Partida Rol por web

No todo es alcanzable...

Pero si es posible perderlo todo.

Muchas veces hay sueños que asfixian...

Y realidades que exaltan.

Sin embargo...

No existe problema que no pueda ser solucionado bajo todas las circunstancias posibles.

Despiertas tras un pesado dormir, tal como todos los anteriores, tal como siempre, tal como cada noche. A veces pica el cuerpo, se sienten las marcas, pero hoy es relativamente mas... Aceptable. Quizá una pequeña indulgencia en el sufrimiento.

Por otra parte, son las 8:00 de la mañana. Todo está silencioso, quieto, muy tranquilo. Tu madre no se encuentra, ha salido a trabajar, como siempre, habiéndote dejado algo de cenar la noche anterior. Se puede sentir su existencia, aún si no esté presente.

Por otra parte, tu mismo te encuentras... Normal. Ni bien, ni mal. Todo neutro, sin estados de oscilación, cambios, diferencias de potencial, o de aceleración.

A excepción de un dolor corporal. Una debilidad. Al parecer los últimos días peleando tanto han obligado a tu cuerpo a regenerarse a un nivel meramente estructural, o al menos de funcionamiento móvil. Tus anticuerpos han bajado, quizá exponiendote a muchas variaciones, sin dar paso a un tiempo necesario para los linfoticos. Te sientes enfermo, agotado, no lo suficiente para apagar a un macarra como tú, alguien con tu voluntad, pero si como para darte la molestia, el peso encima. Una cruz más que cargar.

Al menos la cena se ve deliciosa, y la clase comienza a las 9:30, para tí, que ya estás avanzado en tus estudios. Tendrás tiempo, suficiente para poder tomar algún autobus y llegar agotadamente, pero de manera correcta, si es que te apaetece ir.

Al parecer este es un dia, un trozo de tiempo más en la Ciudad Universidad...

Me levanto tras varios intentos - no tengo ninguna costilla rota de la última paliza, pero duelen como si lo estuvieran - me miro al espejo y compruebo que el morado del ojo derecho aún no ha remitido - me toca volver a usar gafas oscuras. Hago algunos ejercicios de estiramiento y calentamiento para desentumecerme y me visto. 

A veces pienso que mamá pasó su juventud trabajando en un restaurante... - Tras desayunar algo, más por llenar el estómago que por apetito, coloco la cena en un obento que como de costumbre me terminaré en la hora de comida. Cojo algunas monedas para gastos y mi bolsa con los libros y salgo escopetado de casa... para una vez en la calle volver a subir a casa para coger las nudilleras que se me habían olvidado.

No es que sea una nenaza, la primera vez que usé mi habilidad con los puños desnudos acabé con fractura múltiple de dedos y muñeca. Desde entonces los uso para protegerme.

A la que salgo de nuevo de casa, sabiendo que ya no llego al autobús de la escuela, cojo mi monopatín y el casco -no hay tiempo de coger las coderas y rodilleras- y monto en él al llegar a la calle. Imprimo primero lentamente velocidad evitando ágilmente los obstáculos y cuando llego a la zona que mejor me conozco comienzo a usar mi habilidad para incrementar la velocidad cuidando de no pasarme como la última vez que acabé en la copa de un árbol... Se hubieran reído de mí los de clase si no fuera por la mala ostia que tenía en el momento de entrar por la puerta de clase. - suspiro, a veces es bueno tener esa reputación.

Avanzas, amago de tu debilidad muscular, y entonces, sintiendo levemente presionar el abdomen, prosigues, haciendo movimientos atléticos, y deslizantes a medida que te mueves. Un 90% de las persona te observa con gestos de impresion, o de miedo, mezclando esa gracia de tus movimientos con la presencia imperante de "Ser un macarra". No es que no lo seas. No es que totalmente lo seas.

Al avanzar entonces, finalmente, estás viendo el portón de la escuela. Avanzas con rapidez, cruzando obstáculos, acelerado la existencia, incrementando el valor de tu velocidad, cuando entonces...

Fukou da.

Una moneda. O una roca... O algo. Algo pequeño, y sólido, se puso en la rueda frontal del monopatín.

