Partida Rol por web

Una vez la puerta se hubo cerrado, Corey rápidamente y con unas largas zancadas se acercó a la misma, para proceder a bloquear el pestillo con una silla. Se quedó unos instantes allí, parado frente a la puerta, totalmente inmóvil. ¿CAS lo sabía? Esto cambiaba un poco las cosas... De quererlo, aquel androide podía en sólo un par de segundos echar por la borda todos sus planes. En caso de que alguien accediese a sus memorias, las cosas se complicarían de igual modo. Si alguien como Tatsumaki lo descubriese... si la tripulación se enteraba de esto no estaba seguro de poder mantener su mandato, la vida de su tripulación y la de aquellas niñas o siquiera la suya propia. Esto último de todos modos era lo que menos le preocupaba; el hecho de no poder superar aquel desafiante reto por una estupidez así era lo que realmente no le hacía ninguna gracia... y aún así... Corey comenzó a darse vuelta hacia CAS, hasta que la mitad de su rostro quedó visible para la androide, entonces se detuvo. Su expresión daba menos miedo de lo que uno podría esperar en aquella situación.

—Sin duda, interesante —dijo lentamente. Su mirada se encontraba fija en algún punto del suelo—. Me sorprende CAS, que pensemos de forma tan similar —el ojo de Corey que CAS podía ver se abrió por completo y la escudriñó con malicia—. Todo lo que has dicho es sin duda muy cierto o al menos posible. —Por unos instantes, sus labios se extendieron y dejaron ver una sonrisa acompañada de una mandíbula extremadamente tensa, pero rápidamente obligó a aquellos mismos labios a formar nuevamente una línea, ocultando su blanca sonrisa. Esconder la emoción que las palabras de la androide le habían provocado en su interior no era tarea sencilla—. Puede que seas la traidora, puede el traidor sepa el contenido del sarcófago —el volúmen y emoción en la voz de Corey iban in-crescendo—, puede que no haya traidor o que se trate de un psicópata que sólo quiera divertirse un poco con este sucio juego, también puede que el gobierno nos quiera muertos o las niñas tengan poderes, puede que Ronte sea una más, ¡sí!, ¡sí! puede que, puede que, puede que... —Corey comenzó a reír a carcajadas, en un intento evidente por no hacerlo y encorvándose un poco en el proceso. Una oleada de emociones se revolvía caóticamente en su interior: miedo, intriga, diversión, rabia, determinación... Corey suspiró, intentando calmarse—. CAS, me gustas —dijo volteándose hacia ella totalmente y mirándola de frente. La androide posiblemente no entendiese en qué sentido o por qué su nuevo Capitán le estaba diciendo aquello, definitivamente no parecía una declaración de amor—. Aunque por motivaciones distintas, nuestro objetivos son sin duda los mismos.

Corey extendió la mano hacia CAS, mostrándose mucho más sereno que hacía unos instantes.

—CAS —McClay amplió un poco su sonrisa— Destruyamos juntos el Utilitarismo. Sobrevivamos todos. Salvemos a las niñas. Vivamos felices. —El Primer Oficial amplió aún más su sonrisa— Ambos sabemos que lograr esto es imposible, ¡pero en la imposibilidad reside la esperanza!

McClay estaba muy consciente de que sus emociones lo estaban dominando; estaba prácticamente desnudando su verdadera identidad quizás demasiado pronto ante un androide que por lo que sabía bien podría ser la causante de todo. Aún así, no lo había podido evitar: su sangre había hervido con fervor ante las confesiones de CAS. Incluso si lo pensase de manera fría; su otra opción, en caso de darse las peores circunstancias, era amenazarla con terribles acciones, lo cual terminaría sin lugar a dudas en la filtración de la información. También podría apagarla; "hay grandes indicios de que el androide es un cómplice de la muerte de Foppington". Nadie se quejaría... no, eso no sería en absoluto divertido; además, ya lo había decidido: cumpliría su objetivo con CAS a su lado. Sin duda aquel robot volvería en algún momento a darle esa sensación de éxtasis que hace unos momentos le había regalado, y sin duda sería una pieza clave en la detención del chiste de mal gusto que les había tocado vivir en aquella nave.

