Partida Rol por web

Si no está ocupado en el depósito, que no me aparece, seguramente lo encuentre usted en su despacho, planta 3, pasillo de la izquierda - te responde sonriente la enfermera,  mientras consulta una tabla donde tiene anotado el esquema horario del hospital y sus médicos - Si no está allí, no sé donde puede estar, porque no veo que tenga ninguna otra cita para hoy.

- Gracias, no lo conozco. ¿Como es y cual es su especialidad? Sólo se que estuvo el otro día ayudando al forense del condado en la morgue...

 Su especialidad es esa, medicina legal. No tendrá mucho problema en encontrarlo... - dicho lo cual, la enfermera te dá una descripción detallada - ... y sobre todo lo reconocerá por las gafas y esa barba suya tan característica

- Bien...

Ángel se dirige hacia el despacho casi dejando a la chica con la palabra en la boca.

 Una vez más, te encuentras andando por pasillos de la Universidad. La facultad de medicina tiene un acceso directo desde el hospital por el que tantas veces has entrado y salido que prácticamente lo consideras tu casa.

Este ala de la facultad no es la que más frecuentas, pero sigue siendo un entorno conocido. Tras seguir las precisas indicaciones de Tonya, te encuentras frente a una puerta cerrada que tiene el siguiente cartel:

Morton Waldron

Medicina legal

Ángel mira hacia los lados esperando que alguien le pueda indicar algo y, dubitativo, golpea con el puño la puerta.

- ¿Doctor Waldron?

El tiempo se ralentiza mientras espera contestación.

 ¡ADELANTE! - te grita una voz masculina desde dentro del despacho.

Ángel abre ligeramente la puerta mientras va introduciendo la cabeza y, a la par que adapta los ojos a la diferente luz de la sala, busca al doctor.

- Bu-enos días. Soy el doctor Ángel Gamboa. Necesitaría hablar con usted. Espero que no tenga inconveniente.

 Pase, doctor Gamboa, tome asiento.

El doctor Waldron se levanta para estrecharte la mano e invitarte a entrar. Es bastante bajo, pero notas en él una mirada vivaz detrás de esas gafas. También ahora comprendes perfectamente lo que Tonya quería decir con aquello de su barba.

 Una vez que te sientas en la silla frente a su mesa, una sensación extraña para tí, que sueles estar del otro lado normalmente, él toma asiento. Retoma su pipa a medio fumar y entre caladas te pregunta:

Digame, ¿en que puedo ayudarle?

- Necesito su colaboración para... -Ángel se queda pensativo, como si hubiera olvidado algo- Bueno... creo que lo apropiado es primero agradecerle su disponibilidad -dice mientras cierra tras de sí la puerta y toma asiento-. El doctor Gray me ha solicitado que me encargue del análisis y tratamientdo psiquiátrico de Victoria Nangelo. Estos problemas suelen tener múltiples raices y estoy investigando que le pasó para aclarar como tratarla. Me acerqué a la morgue para saber que le pasó al chico pero el guardia no quiso franquearme el paso, aunque me indicó que usted, junto con el doctor... ¿Whitby Lodge? ...el forense del condado, realizó la autopsia.

Ángel termina su alocución como si ya estuviera todo dicho. Como si el doctor Waldron tuviera que entender directamente que lo que desea es poder acceder al cadaver casi más que sus explicaciones.

 Efectivamente, doctor Gamboa, yo realicé esa autopsia junto con el forense del condado - da una calada a la pipa y te mira profundamente - pero no entiendo bien la relación que tiene con su caso...

La última frase la pronuncia bajando el tono al final. Parece evidente que espera alguna aclaración más antes de seguir hablando

- He conseguido que la chica abanandonara su estado casi cataléptico y comenzara ha hablar. Lo que cuenta es tan extraño que quería comprobar lo sucedido al chico. Decía algo de que no se encontraba bien porque no podía sangrar. No se si es un desvarío de la chica o, simplemente, una percepción errónea de alguna otra índole.

 Lo siento, doctor Gamboa. Lo que me pide es una información clasificada y no puedo suministrarla sin un permiso oficial, aparte de que sigo sin ver la relación entre ambas cosas. Si pudiera explicarse usted mejor...

Puedes atisbar aún una posibilidad. Al doctor Waldron parece dolerle el tener que negarte esa información

¿estará buscando una excusa para poder dármela sin remordimientos de conciencia? - piensas, mientras te preparas para darle una explicación más pausible, sin tener que mencionar nada que no desees.

- ¿De verdad no puede decirme nada que pueda ayudar a tratar a la chica? No hace falta que me cuente nada confidencial. La chica está muy mal... Fue muy difícil hacer que volviera en sí y, al hacerlo, no paraba de repetir siempre lo mismo... ¿como era? -Ángel se queda pensativo un tiempo antes de recitar, como si estuviera escenificándolas en un teatro, las palabras de la chica- "Él... no se encontraba... muy bien... claro que... usted tampoco lo estaría... si no pudiese sangrar... ¡¡¡NO PODÍA SANGRAR!!!" No paraba de repetir eso.

Ángel cruza los dedos de sus manos y las aprieta fuertemente mientras se las mira con cierta impotencia.

- Hay que sacarla de ese nuevo estado. Sólo he podido recetarle unos calmantes para que se tranquilizara y durmiera. Pero, cuando se despierte, volverá a lo mismo. Necesito saber que vió en el chico al que usted realizó la autopsia para entender que puede estar sucediéndole a ella.

Bueno, si es por el bien de una paciente, confiaré en su discrección doctor Gamboa.

Acto seguido, el doctor Waldron deposita su pipa en un soporte y se levanta. Abre su armario archivador y tras una breve búsqueda, regresa a su sillón, con una carpeta entre sus manos.

Como comprenderá, no puedo facilitarle una copia, pero si le puedo dar los datos de los que dispongo. El señor Frank Charlton murió en la noche del 1 al 2 de mayo. La hora probable fue sobre las 2 de la madrugada y la causa fue la asfixia. Le ruego que tome la hora como una aproximación, con un error de unos 30 minutos.

También sabemos que el cadaver estuvo tumbado boca arriba. Presentaba una típica lividez post-morten y una acumulación de sangre en su espalda, gluteos y parte posterior de las extremidades.

Otra cosa que hemos encontrado fue una serie de abrasiones y 3 fracturas en la médula espinal, que hubieran sido bastante para provocarle la muerte si hubiera estado vivo. Calculamos que se produjeron unas 18 horas después de su fallecimiento.

Hace una breve pausa e inicia el movimiento como para cerrar la carpeta de los informes, cuando vuelve a abrirlos y fijarse en una nota.

¡Ah si, se me olvidaba!, presenta un pinchazo en la parte interior de la muñeca izquierda. Probablemente sea debido a una jeringuilla hipodérmica. Lo que es seguro es que se hizo después de muerto, puesto que no ha dejado hematoma.

Ahora si completa el movimiento y cierra la carpeta, dejándola delante de él sobre su mesa. Hecho esto, toma la pipa y procede a encenderla de nuevo. Tras una breves bocanadas, logra que prenda y te habla:

La verdad, no sé como puede esto ayudarle, pero esos son los datos de los que dispongo. Si necesita alguna aclaración más, estoy a su completa disposición... - mientras hace un gesto para invitarte a hablar.