Partida Rol por web

Buen día, dado que todos tenemos ganas de comenzar y yo no soy la excepción. He querido hacer un pequeño relato para que sea la forma de definir la relación de nuestros personajes.

La situación es simple, una mañana de otoño ambos se encuentran en una plaza.

¡Gracias por leerme!.

La mañana era fresca aquel día, las copas de las arboles que poblaban la plaza se habían teñido de ocre por la presencia del otoño que ya estaba pronto a marcharse.

Invisible heraldo del invierno, una brisa juguetona hacia bailar en el aire las hojas muertas que, como la mejor alfombra, cubrían por completo el suelo. Poco se demoraban los transeúntes entonces, abrigados con sus mejores ropas y sombreros, yendo o viniendo esclavos de la urgencia, anhelando la comodidad del hogar y un buen fuego para espantar aquel claro presagio de días muy gélidos prontos a llegar.

Entonces viste llegar al viejo, con su espalda encorvada y el andar tranquilo, sus ropas raídas y viejas en tonos oscuros, magro reparo ante el frío y en claro contraste con la nutrida paleta de colores con los que la naturaleza había querido engalanar la temporada.  Casi parecía una sombra o un recuerdo fugaz, de lo que pudo ser y no fue, de lo que quizás nunca seria.

A su lado, como viva representación de los mas altos exponentes de la lealtad y el compañerismo iba su inseparable amigo, Geri, saltando como una liebre, ladrando y rodando sin cesar nunca de, a su modo, enseñarles a todos que ser feliz es una cuestión de actitud como bien lo saben los mejores filosos del mundo, los perros.

El anciano levanto sus increíbles ojos color azul hielo hacia ti, en verdad la única cosa físicamente bella en su persona, y entonces su rostro se ilumino de cordialidad al reconocerte, saludó con su mano y se apuró a llegar a tu lado para no hacerte perder el tiempo intentando achicar las distancias entre ambos incluso, a través de la gran fatiga que ello le causaba.

¿Cuál era el nombre completo del anciano, lo sabias?, se notaba entusiasmado de verte, incluso moviéndose con esfuerzo como lo hacia ahora. ¿Cómo deberías saludarlo?, estaba claro que no era un noble y por lo tanto decirle señor no seria lo correcto, ¿o sí?.

El rostro del anciano era un mapa de penurias, ciertamente el mirarle a la cara no contagiaba emoción feliz alguna, pero el viejo sonreía, y su sonrisa era sincera y cálida como el abrazo de un ser querido. ¿le mirabas a los ojos, devolverías la sonrisa, seria aquello necesario entre ambos?

¿Qué sabias de su pasado?, ¿te habías interesado por ello alguna vez? El viejo era bastante conversador, aunque ciertamente dado a las frases cortas. Pero, si tenias la paciencia para esperar, podías construir a base de atención y una buena memoria, un relato puntillosamente detallado sobre lo que te hubiera contado en ese momento. Aunque a veces era un asunto complicado el esperar con paciencia sus largos silencios y aquella manía al pensamiento introspectivo tan suyo. ¿Le tenias paciencia o por el contario la tarea de esperar a un viejo y sus recuerdos era un asunto agobiante?

En cuanto a tus posesiones materiales, ¿dejarías al cuidado del viejo tus cosas?, ¿te inspiraba aquel vagabundo confianza?, nadie podría culparte por tener tus reparos el viejo parecía estar precisando cualquier cosa que pudiera caer en sus manos.

Finalmente, dos cuestiones, por extraño que ello parezca el anciano era propenso a las bromas, ¿compartías con él sus humoradas sanas o, preferías mantener una distancia afectiva segura?, después de todo solo los amigos íntimos pueden bromearse entre ellos ¿verdad?

¡Cuan castigado había sido el anciano!, que pocas cosas tenia en la vida. ¿Te preocupabas por ayudarle a solventar sus miserias, de qué modo?, eran muchas en vedad y ninguna de ellas tu culpa o deber.

Buen día, dado que todos tenemos ganas de comenzar y yo no soy la excepción. He querido hacer un pequeño relato para que sea la forma de definir la relación de nuestros personajes.

La situación es simple, una mañana de otoño ambos se encuentran en una plaza.

¡Gracias por leerme!.

