Partida Rol por web

Leinad, gracias a su "aparatito" había podido advertir que eran tres bichos los que venían, y los lugares por los que aparecerían. Estaba satisfecho con ello, pero ahora empezaba el trabajo. Con un leve gesto de un dedo comprobó que el selector pasaba a modo automático y disparó la ráfaga que marcaría el inicio de su función como Caballero Gris, luchar contra demonios. Mientras los telémetros de su casco indicaba como tenía que disparar, se limitó a seguir las indicaciones y pulsar el disparador de su bólter. Además, observaba en el dispositivo de HUD el estado de salud de sus compañeros. Sabía que era pronto, que nadie se había visto afectado, pero era su costumbre. "Cuidad de los demás".

Sin aspavientos y frases de ánimo a los demás, o cualquier cosa así, asépticamente, hizo lo que se esperaba que hiciera. Luchar.

Ahora empieza la misión, Trebek había sido de los primeros en darse cuenta que había algo ahí fuera. El hermano Leinad, había identificado que se trataban tres criaturas y no supimos de qué se trataban hasta que salieron de la espesura de la selva pero el escuadrón ya las estaban esperando.

Wolfram y Leinad se habían arrodillado, mientras Cole y Korvin cubrían los flancos. trebek se había quedado de pie con el bolter pesado preparado. En cuanto apareció la primera criatura, descubrieron que eran perros demoníacos, posiblemente de Khorne por el color de su piel, pero a Trebek no le importaba se trataba de un enemigo que los había ido a interceptar. Trebek no dudó, levantó el bolter pesado y apuntó a la criatura que apareció por Triple Cero y tiró del gatillo. 

Trebek observó cómo la primera bala en disparar salía despedida girando sobre su propio eje, como si de un taladro se tratara y se precipitaba a una velocidad demoníaca hacia su objetivo.

3 + 4 + 4 = 8
4 + 5 + 9 = 14
7 + 5 + 8 = 15
1 + 9 + 9 = 18
6 + 1 + 3 = 9
10 + 10 + 3 = 24
6 + 2 + 2 = 8
7 + 8 + 4 = 15

No eran dos, si no tres los engendros disformes que se disponen a atacarnos. No tenemos tiempo apenas de preparar una defensa con lo que confiaremos en los elegidos del Emperador para repeler esta primera prueba. Las palabras de alabanza de mis hermanos son suficientes para hacer frente a la calamidad. Con la espada en la mano me preparo para recibir al enemigo mientras le devuelvo el fuego sagrado a través de los disparos de mi bolter de muñeca. 

Si el Mastin atacase antes que yo, usaría el teleport como reacción a su ataque y atacaría con la espada cargando contra él, pero si ataco yo primero, uso el bolter y mantengo el teleport como reacción al ataque de ls criatura disforme. Si al atacar después, ataco cuerpo a cuerpo y me sobra media acción, usaría el escudo de posibilidad.

Orden de iniciativas: Wolfram: 14, Leinad: 13, Trebek: 13, Mastin 1: 13, Mastin 3: 12, Zorael: 11, Mastin 2: 9, Cole: 8, Korvin: 7

Los cuadrúpedos escarlata aullaron antes de lanzarse a la carga, pero ni que decir tiene que les estabais esperando. Vuestros bólteres rugieron entonces como si de una fortísima tormenta se tratase, mezclándose con los guturales ladridos y heladores aullidos de vuestro trío de enemigos…

Arrodillado, situado al frente de vuestra escuadra, el tecnomarine alabó al Dios-Máquina para que no le fallara en este momento de necesidad,  y su bólter fue el primero del grupo en ser disparado, seguido poco después del arma pesada de Trebek, que barrió la zona norte con su enorme cadencia de fuego.