—¿Qué harás, Communication Artifical System? —Ahora una determinada y divertida sonrisa se dibujaba en su rostro—. ¿Te arriesgarás a confiar de manera total e incondicional en mí, o por el contrario recurrirás a los confortantes protocolos que alguién habrá escrito en tu sistema? ¿Salvarás la nave, o morirás en el intento?

Llevar a cabo un registro y análisis de todas las posibilidades era algo normal, casi cotidiano para una Inteligencia Artificial. Pero él era un humano auténtico, de carne y hueso. Si pese a mi capacidad de procesamiento ya me abrumaban las posibilidades, ¿cómo no iban a abrumarle a él? Se esforzaba por mantener la calma, por mantenerse como el frío, calculador y perfectamente lógico líder del que toda la tripulación habría de depender... Pero yo sabía que había algo más en él. En mi... inocencia, como la había llamado la Tercera Oficial Tatsumaki, yo esperaba de Corey McClay mucho más de lo que un primer vistazo podría ofrecer. La Empatía era uno de mis dones, una habilidad en la vida fácilmente desaprovechada. Conforme hablaba, en las expresiones de emoción cada vez más crecientes del Primer Oficial, esas que él tanto se esforzaba por ocultar, yo no veía únicamente locura. Veía genialidad: la capacidad extraordinaria para lograr lo imposible. Y cuando se echó a reir a carcajadas semi-ahogadas, tapándose la boca con la mano en un intento desesperado de ocultar la vorágine de emociones que le invadían, una vez más yo no vi sólo a un rey loco. Fui más allá. Siempre intento ir más allá, y sí, quizás pecase de inocencia. Pero don o maldición, la empatía era mi fuerte, y mi deseo, y mi pasión. Ante las carcajadas, vi más que un genio y un loco. Vi un ser humano. Todos tienen... tenemos, nuestro defectos, demonios y miedos. Pero también luz. Una fuerte luz, una muy fuerte luz llena de determinación. Y en estos tiempos oscuros, de verdad necesitabamos una luz que...

CAS, me gustas

"¿E-eh? ¿eh?"

La inesperada declaración me tomó por sorpresa, y sí, me sonrojé un poquito y parpadeé. "M-me siento halagada... y feliz. De verdad, de verdad que dedico todo mi esfuerzo a cuidar de esta tripulación. A amarla, a pesar de sus luces y sombras... Pero la moral de todos está tan, tan baja después de esto... Nadie cree que vayamos a conseguirlo. Todos han asumido, así sin más, el peor de los casos, y como reos en el patíbulo esperan a su sentencia de muerte llegar. O se atrincheran, se preparan para morir luchando. Todo ese esfuerzo y toda esa energía tan mal orientadas... Me duele, McClay. Me duele de solo verlo."

Pero él no era así. Él había aceptado el reto, él no quería rendirse. Con una sonrisa serena, me tendió la mano y ofreció un futuro casi imposible, pero lleno de luz, de esperanza. Destruir la trampa del Utilitarismo. Sobrevivir todos, juntos. Salvar a las niñas. "...¿Salvar a las niñas?" parpadeé una vez más. "No había pensado siquiera en esa posibilidad... resignada, como la tripulación... a un futuro agridulce. ¿D-de verdad cree que puede lograrlo?" Extendí lentamente mi brazo, y me miré la palma de la mano. "No... quizás la cuestión no esté en las probabilidades... sino en la posibilidad. Quizás se trate de hacerlo, sin más. De extender la mano... de agarrar a esa estrella imposible... ese futuro incierto... y hacerlo nuestro. De agarrar el puzzle y solucionarlo... y si faltan piezas, fabricarlas nosotros mismos... fabricar otro puzzle distinto, tomar la matriz numérica e invertirla... y resolver la matriz inversa para resolver a su vez la original..." quizás estaba divigando. No solía pensar en voz alta, y menos aún filosofía, pues bien los pensamientos difusos de una IA podían sonar como una sarta de locuras inconexas para los otros. Sin embargo, aquí, en mi despacho, nuestro despacho, desnudando nuestras preocupaciones y miedos al otro, nuestras emociones, podía quizás permitírmelo.

"Motivaciones distintas..." repetí, pensativa. "¿Por qué las ve distintas, Corey? Quizá no sean iguales, no... pero son semejantes." bajé la mano con lentitud, acercándola a la suya, todavía pacientemente extendida. Paré con la mano cerca, pero todavía en el aire.

