Partida Rol por web

31 de Octubre, Halloween.

El gran día ya ha llegado. Es un miércoles frío de Octubre y ya los días se van haciendo más cortos. La lluvia matutina moja los terrenos de Hogwarts mientras los ánimos están por las nubes. Y es que esa noche va a haber fiesta después de la cena. Una fiesta legal y a la que todos pueden ir. Es más, pueden ir disfrazados de lo que más quieran.

Así pues, el castillo despierta con los ánimos revueltos y es que hay muchas cosas por hacer antes de la cena y la gran fiesta. Además, está el tema del torneo. En esos dos meses se han estado esparciendo rumores sobre lo que podría ser ese esperado y misterioso torneo. Aunque todos apuntan a que podría ser una nueva edición del Torneo de los Tres Magos. Se han comenzado a realizar apuestas por los nombres que podrían salir si es el Torneo.

Aunque no todo son alegrías. Parece que los lazos de amistad y camadería forjados en los últimos años han comenzado a cambiar ese último curso. Parejas que surgen, parejas que se rompen, secretos ocultos... cientos de cosas que hacen que desde hace unos días todo se haya tenido de un gris acero peor que el del cielo lluvioso del último día de octubre.

Aquella mañana decidí permanecer en la sala común esperando a Euphemia, pues quería invitarla al baile conmigo, además de compartir con ella los resultados de mi investigación, los que habían descartado todas las probbles causas médicas y empezaban a ingresar a un terreno más oscuro.

Recientemente le había escrito una carta a Bill Weasley, un reputado rompemaldiciones para que me apoyara con mi investigación, pues una cosa era investigar enfermedades mágicas y otra muy distinta entrar en el terreno de las artes oscuras.

Robert baja a desayunar temprano ese día. La semana sólo va por el miércoles, y ya se le está haciendo larga con tanta clase y tantos deberes. Pero al menos ese año tiene otros alicientes en el colegio que le hacen afrontar cada día con una sonrisa. Y se acerca la fiesta, una fiesta a la que por primera vez tiene ganas de acudir, pues tiene muy bien pensado como va a pasarla. Eso sí... no tiene ni idea de qué disfrazarse, si es que al final se disfraza de algo.

Se sienta en una de las bancadas de la mesa de Ravenclaw y se sirve un poco de zumo y tostadas mientras se lo piensa. Quizá le pregunte a su hermana si no le se ocurre nada. Aunque tal vez esa no sea la mejor idea del mundo, después de todo...

Era un Buen Día, afortunadamente lo era y su cuerpo no la traicionaba, pues logró despertar y no dolía nada, así que pudo salir de la cama, vestirse y arreglar su cabello. Si, definitivamente era un Buen Día, de aquellos que parecían cada vez más escasos. Euphemia suspiró y abrió sus ojos mientras arreglaba su cabello colocando un listón de color negro como cintiló, ya tenía ganas de ir donde su hermana para preguntarle tantas cosas, pero eso significaba escapar de la escuela. Ya tenía un plan, o eso creía.

Una de sus compañeras se le acercó pare preguntarle como estaba, ya no era un misterio que su salud estaba deteriorada y no habían sido pocas las veces que había terminado en la enfermería, aunque en una ocasión fue lo suficientemente grave como para creer que habría que trasladarla a San Murgo, pero afortunadamente se recuperó, aún tenía suerte, pero la profesora Lovegood estaba preocupada y le pidió que le contara cualquier cosa. Quizás ya había visto que la muerte estaba muy cerca de la joven.

Euphemia llegó al salón y rápidamente fue a su mesa en donde Robert estaba, sonrió para sí y se sentó delante de él, no eran muy cercanos, pero era su compañero.

— hola ¿cómo estas? ¿emocionado? — le preguntó, mientras tomaba un poco de leche caliente, cuando sus dedos helados se calentaron con el tazón, volvió sus ojos hacia él. — digo, por la fiesta, es de lo que todos hablan — se encogió de hombros, ni había pensando en qué usar, aunque estaba feliz de que hubiera una fiesta, más porque quizás podría cantar en ella. 

Tras esperar añgunos minutos en la sala común y ver como esta se vaciaba, lentamente, asumí que Euphemia ya habría bajado a desayunar, así que decidí darle alcance en el comedor.

Afortunadamente, mis deducciones eran correctas y allí estaba ella sentada a la mesa con Robert, por lo que decidi axercarme a conversar con ambos.

Buen día chicos, estaba en la sala común esperando por Euphy, pues hay algo importante de lo que me gustaría hablar con ella, pero ante todo, Euphy ¿Tienes pareja para el baile dehoy?

