Partida Rol por web

Tras que lo ayudaran de salir de allí, vuelve a desaparecer junto a la oleada de peluches. Luego vuelve hacia abajo, con unas gafas oscuras y la chupa en la boca. Se coloca en la barra, apoyado como todo un señor. Con la mano que no está apoyada en la barra, se pone las gafas hacia arriba, y se quita la chupa

-Detective Ernesto Díaz... Conocimientos en psicología y en investigación.. Curtido en casos de secuestro de peluches.. Mis últimas investigaciones me hicieron tener que aprender a abrir puertas.. Pero...No pude terminarlo..

Miró hacia su alrededor, bajó la voz y se acercó mas a ellos.

-Guardad vuestros peluches... Puede estar aquí... Tengo que encontrarlo...

Sacó del bolsillo de la gabardina una lupa y comenzó a mirar el suelo, como tratando de buscar una pista.

Si estáis de acuerdo los otros dos nombres los asigno al Centro de mando Alfa-lfa. (Ernesto Diaz)  y los suburbios End-la (El Xavi Min) y solo falta un nombre para el barrio corporativo.

Jefe, el mio es End-la

Sesamo negro o blanco???? 

Mhuahauahau

Mejor ponganle plaza oregano.

Ya están.

 La escena se ve interrumpida por golpes en la puerta. "Toc toc"..."TOOC TOOC" "TOOOOOOOOC TOOOOOOOOOOOOOOC!! PLUMMM!!!" - se escucha mientras la puerta sigue intacta. lo siguiente que se escucha es una ráfaga de disparos a la cerradura, y la puerta humeante cae hacia dentro de la sala, dejando ver a un niño de diez años vestido de camuflaje con dos pistolas semiautomáticas.

- Perdonen, ¿es aquí eso de la resistencia? - en ese momento los ojos desorbitados miran los peluches, y sin más, devuelve las pistolas a sus respectivas fundas, sonríe y coloca la puerta en su lugar de nuevo, aún humeante. - Parece que sí, un pepsi boom, señor - digo mirando al tipo detrás de la barra mientras trepo por el taburete - Hola, soy Silvestre Esrodilla - digo sonriente con mi vaso de pepsi en la mano.

Cuando el nuevo integrante que resulta ser el niño volador de puertas se pone al lado, cojo una barra de choped y le doy una colleja con la barra de choped.

Pero tu eres tonto niño, ¿no te han enseñado que disparar a las puertas es malo?, pues ahora lo arreglas tu eh.- Digo volviendo a mi botella de whisky.