Partida Rol por web

Synh, pasa a mi laboratorio y sientate -Bromeé ligeramente. -Pep, el aceite. -Mientras mi hermano me lo alcanzaba saqué de mi mochila los frascos y los trapos. 

Quizás quieran comer algo, por que esto va a ser... Explosivo! Jajajaja!, Me divertía exageradamente la idea de lo que estaba haciendo, después de todo, la alquimia era una de mis pasiones! Jajajaja.

Comencé a verter el aceite en las pequeñas botellas, y una vez estaban llenas hasta la punta, las procedí a tapar muy minuciosamente con los trapos, asegurandome de embeber las puntas en un poco de aceite. Una vez termine con las tres botellas y los tres retazos, procedí a presentar mi pequeña contrapción.

Muy bien, aquí están. Synh, Pep, tomen una cada uno. -Les acerque correspondientemente una a cada uno- Estas pequeñas botellas tienen los ingredientes necesarios para divertirnos! JAJAJA! Tan solo debemos encender la punta del trapo, arrojarlas y... BUM! -Cuando pronuncié la onomatopeya se escuchó un sonido apagado a explosión. Uno no puede montar un show sin deleitar los sentidos!

Y bien! Que opinan?-Esperé con una sonrisa en la cara.

El bardo se perdió pensando en todos los acontencimientos hasta ahora y de repente observa a su compañero
- Veo que eres hábil con las manualidades-  Dijo mirando los objetos que sostenia el gnomo - Cuantos chiribolitos de esos hace falta.... para... que precisamente

Un murmullo de preocupación abordó a la caravana cuando el carro de Alvarado empezó a dar la vuelta, haciendo un círculo para volver por el camino del que habían llegado.
Oyeron un voces levantarse y luego no emitir palabra, los conductores de cada carreta seguía a Alvarado pese al parecer volver...
¿A donde estaría llevándolos?

Me sorprendió el giro, tenía la sensación de que no sería el único. Dejé a mi hermano hablando con el resto, las explicaciones de los explosivos y demás, cuando yo de un pequeño saltito me bajé de la caja y comencé a caminar hasta donde me permitía la caravana

ey- dije

EY- grité con fuerza, esperando que el conductor de la caravana me escuchase

¿Sabes hacia donde nos dirigimos?- pregunté con fuerza, esperando alguna respuesta que pudiera orientarme, no solamente a mi, sino al resto del grupo

-Éste ser no sé qué querrá, no leo mentes aunque tenga ésta apariencia- dije mientras señalaba mis cuernos y a la vez hacia resonar un poco mi cola.-O al menos no aún... Y tampoco te recomendaría comerte al ratón, quién sabe qué cosas raras tendrá en su interior. Lo más probable o es que te dé indigestión él o yo metiendo mi mano en tu boca para sacarlo-. -Qué más da-. me acerqué al semiorco y me senté al frente de él -Creo que ya no te están siguiendo, así que dime, ¿qué pasó allá en la plaza? No estuve muy pendiente qur digamos-.

-Esta difícil darle indigestión a un semi orco, por otra parte veo que eres una persona muy curiosa, casi tanto como tu ratón.- Dije en tono burlón

¿Porque esta tan interesada en el asunto?- volví a preguntarme

Lo que paso fue que un enano borracho e inferior se atrevió a insultarme a mi y a mi raza, quise darle su merecido pero cegado por el enojo creo que lo mate... bueno, no creo, lo hice pedazos.- Le dije en tono serio esta vez.

Me recosté un poco mas cómodo al ver que se sentaba delante de mi con total tranquilidad y me relaje aun mas, si fuera enemiga no se si era tonta o estaba intentando que me confié, de ser así lo estaba logrando gracias a mi cansancio.

Pero que mas da, ya me aleje de esa cuidad llena de basura y enanos pestilentes -Dije un poco enojado y diciendo pestilentes únicamente para insultar, ya no sabia que era pestilente y que no.

-Que significara esto...

-Oye, mejor dejemos la bebida explosiva para mas tarde...