Lo pregunto porque me gustaría saber ¿Si tu quisieras ir conmigo al baile? - pregunto un tanto nervioso.

El curso había iniciado hacía ya dos meses y ya había cumplido con todo lo que prometía ser para Kara. Como sus más allegados sabían, Jake había desaparecido de forma al parecer permanente de sus vidas, lo que en principio había ayudado a que Artemis y ella cambiaran el estatus de su relación por uno de pareja. Sin embargo, demasiadas cosas se habían torcido en poco tiempo y la relación había terminado antes de llegar a despegar. Por supuesto, los trabajos, sus deberes como prefecta y los entrenamientos de quidditch no le habían dado mucho margen para pasearse como alma en pena por el colegio pero la verdad era que, con paseo o sin él, su aspecto era lamentable. Sólo había algo que parecía haber cambiado y es que, a pesar del estrés que siempre portaba consigo, parecía más pensativa que otra cosa.

Aún con todo, si algo tenía arraigado Kara eran sus maneras y su concepto de que la amistad era una de las cosas más importantes. Por eso, al llegar aquella mañana al Gran Comedor, había dirigido primero su mirada hacia Euphemia, preocupada por su amiga y su evidente falta de salud. Sin embargo, le había sonreído al ver a la chica alegre y casi radiante, sintiéndose aliviada. Su sonrisa había menguado sólo un poco al ver a Artemis dirigirse hacia allí, pero le había saludado igualmente con la mano antes de encaminarse hacia su mesa, donde el tema estrella parecía ser la fiesta y los disfraces que iban a llevar.

Ailyn entra en el comedor con la alegría que ya es normal en ella. Se acerca a su mesa y se sienta junto a sus compañeros.

-Buenos días. Veo que todos estamos de buen humor.

Sonríe mientras se sirve un bol con cereales y leche. Aunque que tampoco le faltan las tostadas con la mantequilla.

-¿Será que hay fiesta esta noche? ¿Qué planes tenéis para hoy? ¿Os disfrazaréis? ¿Iréis con alguien?

Le da un bocado a una de las tostadas.

Un nuevo día comienza en Hogwarts y no es un día cualquiera. Esa noche habrá cena y fiesta, algo que parece poco normal en un lugar como Hogwarts... que es casi tan estricto que su colegio. Se acerca con rapidez hasta Kara. Cuando se ha despertado, Kara ya se había ido así que no ha podido bajar con ella.

-Buenos días, Kara.

Se sirve un poco de desayuno.

-¿Todo bien?

Obviamente, sabe que no todo está bien con su amiga.

Se estaba tomando una taza de café cuando apareció Yukino, dirigiéndole una sonrisa a una persona que se había convertido en un pilar fundamental en su vida. Si bien era cierto que no había desgranado para ella todos los detalles de su relación con Artemis, ésta sabía que habían empezado a salir pero que todo se había torcido pronto. Artemis estaba distraído y distante, como bien sabrían después porque estaba investigando acerca de la enfermedad de Euphemia. Kara, por su parte, como Yukino había podido ver en el poco tiempo en el que llevaban juntas en Hogwarts, era un amasijo de inseguridades, sobre todo producto de la extrema presión que ejercían sus padres sobre ella. El estrés que sentía por la preparación de los EXTASIS más la extraña conducta de Artemis la habían llevado al borde del colapso y los había guiado poco a poco hasta la ruptura de su relación, manteniendo su amistad con el chico a duras penas. Su inseguridad en sí misma sólo había contribuido a que la chica se echara la culpa de todo alegando que era imposible que alguien viera algún atractivo en salir con ella.

Aún así, últimamente parecía estar en conflicto consigo misma, con la ansiedad que la mantenía muchas noches en vela dejándola pensativa. Aquel parecía ser uno de esos días.

- Yuki - saludó con calidez, dejando la taza a un lado -. Perdona que no te haya despertado, me he ido a la biblioteca temprano para aprovechar el día. Quería acabar el trabajo de pociones y buscar el libro para la clase de herbología. ¿Has dormido bien?

Una bolsa de chocolates aparece delante de Kara a la vez que el prefecto de Gryffindor se sienta al lado de su compañera.

-No puedes solamente tomar café. Tienes mala cara y necesitas energía. Deberías dormir más o no podrás ir a la fiesta de hoy. ¿Quién controlará a los alumnos conmigo?

Mira a Yukino.

-No me he olvidado de ti - sonríe a la par que deja caer una bolsita de cholotates frente a la japonesa, pero que, evidentemente, es más pequeño que el de Kara.