En un vano intento de evitar los disparos que se cernían sobre él, el mastín del caos realizó un salto tratando de esquivarlos, pero fue inútil y su escamoso cuerpo acabó siendo acribillado por más de una docena de proyectiles. Ni siquiera su demoniaca resistencia le permitió aguantar tal cantidad de daños, y su cuerpo quedó convertido en un amasijo sanguinolento que, antes de que pudierais abrir y cerrar los ojos, se había convertido en un montón de polvo que poco después sería arrastrado por el viento.

Por la zona oeste, Leinad apretó rápidamente el gatillo y su bólter storm llameó lanzando una rápida ráfaga de balas que surcaron el claro boscoso silbando muy cerca de Cole. El sabueso al que disparaba también trató en vano de esquivar los proyectiles, pero finalmente los disparos del apotecario se impusieron. Aunque la resistencia del demonio absorbió gran parte del daño, no pudo aguantar la andanada de disparos y claudicó, con numerosas heridas de bala por todo su cuerpo. Para cuando el disparo de Cole impactó en la criatura, el mastín estaba ya más muerto que vivo, tras lo cual acabó convirtiéndose también en polvo.

En la zona este, mientras tanto, Zorael se concentraba para lanzar un trío de poderosas bolas de energía contra el mastín que se lanzaba sobre ellos, pero su poder, inexplicablemente, no surtió efecto pese a que el psíquico estaba seguro de que lo había canalizado con éxito.

Extrañado, el bibliotecario no pudo sino apretar el gatillo esperando que fuera suficiente para evitar que la mole de músculo cargase contra Korvin, y justo cuando éste último salía de su fallida concentración y se disponía a descargar su bólter sobre el demonio, que por otro lado estaba cada vez más próximo, el cartucho disparado por el bibliotecario impacta en una de las patas de la demoniaca bestia, amputándosela. Un milisegundo es lo que tarda Korvin en disparar a la agonizante criatura, que se convierte en polvo al instante…

Tras nuestras andanadas sólo qieda polvo y un leve momento de silenciosa victoria. Los engendros disformes caen abatidos sin remedio. Un gran trabajo conjunto que significa nuestro primer paso comi escuadra de ataque a servicio del Emperador. Asiento con la cabeza, no puedo hacer otra cosa, si todos los combates venideros son desempeñados de igual forma que esta pequeña puesta a punto. Los seguidores del caos temblarán al sentir nuestra presencia.

-Un trabajo digno de los sirvos del emperador. Bien hecho, hermanos.

Tenemos las coordenadas objetivo, es momento de triangularbos y obtener la ruta. No va a ser muy difícil, teniendo en cuenta los puntos conflictivos de autóctonos que debemos evitar, dudo que no seamos capaces de obtener una ruta rápida hacia el objetivo y al menos una secundaria, que nos asegure evitar llamar la atención el tiempo necesario como para acercarnos a la Sororita corrompida, y pillarles desprevenidos.

-Deberíamos buscar una ruta que rodee un poco las posiciones enemigas. Nos servirá para evaluar al enemigo y para pillarles desprevenidos.

- Os encontráis todos bien, ¿Verdad? -Os pregunta el Justicar, mirando hacia cada uno de vosotros-. habéis hecho un buen trabajo. Pero no os confiéis. Estos eran sabuesos. Saben que estamos aquí, y sólo nos están tanteando...

La batalla se resuelve en cuestión de segundos, no más de diez, según la impresión de Trebek. El cuadrúpedo al que había disparado prácticamente había estallado en cuanto le alcanzaron los disparos. Los demás habían eliminado a sus objetivos. El hermano Angron es el primero en hablar tras el breve combate: propone encontrar la ruta que rodea la posición enemiga. buena táctica, permite observar al enemigo, saber su número y planear un ataque preciso sobre él. 

Trebek permanece atento a la conversación. A continuación habla el justicar Leehan, felicitándonos por el trabajo pero manteniendo el estado de alerta en todos. En ese momento Trebek saca el áuspex de su cinturón y lo enciende para buscar más signos de vida en las cercanías. 