Justo en el punto, el lugar, y la forma precisa, la manera exacta para que cayeras hacia adelante.

Lentamente... Observando tu propio descenso...

Pero entonces, encontrando un ágil movimiento.

Pudiendo tratar de deslizarte mejor, y sujetarte a...

Una salvación.

Salvación que rapidamente es rodeada por silencio.

Silencio del exterior, de la gente alrededor. Silencio que es encontrado con aquello que tus manos buscaron de manera no consciente.

Una mujer. Su falda, y sus... Panties.

Te mira, fijamente, indignada, y entonces grita.

- ¡¡¡Hentaaaaaaaaaaaaaaaaaaiii!!!

Y ahí, es cuando, frente a tu escuela, a unos 10 o 20 metros...

Se manifestó, un trozo de...

Odioso Destino.

O Mera Mala Suerte.

 Todo iba bien. Debía haberme dado cuenta que iba incluso demasiado bien... cuando miré el reloj y vi que acababa de conseguir algunos minutos para llegar a las clases incluso pudiendo dejar mis cosas en mi taquilla debí darme cuenta... pero lo que estaba era animado, contento porque, como pocas veces sucedía, el profesor no me miraría como un delincuente que desperdicia su vida y no me echaría la bronca por llegar tarde...

Pero claro, algo se tenía que torcer, sino no estaría viviendo mi vida sino la de algún tipo normal y corriente, un tipo afortunado...

Todo fue repentino, no pude darme cuenta de lo que sucedía. Di una voltereta y me sentí como un espectador hasta que me di de bruces contra el suelo... bueno, caí al suelo, pero... no fue tan malo... al menos es lo que pensé hasta que me recupere de mi aturdimiento.-

Cita:

El grito casi me deja sordo. Pero al menos me hizo darme cuenta inmediatamente de la situación en la que me encontraba. - oh... mierda. - Si ya tenía fama de delincuente, solo me faltaba esto para que además me tildaran de pervertido o acosador.

Me levanté como pude, ignorando todo lo posible el tema de haber sujetado sus panties, y luego algo sonrojado evité mirarla y le tendí la mano para ayudarla a levantarse - Lo siento, ha sido un accidente. En serio... - dije al tiempo que señalaba el casco y el lugar donde había caído el monopatín - no fue mi intención, perdí el control. Siento haber chocado contigo.

Tus palabras eran coherentes... Por el amor de Newton, ¡Tenían sentido! Pero no... No podía ser. Aquel día en que "Dios", o aquel trozo de números trigonométricos que formaba el universo se apiadara de Tí, sería el mismo día en que... Pasara lo inaceptable, lo imposible, lo irreal. Una cachetada marcó tus mejillas, ante el sonrojar de una joven que buscaba medio-levantarse y terminar de subir su falda hacia su cadera, a lo que luego habló enojada, infuriada por su propio ánimo, las hormonas que guiaban su conformacion natural como miembro de las féminas humanas.

- ¡Baka! ¡Hentai! ¡Yarashi!

Luego de eso, decepcionada, está por hacer algo más, quiza, no sabes, darte una paliza? O peor, hacerlo ver mas público, y mas dañino para tí... Hasta que algo pasa. Un súbito. Una... Sombra, literal, se manifiesta.

Una persona.

Su voz, firme, pero suave, entre la de todos, se destaca, y se oye atentamente.

- Fué tan solo un accidente. Yo lo contemplé desde lejos. ¿Dudarías mi palabra?

La joven mira asustadísima, como si hubiese visto al Diablo salido de su cueva infernal.

Y tu solo ves al lado, a un joven, de uniforme negro y estiloso, que no medirá más de un metro con 70, con un aspecto muy, muy carismático, pero del estilo oscuro, de ese que maneja tras la oscuridad. Su pelo  negro, liso, tirado hacia atrás y hacia ninguna parte, junto con sus ropajes perfectamente ordenados, y su piel como mármol, denotaban una presencia intimidante. Todos los otros miraban de igual forma.

- N...No, lo siento. Sumimasen!

Aquella jovencita sale huyendo. No parece quererte ni un poco más, pero la fuerza de la brutalidad ha impuesto. Así mismo contra todos los otros que fueron intentados de convencer de tu "Hentai-idad" por la joven. Oyes entre susurros sus palabras, que el mismo "Diablo en traje" no ignora, y deja pasar como producto quizá de leve orgullo.