Robert no había respondido a su pregunta cuando Artemis hizo acto de presencia, Euphe en el acto buscó a Kara a la que había saludado con un tímido gesto pues desde incluso antes de que Artemis se le declarara, ella se había alejado de la pareja y aunque no había sido algo muy abrupto ni mucho menos, si había procurado no acercarse a Artemis a pesar de que era su único amigo, todo para que Kara no se sintiera incómoda de algún modo, sin embargo, no hace muchos días, Artemis le había contado que ya no estaban juntos y aunque ella lo lamentó, eso no significaba que Euphemia se sintiera cómoda con la situación ni mucho menos deseaba incordiar de algún modo a Kara más con la pregunta que Artemis le estaba haciendo...

— pues.. yo... —  se encogió de hombros, lo cierto es que nunca le habían faltado invitaciones pero nunca había ido con alguien en particular a las fiestas o eventos que en la escuela se hacían, y al final prefería ir con varios amigos sin aceptar alguna invitación directamente, hasta ahora, en que realmente se le hacía difícil contestar a esa pregunta pero Ailyn hace acto de presencia con su jovialidad, salvando a Euphy de tener que responder directamente.

—  sip, siempre hacen fiestas muy lindas en Hogwarts, te gustará estoy segura —  le explica a su compañera con una gran sonrisa en los labios —  y la verdad es que no... no iba a ir con nadie, nunca voy con alguien —  frunció sus labios y puso su dedo indice sobre ellos —  podríamos ir todos juntos, ¿qué dicen? además... he preparado algo para esta noche, y espero poder presentarlo, —  junta sus manos sus dedos tan solo.

— por eso quizás no pueda estar con el desafortunado que tuviera la mala suerte de ir conmigo —  miró a Artemis sonriéndole con  tristeza, si tenía pensado hacer algo, no era el momento con Kara ahí mismo, era su amiga y no podía permitírselo, por la misma razón que se había alejado antes, ahora seguía distante.

Hora del desayuno, después de cierto tiempo algunas caras ya parecían familiares en especial las de los alumnos de nuevo ingreso, esta mañana  había sido interesante  en especial por que había logrado encontrar una flor adecuada para Euphy desde que había escuchado su historia sentía la obligación de intentar de hacer que sonriera  y supongo que era mejor así en especial por que su sonrisa era mucho mejor que el oro.

-Buenos días Euphy- dije con gesto amigable - La encontré por los jardines y pensé que se vería bien contigo- entregué la flor - como pasaste la noche, ¿pudiste descanzar? en mi caso pase revelando algunas fotografías encantadas de encargo y guardando otras pero he tenido un buen sueño.

Matt sorprende a Euphemia mientras hablaba con sus compañeros, trayendo una rosa blanca, la semiveela se gira hacia él, estaba como siempre, de muy buen humor, más considerando que se sentía bien esa mañana.

— ohh... está hermosa, Matt, gracias — arregló la rosa en su oreja, adornando su larga cabellera rubia — estábamos hablando con los chicos de la fiesta de esta noche, y les estaba proponiendo ir todos juntos, así no tendríamos que estar pasando por ese estrés de buscar pareja... aunque... — entornó sus ojos y sus manos se pusieron en su cintura, como si estuviera investigándolo — aunque conociéndote, ya tienes novia y e irás con ella, pillo — suelta una carcajada tomando algo de su leche y comiendo una de las tostadas.

— pero bueno.. ¿qué dicen? — preguntó, esperando la respuesta de sus compañeros.
 

La respuesta de Euphemia llegó de forma rápida y contundente, así  que opté por coger un par de emparedados, un vaso de zumo se calabaza, para luego retirarme del lugar sin cruzar parabras con nadie.

Pensaba ir al baile cestido co el uniforme de gala del cuerpo de aurores de Inglaterra.

Tras la respuesta de Euphemia a su invitación, me dirigí hacia la lechucería con un sobre en la mano que en su exterior ponía... Sr. William Weasley.

Si en mi gamilia no conseguía la ayuda que necesitaba para salvar a Euphemia, pues la buscaría con el padre de Dominique, sabía que era un gran hombre y que no me negaría la ayuda.

La carta ponía lo siguiente...

Distinguido Señor William Weasley:

Mi nombre es Artemis Flamel, soy amigo de su hija Dominique y actualmente me encuentro realizando una investigación sobre maldiciones.

Tengo una amiga cuya salud se encuentra bastante deteriorada debido a causas bastante extrañas, ya he investigado diversas causas médicas y no he logrado encontrar ninguna solución, incluso los sanadores y medimagos de San Mungo están desconcertados.

