Partida Rol por web

Espera apoyada cerca, pero en una zona con solo paneles de madera. Algo así como un poco más de intimidad... aunque están en el pasillo del tren. No es que sea muy privado, pero bueno. No hay otro lugar. Levanta la mirada cuando Robert sale del compartimento y sonríe, un poco tímida.

-Hola...

Se vuelve a tocar el cabello, nerviosamente. Aparta un poco la mirada sin saber como continuar con esa conversación. ¿En qué estaba pensando cuando decidió ir a buscarlo? Al menos, debería haber tenido la conversación un poco preparada, pero no... allí están los dos. Nerviosos y callados. Le vuelve a mirar.

-Robert... sobre lo que pasó antes de las vacaciones... he estado pensando...

Al oir decir eso a Dominique, Robert consigue por fin tragar saliva. Para bien o para mal, las dudas que le han carcomido todo el verano van a disiparse. Será un alivio... 

—Suponía que sería sobre eso... —no tiene ningún sentido hacerse el despistado. Respira hondo—. Bueno, gracias por no  tenerme en ascuas mucho tiempo...

Ríe entre dientes, y la verdad es que lo dice en serio. Nota que para Dominique tampoco está siendo un paseo por el campo. La mira a los ojos y espera a que continúe.

-Solo... solo necesitaba un poco de tiempo... y consejos...

Sin duda, Dominique no es una persona que hace las cosas porque sí. Además, no es una persona que haga las cosas para hacer daño a los demás. Sin duda, necesitaba ese tiempo. Quizá sea porque desde siempre muchos chicos se han quedado encandilados con ella, pero con Robert parece ser diferente.

-Robert, ¿qué te gusta de mí?

Le mira a los ojos, directamente.

Esa pregunta le borra la sonrisa a Robert. No porque le resulte desagradable, si no porque es muy profunda y no se la esperaba. Es más, nunca se ha planteado la respuesta a eso. Tras un momento de reflexión, demasiado breve, responde con tono dubitativo.

—Bueno... No es por que seas guapa, ni nada de...

Pero se interrumpe. Eso es una estupidez, y además, mentira. No es eso lo que quiere decir de verdad. Respira hondo y va hacia la ventanilla del tren para mirar afuera. No puede pensar con claridad si mira a los ojos de Dominique.

—Qué tontería —dice—. Claro que fue porque eres guapa. Bueno, al menos al principio... Pero no eres la única chica con la que me ha pasado eso, así que no, esa no es la verdadera razón.

Permanece un momento en silencio, pensando. Espera con todas sus fuerzas que Dominique sea paciente mientras cavila, porque quiere estar seguro de que lo que responde es verdad. Por fin, tras un momento que parece demasiado largo, se da la vuelta y vuelve a mirarla.

—La verdad es que no lo había pensado nunca —dice, lo cual le suena muy tonto, pero al menos es cierto—. Creo que... me fijé en ti enseguida. Pero como te digo, eso mismo me ha pasado con otras chicas guapas de Hogwarts a veces, en primero, en tercero... Pero con ellas, se me pasaba al cabo de poco tiempo. Contigo... no se me pasa. Es más, cada vez ha ido siendo un poco más fuerte, hasta que el año pasado... bueno, ya no podía estar más tiempo sin decírtelo. Es... como cuando has aguantado la respiración mucho tiempo, llega un momento en que ya no eres dueño de ti mismo y tienes que volver a respirar sí o sí...

Sonríe. Debe estar quedando como un idiota...

—No lo sé. Es un poco todo. Tu forma de mirar y de hablar... Como te esfuerzas en las cosas que haces... Tu delicadeza con todo el mundo, incluso con los que te rondan por tu aspecto o por la fama de tu familia... Creo que terminaría antes si tuviera que buscar algo que no me gustase.

Y se ríe. Quizá no haya nada de gracioso en lo que ha dicho, pero sentirse tan atrapado le resulta casi cómico. Y además, en cierto modo, se alegra de poder soltar todo eso por fin. Pase lo que pase, se está quedando muy a gusto y lo necesitaba...

Se mantiene en silencio, sin apartar la mirada de él.

-Le pregunté a mi madre, como lo hacía ella antes de estar con mi padre... para saber quién se había encaprichado de ella por ser medio veela o quién la quería de verdad. Me dijo que, con el tiempo, las personas de tu alrededor aprenden a verte por como eres y no por lo que eres. Que el efecto veela se va difuminando hasta que se va.

Se separa de la pared y se acerca a él.

