!?

-Piensa, no eres estupido- aunque lo pareces-, asi que te daras cuenta que la gente desaparece y no es por los putos zombis. Nosotros nos iremos, puedes venir o pegarte un tiro. Como prefieras, entenderas que nosotros queremos vivir porque tenemos lo huevos para decidir eso. Por mi puedes hacer lo que quieras, mientras que no te entrometas en mi camino. Dejamos esta mierda- eso si no depende nuestras vidas.

Queria largarse de alli cuanto antes y el doctorcito estaba complicando todo. Odiaba ver llorar a un hombre, le daban ganas de golpearle el rostro y gritarle "Reacciona maricon" pero se contuvo por la doctora.

Me acerqué al doctor Marco despacito, extendí la mano derecha hasta tocar su brazo derecho, despacito y con dulzura. Doctor, sabes que es cierto lo que te contamos, o es que no te acuerdas de lo que me dijiste el otro día en el hospital? de las chicas jovenes que desaparecian misteriosamente.... por favor doctor... no tenemos por que sufrir esto y estar aquí...vente con nosotros....encontraremos un lugar mejor. o es que acaso crees que este es el único pueblo en pie? seguro que hay más... me acerqué un poco más con cuidado y con dulzura y muy despacito intenté cogerle el arma. por favor Marco, suelta el arma y vente con nosotros.

Marco parece calmarse, se guarda la pistola y observa a Emmy con una mezcla entre admiración y agradecimiento en la mirada.

Es... está bien, iré con vosotros. Pero ¿como saldremos de aquí? ¿Tenéis algún plan?

-Claro- dice Alek sarcastico-. Tomaremos lo que podamos, pasaremos por decenas de guardias armados para internarnos en un mundo lleno de zombis hambrientos. Pero nos hace falta un vehiculo para eso...

Estan perdiendo el tiempo, de seguro el escandalo que se escuchaba debia estar en todo su apogeo, asi que lo mejor seria mover el culo y largarse alli. Si podian salir, siempre habria posibilidades de encontrar a los demas. Eso si sobrevivian. Sertia utiles pues tenian las armas y algun vehiculo. Entre los dos grupos seria mas vivir, o eso creia.

-¿Tiene algo que tenga mas de dos ruedas? ¿Una ambulancia? ¿Un coche para bebes? ¿Algo?

Aprieto el hombro del doctor Marco con cariño. tranquilo doctor, pronto entenderá el humor amargo de Alek. miro a Alek con cariño, de hecho me empezaba a caer bien, incluso empezaba a hacerme gracia su humor. Tenemos ya medicamentos y comida, nos hace falta un vehículo. sabes donde podemos encontrar uno? le pregunto al doctor.

Hernán dispuso el dedo indice para silenciar al sacerdote. No sabía bien que hacía ahí pero no quería que mas gente los oyera.

Acercó mas el cañón del arma hacía aquel tipo y se acercó por su espalda y le susurró al oído, mas por que no lo oyera blasfemar el cura que por otra cosa.

- Veamos pendejo hijueputa! Que chingada estaban haciendo ahí detrás... - preguntó en tono amenazante.

El hombre al que encañona Hernán se pone muy nervioso, parece incluso que esté a punto de llorar.

Os... os diré todo lo que queráis... Yo... yo no tengo la culpa... me envía la Corporación... ¡No me matéis, por favor!

No... no tenemos ninguna ambulancia - dice el doctor con tono serio, aún no parece muy centrado - el alcalde... el alcalde tiene un coche detrás del ayuntamiento. Probablemente sea el mejor coche del pueblo. Deberíamos intentar hacernos con el... A menos que se os ocurra algo mejor, no se...

La mirada de la doctora lo puso intranquilo, confiar en alguien era malo, pero que encima dependa de ti ya era peor. La ultima persona que dependio de él fue su ex esposa y esperaba que ahora sea un putrido zombi. Aunque la doctora no era una arpia como ella, tampoco buscaba dinero, solo queria hacer el bien.... meta estupida segun le criterio de Alek.

Acercarse a donde estaba el alcalde era el menor de sus deseos. Pues de seguro la pelea se estaba desatando alli, notarian a tres personas que llegaba para dar una vuelta con el auto del alcalde. No. Deberian encontrar otra forma de salir.

-No tiene que ser el maldito mejor auto del pueblo, me conformo con que nos pueda sacar de aqui- aunque con el maldito mejor auto del pueblo las cosas serian mas faciles...-. Escuchen- dijo tratando de mostrar tal cual él veia las cosas-. Donde esta el alcande se esta cociendo algo grande, si nos acercamos de seguro terminaremos con una bala en el craneo. Propongo buscar otro auto y largarnos por el lado contrario a los disturbios.

Alek tiene razón, tenemos que buscar otro coche, el del alcalde es demasiado peligroso. miro a mi alrededor en busca de otro vehículo, estabamos tardando demasiado tiempo y teniamos que salir de ahí lo antes posible.

Empezaba a pensar que buscar un vehiculo era una perdida de tiempo, desde que todo empezo, los autos y cosas asi eran un bien tan valioso como los medicamentos, armas y comida. Tal vez huir a pie se convertiria en su unica salida...

-Estamos muertos- se dijo el electricista si esa era su unica opcion. Tenian que encontrar un auto a como de lugar, pero tal como penso, era mas facil quedarse tirado en el suelo y esperar que la muerte viniera a por él-. Gracias Dios, se que te gusta darme aun mas razones para que te ame.

Miro al medico, tenia pinta de derrumbarse de un momento a otro.

-¿Por que nos seguiste?

- A quien estabais golpeando? - siguió increpando a aquel hombre. Señaló con un movimiento de la cabeza hacía el lugar de donde habían venido.

Aprovechó para sacar la cabeza y mirar a ver si había aún mas hombres ahí o si se veía algo mas.