Decepcionante. No lo puedo calificar de otro modo. El primer contacto con el gran enemigo no ha requerido más que algunos disparos. Salvo que pretendan dejarnos sin munición antes de mandar enemigos de verdad, cosa que sería inteligente, no van a lograr nada.

-Saben que vamos. No es mala idea averiguar de que fuerzas disponen pero...pueden atravesar la disformidad. Podemos no ver nada y encontrarnos con enemigos igualmente al llegar. Y cuanto más tiempo les demos más posibilidades de que nuestro objetivo se prepare mejor. Hay que tenerlo en cuenta para no relajarnos.

Buscar un equilibrio entre valorar la amenaza y lanzarnos de cabeza.

Apenas unos segundos habíamos necesitado para terminar con las bestias que nuestros enemigos habían lanzado sobre nosotros. Nuestra voluntad y la munición bolter habían sido suficientes para devolver a esas criaturas al infierno aullante de donde habían escapado.

- En perfecto estado. Hemos trabajado como uno y en eso ha residido nuestra victoria.

Ahora tocaba volver a ponerse en marcha, pero con mucho mas cuidado....si ya sabían que íbamos estarían preparando sus posiciones para acabar con nosotros. No había preocupación en mi por este sentido, pero me dolería no poder terminar con la misión si una bala perdida acabara con la vida de la Sororita renegada.

Leinad había estado a punto de levantarse para rematar con el cuchillo de combate a los monstruos que les había esta "breve visita", pero al haber sido tan fugaz no les había dado tiempo a sacar el té y las pastas. Reía por dentro con su broma mental y tras incorporarse testeó el estado de todos en un Data Link. A alguno le había subido un poco el pulso y poco más. Bueno, al bibliotecario ... algo más que a todos. No sabía si era por la tensión de su poder, por el esfuerzo de la disformidad, o por haberlo tenido tan cerca, pero no era alarmante. Todos perfectos, y ninguno daba muestras o síntomas que aparecieran en sus datos. Lo que más temía el apotecario era un problema químico de sus cuerpos, ya que para un Caballero Gris, solía ser fulminante, si no era atendido de inmediato, pero también era una extraña posibilidad que ocurría cada muchos años. Le habían enseñado a contrarrestarlo, pero jamás lo había practicado. Eran tan raros los casos, que lo temía por no haberlo practicado jamás, no por otra cosa.- Justicar todos al 100%. Contestó al líder de la pequeña unidad.

Habían encontrado una patrulla de exploradores, y en un ataque coordinado, eso quería decir que algo les había avisado, fuera el teletrasporte o algún batidos en la jungla que atravesábamos. Estaba de acuerdo en que ya sabían que estábamos aquí, y además, ahora, lo más fácil era mandar "manadas" de los salvajes locales. Por eso quería poder tratar con ellos, para no tener que exterminarlos. Igual no están corrompidos por la disformidad, pero el caos tiene más herramientas, y una es el engaño.

Puso el arma en posición de marcha, pero como antes, lista para repeler fuego. La formación, de estos hermanos tan disciplinados, no se había alterado. Había sido tan rápido, que el apelativo había de ser fugaz. No les había dado tiempo a moverse, y con esta premura, seguían en el mismo sitio. Dos incluso nos habíamos arrodillado para hacer fuego, pero ... ya tendrían otras pruebas mayores que esta.

- Listo para continuar. informó al líder y a la unidad, para que comprobasen que por su parte podían seguir avanzando.

Con todos vuestros sentidos puestos en aquello que os rodeaba, avanzásteis a través de la frondosa selva salvaje sin que nada ni nadie os saliera al paso ni apareciera tampoco en vuestros escáneres portátiles. Tras llegar hasta la linde del bosque, ante vosotros se abrió un extenso y amarillento prado que finaliza en lo que parece ser un mar o un océano. Ese era el ruido que escuchábais a medida que os acercábais y que os recordaba a los truenos de una tormenta, y es que en realidad no era otra cosa que el ruido del mar rompiendo contra las rocas.