- Aquel es el Level 4 del Sector no? Uno de los mas poderosos?

- Sí... Sí, es él, no cabe duda, su descripcion... Mejor nos vamos... Yo que quería divertirme...

Así, tan morbosas,  humanas palabras a costa de otros, de parte de dichos desconocidos, se deshacen. Ovejas que se van, y señor Nivel 4 que se queda, al lado tuyo. Una sombra de árbol parece acompañarle en una situacion casi artística, teatralmente conveniente.

- Mis disculpas, por no interrumpir antes en este... Desafortunado evento.

Te ofrece la mano, entonces.

- Zaitsu... Nimura Zaitsu. Oroshiku...

Pronuncia en un fijo y fluente japonés, mientras ves a tu costado/frente, la escuela. Quedan... Tres minutos. ¿Cortesía... O Victoria?

Tu interlocutor se mantiene con los ojos semi-cerrados, como aquellos personajes misteriosos de los animes, mientras contemplas que los últimos estudiantes están entrando, y que en no mucho... Se cerrarán las puertas.

Me llevo una mano a la mejilla, enrojecida, y herida, aunque solo en mi dignidad como hombre, la vuelvo a mirar sorprendido y al mismo tiempo enojado. Pero la sangre no llega al río, una voz a mi lado detiene mi impulso. - Y este tipo... ¿quién se cree?

Me vuelvo hacia él con cara de pocos amigos dispuesto a centrar mi ira en él cuando escucho los susurros alrededor nuestro. No me detiene el saber que su habilidad es de nivel 4, sino que todos nos están mirando y que a él parece gustarle eso. - Además estamos en frente de la escuela, si inicio una pelea ahora sería malo.

Escucho su disculpa y me tiende la mano, amistoso. - y a mí ¿qué? - bajo la vista y tan solo un segundo después aparto su mano de un manotazo y cruzo la vista con él, mis ojos expresan aun el enojo del momento. Estoy irritado.

No sé quién eres ni porque te metes en mis asuntos. - anuncio - Piérdete. 

Acto seguido salgo corriendo hacia la escuela.  Llegar es lo que cuenta, nadie recuerda a los que se quedan por el camino.

Tendré que volver a disculparme con esa chica... mierda! joder!

Una sonrisa perfectamente redondeada en los bordes, pero lineal en el centro, se forma en el rostro de esta persona, de este joven, el cual termina por hacer un gesto explicativo, apuntando hacia el lugar donde te caíste recien.

- Oh, por cierto... Fuí yo el que te hizo caer. No me costó mucho con mi habilidad... Prácticamente nada.

Así, tienes al cuerpo, que reacciona de manera molesta.

Y te tienes a tí mismo, y tu sobrevalorada fuerza de voluntad.

¿Que hacer, cuando queda exactamente un minuto para llegar?

Ser mas... "Sabio", e ignorarlo?

Tratar de decir algo en contra, y ser... "Mejor"?

O buscar alguna cómoda forma de que no se cruze ninguno de los otros hilos anteriores? Porque la Teoría de los Hilos lo es todo. Lo es.

O quizá... Quizá no.

No, en realidad...

No.

 Me detengo un momento y cierro los puños conteniéndome -  ¿sabes? no me gustan los tipos como tú, que no son más que imbéciles arrogantes que se creen mejores que los demás porque tienen habilidades especiales... 

Y además aparte de imbécil, estas buscando pelea. Pues me encantará pagarte lo que te debo. - y continúo corriendo dejándole tirado - Ahora tengo prisa!

Entro en la escuela.

- Sentencia tu propia muerte, Sócrates...

Pronuncia en un tono altamente molesto, mas leve que el anterior, y mas crudo, grave. No se ve como la gran cosa el tipo, sin embargo su actitud, la actitud.

- Apologia será... Ya verás...

Finalmente, te deja que le dejes tirado, siendo tirado de forma que no negar su... Arrojar.

Logras entrar a la escuela... ¡Segundos!

10...

8...

6...

4...