La mañana era fresca aquel día, las copas de las arboles que poblaban la plaza se habían teñido de ocre por la presencia del otoño que ya estaba pronto a marcharse.

Invisible heraldo del invierno, una brisa juguetona hacia bailar en el aire las hojas muertas que, como la mejor alfombra, cubrían por completo el suelo. Poco se demoraban los transeúntes entonces, abrigados con sus mejores ropas y sombreros, yendo o viniendo esclavos de la urgencia, anhelando la comodidad del hogar y un buen fuego para espantar aquel claro presagio de días muy gélidos prontos a llegar.

Entonces viste llegar al viejo, con su espalda encorvada y el andar tranquilo, sus ropas raídas y viejas en tonos oscuros, magro reparo ante el frío y en claro contraste con la nutrida paleta de colores con los que la naturaleza había querido engalanar la temporada.  Casi parecía una sombra o un recuerdo fugaz, de lo que pudo ser y no fue, de lo que quizás nunca seria.

A su lado, como viva representación de los mas altos exponentes de la lealtad y el compañerismo iba su inseparable amigo, Geri, saltando como una liebre, ladrando y rodando sin cesar nunca de, a su modo, enseñarles a todos que ser feliz es una cuestión de actitud como bien lo saben los mejores filosos del mundo, los perros.

El anciano levanto sus increíbles ojos color azul hielo hacia ti, en verdad la única cosa físicamente bella en su persona, y entonces su rostro se ilumino de cordialidad al reconocerte, saludó con su mano y se apuró a llegar a tu lado para no hacerte perder el tiempo intentando achicar las distancias entre ambos incluso, a través de la gran fatiga que ello le causaba.

¿Cuál era el nombre completo del anciano, lo sabias?, se notaba entusiasmado de verte, incluso moviéndose con esfuerzo como lo hacia ahora. ¿Cómo deberías saludarlo?, estaba claro que no era un noble y por lo tanto decirle señor no seria lo correcto, ¿o sí?.

El rostro del anciano era un mapa de penurias, ciertamente el mirarle a la cara no contagiaba emoción feliz alguna, pero el viejo sonreía, y su sonrisa era sincera y cálida como el abrazo de un ser querido. ¿le mirabas a los ojos, devolverías la sonrisa, seria aquello necesario entre ambos?

¿Qué sabias de su pasado?, ¿te habías interesado por ello alguna vez? El viejo era bastante conversador, aunque ciertamente dado a las frases cortas. Pero, si tenias la paciencia para esperar, podías construir a base de atención y una buena memoria, un relato puntillosamente detallado sobre lo que te hubiera contado en ese momento. Aunque a veces era un asunto complicado el esperar con paciencia sus largos silencios y aquella manía al pensamiento introspectivo tan suyo. ¿Le tenias paciencia o por el contario la tarea de esperar a un viejo y sus recuerdos era un asunto agobiante?

En cuanto a tus posesiones materiales, ¿dejarías al cuidado del viejo tus cosas?, ¿te inspiraba aquel vagabundo confianza?, nadie podría culparte por tener tus reparos el viejo parecía estar precisando cualquier cosa que pudiera caer en sus manos.

Finalmente, dos cuestiones, por extraño que ello parezca el anciano era propenso a las bromas, ¿compartías con él sus humoradas sanas o, preferías mantener una distancia afectiva segura?, después de todo solo los amigos íntimos pueden bromearse entre ellos ¿verdad?

¡Cuan castigado había sido el anciano!, que pocas cosas tenia en la vida. ¿Te preocupabas por ayudarle a solventar sus miserias, de qué modo?, eran muchas en vedad y ninguna de ellas tu culpa o deber.

Buen día, dado que todos tenemos ganas de comenzar y yo no soy la excepción. He querido hacer un pequeño relato para que sea la forma de definir la relación de nuestros personajes.

La situación es simple, una mañana de otoño ambos se encuentran en una plaza.

¡Gracias por leerme!.

La mañana era fresca aquel día, las copas de las arboles que poblaban la plaza se habían teñido de ocre por la presencia del otoño que ya estaba pronto a marcharse.