Desde la distancia descubrís que la Basílica de Santa Mina es un antiguo edificio gótico de aspecto señorial, grande y vistoso, pero que, sin duda, tuvo tiempos mejores. Está situada justo al borde de un escarpado acantilado que da paso a un embravecido mar cuyas olas chocan con dureza contra la pared rocosa, y a su alrededor hay esparcidas diferentes construcciones, de tamaño menor y seguramente construídas a posteriori, tan descuidadas o más que la propia basílica y que a día de hoy no son más que muretes ya derruídos o fachadas a punto de caer.

Por su apariencia externa podéis deducir que posee una amplia nave central, junto con dos grandes torres gemelas en la parte frontal, que harán las veces de alas secundarias. Lo que antaño debían ser grandes vidrieras de colores, situadas a media altura del edificio principal, ahora no son mas que cristaleras oscurecidas por el polvo, la suciedad y el paso del tiempo. Un gran número de gárgolas de piedra decoran también su desgastada fachada, y con sus gestos burlones parecen estar riéndose del lamentable estado de esta otrora gran casa en honor al Dios-Emperador.

Un gigantesco jardín, de cientos de metros tanto de ancho como de largo, da paso a la entrada principal, que es una gran puerta de doble hoja de aspecto pesado situada justo al final de una amplia y alta escalinata. Ésta ha sido mancillada y, con lo que parece ser sangre, se ha dibujado un símbolo sobre sus amplias hojas.

La vegetación se ha ido abriendo paso con el tiempo, y donde antes habría un amplio corredor, al que llegaban numerosas bifurcaciones que recorrían todo el lugar en forma de senderos sinuosos, ahora sólo hay matas y malas hierbas, tan altas que a un humano le llegarían hasta más arriba de las rodillas. Las estatuas que antaño decoraban el vergel ahora, o bien se han desmoronado por las inclemencias del tiempo, o son pasto de densas enredaderas salvajes que dificultan en gran medida ver qué hay bajo ellas, y los grandes árboles dispersos por la zona se han ido convirtiendo progresivamente en retorcidas sombras de lo que antaño realmente fueron. En definitiva, por extraño que parezca, el edificio parece que hace tiempo que no está habitado por el Adepta Sororitas...

Tal es así, que no sólo no hay atisbo de Hermanas de Batalla en la zona, sino que la escena que presenciáis frente al edificio dista mucho de ser "Imperial". Justo en frente de la puerta de la iglesia, dos grupos se encuentran frente a frente: Por un lado, tres Marines del Caos armados con espadas sierra y bólteres, junto con un Tecnohereje, secundan a la que es vuestro objetivo, Hela'lith, la Gladiadora, mientras que por el otro hay un grupo de cinco bípedos demonios con largas lenguas y bocas babeantes, armados con unos mandobles oscuros y de aspecto amenazador, y cuya piel parece estar bañada en sangre, acompañados todos ellos por un trío sabuesos como los que os atacaron.

En principio, aunque no oís nada, parecen estar discutiendo, y entonces uno de los demonios, el más alto y fuerte de todos ellos, seguramente su líder, da un paso hacia delante y, sin dudar, empala el pecho de Hela'lith con su espadón.

La mujer cae al suelo, deslizándose a través de la ensangrentada hoja a causa de la fuerza de la gravedad, en tanto que el resto de demonios saltan hacia delante buscando la sangre del resto del grupo, pero el demoniaco líder parece darles el alto con un ininteligible grito y, una vez todos paran antes de convertir el lugar en un baño de sangre, levanta al tecnohereje de la solapa, pues estaba en el suelo aplastado por uno de los mastines, y lo lanza contra las escaleras mientras señala hacia el interior del edificio con su dedo índice.

Sin mirar atrás, visiblemente acojonado, el miembro del Mechanicus Oscuro se pierde en el interior del edificio.