-Así que supuse, después de eso, que lo que sientes es real. Llevamos 5 años en la misma casa, en el mismo colegio... compartiendo Sala Común, deberes y todas esas cosas. 

Se inclina un poco, por su lado, para mirarle.

-¿Me quieres de verdad?

Robert sonríe ante esa pregunta y siente que se ruboriza. No le gusta que le pase eso, pero en ese caso... bueno, no le importa tanto. Si no estuviese rojo como un tomate, sería una estatua de las que adornan los corredores de Hogwarts.

—Creo que sí —dice—. No sé... hasta dónde puede llegar esto que siento, porque no ha parado de crecer desde hace años. Pero sé que nunca he sentido algo parecido.

Suspira y asiente.

—Sí, creo que te quiero de verdad —sonríe de oreja a oreja y se encoge de hombros—. Ya está, totalmente desarmado. La verdad es que me siento mejor...

Y espera un instante antes de preguntar a su vez.

—¿Y... qué hay de ti? ¿Qué piensas de todo esto...?

Sonríe ante las palabras de Robert. Y quizá el chico no se espera lo que viene a continuación. Se pone un poco de puntillas y... junta sus labios con los de él. Bueno, toda un acto de espontaneidad y sorpresa que casi no pega demasiado con ella, pero quizá por eso es aun más genuino.

No es que dure mucho el beso, pues se separa unos segundos después.

-Hablas demasiado... ¿sabes?

Cuando Dominique se acerca y se pone de puntillas, el tiempo parece ralentizarse. Y entonces ocurre.

Los ojos de la chica se entrecierran y su rostro se acerca al de Robert. Una imagen que se le queda grabada en la retina, junto con la sensación de los labios de ella unidos a los suyos. ¿Se ha parado el mundo...? No, sólo es el corazón de Robert, que se ha saltado un latido.

Cuando ella se separa y dice eso, él está todavía aturdido. Pero asiente.

—Tienes razón...

Se inclina para besarla de nuevo. Y al mismo tiempo, pone una mano en la mejilla de Dominique. Ni en sus mejores sueños había imaginado su piel tan suave. Un beso corto, sin presión, pero en el que libera todo lo que ha llevado dentro ese verano. Luego se aparta, y no puede evitar sonreír.

—Quizá puedas ayudarme con eso —tiene que controlar su voz para que lo que salga de su boca no sea un grito de júbilo. Ya habrá tiempo cuando llegue a Hogwarts.

Sus ojos se cierran con el segundo beso, tomando él la iniciativa. La mano que se posa en su mejilla es grande y cálida y la sensación que transmite le gusta. Siente que Robert nunca le hará daño y la protegerá de lo que sea. O, al menos, es lo que percibe.

-Quizá pueda... aunque está en tu naturaleza hablar demasiado.

Sonríe.

-¿Sabes? Eres el primer chico con el que salgo... al menos, de verdad. Los otros solo querían salir conmigo porque soy medio veela y esas cosas. Así que... seguramente sea un poco torpe.

Robert no puede evitar reírse ante el comentario de Dominique, pero no por que la crea torpe.

—Bueno, tampoco es que yo haya sido un gran galán —dice—. No te preocupes por eso, no hay ninguna prisa. Podemos ir a nuestro ritmo...

Le coge la mano y se sorprende otra vez. ¿Cómo puede tener la piel tan agradable al tacto?

—Creo que va a ser un buen último curso —sonríe—. Por lo menos empieza muy bien...

-¡Eh! No te rías.

Le da un toque en el pecho, a modo de broma. Está contenta porque todo parece ir bien, aunque solo hayan pasado unos minutos. Espera que todo pueda seguir bien para final de curso y durar incluso después.

-Y espero que acabe muy bien - sonríe.

Entrelaza sus dedos con los de él mientras le mira. 

Jake no les hablaba aún cuando Artemis salió con su plan que estaba elaborado cuidadosamente, se notaba que era un Ravenclaw, ponía el mismo empeño en sus maldades como en sus estudios, ¿alguien podría imaginar hasta donde llegaría Artemis si pusiera todas sus energías en una cosa o en la otra?. Sin embargo algo no le gustó de su plan, sin embargo el resguardo de no tener que dar explicaciones o tener que hablar sobre aquello con Jake se deshizo cuando el chico se sentó a su lado y le hizo esa pregunta crucial "¿Estás bien?", volvió sus ojos verdes hacia él, y se molestó consigo misma por no poder mentirle, y eso que no se le hacía tan difícil ocultar lo que le pasaba, pero sentía que mentirle a Jake era un vano ejercicio. Suspiró e intentó asentir, pero Artemis apareció de nuevo y la salvó de contestar, mientras repartía chocolates y le daba uno a Euphemia, la chica al sentir sus dedos, lo mira sin entender mucho, de hecho, no sabía qué quería decir al rozarla. No tenía muchas luces a veces Euphemia, con lo distraída que era. 

