Partida Rol por web

Una Sombra en los Sueños

Tras la tormenta...

Cargando editor
15/12/2016, 12:50
Narrador

Como si de una aparición se tratase, Seline hizo acto de presencia. Las puertas de la catedral se abrieron, chocando contra las paredes que la sostenían. Seline, entró por ellas de manera altiva, como la reina oscura que era, mientras su tenebrosa silueta era iluminada por el resplandor de los rayos de la tormenta.

Por primera vez en mucho tiempo, quizá en toda su vida, Raptor sintió el miedo que hacía sentir a los demás. Tras un grito desgarrador, el ser intentó huir a toda velocidad de la catedral. Intentaba huir de su destino.

Con una sonrisa de desprecio, Seline, la reina oscura, alzó la mano y, con un gesto de desdén, hizo brotar cadenas desde diversos puntos de la estancia. Las cadenas no eran compasivas, no detuvieron a Raptor para hablar cordialmente con él. Como si fueran flechas afiladas, el cuerpo del hombre fue atravesado por ellas, produciendo gritos desgarradores de dolor.

Raptor se volvió hacia Seline, que se había impuesto. Sus ojos ya no mostraban nada, estaban blancos. Ya no parecía vivir, sólo quería morir. Y, sin previo aviso, su cuerpo comenzó a hincharse como si algo en su interior estuviera apunto de estallar. Sin tiempo de huir. Raptor, con un cegador flas de luz, reventó, dejando sólo una mancha en el suelo como prueba de su existencia.

Cargando editor
15/12/2016, 21:10
Pyros Sedrith

¡Por fin! Gritó Pyros al acercarse hasta la mancha que había en el suelo. Se colocó de rodillas y empezó a analizar la ceniza o los restos que había ahí. Luego miró a Seline, lo habían conseguido. ¡Por fin!  Volvió a repetir. La verdad que todo tenía una pinta aterradora, y rápidamente se volvió a poner en pie y se puso en guardia. ¿Le había parecido oír algo? ¿O era ya su estado de paranoia? Miró a su alrededor. ¿Sería verdad que por fin, ¡por fin!, habían logrado desterrar a todos los malos de esa isla? Pero... ¿Y ahora qué?

Se acercó hasta Seline, lo has derrotado, enhorabuena... dijo sin mucha alegría, pero pensaba que estábamos en algún extraño plano diferente al nuestro. Si aún seguimos aquí ¿cómo vamos a poder volver a casa?

Cargando editor
17/12/2016, 02:54
Ariadne Briaero

Ariadne estaba dispuesta a enfrentarse a su final ante Raptor cuando apareció Seline y acabó con él en un instante. Su aspecto y su modo de actuar le ponían los pelos de punta. ¿De verdad era la misma niña extraña y caprichosa que estaba en el piso de arriba?

Sin saber a qué atenerse, miró los dos cadáveres que había dejado el monstruo que se hacía llamar "la Muerte", la mancha que quedaba de él y pasó la mirada a su ejecutora, dándose cuenta de la abismal diferencia de poder que había entre ellos. ¿Qué decidiría hacer ahora con ellos, si estaba claro que ya no necesitaba la ayuda de nadie?

La única manera que se le ocurrió de obtener una respuesta fue la obvia. - ¿Y ahora, qué? - preguntó a la reina oscura sin tener ni idea de qué le respondería, si es que llegaba a hacerlo.

Cargando editor
18/12/2016, 09:06
Inari

Cof, cof - tosió Inari.

Estaba bastante aturdido, su garganta reflejaba signos de violencia, pero había conseguido lo que se propuso, ganar tiempo.

Se incorporó como buenamente pudo y contempló por sí mismo a Seline. Era otra, era distinta a la que conocíamos, pero ella sola había hecho papilla, literalmente, a Raptor. 

Miró los restos que quedaban de aquel ser.

Amenazabas a los débiles y acabaste suplicando - y no dijo más.

Fue a recoger solo su arco, puesto que la flecha que Raptor lanzó se partió.

No hizo ninguna otra pregunta a Seline, sus compañeros se le adelantaron.

Cargando editor
20/12/2016, 21:03
Seline

Seline se acercó a cada uno de los que aún estaban vivos y, con un rápido gesto y una mirada tierna, les tocó la cara. Todos notaron cómo sus energías se reponían y sus heridas, por muy grandes que fueran, desaparecían a gran velocidad.

Ante la pregunta de Ariadne, la reina de la oscuridad se acercó a los fallecidos y tocó sus frentes. Negó con la cabeza.

Ellos ya no están aquí con nosotros. Descansarán en la tierra que nacieron o donde ellos mismos decidieran en algún momento de su vida. Siento no poder hacer nada por ellos, pero no tengo poder para traerlos de la muerte

Con un movimiento de manos, los cuerpos de Cáliban y Leon desaparecieron de allí.

