Partida Rol por web

La camioneta estaba frenada y la mujer, que cada vez le hacia recordar a su madre empezo hablar. Nuevamente bajo la mirada cuando esta le proponia de regresar.

Toma el volante con las dos manos y apreta bien este, para luego golpearlo con su gorra.

-Esta bien... esta bien, no vivire con mi conciencia si estos caen allí pudiendo hacer algo-. vuelve a ponerse la gorra -Pero no podemos cargar tanto la camioneta y arriesgar a todo el mundo-, señala a los de atras -Ustedes quedense (avise que frenaba en un lugar seguro) y vayamos tu y yo... tu tienes el arma y puedes con ellos si hay inconvenientes-. Finaliza poniendo su mirada en aquella mujer que al parecer estaba al mando. -Que te parece?-

Luke se quedó unos segundos parado mirando al coche...

-Luke tío, ¡vamos!

...pero asintió ante aquello y empezó a correr como los demás, alcanzándolos al poco. Podías no confiar en que ninguno de los del grupo fuera exactamente un soldado, o un policía, o un supervivencialista chalado (pero uno de los competentes por favor), o un veterano de vietnam, o un bombero, o etcétera etcétera, pero correr y deshacerse de podridos era algo que habían demostrado saber hacer más de una vez, lo que les permitía acabar los días de exploración con una mochila más llena de lo que empezaron y heridas de las que podían simplemente lamerse.

John acepto la invitación para subir en la furgoneta, era mejor que quedarse en mitad de la calle esperando ser el almuerzo de alguien.

Hizo un gesto a la chica que habia visto escondida para que le acompañara. Los escondites no eran seguros siempre y no podria pasar el resto de sus dias alli. Tampoco podia saber si fiarse de aquel tipo era lo mas sensato del mundo pero cuando menos era una oportunidad.

Por el retrovisor Rebecca nota que Amandah abre los ojos desmesuradamente y le hace señas disimuladamente mientras que discretamente desde atrás saca una enorme pistola la oculta rápidamente y luego vuelve a

sacar unas cajas con municiones y las oculta rápidamente para que ninguno de los ocupantes se den cuenta de su descubrimiento.

-C-Creo que allá atrás había más gente viva huyendo...- John Drake voltea hacia atrás observando cómo el parque se aleja rapidamente.

Desde que los cadáveres vivientes comenzaron a llenar las calles, la vida se había vuelto un constante vaiven caótico. Nuevamente Alexandra se encontraba huyendo para no ser comida. Ya adentro de la camioneta pensaba que estaban a salvo, sin embargo ahora la mujer rubia decidía que tendrían que regresar por otras personas, eso si que no le gustaba demasiado. No es que la pelirroja fuera mala persona y deseara que aquel grupo muriera, pero su sentido de supervivencia era alto, no era su mayor deseo arriesgarse por unos desconocidos. Por eso cuando Mike sugirió el que solo fueran él y la mujer mandona estuvo de acuerdo. Dejaría la relativa seguridad del vehículo, pero eso no le molestaba comparado a tener que ir hacia donde se encontraban los cadáveres vivientes.

Se bajó de la camioneta esperando si la morena y el hombrecito se bajarían también.

No le dió tiempo a reaccionar al ver a aquel hombre corriendo hacia él coche porque la maldita horda de mordedores volvía a aparecer. En un principio les iba a proponer subirse en él mustang pero entraron todos en la furgoneta amarilla, bueno, un problema menos. Ahora la prioridad era alejarse de una vez por todas de la horda.

Alana vio a todos correr y subirse a los coches, Mierda!, fue lo único que pensó, pues debido al miedo que sentía por la horda no se había podido mover, y ya estaban todos subiendo a la furgoneta.
Respiro hondo y salio corriendo en dirección al coche, también vio a otro grupo de 3 personas que corrían en otra dirección y se dijo a si misma que si no podía llegar al coche, se juntaría con las otras personas, era una buena corredora, esperaba conseguirlo a pesar de todos los putos muertos que venían ocupando el parque.
Esta vez no quería estar sola, eso solo la producía miedo y la atenazaba, no sabia quienes eran, pero al menos a simple vista no parecían mala gente, aun así se andaría con cuidado.

Veo lo que Amandah ha descubierto pero mantengo inexpresiva, no quiero que el resto se entere de ello pues aunque no parecen personas agresivas, la verdad es que no los conocemos y no podemos arriegarnos a que tengan armas de fuego. Con mucha discreción le hago una seña de shhh con los labios para que no diga nada, espero que se le ocurra volver a ocultar su hallazgo. Una vez que salgamos de esto podremos ver qué otras cosas hay ahí.