Y entonces, sientes el dolor jodido del tobillo, que te hace detenerte por reflejo. Todo por haber caído de la forma que lo hiciste. Ni hablar del dolor, más psicológico, pero igual físico, de la cachetada certera de la jovencita "Hentai".

Al final, llegas...

Tarde.

Tarde.

Pasas, sin pena ni gloria, siendo el profesor el que termina por hacerte ver, sin decir palabra, como aquel que ostacizado, debería conocer su lugar. A su vez, logras mirar de reojo las caras estúpidas de compañeros, diciendo cosas como "Me pregunto que lo habrá hecho demorarse" o "Acaso nunca podrá llegar temprano, por un cambio?". Sea que lo digan indirecta, o directamente, no importa.

Tienes cuatro clases, en el siguiente orden: Matemática ahora, después NeuroLinguística, después Ciencia Avanzada, y después Biología en específico.

Y despues, a las 2:30 un descanso para poder hacer... Lo que gustes.

Me olvido del tipo. Me duermo en la clase de matemáticas (no porque no me guste, sino porque es demasiado temprano y tengo bastante sueño). Me pillan en neurolinguistica pidiendo los deberes y algunos apuntes, esta clase nunca me ha resultado fácil... y en biología, atento paso la clase ora mirando por la ventana ora revisando los apuntes de biología.

La verdad es que podría saltarmelas o dormir más, tengo todos los apuntes del curso, porque este año estoy repitiendo, pero mi madre se puso seria y se enfadó mucho cuando eso pasó así que por no verla enojada conmigo hago lo que sea. 

A las 14:30h voy a la enfermería a que me pongan una venda en el tobillo y luego me voy con los compañeros a comer mi obento.

A mi delegado/a le pregunto acerca de la chica, para saber en qué clase está e ir más tarde a disculparme, y también pregunto algo sobre el tipo que buscaba pelea antes. 

Terminas las clases. Pasa el tiempo, y te revisan el tobillo. Sintiéndote ya como si no doliera, vuelves a la clase.

Obtienes la información. Tu compañero, el Incho-san, la otorga, de un utilísimo libro que poseía con datos de muchos estudiantes.

Así, lo tienes contigo.

Fujiwara Saiyuki. 16 años. 2º año, curso B. Perteneciente a tu misma escuela.

Luego, Nimura Zaitsu. 18 años. 3º año, curso D. Okage Seito. Una escuela que no está demasiado lejos. Unos 5 o 10 sectores de diferencia.

Son las 3:30, cuando estás mas o menos libre, al fin.

Así mismo, no hay, de momento, más interrupciones, o eventos extraños, inexplicables. A lo mucho... Tensión en el aire, pero es algo que debe ser percibido solo por alguien como tú. Quizá una mera sensacion relativista.

 Me salto la última clase del día para esperar a la chica a la salida de su clase, mi intención es disculparme con ella.

En cuanto al tipo de Seito, lo recordaré para cuando tenga que ir a por él o vuelva a encontrarme con él.

Tras la escuela vuelvo a casa a dejar las cosas y limpiar un poco la casa, ya que mi madre debido a su absorbente trabajo no puede nunca. Cuando termine me doy una vuelta por los aledaños para pasar el rato y quizás meterme en alguna pelea.

Aquella chica terminó aceptando tus disculpas, sin sentirse demasiado bien tampoco, ni nada. Tu mala suerte había logrado casi bajarle la ropa interior, por lo cual no era algo rápidamente perdonable, pero a fin de cuentas, no es que hubieses sido realmente un pervertido. Pasó a ignorarlo, y a decirte que tuvieses mas cuidado.

Tras eso, volviste a casa, en el descanso, no te quedaba tan lejos tampoco. Ordenas sin mayores problemas, y después, sales...

Al ir avanzando por las calles, te encuentras en un... Callejón. Un lugar ideal.

Y no muy lejos, un grupo de tres sujetos, de mal aspecto.

Te ven, y sonríen.

Uno contra tres. "Tienen ventaja".

O eso parecen pensar.

Uno de ellos te habla, mirando, o tratando de mirar intimidamente.

- Que tenemos aquí! Un pequeñín que se ha perdido de su camino...

- Quizá debamos enderezarlo...