"Yo quiero protegerle a usted y a la tripulación, McClay. Por amor y lealtad. Porque no quiero verles morir. Porque a pesar de llevar tan solo un año de servicio en el Pulsar considero este lugar mi hogar, y a la tripulación, la familia que me ha tocado. Porque esta idea de realizar una lista donde se juzgue a la tripulación bajo criterios meramente Utilitaristas me parece un completo despropósito y una barbarie. Porque no quiero hacerlo, sencillamente. No quiero resignarme a un futuro gris y carente de emociones, un futuro Utilitarista, frío, y sin empatía. Donde se tire el gatillo sólo para alargar la agonía un día más, no para salvar ni proteger a nadie. Porque quiero arriesgarme a tomar el camino de la solución más improbable, pero con mejor resultado. Porque quiero tomar esa estrella, ese futuro, esas probabilidades bajas y hacerlas más altas. Y no podremos lograr nada de eso si nos matamos entre nosotros."

Finalmente, alcancé con mi mano la del Primer Oficial, y la agarre, con todas mis fuerzas. Que eran más bien pocas, puesto que yo no era una androide hecha para el combate, sino de empatía y análisis. "¿Y usted, Corey? ¿Qué le motiva? Trataré de adivinarlo. Por favor, corríjame si me equivoco, porque quiero conocerle. Yo creo que a usted le motiva la emoción de este juego de ajedrez, el reto intelectual y social, ¿quizás me equivoco? Por el desafío... o quizás por una motivación latente y personal que todavía no he podido aún entender, pero aspiro usted pueda aclararme. Pese a todo, yo no las llamaría distintas del todo. Quizás, en este mundo frío, moderno y a menudo apersonal... le sea difícil mostrar sentimientos, ya que la errónea concepción de que los sentimientos hacen a uno más débil perdura aún hoy en la sociedad..."

"Pero yo no soy así. Me gusta verlo reir, McClay. Me encanta su entusiasmo, y estoy segura de que, si bien no a toda, a otra parte de la tripulación le gustaría también conocer esa faceta de usted. Quizás algún día. Algún día, también, quizás deba usted también analizar su propia conducta, esos confortantes protocolos grabados en su personalidad. Encontrará luces hermosas y sombras terribles. Todos tenemos nuestros demonios, McClay, pero debemos luchar por vencerlos."

"Confío en usted. Por favor, confíe usted así mismo en mí. No le habría revelado que sé el mayor secreto de esta nave si no pensara y confiara en que, de verdad, usted puede salvarnos. No le revelo hoy, aquí y ahora, que sé lo que hizo con las unidades de ARC-77, y que considero, además, ese comportamiento su fallo más reprochable e inaceptable. Pero pese a conocer algunos de sus demonios y sombras más oscuras, veo en usted a un ser humano con una luz radiante y hermosa. Un intenso y hermoso Púlsar de en medio de la oscuridad del espacio exterior."

"Usted también me gusta, Corey McClay." Bajé mi cuerpo del gancho hasta la altura suficiente como para, sin soltar su mano, abrazarle, y así lo hice. "Quiero verle brillar aún más fuerte, verle superar lo malvado y abrazar lo bueno. Quiero verle feliz, quiero que me haga feliz y que nos haga felices." me aparté, y por fin solté su mano. "Es un deseo. Una esperanza. Algo quizás también imposible. Pero aún así, trabajemos juntos para conseguirla."
 

"Me pongo a su entera disposición, Capitán en Funciones Corey McClay. Pero no seré un títere sin autonomía. De serlo, verdaderamente creo que mi potencial se reduciría poco menos que al de una tostadora. Además, me sentiría insultada. Si queremos que la tripulación no se amotine, y que dediquen sus esfuerzos en la dirección correcta, es necesario mantenerla contenta, respetar ciertos límites, como la privacidad y las libertades de pensamiento. Le prometo, aquí y ahora, que seré siempre, siempre sincera con usted. Por ejemplo, le informo desde ya que no le contaré aquella información que considere usted no deba saber, por el bien de la armonía, paz, confianza, privacidad y libertad de pensamiento de la tripulación en la nave. Pero puede estar seguro de que, por la otra cara de la moneda, le diré todo aquello que ponga en peligro la seguridad de esta nave y sus tripulantes. Considero que este proceder producirá los mejores resultados, puesto que la tripulación (con razón) nunca aceptaría a alguien que jugase a ser Dios, ni a un nivel de vigilancia extremo orweliano."