No debéis olvidar lo especiales que sois. Los cuatro su mirada se quedó fija en Catherine aunque de un modo que no socy capaz de comprender. Tenéis en vuestras manos la posibilidad de influir en el devenir de los tiempos. No se os olvide.

Tranquilamente, se fue caminando hacia la puerta. Ya no era la niña que conocieron, ahora parecía lo que era, toda una reina.

No os preocupéis sobre cómo volver a casa. La barrera se ha roto, y en uno o dos días llegará un barco a la isla, uno auténtico. Os llevará allá donde le pidáis ir.

El silencio se volvió a hacer. Ya no había rastro de la tormenta que había asolado la isla, o al menos los truenos ya no resonaban. Seline llegó a la puerta y se giró

Ha sido... agradable conoceros... y sonrió como cuando no era más que una niña pequeña que se abrazaba constantemente a Ariadne.

Y, entre las últimas gotas de lluvia, la Reina Oscura, Seline, desapareció.

Inexplicablemente, y como se podía suponer, la tormenta había amainado, y el sol resplandecía en todo lo alto. Catherine sonrió, pues llevaba toda su vida sin poder ver esa luz. Era el inicio de una nueva era para los habitantes de la isla...

Notas de juego

¡Señores! ¡Esto se ha acabado! Un último post de despedida y se terminó!
 

Cargando editor
21/12/2016, 15:22
Inari

Todo había acabado, esta vez sí.

Su mente empezó a recordar todo lo acontecido en cuestión de segundos. Un nudo en la garganta le hizo ver que podía contarlo, que estaba vivo. ¿A quién le hablaría de aquel lugar?, ¿a quién contaría su aventura?. A nadie, estaba solo.

En ese preciso momento recapacitó.

¿Y si de una vez por todas dejase a un lado al explorador solitario para dar paso a un nuevo yo? - pensó. No tenía motivo para dudar de sí mismo.

Se acercó a Seline.

Me alegro que todo vuestro pueblo pueda tener lo que merece, una vida más tranquila. Y Seline desapareció.

Lo último que dijo, antes de marcharse de allí, fueron unas palabras para los compañeros que se mantenían con vida.

Para lo que necesitéis, allí estaré, no lo dudéis ni un instante. Sé que no comenzamos con buen pie, pero anteponer las diferencias ante un objetivo común es algo que toda persona ha de hacer. Siempre os llevaré en mi memoria, siempre. Gracias por todo...amigos.

Esta vez no dijo compañeros, tal vez fuese por la situación, tal vez porque los consideraba algo más que eso, pero su mente y su corazón habían cambiado en esa isla.

Partió rumbo a su nueva vida.

 

Cargando editor
21/12/2016, 22:59
Ariadne Briaero

Tras la desaparición de Seline, Ariadne susurró un cortés - Gracias - al aire que había quedado en su lugar. Recordó a la caprichosa niña y sonrió pensando que Seline tal vez podía ser al mismo tiempo la dulce niñita y la terrible reina oscura que habían visto.

Y entonces salió el sol. Ante el fin de la oscuridad no pudo contener su alegría y abrazó a Catherine - ¡Ya está! ¡¡Se acabó!! - exclamó con una sonrisa. Ahora tenían que hacer el trayecto de regreso al pueblo tras todos esos combates, pero por alguna razón, tal vez el toque de Seline, Ariadne se sentía llena de energía.

Los siguientes días fueron un no parar. Las gentes de Corvinus (si es que ese el verdadero nombre de la isla) ahora tenían verdaderas razones para festejar. Aunque Miriam le insistió de que no hacía falta que los salvadores de la isla pagaran por su estancia, Ariadne continuó ayudándola en el Pequeño Castillo. Entre festejos, homenajes a los caídos, ayudar a Miriam y explorar un poco más la isla, el tiempo pareció volar, pero la joven dedicó un momento para comentar a Catherine la posibilidad de irse con ellos, de salir de Corvinus y ver mundo. Había demostrado tener un gran talento y seguramente ver mundo le ayudaría a desarrollarlo. Aunque si decidía quedarse en la isla también sería comprensible, pero que no fuera porque no le hubiera ofrecido irse con ella.

El día de la partida llegó y Ariadne se despidió de todo el mundo desde la borda, agitando alegremente la mano y gritando despedidas. Había hecho muchos amigos en ese tiempo tan corto.