Aquel que ha hablado después de su colega, hace tronar sus dedos. Ves como el otro escupe hacia un lado, y te mira. Primero, hacia la derecha, el que te habló al comienzo, lleva una cuchilla larga, como esas de explorador, que podría dejar un corte profundo, y quizá letal, aunque dudas que tenga la habilidad para lograr algo tan prolifico. Sea como sea, sigue siendo una genuinamente buen arma.

Luego, el de al medio, que habló segundo, no lleva nada, solo usa sus puños. Mientras, el tercero, el que no dijo nada, lleva un puñal americano, metálico, en su puño derecho.

Así, ves que el tipo de la derecha, el del cuchillo, intenta atacarte, tomando su arma, buscando sacarla, para lanzarte un cuchillazo lateral, bastante lento, por lo demás.

Luego, el tipo de al medio intenta acercarse, a hacer una tacleada, o algo parecido, oculto en intenciones, pero directo, frontal, irónicamente.

Finalmente, el tipo de la izquierda, intenta aproximarse, y darte un puño con su mano equipada, por lateral, para ayudar a sus compañeros, definitivamente siendo el más rápido de los tres.

Tatakau wa... Hajimaru.

 Tíos... no sé si alegrarme por vosotros, o lamentarlo... todavía quedan cretinos por estas calles con ganas de meterse en problemas conmigo. - sonrío y me pongo las nudilleras - vamos, venid a por mí... estoy esperando.

Primero se te acerca el tipo con el puño americano, parecido a tí en ese aspecto.

Te ataca por el lado, y le logras evadir fácilmente, pasandole por un lado, sin problemas.

Luego, el otro tipo, que va a dar un aparentemente fuerte puño directo, termina siendo contrastado, y movido en un movimiento parecido al jujitsu, pero mas a tu estilo propio, mandándole a semi-caer hacia atrás tuyo.

Finalmente, el tipo de la cuchilla la termina usando hacia tí, buscando atacar hacia algun sector de tu pecho, siendo evadido con gracia, y evitando que por poco fueses cortado de verdad.

Ahora es tu turno de impactar... Sin mayor problema, en el instante infinitésimo, pero innegablemente estimulante, que concede el momentum múltiple de la batalla...

 Consigo evitar sus ataques, todos ellos peligrosos y finalmente puedo ser yo el atacante. Para no quedar desprotegido decido atacar solamente al que lleva el cuchillo enorme, le golpeo usando mi potencia en mis puños y dado que es el que está más cerca apenas tengo que moverme. Le golpeo fuertemente primero en el pecho y luego en la mandíbula.

¿Eso es todo lo que sabéis hacer? más vale que os hubiérais ido con vuestras mamás antes que recoger una pelea conmigo - les hostigo.

Por fin.

Un movimiento que funciona.

Un avance que no ha sido hecho retroceder.

Tras pasar a tu oponente... Percibes aquella fuerza, dentro tuyo.

Mucha rapidez, y un ataque que finalmente... Conecta.

De lleno. Completamente.

Un sonido fuerte, de aceleracion, de exaltacion, ocurre en el momento en que das el puñetazo al pecho, no solo ha sido bien dado, sino que...

Ha sumado toda tu fuerza, a un montón más, al menos el doble, como mínimo, dejando al sujeto sin aire, y prácticamente distribuyendo los joules hacia su torax mas interno.

Aquel sonido termina, y tu oponente es movido, no sin antes sin embargo, recibir el gancho..

Uno que lo manda volando, y luego le hace chocar de manera típica, y estruendosa, en basureros de este callejón, haciendo que su cuchillo caiga aparte de sí.

Tu oponente que estaba desarmado, se queda mirando, sudando un poco mas de lo normal, y algo mas tenso.

Mientras, el otro, se te lanza.

Primero un puñetazo desde la izquierda, fallido, y luego...

Una finta, que por fin conecta.

Un puñetazo derecho/frontal, hecho con la mano en la que lleva el puño americano.

Un metalico sabor llega hacia tu boca, pero sientes por poco la "Chispa", el "Iniciar" de tu poder, estuvo cerca, pero faltó poco, quizá fué por que ya salió bien por primera vez en la batalla, y usarlo de inmediato no fué logrado. Resultas empujado hacia atrás, y hecho expulsar un poco de saliva y sangre.

