Partida Rol por web

Todd ni siquiera se molestó en disimular algún bostezo mientras iban repasando la libreria e incluso movían algún libro para comprobar que realmente no eran accesorios.

Seguía sin entender el propósito de ese "juego" pero el Doctor Hog siempre insistía en ser amable y no juzgar a los demás, así que allí estaba hasta que, de repente, se apagaron las luces.

Instintivamente, agarró con ambas manos el tomo más gordo y más cercano que tenía al lado mientras daba un par de pasos en dirección al globo terráqueo, que seguramente le serviría de forma más contundente si tuviera que defenderse.

- ¿Chris? - llamó a su compañero en un susurro. - ¿Estás bien?

Chris frustrado por la falta de pistas, iba a decir algo cuando de repente todo quedó en tinieblas. Harto, dejó caer los brazos mientras miraba hacia el techo. -¡Venga hombre! ¡Que se supone que no es ni mediodía! Vaya mierda de simulación, tiene más bugs que el colchón de una cárcel... Sí sí, estoy bien.- Se palpó los bolsillos, sacó su encendedor e hizo luz con él mientras se acercaba, a tientas, a la ventana.

La biblioteca no tenía ventanas ya que sus estanterías lo ocupaban todo pero Chris usó su encendedor para ir hasta la puerta que conducía a la salita. Su compañero ya aferraba el sólido globo terraqueo, cosa que le sorprendió ligeramente. Como buen jugador de videojuegos de suspense sabía que los primeros compases suelen ser sustos vacíos. Las cosas tienen que ir in crescendo.

Al llegar a la sala de té sintió un leve mareo al ver que ya era de noche. Efectivamente la simulación era una mierda si no podía controlar algo tan básico como el paso del día a la noche. Y aunque sabía que estaba en una simulación no pudo evitar la sensación de desorientación que marcaba su cerebro al encontrarse con algo totalmente inusual.

Se aproximó a la ventana y movió la cortina para echar un vistazo afuera. El viento agitaba los árboles alrededor de la casa pero no se veía a nadie en el exterior. ¿Qué estaba pasando exactamente? ¿Alguien había metido la pata? ¿Habían cambiado algo con alguna intención? Sin embargo cuando sucedió lo del cochero el efecto se había acompañado de una sobrecarga extraña en el ambiente. Esta vez no había sentido nada especial.

Todd sentía la necesidad de rascarse la cabeza, un gesto habitual en él cuando no entendía algo, pero no quería soltar el globo terráqueo que le podía servir de defensa, por lo que terminó frotándose la cabeza con él en una escena tan extraña como cómica.

- Que extraño... - comentó a Chris. - Vamos a necesitar alguna lámpara o algún tipo de antorcha, ¿no?

Chris abrió la ventana y echó la papilla. De repente lo de haber logrado imitar perfectamente el olor pareció una desventaja. Hasta tenía el regusto ácido ese en la garganta.

Luego cerró la ventana y se limpió con el pañuelo mientras asentía. -Sí, la casa debería estar llena de lámparas y yo tengo un mechero, es cuestión de ir encontrándolas y encenderlas.- Dicho lo cual procedió a buscar las lámparas para ir encendiéndolas. Miró hacia arriba -Lo cual debería ser trabajo del ama de llaves, por cierto.-

De pronto cayó en la cuenta de una cosa. -Oye ¿no se suponía que la simulación iba a durar hasta la noche? ¿Habrán decidido acortarla por algo?

Mientras hablaban los hombres se asomaron al hall principal. Estaba silencioso, como el resto del casa, y efectivamente contaba con lámparas de aceite dispuestas en las paredes. Incapaces de aclarar que estaba sucediendo de momento la primera reacción de Chris fue encender las lámparas de aceite del recibidor para iluminar el escenario que, aunque no quisiera reconocerlo, tenía un tono excesivamente tétrico bajo aquella luz.
 

- Supongo que en la planta baja habrá alguna lámpara de mano y quizá alguna pista sobre lo que está sucediendo. - dijo Todd avanzando el primero en vista de que Chris se demoraba más de la cuenta encendiendo las lámparas y dejando a Todd al frente.

Chris asintió absorto con la cabeza a la sugerencia de Todd. Había caído en la cuenta de algo y quería comprobarlo. Sacó su reloj de bolsillo al tiempo que se dirigió al carillón de la entrada. ¿Ambos relojes seguirían marcando la misma hora?

Chris comprobó que ambos relojes estaban sincronizados.

Cada vez la cosa resultaba más extraña. Estaba claro que se encontraban solos en la mansión. Y que era de noche. Habían pasado varias horas en el intervalo de un suspiro. Un fallo de programación tan garrafal que no entendían como es que no los habían desconectado todavía de la simulación para revisar que pasaba. ¡Aquello no se podía presentar a público alguno!