"Para innaugurar nuestra comunión, le informaré de todo lo que usted debe saber:"

"Uno: Esto ya lo sabe, pero temo por no ser la misma después del 'examen médico.' Alguno de los ingenieros podría ser el responsable del reseteo de mis recuerdos. ¿Qué nos garantiza que no pueda pasar lo mismo? Confío en la Tercera Oficial, pero no sabría qué decir de los demás Ingenieros..."

"Dos: Sus... vicios... con ARC-77 han sido grabados. Fue así como me enteré del problema, ya que como sabe tengo acceso a todas las cámaras de seguridad. Dicha información sensible no ha sido divulgada, pero H. Menudi es un idiota, antes bajó una copia y se la enseñó descaradamente a Ignio pese a mis intentos reiterados de impedir-... oh espere, novedad important-... ¿¡QUÉ!?" Mis ojos se abrieron de par en par y se pusieron rojos. "Las cámaras de seguridad están siendo hackeadas. Estoy tratando de impedirlo. Mierda. Mierda. Mierda."

"Capitán, esto sí que es importante, muy importante. En relación con el traidor. O más bien, traidora. H. Menudi acaba de borrar las pruebas de lo que acabo de ver, ¡no tengo nada! Pero le juro que no me lo estoy inventando. Calma. Calma. Calma." mis ojos parpaderaron entre el rojo y el azul.

"Formalmente le informo de que he visto a la Supervisora de Seguridad Erika Johnson acercarse a H. Menudi, abrazarlo y susurrarle mientras le manoseaba las siguientes palabras:"

-Recuerda estas palabras: Ambos hemos trabajado para el Capitán y hemos buscado el origen del "problema", todo esto fue a causa de un elemento externo que tu, mi heroe, ha encontrado. El virus fue iniciado en esta Sala... si lo haces bien quizás te "recompense".

"Después de eso, H. Menudi inmediatamente ha borrado toda la grabación de la última hora de Ingeniería Superior, eliminando las pruebas de lo ocurrido, y también me ha echado de Ingeniería Superior. Ya no tengo acceso a esa sala. No puedo engancharme a la cámara, ver ni oir nada. Pienso informar de esto inmediatamente a la Tercera Oficial Tatsumaki, aunque sé que no tengo pruebas. Bueno, sí que tengo una muy circunstancial: sigo sin tener acceso a Ingeniería Superior."

"En fin. De lo que he oído se puede concluir que Erika Johnson es la traidora, o mínimo está involucrada. ¿Pero de verdad la Supervisora de Seguridad Informática no sabía algo tan básico como que puedo escuchar susurros? No, seguro que sí lo sabía. No sé qué hacer. McClay, tengo miedo. Mi examen médico está a punto de llevarse a cabo. ¿Y de verdad tengo que confiarle mi vida y seguridad informática a una sospechosa de traición y a un Mindundi? Ya me puedo imaginar qué excusa darán: 'lo que yo he visto y oído fue alucinado.' No. No. Le juro que no me estoy inventando nada."

"Informaré de esto a la Ingeniera Tatsumaki inmediatamente. Ya está en camino para recogerme para el examen. Además, ella confía en mí, y yo en ella. No quiero traicionar su confianza, y desde luego, a usted y a mi no nos conviene ganarnos más enemigos... En fin... voy a hacer dos últimos anuncios antes de bajar de mi puesto para el examen."

"Oh, y... Ya que Erika Johnson juega con el Alto Mando y conmigo, inventándose por la cara el informe... le hago  saber también que la Supervisora tiene un polizonte mascota en sus aposentos. Una criatura verducha alienígena, muy adorable, inteligente como una mascota, aunque que yo sepa, no habla nuestro idioma. No hay cámaras en los aposentos, pero la vi con la cámara del pasillo cuando intentó salir acompañando a la informática. ¡Humph!" me crucé de brazos, molesta.

Para su satisfacción, CAS comenzó respondiendo de forma positiva, lo que logró mantener su característica sonrisa adornando su rostro.

¿Y usted, Corey? ¿Qué le motiva? Trataré de adivinarlo.

La IA tenía buen olfato. ¿La búsqueda del desafío? Sí, eso existía en él, por no como causa como a simple vista podría parecer sino como consecuencia, consecuencia de un trágico pasado. No había dudas de que se trataba de un androide extremadamente perceptivo. Corey sonrió con un suspiro, llevando la mirada a un lado. Aquello había estado siendo divertido, arruinarlo con tales sentimentalismos era ciertamente un desperdicio.