— etto...Artemis, ¿no crees que dependes mucho de la probabilidad ? — por fin la voz sale de ella y esta vez más calmada, había recuperado el aliento — es que... ¿que tal si no salen todos los estudiantes?...son muchos y no sé Artemis, creo que se te está yendo la pinza en esto, incluso usando los howlers — se encogió de hombros — deberíamos dar una alarma de incendio o de Troll, así todos saldrían realmente, además, causaría pánico y sería aún más épica la broma— sus ojos verdosos subieron del mapa a la cara de su amigo — y sería menos... peligroso — ladeó un poco su rostro, irguiéndose  y volviéndose a mirar con Jake. Esa puntada de incomodidad se hizo más intensa.

— los prefectos son los chicos buenos y correctos que se encargan de mantener el orden entre los alumnos, básicamente ayudan a los profesores con el resto de la manada incivilizada — le explica a su amiga, — ¿cómo los llamas ustedes? oh, por cierto, Jake, no le respondiste a Ailyn, ella es mi amiga —  le da un codazo a Jake — y este mal educado es Jake Dawson, parte de la triada mortal con estos dos, — señala a Kara y a Artemis — y creo que es novio de Artemis, pero no lo han anunciado públicamente aún — por como lo dijo y con la soltura con que lo dijo, era imposible saber si hablaba en serio o no con eso. 

No le creí que estuviera bien, ni por un segundo. Pero sabía que no quería hablar de eso, menos frente a tanta gente. Asentí, más por darle su espacio, pero después iba a volver a preguntarle. Entonces me comenta que no he saludado a alguien...

Me llevé una mano a la cara, incrédulo de mí mismo por haber ignorado el saludo. Me dirigí a la "nueva recluta", como la llamó Artemis.

— De verdad, lo siento. — me acerqué a ella, con la mano extendida — Si, me llamo Jake, y por algo no entré a Ravenclaw... — me froté la nuca, aun avergonzado.

Después de que Artemis vuelve, todos volvemos al plan de bienvenida. Tomé la rana de chocolate, negando con la cabeza pero sonriendo divertido. Artemis para algunas cosas podemos seguir siendo niños.

— No dejamos a ningún hombre detrás — respondí a la idea de Artemis de sacrificarse a sí mismo si lo descubrían, parte en broma parte en serio. Me giré hacia las chicas. — ¿Alguien tiene pergamino y una pluma?

Saqué de mis bolsillos algunos knuts, conté cuatro y los puse sobre el mapa como si nos señalara a nosotros. Cuando tuve dicha pluma, volví a centrar mi atención en el mapa.

— Necesitamos una vía rapida para llegar al Gran Comedor, justo después de encender el fuego. Nos conviene usar una escoba, por la rapidez y sigilo. Una vez que Artemis encienda el fuego, necesita un punto rápido de entrada, como una ventana. Yo podría guardar este punto, y si algo salr mal, alcanzarlo para una operación de rescate — dije, riéndome. Pero si, si algo salía mal, yo lo rescataría. —  ​Usaremos un par de disfraces. Algo de color oscuro para pasar desapercibidos, pero nada que involucre una capucha y una máscara de metal. — No queríamos que pareciera el reaurgir de los mortifagos.

Tenemos que cuidar la alarma. — señalé a las escaleras que dan al Gran Comedor — Hay demasiados retratos. Si nos ven salir, tendremos un problema. Pero si engañamos a los retratos y hacemos parecer que ninca salimos, tendremos una coartada. Kara podría mantenerse en el Gran Comedor o en esta área, para ayudar a nuestra coartada. — no quería arriesgarla a que la descubrieran.

Pienso en la idea de Euphemia. Un pequeño pánico haría más impactantes las cosas, pero sería aumentar la apuesta.

— ¿Qué opinan ustedes sobre como atraer a los demás a afuera?

Robert sonríe también y asiente. Luego lanza un suspiro profundo.

—Uf... no sabes lo relajado que me he quedado ahora mismo —dice—. Creo que podría ir volando hasta Hogwarts y sin escoba...

Mira hacia el compartimento del que acaba de salir.

—Además, va a ser un año interesante. Entre los alumnos de intercambio, mi hermana chinchándome, los exámenes finales... Espero sobrevivir a los EXTASIS, pero bueno... ahora tengo una buena motivación.