Chris se quedó pensando un momento. Luego llamó a Todd. -¡Ey Todd! Tenemos un problema. Algo ha pasado con la simulación pero el caso es que ha desaparecido el ama de llaves, son las mil de la noche y no hay ni dios en esta mierda de casa. Tal como lo veo tenemos dos opciones. O tomamos la salida de emergencia y nos dormimos para volver al mundo real o intentamos contactar con ellos en uno de esos puntos de contacto que nos dijeron que había y que nos expliquen qué pasa aquí. ¿Tú qué opinas?

- Es verdad que la doctora habló de unos puntos de control pero... - en aquel momento Todd se giró casi teatralmente* para mirar a Chris - ¿llegaron a decirnos cuáles eran?

Se acercó a su compañero, sin soltar el globo terráqueo, consciente de que todo el asunto de simulaciones y electrónica no era su fuerte.

- Por tanto, solo nos quedaría tratar de dormirnos, ¿no?

Chris se encogió de hombros -Yo es que no me leo las instrucciones de los juegos, aprendo sobre la marcha o con el tutorial así que si lo dijeron no presté atención...- Miró hacia arriba -Si aún estáis ahí ¿os importaría mucho mandar un mapa o algo así con las localizaciones de los puntos de contacto? Tal vez a la mesa de la biblioteca. Aprovechando que no estamos allí no veremos como se materializa y no volveré a vomitar... Y no me jodáis con que no se puede que eso lo programo yo dormido. Vale ya de chorradas y de mierdas.- Se giró a Todd. -Propongo que volvamos a la biblioteca. O hay un mapa con los puntos de contacto o a dormir y cuando salgamos me van a oír los chapuzas estos...

Ambos hombres se dirigieron hacia la biblioteca. Casi lanzaron un suspiro al ver sobre la mesa un mapa de la zona que antes no estaba allí. Al menos parecía que la comunicación seguía funcionando de alguna manera.

Al aproximarse vieron que se trataba de un mapa que abarcaba la península en la que se encontraba y que mostraba la posición de la casa, de la que salía la carretera que tanto se iba hacia el interior como descendía hacia el pueblo. Había un camino secundario antes de bajar al pueblo que llevaba hacia un pequeño istmo en el cual se veía el icono de un faro. Había sido rodeado con una marca roja bien visible.
 

Chris miró el mapa y luego le echó otro vistazo a su reloj pensando en si merecía le pena esperar a que amaneciese o se liaban la manta a la cabeza y se iban de noche por un itsmo desconocido a un faro ignoto y que, visto lo visto, podía estar ahí o no...

Miró a Todd con el rostro fruncido en una mueca de concentración -¿Qué opinas? ¿Vamos de noche por un camino costero que desconocemos o esperamos a que amanezca antes de ir?

La mirada de Todd pasó del mapa a Chris, de Chris al techo de la habitación y vuelta al mapa mientras se rascaba la sien aún confuso por cómo funcionaba todo el asunto y cómo su compañero parecía entenderlo y lograr lo que se proponía.

- Supongo que, si eso es la respuesta de... los de arriba - señaló hacia el techo - querrán que vayamos hacia allí, si no habrían marcado la propia casa, ¿no? Necesitaremos un buen farol y seguramente algún chaquetón para protegernos del frío.

Mientras hablaban había regresado al recibidor. Allí había un colgador con ropas como las que mencionaba Todd. Cualquiera de las lámparas de aceite de las paredes podría descolgarse y usarse como candil, pero algo más de exterior, como lo que probablemente Todd tenía en mente, estaría en la cocina o quizás en el sótano.

- Con uno de esos en una noche como esta, no veríamos más allá de un par de metros. - dijo señalando uno de los candiles. - Eso sin contar que no empezara a llover.

Comenzó a ponerse el primer chaquetón que encontró y se guardó unos guantes en el bolsillo del mismo.

- Así que revisemos primero la cocina y, si no, el sótano.

Al parecer, el tener un propósito, hacía que Todd fuese más decidido.

Asintiendo al profesional de la supervivencia, agarró uno de los chaquetones, un gorro y unos guantes. -La llave del sótano la tengo yo.- se encogió de hombros -no me fío del ama de llaves...- dicho lo cual siguió al experto a la cocina.

En la cocina, en uno de los armarios, Todd encontró lo que buscaba. Un foco de metal bruñido y con cristales protectores que impedirían que el viento apagase su luz. Contaba además con suficiente combustible para durar un par de horas probablemente.

Chris por su parte se había aproximado a la puerta trasera. Estaba cerrada pero sin que la llave o el pasador estuviese echado, como sería natural en plena noche.

Chris fue a abrir la puerta pero cuando la mano estaba casi rozando el pomo le entró un escalofrío. ¡Demonios! ¡Hasta el miedo era real! -Espera, tiene que haber armas de caza por aquí... Dicho lo cual regresó sobre sus pasos y se dispuso a buscar las armas con las que se habían cepillado a los bichos cuyas cabezas decoraban las paredes.