Luego, tienes la mirada inexistente del... ¡Tipo desrmado!

¡Se te lanzó aprovechando la cubierta de su amigo!

Sin embargo, aun en su fuerte puño, no logró la desventaja que quería. No solo volviste a evadirle con gracia, sino que a producir un instintivo tropiezo con tu pierna desde un lado, haciendo que cayera, y que la V de su cuerpo aumentara notablemente, la F a su vez, lo hizo junto con dicha, haciendo que tropezara de lujo, hacia adelante, cayendo tan o más estrepitosamente que su compañero del cuchillo.

Y ahora... Solo te queda el tipo del puños metálico... Aún de pie.

 Doy unos pasos adelante y escupo algo de sangre al suelo - Parece que conseguisteis golpearme... si entre tres no lo hubiérais logrado habría pensado que aparte de idiotas eráis unas nenazas - sonrío mientras me muevo en círculo al igual que él, mirándonos mutuamente - ahora sé que os merecéis que os dé esta paliza. Debéis aprender a no meteros con los demás, y la mejor forma es encontrando la horma de vuestro zapato.

Y dicho esto me lanzo al ataque, aunque parece que voy a realizar un ataque frontal, lo que hago es moverme hacia su flanco izquierdo al dar el último paso y dejando el brazo derecho para bloquear en vez de para golpear, intento conectar el puño izquierdo a su hígado y costillas, para a continuación darle una patada en la rodilla y hacerle caer al suelo.

Todo un escenario destacable ocurre. Tras el que te golpeara, y escupieras la sangre, volviste a la batalla, fuiste hacia su flanco izquierdo, le diste el puñetazo en el hígado, y entonces, el intentó tomarte el brazo de algún modo, lo cual no fué exaltado por tu Poder, pero pudiste evadir, impulsando sus costillas, y su torso, para entonces dañarle un poco al menos, causando que sus pulmones se presionen, y dejandole sin aire, aun si sea por segundos. Acto seguido, el rodillazo es inminente, sin embargo, siendo en un oponente que salta, por lo que al darle la patada, el cae, pero se alcanzó a sujetar, previendo lo posible a ocurir. Sin estar menos cansado, te mira aún, destartalado un tanto, ante tus actos.

Sin embargo... Justo cuando te creías vencedor... Algo detrás tuyo, y a tu derecha, se oye.

Un sonido de levantarse entre la basura, y de hacer sonar algo, hacerle crujir. Una cuchilla.

Percibes al joven de la cuchilla, el que hablo primero que todos, hablando ahora.

- Sabes que... No te he mencionado algo. Yo... Si tengo Poderes. O al menos, ahora, si los tengo.

Saca de sus bolsillos un contenedor, como una probeta, con un líquido azul, el cual contempla gustoso, y se toma de un solo sorbo, como si fuese un pequeño trago de alcohol combinado, o un poco de jarabe. Tras eso, lo lanza a un lado, haciendolo romper, y entonces... Notas algo extraño. Tal como si estuviese... Percibiendo por sí mismo.

- No vas a ganar, amigo. Aún con tu poder y su uso decente... Te vamos a derrotar...

Lo dice como si fuese absoluto. Toma su cuchillo, apunta desde lejos, y entonces, mientras parece musitar algo en voz baja, termina por... Lanzar.

Te concentras para, como siempre, hacer que el movimiento haya sido mas fuerte, y por ende el movimiento que tendrá la daga, cuando entonces...

Te das cuenta. Avanza dirigida, precisa. Lograste usar tu Poder, y entonces, la daga, aún mas fuerte, y desviada... Llegó justo a nivel de tu ligamento entre los huesos humero y cubito, cortándo levemente las aponeurosis encima, la piel sobretodo, y dejando una marca precisa, y detallada, para luego pasar de largo, dirigiéndose hacia el piso distante.

Se levantan los otros dos, y parecen algo mas... Inspirados.

Su ¿Lider?, el que acaba de usar un desconocido poder, mas el lanza-cuchillas, te mira de lejos. Primero va el que estaba sin armas, directo por frente hacia tí, y luego el otro, que intenta darte por bajo...

- Pelea!