Y le guiña un ojo a Dominique, para dejar claro a quién se refiere.

-Eres inteligente, así que seguro que sobrevives a los EXTASIS. Es más, tienes que sobrevivir... Así puedo superarte el año que viene. Además, tú también podrás chinchar a tu hermana... creo que Terence le ha echado el ojo...

Sonríe. Mira también hacia el compartimento que ha dejado atrás, con los dos chicos nuevos y vuelve a mirarlo.

-Mi padre me ha dicho que quizá haya más sorpresas este año. Siempre pasa cuando suceden cosas extraordinarias en Hogwarts. Así se conocieron mi padres. ¡Quizá haya un baile de Navidad! Sería interesante.

Iba a contestar a Ailyn pero se distrajo momentáneamente al notar que el asiento a su lado se hundía ligeramente. Una mirada de reojo le bastó para ver cómo Artemis se sentaba a su lado. Se obligó a alzar la mirada y sonreír. Deja de actuar de forma tan extraña, todos van a pesar que eres rara, se dijo. Daba igual lo que hubiera visto, Artemis era su amigo y eso no lo iba a perder.

En ese momento, Euphie le estaba explicando a Ailyn lo que eran los prefectos y presentándole a Jake pero, más importante aún, había decidido centrarse en el plan que se traían entre manos, apoyando un poco su idea mientras el moreno se centraba en la parte de acción, huida y coartada.

- Dices que nos mandarían sentarnos de inmediato pero no veo cómo con los howlers sería distinto - aclaró Kara, mirando a Artemis. Demoró unos instantes en seguir hablando, sin saber si alguien se tomaría su idea con la debida seriedad. Tal vez lo que decía era una tontería -. Tal y como yo lo veo, no es necesario que los profesores lo presencien en vivo y en directo. Además, estamos asumiendo que el mejor momento para hacerlo es durante la cena pero creo...es decir...pienso que sería mejor antes. Antes de la cena todos vamos a la habitación a dejar la mochila, ¿verdad? Ese es el momento en que podrían llegar cartas a todos los prefectos avisando que se hace un simulacro o algo similar y que deben reunir a todos los alumnos que puedan en las puertas del castillo en cinco minutos. Los profesores no verán raro que haya muchos alumnos moviéndose hacia el vestíbulo porque es la hora de la cena. Y aunque seguro que algún alumno pasará o no estará, bueno, no pasa nada siempre que estemos casi todos... y si Mathew Weasley va, seguro que hará fotos, ¿no? - había estado mirando todo el rato a Artemis. No era porque él fuera el cabecilla del grupo sino por el mero hecho de que tenía más confianza en Jake y en él como para sentirse cómoda expresando esa idea. Sin embargo, acabado el discurso, se atrevió a mirar a los demás mientras el corazón se le aceleraba y se le humedecían las palmas de las manos -. Quizás es una mala idea...

Está tranquilamente comiéndose su rana de chocolate mientras escucha las opiniones de los demás y, hay que decir, que la mayoría de ellas no las ve factibles. Aunque el plan de Kara parece más factible y con menos puntos en los que fallar.

-Iba a decir que no parecía un buen plan, pero Kara ya lo ha hecho. Sin la ayuda de un profesor, el plan original no podría salir bien. Pero si se aprovechan esos minutos antes de la cena, no creo que haya problema, ¿no? Además, podrás poner los fuegos artificiales sin levantar muchas sospechas.

Le da un último bocado a la rana.

-Los demás siempre podemos enviar las cartas. ¿Qué os parece?

Kara eres una genio, sólo tendríamos que tomar ocho hojas membretadas del colegio hacer las cartas con una de esas plumas con truco que se borran a la hora, tengo un par de esas y enviarlas a los prefectos antes de la cena.

El resto va a ser coser y cantar. - digo abrazando afectuosamente a Kara viendo como mi plan se volvía más real en cada momento.

Robert asiente, pero luego se queda un momento como bloqueado.

—Espera... ¿qué? —dice—. ¿Como que Terence...?

Mira por encima del hombro de Dominique, en dirección al resto de vagones, por donde Karen se marchó al despedirse. Frunce el ceño.

—Más vale que se ande con ojo ese chaval. No me cae mal, pero si disgusta de alguna forma a mi hermana, cambiaré de opinión bastante rápido...

Se nota que no lo dice en serio. ¿O tal vez sí...? En cualquier caso, enseguida vuelve a sonreír ante la mención del baile.

—Sí, a mi también me han contado cosas sobre los bailes de Hogwarts. Si organizamos uno, espero que sea estupendo.