Tras ordenar algo, los demás demonios empujan hacia el interior a los Marines del Caos, mientras que el líder demoniaco, en un repugnante acto que haría echar la papilla a cualquiera, comienza a devorar la cara de la ex-Sororita mientras ella aún está con vida y consciente, hasta que, cosa de los mastines del caos, sus extremidades son arrancadas, es desmembrada por completo, y sus gritos se apagan...

Dejando a sus perros tumbados, arrancando carne y fracturando huesos, en definitiva, devorando su presa, el demonio se alza, se relame la cara con su enorme lengua y seguidamente lame la hoja de su chorreante espada. Tras golpear "cariñosamente" los lomos de sus bestias, la criatura disforme asciende las escaleras en dirección al interior de la basílica y desaparece tras sus puertas.

- Las reglas del juego parece que han cambiado -Comenta vuestro mentar por el vox del comunicador mientras afianza con fuerza el mango de su alabarda-. Va a ser que no podremos llevarnos a Hela'lith de vuelta, al menos no de una pieza, pero tampoco podemos permitir que esas desagradables criaturas campen a sus anchas...

Tras unos segundos en silencio, vuestro líder vuelve a hablar:

- Se me ocurren algunas formas de enfrentarnos a este desafío -Os dice el Justicar, poniendo de manifiesto su intención de seguir adelante con la misión-, pero me gustaría escuchar vuestras ideas. ¿Qué decís? ¿Algo ronda vuestras cabezas?

La misión fracasada casi antes de empezar. Perfecto bautismo de fuego...aunue no sea culpa nuestra. No hemos hecho nada mal.

-Cole y yo saltamos sobre los mastines para destrozarlos. El ruido atraerá a los de dentro que, al salir por la puerta que han entrado serán un blanco perfecto para el aparatito de Trebek y los bolteres tormenta del resto de la escuadra. Por si acaso tuviesemos algún problema, Cole y yo, el hermano bibliotecario Wolfram podria apoyarnos contra los mastines. O usted, justicar. Pero aunque se revuelvan en realidad los podremos manejar, la clave es destrozar lo que salga por la puerta antes de que tengan opciones de nada.

Eso, claro, si no hay más enemigos en las ruinas que no veamos. Si es así...estamos entrenados para reaccionar, justicar.

Aunque Korvin no saca nada en claro de los demonios bípedos, tras la refriega anterior recuerda que los sabuesos que os atacaron son Mastines de Khorne, perros de presa creados para cazar a los cobardes, traidores e insensatos que hayan ofendido al Dios de la Sangre, o a los que Él crea conveniente. Son rastreadores infalibles y cazadores despiadados.

Uno de los rasgos más característicos de un Mastín de Khorne es el gran collar de bronce de su cuello, capaz de debilitar y hasta absorber la energía disforme de los ataques psíquicos.

La majestuosidad que haya podido tener el algún momento del pasado la eorme catedral se ha difuminado igual que la silueta de la misma entre la vegetación. Es posible que en apenas unos cuantos siglos más toda la catedral sea pasto de las enredaderas y se pierda para siempre de la vista. Una verdadera pena, y una constatación de lo que en reaidad ocurre en el universo. Todo mal se cierne sobre nosotros, como un bosque tratando de recupersr el terreno a la acción del hombre. Pero, a diferencia de lo que a aquella mega construcción ocurre, nosotros prevaleceremos. Y un hecho que relata nuestra victoria es la escena que se dibuja frente a nosotros, en plenas filas enemigas.

Es una gran casualidad que nuestra misión sea extraer a la Sororita renegada y que veamos como el enemigo da buena cuenta de su herético cuerpo. La enpalan y despedazan en cuestión de segundos mientras al tecno-hereje se lo llevan al interior de la catedral después de dejarle bien claro quienes dan las órdenes allí. La simple vileza del acto en sí nublaría la razón a cualquiera, pero la repugnancia de lo que hacen al cuerpo de la herética haría vaciar el estómago al hombre más corpulento. Y todo parece indicar que lo hacen para evitar que la reconozcamos. Seamos sinceros, no creo en las casualidades, por lo tanto, un líder superior a la Sororita está manejando lo que esté pasando aquí. Apostaría mi asignación anual a ello. Por muy caóticas que sean las filas enemigas, nadie se mata y mutila de esa forma sin una razón aparente. Y menos de forma tan estudiada.