Pese a todo, yo no las llamaría distintas del todo

Corey alzó la vista, arqueando las cejas. Quizás hacía un par de años habría compartido las mismas motivaciones que CAS decía tener, pero hoy... No, hoy era alguien totalmente distinto.

Algún día, también, quizás deba usted también analizar su propia conducta, esos confortantes protocolos grabados en su personalidad. Encontrará luces hermosas y sombras terribles. Todos tenemos nuestros demonios, McClay, pero debemos luchar por vencerlos.

El rostro de McClay se mostraba ahora más bien impasible. Le disgustaba profundamente hablar de aquel tipo de cuestiones. Vivir el momento y no mirar atrás... hacía ya un tiempo que no había despegado la vista de esa forma de vivir la vida.

sé lo que hizo con las unidades de ARC-77

A Corey no pareció preocuparle aquello. Quizás su confianza hacia el androide se había solidificado de forma casi irracional en un par de minutos, sabiendo que no lo divulgaría y, en cambio, lo aceptaría. Quizás de lleno no le importasen aquellos clones. Quizá no viese lo sucedido como algo digno de reproche. Quizás disfrutaba con aquel tipo de relaciones. Quizás se arrepintiese por haberse dejado llevar. Fuese como fuese, lo cierto era que le picaba la curiosidad saber si CAS podría descubrirlo eventualmente sin necesidad de que él dijese nada al respecto, por lo que decidió guardar silencio.

-Usted también me gusta, Corey McClay. Bajé mi cuerpo del gancho hasta la altura suficiente como para, sin soltar su mano, abrazarle, y así lo hice.

No estaba seguro de si se notaría, pero, por alguna razón que no alcanzaba a comprender, el abrazo de aquella androide lo tomó totalmente desprevenido, y junto a sus palabras, provocó en él una sensación que no creía poder volver a sentir. Se quedó allí, inmóvil una vez más.

Quiero verle brillar aún más fuerte, verle superar lo malvado y abrazar lo bueno. Quiero verle feliz, quiero que me haga feliz y que nos haga felices. me aparté, y por fin solté su mano. Es un deseo. Una esperanza. Algo quizás también imposible. Pero aún así, trabajemos juntos para conseguirla.

Corey seguía algo conmocionado por aquello. Alejó su mirada del suelo para mirar a CAS a los ojos; una pequeña y apenas tímida mueca de sonrisa se asomó por su rostro. El capitán asintió.

Dos: Sus... vicios... con ARC-77 han sido grabados. Fue así como me enteré del problema, ya que como sabe tengo acceso a todas las cámaras de seguridad. Dicha información sensible no ha sido divulgada, pero H. Menudi es un idiota, antes bajó una copia y se la enseñó descaradamente a Ignio pese a mis intentos reiterados de impedir-... oh espere, novedad important-... ¿¡QUÉ!?  Las cámaras de seguridad están siendo hackeadas. Estoy tratando de impedirlo. Mierda. Mierda. Mierda.

Corey volvió a la realidad, una realidad en la que distracciones que no ayudasen a razonar temas de importancia se pagaban caros: maldijo en sus interiores a CAS por haberlo, sin enterarse muy bien de cómo, llevado a aquel estado. Resopló y su rostro se aseveró. De haber estado en otras condiciones, hubiese podido sonreir ante el relato de aquel interesante suceso.

No apartó la mirada ni un segundo mientras CAS le terminaba de contar el resto, y por la comisura de sus labios su sonrisa, al igual que su mirada de complicidad, florecieron lentamente, una vez más. Si el androide le estaba mintiendo tomar acciones contra esos dos sería un error fatídico, pero las dudas improductivas no tienen razón de ser en el Alto Mando: había decidido confiar en aquella IA, y eso haría.

-Informaré de esto a la Ingeniera Tatsumaki inmediatamente.

Corey levantó una mano, en señal de alto.