Invisible heraldo del invierno, una brisa juguetona hacia bailar en el aire las hojas muertas que, como la mejor alfombra, cubrían por completo el suelo. Poco se demoraban los transeúntes entonces, abrigados con sus mejores ropas y sombreros, yendo o viniendo esclavos de la urgencia, anhelando la comodidad del hogar y un buen fuego para espantar aquel claro presagio de días muy gélidos prontos a llegar.

Entonces viste llegar al viejo, con su espalda encorvada y el andar tranquilo, sus ropas raídas y viejas en tonos oscuros, magro reparo ante el frío y en claro contraste con la nutrida paleta de colores con los que la naturaleza había querido engalanar la temporada.  Casi parecía una sombra o un recuerdo fugaz, de lo que pudo ser y no fue, de lo que quizás nunca seria.

A su lado, como viva representación de los mas altos exponentes de la lealtad y el compañerismo iba su inseparable amigo, Geri, saltando como una liebre, ladrando y rodando sin cesar nunca de, a su modo, enseñarles a todos que ser feliz es una cuestión de actitud como bien lo saben los mejores filosos del mundo, los perros.

El anciano levanto sus increíbles ojos color azul hielo hacia ti, en verdad la única cosa físicamente bella en su persona, y entonces su rostro se ilumino de cordialidad al reconocerte, saludó con su mano y se apuró a llegar a tu lado para no hacerte perder el tiempo intentando achicar las distancias entre ambos incluso, a través de la gran fatiga que ello le causaba.

¿Cuál era el nombre completo del anciano, lo sabias?, se notaba entusiasmado de verte, incluso moviéndose con esfuerzo como lo hacia ahora. ¿Cómo deberías saludarlo?, estaba claro que no era un noble y por lo tanto decirle señor no seria lo correcto, ¿o sí?.

El rostro del anciano era un mapa de penurias, ciertamente el mirarle a la cara no contagiaba emoción feliz alguna, pero el viejo sonreía, y su sonrisa era sincera y cálida como el abrazo de un ser querido. ¿le mirabas a los ojos, devolverías la sonrisa, seria aquello necesario entre ambos?

¿Qué sabias de su pasado?, ¿te habías interesado por ello alguna vez? El viejo era bastante conversador, aunque ciertamente dado a las frases cortas. Pero, si tenias la paciencia para esperar, podías construir a base de atención y una buena memoria, un relato puntillosamente detallado sobre lo que te hubiera contado en ese momento. Aunque a veces era un asunto complicado el esperar con paciencia sus largos silencios y aquella manía al pensamiento introspectivo tan suyo. ¿Le tenias paciencia o por el contario la tarea de esperar a un viejo y sus recuerdos era un asunto agobiante?

En cuanto a tus posesiones materiales, ¿dejarías al cuidado del viejo tus cosas?, ¿te inspiraba aquel vagabundo confianza?, nadie podría culparte por tener tus reparos el viejo parecía estar precisando cualquier cosa que pudiera caer en sus manos.

Finalmente, dos cuestiones, por extraño que ello parezca el anciano era propenso a las bromas, ¿compartías con él sus humoradas sanas o, preferías mantener una distancia afectiva segura?, después de todo solo los amigos íntimos pueden bromearse entre ellos ¿verdad?

¡Cuan castigado había sido el anciano!, que pocas cosas tenia en la vida. ¿Te preocupabas por ayudarle a solventar sus miserias, de qué modo?, eran muchas en vedad y ninguna de ellas tu culpa o deber.

Jajajajaja, tremendo el tema. 

Los vaesen huirán cagados de miedo en cuanto nos vean venir xD

Hola!! Ay, Aliosha, la hermosa Aliosha <3 Qué honor que me invoque fuera de partida!

Lo que propones me parece genial! Que haya camaradería y algo de competencia, pero cuando hay que cooperar Lovisa cooperará, para el bien mayor. Si me das a elegir preferiría que no se conocieran de antes personalmente, que se hayan conocido en el Cuartel General -por fin- y que sí hubieran escuchado bastante el uno del otro.

Imagino que la postura de Lady Lovisa es bastante radical en contra de las vaesen, considerando su historia personal, pero Wergeland es un poco más pragmático; considera que hay criaturas que no son malas y que incluso algunas de las malas pueden ser útiles para otros fines.

¿Qué opinas?