El justicar Wulfric nos pide, después de señalar que sabe cómo podríamos enfrentarnos al desafío que tenemos delante, que le diganos cómo nos enfrentaríamos a lo que puede que tengamos delante. Una pregunta trampa que no tiene una respuesta acertada, si no que tiene muchas vías de escape que pueden acabar en tragedia. La intervención de Korvin, desde mi punto de vista, no es la mejor para esta situación, porque creo que hay otros elementos a tener en cuenta. Micho más en nuestra situación actual, cuando acabamos de ver cómo aniquilan sin ningún tipo de pasión, a nuestro objetivo.

-Yo no entraría al ataque. Si jugamos bien nuestras cartas no nos iremos con las manos vacías de esta planeta salvaje olvidado de la mano del Dios-Emperador. -Espero haber captado la atención de todos mis hermanos, pues su opinión me importa. -El tecno-hereje puede saber tanto o más que la Sororita renegada. Lo que me parece una coincidia sospechosa es que la hayan matado, tratando de dejarla irreconocible. Que sepan que vamos me indica que pueden intuir cual era nuestro pbjetivo y que hayan metido al caótico renegado al interior me indica que es posible que inicien sus rituales con prisas. Y lo más inportante, que hay un líder fuerte e implacable ahí dentro.

Tras poner los antecedentes de mi visión dejo unos segundos para que puedan hacerse una idea clara del escenario que tengo en mente. Y una vez considere que lo tienen, prosigo.

>>Usaría la sorpresa, pues no creo que salgan aunque acabemos con sus perros. Creo que debemos colarnos en la catedral, observar el interior con detenimiento, tenemos arneses y otros medios con los que buscarnos una entrada, y buscar posiciones de ventaja. Una vez lo hayamos conseguido, valoramos lo que hay en el interior e iniciamos un ataque controlado que acabe con la captura del tecno-hereje. Lo desproveemos de sus injuriosos inplantes y su armadura mancillada y nos lo llevamos tras purificar la zona. Esa es mi idea.

Habíamos llegado a nuestro destino, mucho distaba de un asentamiento funcional de las Hermanas Sororitas. El templo estaba en un estado deleznable y las plantas habían reclamado lo que anteriormente había sido obtenido por el poder de la ingeniería humana. No tenemos tiempo de deleitarnos estudiando este antiguo símbolo de la Fe Imperial, el caos se ha hecho carne aquí y no solo eso sino que ha traído a hermanos mancillados hasta este lugar.

El caos funciona como funciona y al final un aliado termina siendo un enemigo, uno de los demonios "el jefe" se vuelve contra la sororita renegada que venimos a atrapar y la despedaza sin miramientos con la ayuda de dos mastines. Sin la absolución por parte de la Inquisición ese alma estará en el inmaterium siendo devorada por los mismos dioses a los que dio su voluntad.

- Es un desafío....lo que ha hecho en nuestra presencia es solo eso, quiere atraernos al interior. El demonio podía haberla matado en cuanto fue convocado. Esto tiene un sentido, perverso y oscuro...pero no lo sabremos hasta que entremos.

Añado estas palabras a lo ya dicho por poner otro peón en el tablero sobre el que tengan que pensar mis hermanos mas combativos, mi interior gritaba por ir detrás de esas infames criaturas y obsequiarles con la luz del Emperador o con munición bolter según como ellos quisieran. Mientras el hermano Korvin plantea un ataque frontal y esperar que los demonios respondan a este, el hermano Cole propone el subterfugio para obtener incluso en el desastre, un premio. 

- El hermano Cole tiene razón ese hereje humano o uno de los abandonados de la luz del Emperador podrían ser útiles para desentrañar la razón que nos ha traído hasta aquí.