—CAS —dijo con una pequeña sonrisa ahora reinstaurada en su rostro, aunque notoriamente más apagado que antes; aquello le había afectado— dile que no haga ni diga nada al respecto más que posponer el análisis y vigilar silenciosamente a Menudi, yo me encargaré. —Cerró entonces los ojos y amplió su sonrisa. Su expresión había casi vuelto a la normalidad tras un par de segundos. Dio media vuelta, quitó la silla de su camino y colocó la mano sobre el picaporte, para luego voltear la cabeza hacia CAS—. Ah, y, CAS... —Corey giró la cabeza nuevamente hacia la puerta. Una parte de él aún no aceptaba estar diciéndole aquello a un... robot—  Gracias, por confiar en mí... —Corey chasqueó la lengua, como si la parte que no estaba de acuerdo por tratar así a una simple IA le estuviese reprochando— Como sea, dile a Sotod, de mi parte, que entre DE INMEDIATO y sin demoras a mi camarote, y se esconda. Has incapié en que debe ir AHORA. Hazle saber también, de ser posible, a la Doctora Haruhi que surgió algo importante y hablaremos más tarde... Erika sigue en Ingeniería Superior, ¿verdad?

"Sí señor." asentí ante la primera orden, de tras informa a Tatsumaki decirle que no hiciera nada más que posponer el examen y vigilar discretamente a Menudi. Ante su agradecimiento por confiar en él, sonreí tímidamente y asentí. "Gracias de corazón a usted también por confiar en mí."

"Mensajes a Doctora y Secretario enviados. La Oficial Tatsumaki y la Ingeniera Erika se encuentran actualmente en el Mirador, justo al lado del Despacho. No he podido informar aun a Tatsumaki. "

—Entiendo. Cuando salgas, dile a Érika que entre, que necesito solventar dudas con respecto al virus. Has sonar un anuncio que incluya la palabra... —Corey, divertido, miró a CAS mientras pensaba— "banana" —el Capitán sonrió— Sí, banana está bien, cuando Sotod entre al camarote.

Corey entonces dio unos pasos atrás y volvió a encontrarse en el centro de aquella sala... Al parecer, se había percatado de que podría haber un error de cálculos: Erika no podía ver a Sotod entrando al camarote, así que la chica debería entrar al Despacho antes de que el secretario cumpliese con lo estipulado.

"Pero McClay... cuando me baje de la Estación, ¡no podré realizar anuncios por la nave! Y me voy a bajar casi casi ya... Ah, la oficial Tatsumaki va a entrar al despacho. ...¿Con Erika?" no estaba del todo segura, la oficial se lo había ofrecido, desde el mirador...

Corey suspiró.

—En ese caso por favor quédate en la estación hasta que Sotod llegue —Corey arqueó las cejas— y ya sabes, banana.

​​​​

Y entró Erika, bloqueando la puerta con la silla.

Erika acababa de casi empujar a la Ingeniera Tatsumaki fuera para colarse en el despacho y bloquear la silla otra vez. Bueno, su comportamiento errático me ponía a mí las cosas más fáciles.  "..." observando a la supervisora, aguardé a que el capitán (o ella) dijeran algo. No estaba muy segura de cómo proceder.

Corey miró a Cas, algo sorprendido y evitando soltar una pequeña carcajada luego de haber visto a Tatsumaki intentando entrar y siendo sobrepasada por la supervisora. No entendió a qué se debía el comportamiento de Erika. Miró a la chica con curiosidad, levantando las cejas.

—¿Erika? —inquirió—. ¿Está todo bien?

-No. No lo está. -Dije con cierto miedo- Creo que Menudi está trabajando con el Ingeniero de Motores. Ninguno de los dos ha encontrado nada en los motores y en esa zona solo deberían entrar ellos. Creo que hay un complot en esta nave y no sé de quien fiarme.

Llevando mis manos frente a mi pecho bajo la cabeza, no sabiendo cómo actuar o qué decir. Sé que encerrarme con el Capitán no es la mejor idea para hablar con él, pero, aún así, es la única forma para evitar que otros entraran a interferir.

McClay miró con cierta sorpresa a Erika. Aunque sabía que había un traidor, no parecía esperar tener información de él tan pronto. Notaba el miedo en la voz de la supervisora, y una parte de él sintió un poco de pena por la chica al verla tan asustada y con la cabeza gacha. Se acercó a ella hasta quedar a menos de medio metro, y llevó su mano al mentón de la supervisora para levantarle con delicadeza la cabeza. Corey sonrió un poco.