 A pesar de todo Lovisa quiere creer que hay vaesens buenos, pero ver para creer. Todavía no se ha topado con ninguno bueno y tiene el gatillo fácil XD

¿Te parece bien que se conozcan por reputación y hayan coincidido finalmente en la casa? Digamos que se están midiendo XD

A lo mejor incluso coincidimos en algún caso, o Øystein ha estado tras la pista de una vaeden particularmente sanguinaria sólo para encontrarse al final, tras varios meses de búsquedas infructuosas, una nota de tu puño o algo que diga que tú ya te has encargado del tema.

Esto me gustaría mucho, da mucho juego y puede dar lugar a una charla de lo más interesante :-)

¿Cómo lo INTUYES? XDDDDD

INTUYO que la relación Alvar - Niles andará entre buena y muy buena. Creo que el factor decisivo será cómo trates al vagabundo ¡JAJAJAJAJAAJAJA!

Pero no te preocupes mucho por eso. Sé que soy el único imperialista del equipo xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

También INTUYO que el enfrentamiento entre Alvar y Agneta promete sangre, sudor y lágrimas. No sé si en ese orden xDDDD

Me parece un personaje interesante que cubre bien el rol de vanguardia en el equipo, algo que, además, sé que sabes hacer a la perfección ;). Estaré atento a tu relación in game con Oystein. Ese punto también será importante para ver la evolución previsible del tándem Alvar - Niles.

Dos cuestiones más:

+ ¿Qué opinas si en el castillo, en lugar de otro mayordomo, hay -por aquello de la novedad conceptual- un ama de llaves...? I know... You are intrigued... xDDD

+ ¿Cuál es tu relación con Leopoldo Ludovico, alias Doble L?

Dadle un hacha a Agneta, no tengo inconveniente.

Pero por amor de Dios, no le deis una campana que nos tiene toda la partida en un bucle espacio temporal repitiendo ad aeternum "SHAME!".

xDD

Bueno, pues todos los que hbaéis preguntado cosas en rleación a : Si el dire está de acuerdo....., la respuesta del Dire es Sí a todo, cómo en Windows. Menuda ristra de mensajes para leer tranquilamente que me habéis dejado. SObre todo tú Maivelaer XD.

Auri, respecto a lo que estabamos hablando en privado, si tu te ves capaz, yo encantado de que te lo juegues así.

La lista de secretos será implementada hoy o mañana a más tardar para los que habéis preguntado. De todas formas es algo así como una referencia. Si creéis que vuestro pj debería tener un secreto tipo....me meto coca en secreto porque está mal visto y quiero ocultar mi problema de adicción, o realmente estoy poseído por un espiritu y no se como controlarlo, soy un racista supremacista del KKK intentando ganar adeptos en esta parte del mapa....o lo que sea que pueda encajar bien con vuestra historia, como siempre digo, tenéis vía libre.

No se si sea un halago o un reto estimado Dire jajaja.

Por las dudas, elijo la primera opción.

:D

¡Me encantaría!

Agnetha es todo lo contrario a un pedazo de pan, pero verte tan alegre y frágil (sin voz) puede que le haya dado ternura y haya hecho que crea que el "Señor" te ha mandado para que sea ella misma quien te cuide como a un pequeño cordero del peligro, cual lobo feroz, que supone Pecado, xD

Genial, me parece muy adecuado XD.

Así que me encantaría. Eso sí, tal vez sea demasiado acaparadora contigo y trate de manipularte de vez en cuando... xD

O.O! ¡¡¡¡Padreeeee, socorrooooo!!!! 

@Auri. Hermosa la historia <3<3 Dios mío!!! Qué descripciones!! Me ha encantado!!

Jejeje, muchas gracias^^. Me alegra mucho que me lo digas, sube la moral^^. Al hilo de eso, he dado por hecho que tú eres el otro PJ (además de Alvar) que sabe interpretar la lengua de signos, al menos lo suficiente como para entenderme cuando hablo, ¿te parece bien?^^

Auri, respecto a lo que estabamos hablando en privado, si tu te ves capaz, yo encantado de que te lo juegues así.

Perfe, dire^^, pues vamos a ver qué sale de esto, tengo ganas de aceptar un reto así. ;)

De acuerdo entonces. En cualquier caso, si lees algo que no te gusta, avísame.

