- ¿De teletransporte? – pregunto incrédulamente. Espero que no se crean todas las patrañas que se dicen por ahí… justo cuando parecía que tenía unos compañeros objetivos y razonables…
- Creo que de todas formas deberíamos dejar esto para el final, sea lo que sea…- digo omitiendo mis dudas acerca de la veracidad del teletransporte o cualquier cosa de índole mágica. A pesar de lo que he visto, y de que Olmer parece describir algo similar… la explicación más lógica sería algún tipo de droga que hayamos asimilado, ya sea por respirar o por contacto al tocar algún objeto de la habitación.
- Debemos darnos prisa y avanzar al siguiente piso… no hay que darles más tiempo para que se preparen. – urjo a mis compañeros.
—Si, estoy con Kellemport debemos continuar la investigación y reducir a los celadores violadores cuanto antes.
¿Los demás estáis de acuerdo en seguir explorando el edificio o preferís intentar usar el portal?
- No tocaría esos símbolos por nada del mundo... -dice con una media sonrisa -continuemos con el "tour" como dicen los franceses.
-Muy bien, sigamos...-digo, mirando con desconfianza aquellos símbolos. En Groenlandia ya tuve brujería suficiente, y parecía que aún iba a encontrar más.
Abandonáis el hallazgo, teniendo el buen tino de dejar el compartimento secreto tal y como estaba. Quedan más cosas que hacer en el manicomio antes de jugar con secretos arcanos que están más allá de la comprensión humana.
Subís las escaleras. Todo parece tranquilo en el pasillo, la mancha de sangre y babas frente a la cocina empieza a dejar de estar fresca. No se oye nada salvo algún grito ocasional de los locos de arriba. Parece que tenéis vía libre para explorar, aunque nunca se sabe si hay alguien espiando tras alguna puerta, o escuchando a través de los tubos acústicos.
El plano que se muestra ante vosotros está compuesto de la siguiente manera:
Hay un pasillo largo que se extiende de este a oeste y que se corta en el extremo oeste para dar lugar a un doble pasillo. La planta del manicomio tiene forma de L y estáis en la parte más larga.
En la parte sur del pasillo principal, de este a oeste:
B20: Comedor del servicio
B21: Sala de reuniones del servicio
B22: Habitaciones del servicio
B1: Recepción
B15: Despacho de Freygan
B13: Despacho de Bristol
Pasillo que corta de forma perpendicular al principal.
En la parte norte del pasillo principal, de este a oeste:
B19 —dentro del comedor—: inexplorado.
B18: Cocina
B17: Servicio de señoras
B16: Servicio de caballeros
Escaleras del sótano
B2: Armario
B3: Trastero
B4: Sala de exploración
B5: Electroterapia
El pasillo referido.
En el extremo oeste, como decía, el pasillo principal se corta por otro pasillo que se extiende de norte a sur. En ese mismo orden, tenéis pegados al oeste:
Escaleras que llevan al primer piso, cerradas por una puerta blindada.
B7: Inexplorado.
B8: Inexplorado.
Al sur de estas dos habitaciones la puerta blindada que inquieta a Kellemport.
Susurrando comento.
—Probablemente Freygan no tenga en su despacho nada incriminatorio, pero un vistazo más profundo si que le podemos echar.
—¿Nos distribuímos o vamos en parejas?
- Como mínimo en parejas... estos tarados son muy resistentes.
Ni loco me aventuro a solas en eses habitaciones.
- Somos seis... hagamos tres grupos de dos. Unos a revisar el despacho de Freygan, otros al despacho de Bristol y el último grupo que vaya adelantando y explorando aquella zona. - digo señalando unas habitaciones aún no exploradas*. - Diría que lo mejor es que vaya uno con Olmer, otro con Palance y otro conmigo... Escojan como quieran. - intento usar el sentido común... dos detectives experimentados y un tipo grande para hacer de punto fuerte de cada equipo.
*B7 y B8
- Me apunto con el señor Palance para echar un vistazo en alguno de los dos despachos, ya saben, lo mío los libros. Propongo ir al de Bristol a ver si hay suerte. ¿ Qué opina Palance?
-Me es indiferente con quién ir-digo, encogiéndome de hombros, a la espera de que se formen los grupos. Sólo espero que no acabemos lamentando el hecho de separarnos.
Los grupos se conforman de la siguiente manera: Olmer y Collins al despacho de Freygan, Palance y Steiffen al despacho de Bristol y Kellemport y Marlowe a los cuartos sin explorar. En cualquier caso, tanto el despacho de Freygan como el de Bristol están cerrados con llave, algo hay que hacer al respecto.
Me adelanto con Marlowe hacia la zona de las habitaciones inexploradas. Cuanto antes las investiguemos, antes volveremos con el resto. Me preocupan los celadores sueltos por el hospital... estoy seguro de que nos causarán problemas.
Por si acaso aferro bien la pala y voy con cuidado de dónde piso...
a B7 primero, luego a B8
—Vaya, los despachos están cerrados, podría intentar abrirlos, pero creo que lo más rápido es buscar las llaves. Podrían estar en el escritorio de la recepcionista, pero yo no haría ruido delante de esos tubos... a saber quién está a la escucha tras ellos.
—¿Les parece que busquemos primero las llaves en las zonas accesibles?
-Supongo que será mejor que forzar la cerradura, aunque a éstas alturas, ya no importe demasiado...
Entráis en lo que parece un dormitorio. En la pared hay un espacio que parece haber sido concebido para colgar una escopeta, pero ahora no está en su sitio. Junto a la cama hay una caja llena de piedras, son perfectamente esféricas, de color negro y el mineral del que están hechas os resulta bastante extraño.
—Perfecto, uno de esos cabronazos nos va a dar una calurosa bienvenida —dice Marlowe mientras examina el espacio de la escopeta.
- Revise eso. – indico a Marlowe. – Yo le cubro. - No dejo de apuntar en todas las direcciones mientras reviso la estancia. Apoyo la pala en la pared y saco mi revólver… si hay alguien armado con una escopeta cerca no tiene sentido el sigilo.
Cubro las posibles entradas y salidas de la estancia por si aparece alguien armado, y también los posibles sitios donde pueda haber alguien escondido dentro de la estancia. Dispararé primero y preguntaré después (con cuidado de que no sean nuestros compañeros claro!)
- ¿Por qué no intentamos abrirlos sin más? vamos a perder mucho tiempo buscando las llaves y no se lo tomen a mal, pero ya la hemos liado bastante como para preocuparnos ahora de un par de cerraduras...
Tras revisar concienzudamente la estancia podéis ver que no había nadie esperándoos ni en el armario, ni bajo la cama. No hay nada más de interés. Sin embargo, sabéis con certeza que uno de los celadores al menos lleva una escopeta, esté donde esté.
Ya no se oyen los ruidos que había tras la puerta blindada, lo cual también resulta inquietante.