Lo anteriormente señalado me permite inferir que la causa de la "enfermedad" de mi amiga no es exactamente médica, sino un tanto más oscura, actualmente e iniciado una investigación sobre maldiciones perniciosas y de lenta acción.

No obstante ello, mis resultados no son los esperados, es por eso que acudo a Usted en busca de ayuda, pues Dominique me ha dicho que, Usted es uno de los más poderosos rompemaldiciones que existen, aseveración que no carece de sustento, en mi humilde opinión.

Créame que no lo incordiaría si el asunto no fuera realmente importante, hay una vida en juego, y, siendo Usted el mejor rompemaldiciones que existe, sólo comparable con Patricia Rakepick, le ruego su gentil asistencia.

Adjunto a esta misiva, encontrará información detallada de los síntomas de mi amigo, aunque más que síntomas hablaríamos de los efectos que la maldición le produce.

Antes de que Yuki pudiera responder, una bolsa transparente llena de chocolates cayó frente a su café, haciendo temblar un poco el líquido a la par que Kara elevaba la mirada para encontrarse con Jack, que en aquel momento tomaba asiento en su lado libre. Saludó a su compañero de rondas a la par que se ruborizaba un poco ante el amable gesto de pensar en su salud, como siempre incómoda ante sus dificultades para devolver aquel tipo de detalles.

- Gracias, aunque no hacía falta, de verdad - se apresuró a negar con la cabeza, pero tras pensar que sería de mala educación no apreciar un detalle como aquel, dio un mordisco a uno de sus chocolates, dejando que el mismo se deshiciera en la boca antes de dirigirle una sonrisa de aprobación a Yuki, quien también había recibido su parte -. Por muy cansada que estuviera no te dejaría sola esta noche ni enferma - repuso, a sabiendas de que era la noche más loca del año, en que los alumnos hacían las peores trastadas. Artemis y Jake solían contarse entre ellos. Torció un poco el gesto pero trató de recomponerse a su pensamiento antes de añadir -. Sólo espero que este año no intenten echarle nada a la bebida otra vez... - miró a Yuki, sintiendo que le debía una explicación -. El año pasado intentaron cambiar la cerveza de mantequilla por whisky de fuego y como éramos los prefectos los que vigilábamos, se pasaron la noche lanzándonos hechizos y maldiciones. Nada serio, pero la noche se hizo larga y no en el buen sentido - reconoció con una mueca -. La verdad es que nos volvimos expertos en contramaldiciones, ¿verdad? ¿En tu Colegio hacíais algo similar?

Su mirada se desvió ante Artemis saliendo del Gran Comedor. Había escuchado lo suficiente de la conversación para deducir que él había invitado a Euphemia y esta le había dicho que no. En su interior se mezclaron sentimientos de amargura y de cierta satisfacción que se acabaron diluyendo en un sentimiento de pesar. Aquello ya no era de su incumbencia pero la mirada de Euphemia le decía que tenía algo que ver en aquello. Quizás debería tomar unas cartas en aquel asunto que no deseaba tomar.

James entra en el gran comedor y se dirige directamente a su mesa. La verdad es que no ha acabado de encajar en esa casa. No se ve en mucha sintonía con los compañeros de ahí. Ha tenido alguna relación con alumnos de otros cursos, pero no se puede decir lo mismo con los de su curso.

Se sienta en un espacio vacío y comienza a desayunar. Tampoco espera encontrar a una acompañante para esa noche, aunque tampoco cree que sea obligatorio ir con una pareja. 

-Aún no he encontrado a la candidata perfecta para el baile pero estoy seguro de pronto- mis ojos se fijaron en los de Euphemia se vía bastante alegre y bien esa mañana así que tal vez sería una oportunidad - Bueno la verdad es que pensaba ir contigo Euphy pero la idea del grupo no esta mal- "aunque realmente hubiera preferido un baile solo para nosotros dos" pero eso no lo diría directamente, en especial por que cualquiera podría entorpecer mis planes.

-¿Y este año será de disfraces o cuál será la novedad?- indagué no quería llegar al baile y hacer el tonto por ir de una manera u otra - habrán de disculparme en estos días he estado mas en mi estudio fotográfico que en otros deberes, ya saben el periódico escolar requiere nuevos chismes, nuevas noticias, por cierto, han visto lo nuevo que han traído para el torneo, según mi informante secreto es mejor que lo del torneo de los tres magos- informé a los chicos - esto se puede poner interesante.