Estaba desconcertado, podia imaginar a que se debia ese giro pero esperaba realmente equivocarme, espero que por culpa de ese incidente no nos perdamos el trabajo.

Alcance a Pep.

-Te han dado alguna explicacion?

Espero que todo marche bien, pero es algo que cada minuto creo menos..

Quedate con el frasco, consideralo un... regalo.-Le dije al paladín

Miré a Pep con cara extrañada-Con que simplemente nos volvemos? Bueno, mientras nos paguen supongo que poco importa el destino.

Me dirigí al bardo-Hacer falta hacen falta tantos como podamos Jajaja. Y para que? No lo sé, esa es la parte divertida!

-No soy curiosa, simplemente sigo señales que la "naturaleza" me dan. Si fuera por mí ni te hubiera seguido y estuviera aún en la plaza, comprandome algún objeto raro, quizá-.

Estiré un poco las piernas y coloqué mis manos detrás de mi cabeza, el estar siguiéndolo por un rato me había estresado un poco. -Veo que tienes mucho orgullo, con todo eso que me has dicho, pero... ¿Qué hacías por acá, si se nota que no te gusta la ciudad?-.

-Eso, claramente es ser curiosa.- -Dije con aires de sabiduría por mas que no estuviera del todo seguro

Me pase mi mano por la cara para limpiarme un poco la sangre y luego dije

-El orgullo es lo que herede de mis raíces orcas, mas aun el orgullo de los humanos.-

Estaba en una caravana en busca de aventuras, hicimos una parada en la ciudad para pedir permiso para pasar por ella y bueno... ocurrió lo que te conté antes y aquí estamos.- -Dije mostrándome un poco preocupado
Esta situación no evitara que encuentre una verdadera aventura. -Pensé

Cambie mi cara a una un poco mas seria pero amigable y le dije a la mujer
¿Y vos? ¿Que te trae por estos lares? por tu apariencia deduzco que no eres de por aquí. Y por cierto, ¿Como te llamas? Yo me llamo Durakthan Skug

-Para mí eso no es ser curiosa, pero bueno, no te seguí para debatir sobre términos-.
Observé cómo trataba de quitarse la sangre de la cara -Partir en dos a alguien... Cuanta sangre... ¿Por qué?-. -Como dije antes, estoy por acá persiguiendo señales que encuentro- inconscientemente toqué el medallón que siempre cargo en el cuello -Me llamo Brysennya, a secas. Por cierto, deberías de buscar un sitio y lavarte toda esa sangre antes de que levantes sospechas. A estas alturas se debe haber regado el rumor del escape de un semiorco-.

Note como tocaba su medallón que traía en el cuello mientras me hablaba, me dio curiosidad pero no era tiempo para preguntar sobre eso.

Tienes razón, quiero evitar los problemas por ahora ¿no tienes idea de algún lugar cerca para poder lavarme? quizás un rió o un pueblo

La idea es evitar problemas por lo que lo mas prudente seria lavarme en un lugar sin gente. -Pensé

El conductor de la carreta con cara de extrañado mira a los aventureros. -No, la verdad que no lo sé...- Dice y vuelve a mirar hacia delante, azuzando los caballos y alineando la carreta para seguir en fila a la caravana.

Otra vez voltea la cabeza para miar atrás. -Lo único que sé es que no vamos a pasar por donde esperábamos. Acompañe a Alvarado y los enanos nos habían dado paso por dentro de su ciudad y por un camino seguro que cruzaba al cañón por dentro...- Parece pensar por un momento y suspira decepción. --Nos hubiéramos ahorrado hasta tres días de viaje... y hubiéramos ganado cientas o miles de piesas de plata y oro por llevar algunos de los cargamentos lo más fresco posible.-

Con esto puede entenderse el enojo de Alvarado, no parece ser alguien a que le agrade perder dinero.