Oki^^ perfecto ;)

Padre, llevo siempre conmigo un reloj de bolsillo de oro que tiene una foto familiar: tú, madre, Signe, su hijo y yo. Imagino que el marido de Signe también saldría. Era de madre y es el recuerdo más preciado que guardo. Te lo cuento porque entiendo qu tú lo sabrías. 

Pero por amor de Dios, no le deis una campana que nos tiene toda la partida en un bucle espacio temporal repitiendo ad aeternum "SHAME!".

Si el diré está de acuerdo, quiero una campana para Agnetha *o*

pues todos los que hbaéis preguntado cosas en rleación a : Si el dire está de acuerdo....., la respuesta del Dire es Sí a todo, cómo en Windows 

Maravilloso, jujuju, xD

Respondiendo a tus dos últimas preguntas:

+ ¿Qué opinas si en el castillo, en lugar de otro mayordomo, hay -por aquello de la novedad conceptual- un ama de llaves...?

A mí, lo que es a mí, me da lo mismo. Ocurre que el señor este es un PNJ ya creado en el manual del juego, con su historia y demás, así que supongo que dependerá de lo que diga el director. Pero vamos, que digo yo que lo mismo dará que en vez de mayordomo sea ama de llaves, y que en vez de Algot Frisk se llame, yo qué sé… ¿Saga Lund? XDDD (Guiño a mis dos heroínas por excelencia del Nordic Noir, Saga Norén y Sarah Lund).

+ ¿Cuál es tu relación con Leopoldo Ludovico, alias Doble L?

Cordial, con un nivel prudente de confianza. O lo que es lo mismo: lo tengo en observación. Quiero aprender todo lo que pueda de todos mis compañeros, especialmente de aquellos que lo mismo podrían estar diciéndome la verdad que mintiéndome. No es nada personal XD.

Jejeje, muchas gracias^^. Me alegra mucho que me lo digas, sube la moral^^. Al hilo de eso, he dado por hecho que tú eres el otro PJ (además de Alvar) que sabe interpretar la lengua de signos, al menos lo suficiente como para entenderme cuando hablo, ¿te parece bien?^^

Ay, sí! Perdón, no te contesté! Sí, Lovisa sabrá interpretarla. Es curioso porque ella no se lleva bien con su hermana, pero ambas se llevan bien con tu personaje.

Respecto al ama de llaves que decida el jefaso pues. Creía que el castillo era un constructo teórico que nos cuajábamos nosotros mismos XDD

Respecto al ocultista, je, yo tampoco me fío mucho, pero no le veo -abro comillas- peligroso -cierro comillas-. Canalla a lo sumo.

Yo que tú me replanteaba darle un hacha a Neta... ¿Tú has leído su historieta? XDDDDDDDDDDDDDDDDD

Por cierto, Ebba es una de tus hijas, ¿no? ¿Y la otra? o_O

Bah. No me lo cuentes. Más motivos para el roleo ;)

Aquí la peña se ha emocionado escribiendo. Voy a tardar en leerlo TODO, pero bueno, tengo la ficha lista. Creo. Este juego es muy intuitivo. Más aún para un lover de Mutant Year Zero como yo ^^. Creo que nos lo vamos a pasar de escándalo. Te lo digo ahora que nadie nos lee ¡JAJAJAJAJAJA!

El castillo es como, digamos, una «misión secundaria». A medida que vas jugando, acumulas puntos de Desarrollo que luego puedes gastar en mejoras para el castillo, que representan nuevas alas exploradas, estancias reformadas, contactos a los que recurrir, personal contratado y demás. Estas mejoras te pueden dar beneficios mecánicos para las misiones que tenga el grupo. Ocurre que el castillo empieza automáticamente con dos mejoras: la biblioteca y el mayordomo, que se supone que es descendiente de una estirpe que siempre se ha dedicado a cuidar del castillo, que conoció a los antiguos residentes y blablablá. Que bueno, vuelvo a decir, supongo que lo mismo da que sea un mayordomo o una ama de llaves. Pero eso, prefiero que el máster decida.

Agnetha con hacha me da MUCHO miedo, y precisamente por eso quiero que la tenga. Quiero que cada personaje encuentre su máximo potencial y sea todo lo icónico que pueda. Que brillen con luz propia :D.