El camionero propone que solo vayamos los dos, ciertamente es lo mejor. -Tienes razón, no hay por qué exponer al resto, es más conveniente que la camioneta vaya menos cargada y con mayor espacio para que puedan entrar los de allá.

La pelirroja ya se ha bajado, me volteo para ver a Amandah -Baja tú también- le pido y espero que me haga caso. Viendo al otro hombre no dudo que baje también, no me da el tipo de ser muy arrojado.

Una vez se han bajado (o bien se haya quedado el que así lo haya decidido), vuelvo a dirigirme al conductor -Vamos, no perdamos más tiempo.

El infierno se desata en cuestión de segundos, todos los supervivientes corren y algunos han subido a vehículos funcionando, John Marcus duda un instante mientras la chiquilla huye.

Inmerso en su pensamiento John Marcus no se da cuenta de que un pestilente cadáver se ha acercado demasiado, de reojo percibe la sombra y el muerto extiende los brazos hacia el fornido camionero.

-E-Esperen... ESPEREN POR AMOR DE DIOS... no hay necesidad de bajar todos, esto es demasiado peligroso para abandonar la camioneta... Dios.. es que yo soy el único ó con demasiado miedo ó con un poco de sentido común... no tiene caso volver a separarnos y menos por unos desconocidos... bueno hasta ahora no sé como se llaman las gruñonas pero no tiene caso separarnos... o todos o ninguno... ¡si sucede algo y no podemos volver dejaremos a estas chicas a sus suerte!...-

Drake sujeta a Mike de un hombro y le dice: -¡Dile a la pelirroja que suba por amor de Dios!... creo que todos cabremos si el tipo del otro auto decide subir a algunos también...¡Es momento de salir huyendo a toda velocidad!...-

Al bajarse de la camioneta, Alexandra mira hacia el parque que se encuentra ya invadido por los cadáveres vivientes. De pronto le parece que son demasiados y no está segura que el haberse bajado haya sido lo más sensato. Aquello es un mar de muerte y pestilencia.

El vehículo aún no arranca, se apresura a acercarse alcanzando a escuchar lo que John dice. Increíblemente está de acuerdo con el hombrecillo. Abre la puerta volviéndose a subir.

-Él tiene razón, esto es descabellado. No debemos arriesgarnos tanto...no soy una cobarde, pero se reconocer cuando es más vale la prudencia que la valentía. Tal vez haya alguna manera de decirles a los del otro auto que sean ellos quienes ayuden a los que aún se encuentran en el parque- Alexandra vuelve a mirar hacia el parque- Pero tenemos que movernos ¡Ya!

Alana sonrió al estar cerca del coche, un esfuerzo mas y lo cogería, si es que la puerta estaba abierta, pero la horda seguía avanzando, dio un ultimo impulso y paso al señor que no había delatado su escondrijo dejándolo un poco atrás, momento en el que la horda le alcazaba, Dios!, debo hacer algo, el no me delato, sera un buen hombre. si no hubiera delatado mi posición usándome como cebo para escapar, debo ayudarle!
- Señor!, le ayudare. Y gracias por no delatarme antes. Dije aceleradamente mientras soltaba el piolet del lateral de la mochila y atándomelo a la muñeca, lo posicionaba para martillear la cabeza, las manos, el tórax o cualquier otra parte de esos malditos engendros que amenazaban a aquel hombre, siempre con cuidado de que no me cogiera la Horda, si fuera así, saldría por patas hacia el coche dejando a aquel pobre hombre a su suerte.

Chicos, ¡mirad! Dice Harley con el poco aliento que le queda tras haber corrido por su vida dos veces en menos de una hora, señalando la camioneta amarilla. ¡Es el mismo coche! ¡Sí! ¡Creo que les hemos dado pena! Con una sonrisa triunfal anima a sus compañeros a correr hacia el automóvil. Aparentemente había un mustang relativamente cerca pero lograba distinguir dos personas próximas al mismo. Harley se detuvo un momento a analizar la situación: el hombre estaba siendo atacado por infectados y solo había una cría de la edad de Andy defendiéndole. Esperó a ver si su ataque funcionaba ya que sino... Sino tendría tragarse su miedo e ir a ayudar a esa gente.