—Entiendo... No te preocupes Erika, el Alto Mando lo solucionará, tú no debes preocuparte por este tipo de cosas, ya has hecho suficiente —Corey intentaba transmitirle confianza y seguridad a la chica, debía estar pasando por mucho, al igual que el resto. Posó una mano sobre uno de sus hombros, moviendo la misma un poco para intentar animarla—. CAS —dijo ahora dirigiéndose al androide—, ¿Se ha completado el traslado?

Tantos presentes pasando por mi cabeza. Tantos mensajes que hacer ir y venir. Mi trabajo como Oficial de Comunicaciones era apasionante, pero podía llegar a ser muy estresante. Lo peor era cuando hacías llegar una orden y no te hacían caso. "No señor, se han escaqueado." negué con la cabeza.

-Supongo que C.A.S. aún no le ha comentado nada al respecto, Señor -Dije titubeando un poco- A fin de cuentas, lo que hice en la Sala de Ingeniería Superior podría considerarse, como mínimo, un tanto sospechoso. Pero, si es que C.A.S. ya le ha comentado y está tomando un "papel"... quería advertirle que yo también.

Dando un paso hacia atrás me distancio del nuevo Capitán.

-Prometo atrapar al Responsable cueste lo que cueste. Ya que no he sido capaz de atrapar al Virus antes de que... ocurriera eso... al menos podré atrapar al culpable de todo este asunto... ¡Lo prometo, confíe en mi!.

Con unos ánimos recobrados, aparto la silla que bloqueaba la puerta y salgo al Mirador.

Corey quedó pensativo por unos segundos, mientras dejaba tranquilamente reposar su mirada en los ojos de CAS. Respiró lentamente por la nariz, hasta que de súbito volvió a hablar.

—No hay problema. —Corey volvió su mirada hacia Erika, deteniéndola antes de que saliese— Ven, necesitamos hablar —Corey se acercó a Erika hasta que su cuerpo casi rozó el de la chica y terminó la oración con susurros. Luego dedicó una sonrisa de complicidad y tomó su mano, mientras caminaba con ella hacia la puerta y miraba a CAS de reojo—. CAS, no olvides comentarle a Tatsumaki lo que hablamos —McClay dejó escapar una pequeña risa—, aunque sé que no lo harás.

—en un lugar en donde las paredes no escuchen.

Yo había hecho mi parte, transmitiendo la orden exactamente como se me dijo, pero no me habían hecho mucho caso. Si bien la responsabilidad total no era mia, una parte sí. Quizás debí ser más explicita al transmitir la orden, o explicarla en lugar de transmitir la orden tal cual... Claro, ¿no era esa la razón por la que este trabajo era un puesto en la nave? Hasta hoy había pensado que era por la cantidad de mensajes e informes que ir realizando cotidianamente, pero no me había dado cuenta de que también era por la importancia de hacerse entender.

En cualquier caso el Capitán en Funciones no parecía muy impresionado. Tenía razón, parte de este fallo era culpa mía. Bajé la cabeza en gesto de sumisión y disculpa. Vaya un primer fracaso estrepitoso en el primer día de trabajo con el nuevo jefe. Sigh.

En fin, en otro orden de asuntos desde luego más importantes, estaba el tema del traidor, sacado por la propia señorita Johnson. Respecto a ello permanecí en silencio, la prudencia es una virtud, y en este caso creo que no me correspondía a mi opinar si no me preguntaba el Capitán.

Pero no entendí el comentario con aquella risa del Primer Oficial Corey McClay, sobre que no haría el aviso a Tatsumaki. "Un segundo por favor, ¿a qué se refiere con que no lo haré? Ya lo he hecho. He informado a la Oficial Tatsumaki de que H. Menudi me pidió que la avisara de que no iba a bajar a la reunión, y que subiera ella. También de que he perdido la visión y escucha de Ingeniería Superior. Como es ella la que ha establecido la directiva de que sólo ella y sus acompañantes puedan entrar en Ingeniería Superior, necesito lógicamente que se encargue ella de resolver el problema. No podemos vigilar sin visión. Como es un asunto de seguridad de la nave, también he avisado a Seguridad. Ella dice que deja en manos del Departamento de Seguridad la decisión de si, permítanme el juego de palabras, arrestar o arrastrar a Menudi a la reunión."

"Por favor, aguarde un momento y confirme: ¿hay algo incorrecto en este modus operandi?"

Le entrego a Corey la llave de mi camarote.