Ebba es mi hija pequeña, sí :3. La otra es Signe, pero ella no tiene la Visión y por eso no forma parte del grupo. En PNJ se queda, la pobre. :-/

Sí, la peña se ha emocionado MUCHO escribiendo. No veas el tochopost de roleo que se ha marcado Maivelaer para establecer la relación entre su personaje y el mío. Al que, por supuesto, yo estoy respondiendo con otro tochopost. No sabe con quién juega, jujuju...

Por cierto, que yo también soy fan de Coriolis. Al MYZ no he jugado, pero supongo que el sistema será prácticamente idéntico. Y sí, lo vamos a pasar genial. Nos encargaremos de ello :D.

Encojo los ojos al abandonar la semioscuridad del umbral, sumergiéndome en la luz de la mañana. Los muros de piedra encalada de las casas barrocas parecen blancos al incidir sobre ellos el brillo del sol, que gobierna un cielo desprovisto de nubes, deslumbrándome. Levanto una de mis manos, tratando de proteger mis ojos del fulgor que hace que el cielo adquiera una tonalidad polvorienta.

Blanco, azul, siena y rojo sanguíneo. Hojas muertas, estiércol de caballo y la humedad de una lluvia reciente. Las voces de los ciudadanos, como un tumulto distractor, y unas campanadas a lo lejos. Colores, olores, sonidos. Me siento momentáneamente aturdido frente a la gran cantidad de estímulos sensoriales a la que me veo expuesto repentinamente. A cada paso que doy, mis pies hacen crujir las hojas amarillentas que cubren la plaza de la catedral, que está sumida en una bulliciosa actividad. Y sin embargo, no presto atención a nada de eso; mi mente está sumida en pensamientos, recordando la conversación que he tenido a primera hora de esta mañana con mi hija Ebba. Tanto tiempo. Tantos años ocultándolo. ¿Cómo no fui capaz de verlo? Una vez más, siento el peso de la culpa empezar a formarse en la boca de mi estómago. Pasé demasiado tiempo alejado de casa, y ella tuvo que pagarlo.

Todos lo pagamos.

En ese momento, una sombra oscura en mitad del dorado llama mi atención. Solo tardo un instante en reconocer al señor Rotløs, que me saluda desde el otro lado de la calle antes de cruzarla en pos de mi encuentro, con una alegría y una confianza que no puede sino recordarme a las exhibidas por su pequeño amigo, el fiel Geri. Mientras respondo a su sonrisa con la propia, echo a andar hacia él para que nos encontremos a mitad de camino.

—Se ha levantado pronto hoy —afirmo lo obvio mientras estrecho la mano de Rotløs, reconduciendo gentilmente su movimiento para que me acompañe—. Estoy haciendo algunos recados. En este momento me dirigía a la estación para comprobar los horarios de los trenes. ¿Le importa caminar conmigo?

Levantándome las solapas de mi abrigo para protegerme del frío matinal, empiezo a caminar junto al señor Rotløs, asegurándome de no apretar demasiado el paso. Cruzamos en silencio el río Fyris, pasando sobre el puente que da a la calle San Pedro. Con la excepción de mi hija Ebba, quizás sea Rotløs el miembro de la Sociedad en quien más fácil me resulte confiar. Es un hombre puro y sin doblez, sin pretensiones de parecer más de lo que es. Tal vez eso sea lo que más me desconcierte de él. Al principio, cuando lo conocí, pensé que era poco ambicioso, que se había rendido. Aun hoy no estoy seguro de comprenderlo, pero lo que sí sé es que no se trata de rendición, sino de aceptación: el señor Rotløs parece haber hecho las paces con su destino, tomando con una sonrisa las cartas que le ha dado la vida. Incluso en silencio, compartiendo un trago cuando nadie nos ve o simplemente observando el desastroso jardín del castillo Gyllencreutz sin que medie palabra alguna, uno puede sentir su compañía, una presencia que no juzga. ¿Cómo podría pues juzgarlo yo a él?