Ahora el conductor mira fijo hacia adelante, guiando a los caballos mientras van saliendo ya del mercado. -Ese asesinato hizo que los enanos nos cerraran todas las puertas. Ahora no sé que piensa hacer Alvarado, pero lo seguimos por que siempre logra hacernos ganar lo más posible, aunque parezca imposible...-

Sabes que viajaran a un fuerte al norte y que el cañón esta en el medio. No recuerdas cuales son los caminos más directos pero por suerte si recuerdas que tienes un mapa en tu equipo de explorador en la mochila.

Comienza tu aventura en una taberna del pequeño pueblo Tres Espadas.
Conoces las calles y como funcionan los códigos del bajo mundo y sabes que el lugar atrae a mercenarios y a quienes los contratan.

Estabas solo, en la ultima meza, en la esquina más alejada de la luz de la hoguera. Cerveza en mano, piernas extendidas, levantas la vista a ver quien es la persona que esta entrando al lugar.

Los mercenarios del lugar lo miran, el tabernero lo mira y le ofrece algo de tomar. Cuando este se niega ahí despierta tu curiosidad, algo esta buscando.

Te sientas predispuesto a hablar y tu lenguaje corporal parece llamar al hombre que se sienta en tu mesa.

-Tengo un encargo...- Lo escuchas decir.

-Necesito que lleves un cargamento hasta un lugar al este del fuerte que se encuentra al norte de la Gran Grieta.- Entonces mete la mano entre sus ropas.

-Aquí la primera parte de la paga, diez veces más te pagaremos por que el cargamento llegue intacto y sin ser percibido.- Dejando una bolsa con 100 piesas de oro y unos papeles que te ayudarían a llegar junto a unas indicaciones.

Unos caballos llegan a la puerta del lugar, sus jinetes bajan e irrumpen pateando la puerta. Todos se paran y desenfundan sus armas...

Dos paladines en brillante armadura, espada en mano, entran miran y enfundan sus armas. -No esta aquí....- Dicen y se marchan.

Extrañado vuelves a sentarte, para descubrir que el misterioso hombre delante tuyo había desaparecido. A tu lado se encontraba una caja de un pie de ancho y alto.
La tomaste y saliste justo cuando una caravana estaba por partir del lugar. Hablaste con el conductor y podría llevarte la mitad del camino de tu misión, todo era muy fácil...

La informacion que daba el sujeto como respuesta a nuestra inquietud hizo recordarme que tenia un mapa, quiza yo podria dar informacion mas precisa si lo miraba.

-Claro, el mapa! 

Volvi hacia donde se encontraba la mochila, y sin decirle a nadie comence a ver el mapa, no queria ilusionar al resto.
 

Dos carretas, tres personas y cuatro caballos contaba la caravana esta. Había cruzado la ciudad enana de Eartheart y ahora se dirigía a Delzimmer.

Sin siquiera llegar a mitad de camino se topa con dos individuos en el, un bárbaro semi orco y una extraña mujer de cuernos y piel rojiza como si de un demonio se tratase.

El conductor de la segunda carreta mira al muchacho que lo acompaña (Dera) y le dice. -Creo que tenemos problemas...-

Pude ver una caravana acercándose a la distancia y esperaba que fuera la caravana en donde venia, pero por otra parte deseaba que no.

Quizas esta caravana pueda llevarme -Pensé

-Hey mira, una caravana, ¿Crees que puedan llevarnos? -Le dije a Brisennya.

Me pare, me limpie un poco mejor la sangre de la cara rápidamente y y me prepare para hacer señales a la caravana para que parase.

Me asome para ver a los dos individuos, mire al conductor y le pregunte...

- ¿Que haremos? - Le dije.

Esto no parece bueno, espero no sean bandidos. - Pensé.

Entonces solo me quedaba esperar y estar preparado para lo peor...

-Soy tan nueva como tú por estos lares. Apenas sé en dónde estoy parada-.
Escuché a la lejanía cómo se escuchaba un traqueteo -Una caravana, geniaaal-. Me lavanté a la par que Skug, mientras veía mejor la caravana que se acercaba poco a poco.
-No creo que nos reciban de buen agrado. Sólo míranos. Lo bueno es que yo no parezco haberme dado un baño con sangre- me reí por debajo.