Cuando la isla se perdió en el horizonte, se dirigió a sus compañeros que quedaban, el orondo maestro marcial, al que en ocasiones tenía la sensación de haber conocido en otra vida muy fugaz y el siempre serio explorador. - Empezamos en una nave y en una nave continuamos. ¡Espero que esta vez a nadie se le ocurra romperla o le muerdo! - exclamó con una sonrisa. Les pasó las manos por encima de la espalda a ambos y mirando al horizonte apuntado por encima de la popa dijo - ¿Sabéis? este puede ser el comienzo de una gran amistad...

Cargando editor
22/12/2016, 14:55
Pyros Sedrith

Pyros sonrió satisfecho, lo habían logrado. En múltiples ocasiones había visto su final, había visto su muerte y había pensado que tarde o temprano tendría que sacrificarse para que el resto pudieran vencer. Pero no, esta vez había sobrevivido. Aún recuerda el extraño sueño que tuvo, unas imágenes breves que le prepararon para el encuentro que con el tiempo volvió a vivir. Ariadne siempre había estado ahí, al contrario que el explorador, que a pesar de los malos momentos pasados a su lado, al final había hecho que mereciera la pena y habían logrado trabajar en equipo.

Pyros ayudó a Ariadne y a la gente de la aldea en todo lo que pudo, pero no disfrutaba con ello. Solo lo hacía por estar al lado de la pelirrosa que tras tanto tiempo había comprendido que sentía algo más que admiración por ella. Pero jamás se lo confesó. De vez en cuando veía una sombra en el horizonte, como si de un barco se tratara, y el corazón le daba un vuelco. Tenía sentimientos encontrados, por un lado quería marcharse de allí, dejar todo ese sufrimiento y esa horrible situación, pero otro lado temía que si se marchaba ya no volverá a ver a Ariadne.

Al final llegó el barco, lo que tanto había temido el orondo luchador, y entonces se dio cuenta de que Pyros tampoco tenía un sitio donde dirigirse, así que se acerco a Ariadne, sin decirle nada le dio la mano y asintió ante sus palabras, y solo confirmó lo que ella dijo con una única palabra. Efectivamente. 

Notas de juego

¡Bueno, pues por fin terminamos! ^^

 

Ariadne, menos mal que Inari se quedó con nosotros, porque al final la gente es lo peor, y se compromete más bien poco con las partidas. XD

Pero bueno, por suerte hemos seguido los tres hasta el final y ha sido un place coincidir con vosotros. Espero volver a rolear con vosotros. ¡Un abrazo!

Cargando editor
24/12/2016, 16:02
Narrador

EPÍLOGO

Dieter Helsm entró en el amplio salón oscuro y miró a la alta figura que se encontraba al otro lado de la estancia, dándole la espalda. A los pies de aquel hombre se echaba lánguidamente una descomunal pantera negra, que levantó la cabeza para observar con detalle al reción llegado. Su dueño, no obstante, ni siquiera se movió un centímetro.

- Bienvenido, número treinta y siete. ¿Qué tal ha ido el viaje?

Como cada vez que escuchaba aquella voz, Dieter se quedó congelado, e inconscientemente comenzó a mirar al suelo. De algún modo, le resultaba imposible mantener fija la mirada ni tan sólo en la espalda del hombre de negro.

* Muy bien, señor. Todo ha ocurrido tal como predijo. He dejado el aparato donde usted solicitó, y en mi informe podrá ver que..

No terminó la frase. Antes de que pudiese seguir, su interlocutor hizo unos gestos de desdén con la mano para indicarle que se callara.

- No me refería a eso. No tenía dudas de que saldría bien. Lo que te preguntaba es si has disfrutado de tu primer viaje en zepelín. En La Dama, ni más ni menos...

* Sí, señor. Ha sido... interesante.

Como siempre, Helsm se preguntó que había en la mente de aquella persona, e inevitablemente empezó a sentirse cada vez más nervioso. Ni el principado de Gabriel ni el Imperio habían comprendido nada, e incluso alguien como el Señor de las Pesadillas Malekith, no había sido más que una marioneta en la consecución de unos objetivos que Dieter no alcanzaba a entrever.

- Me alegro mucho prosiguió aquella voz indescifrable

- Ahora, podemos pasar a la segunda fase de los preparativos. Seguro que va ser muy interesante observar lo que va a ocurrir

En ese momento, como si el enorme felino intuyera las intenciones de su amo, se levantó del suelo y empezó a frotarse contra sus piernas mientras él, distraídamente, le amonestaba con unos golpecitos como si no fuera más que un pequeño gato meloso. Entonces, lentamente, el hombre de negro se dio la vuelta y empezó a caminar hacia la salida de la habitación. Dieter permaneció en la misma posición, con la cabeza agachada. Pero mientras la figura pasaba a su lado, no pudo evitar mirarle a los ojos un momento.

Y sintió frío...