—Un día extraño —murmuro cuando torcemos a la derecha al encontrarnos con las vías del ferrocarril; una manzana más adelante ya se avista el jardín que rodea la Estación Central. Ni siquiera estoy totalmente convencido de que esas fuesen las palabras que quería decir. Hoy será la primera vez que la recién reformada Sociedad, si eso es verdaderamente lo que somos, parta de viaje hacia lo desconocido. Aún pugno por asimilar el inaudito giro que ha dado mi vida desde que la puerta de Gyllencreutz se abrió para nosotros. Pero no es solo eso. Ver el ir y venir de la gente, haciendo sus quehaceres diarios e ignorando el mal que se esconde al otro lado de sus puertas, me hace sentir que no encajo. No encajamos, ninguno de nosotros. Toda pretensión de normalidad se esfumó el día que abrimos los ojos. Sonrío, intentando alejar estos pensamientos funestos de mi mente—. ¿Cómo le ha ido la mañana?

Los dos sabemos que mi pregunta es solo una excusa para la conversación. Nunca he presionado al señor Rotløs para que me hable de nada que no desee hablar; asumo que él me contará lo que quiera cuando lo estime oportuno, exactamente igual que yo.

De acuerdo con todo, Queen!

Yo también apuntaba a que sólo se conocieran de reputación hasta su encuentro en el Cuartel General. Y parece bastante natural que se estuvieran midiendo desde entonces :D

Ay Dewey, ya me estoy riendo contigo y es que ni siquiera empezamos XDDDD

Hábleme de esa conspiración, amo.

En realidad no hay mucho que decir, pero había pensado que Øystein realmente no ha abandonado la policía de Kristiania sino que es un agente infiltrado en Suecia. Es parte de la insurrección noruega, que en conjunto con otros radicales buscan la independencia del país. Ha viajado a Upsala tanto para restablecer la Sociedad como para estrechar relaciones con la Junta de estudiantes a efectos de socavar la influencia sueca sobre el reino de Noruega. Y, como los británicos suelen estar metidos en todo intento independentista de la época, no me parece muy descabellado suponer que contamos con apoyo de su parte, a efectos de fragmentar aún más el poder de sus vecinos y obtener algo a cambio. Y pues ahí puede entrar el mayordomo, o tal vez tan sólo está al tanto de los planes de su "amo" XD

Al margen de eso, que a lo mejor ni siquiera nos da tiempo de profundizar durante la partida y desde luego eres libre de rechazar, tengo algunas preguntas sobre la relación entre ambos. Øystein es un tipo bastante irreverente y bromista, aunque también algo cínico. Lo veo haciendo cosas como:

- Narrarle en voz alta al mayordomo lo que sucede en determinado momento, en especial para molestar a alguien. "La joven hija del granjero se aproxima con cierta dificultad, llevándose una mano a la mejilla. Parece querer ganar nuestra simpatía o inspirar compasión. ¿Nos gusta, Edwin? ¿Le creemos?"

- Que en momentos random de una disgresión acostumbre a hacerle preguntas aparentemente irrelevantes: "Edwin, ¿cuántos kilómetros a vuelo de pájaro hay de Manchester a Londres?" Y que el mayordomo dé respuestas imaginativas, ya sean correctas o incorrectas, que luego Øystein puede incorporar en la narración XD

- Por cierto, ¿está bien que te llame por tu nombre de pila? En presencia de otros y dependiendo de las circunstancias utilizará el Señor Niles de cualquier forma. He releído la parte de que nadie salvo Penélope le llama de otra manera que no sea Niles, así que Niles está muy bien para el señorito. Además, suena más cool :D

Wergeland también es compañero con Reidar, el vagabundo, así que imagino que vosotros dos os conocéis también (lo menciono por si queréis profundizar en vuestra relación). A Øystein le causa gracia tener dos aliados tan improbables como un mayordomo ciego británico y un vagabundo que parece tener un pie en la tumba, pero se vanagloria de ser un gran juez del carácter y les tiene en gran estima tanto a nivel afectivo como por sus capacidaes poco comunes. 

Con respecto a cómo se conocieron, tal vez Niles era el mayordomo en casa de sus nobles padres. Cuando me desheredaron y corrieron de la casa se fué conmigo por el afecto que se tenían. Después de todo, siempre había sido el "señorito" de la casa.

Uy que tocho que me escribí, Dewey, lo siento XD