Partida Rol por web

Vaesen: A wicked Secret and Other Mysteries

Misterio primero. Escena 1

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09/12/2020, 03:16
Leopoldo Ludovico Castelferro

El ocultista escuchó atentamente las palabras de Reidar y, antes de que pudiera comentar nada, apareció Frisk, con ropa seca para el trotamundos y con más información de la que se le había solicitado. Aquel tipo era como un misterio tan grande como el que acababa de producirse, algo que estaba empezando a inquietar más de la cuenta a Leo.

Marchemos todos juntos a la biblioteca —propuso recuperando el acento francés impostado— y comencemos allí la exploración de este nuestro primer misterio. Supongo que el fallecido reverendo y los herejes de... ¿cómo se llamaba esa isla?... Bueno, no importa. Señoritas, después de ustedes.

Castelferro hizo un gesto cortés indicando a las damas que salieran primero ellas de la habitación en dirección a la biblioteca. No había escuchado la opinión del resto pero ya había adoptado la postura de genuflexión que invitaba a todos a seguir su plan.

Notas de juego

Castelferro hace un poco lo que le da la gana, pero no hay por qué plegarse a sus propuestas ;)

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11/12/2020, 19:24
Lady Lovisa Swedenborg

Lady Lovisa sopesó lo dicho por Frisk mientras salía de la sala hacia la biblioteca, -Mientras preparamos la misión hacia el pueblo pesquero voy a revisar las armas que se encuentran en la biblioteca si no le molesta, señor Castelferro -expuso con suavidad pero con determinación mientras avanzaba con paso decidido, pero cuidando de no dejar a Ebba y a Reidar detrás. "Y en la sala del arcón, pero eso lo haré cuando terminemos en la biblioteca".

Acotó -Creo que dado el carácter... brusco de la aparición que nos ha enviado el mensaje no deberíamos desatender su pedido al tiempo que hacemos los preparativos.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Dejo unas tiradas para que nos den algo de luz si hacen falta. Igual la primera no me funcionó XD

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12/12/2020, 13:11
Ebba Björklund

Ebba realizó rápidos gestos con las manos para indicarle a su amiga que estaba bien. De hecho, se encontraba perfectamente, más allá del susto que se había llevado al escuchar el grito de Reidar. Sin embargo, sus ágiles dedos no se detuvieron ahí: "hay una cosa que no tengo clara" le dijo a Lovisa "no sé de dónde es el espíritu que ha hablado. Podría estar relacionado con la misión que se nos ha encomendado, pero podría no tener nada que ver y estar atado aquí, a este castillo..." terminó de expresar, con rostro de preocupación. 

Entonces escuchó las palabras del vagabundo y su mirada sostuvo la de los azules ojos de Rotlos, a medias entre incrédula y sorprendida, y negó lentamente con la cabeza. ¿De verdad se les había ocurrido que lo que les había sucedido a él y a Geri tenía algo que ver con su... habilidad? No dijo nada, sin embargo, no delante de los demás. Esperó pacientemente hasta que Frisk llegó con ropa para su amigo, escuchó las palabras de Castelferro y asintió, dando a entender que estaba de acuerdo. De hecho, estaba deseando ir a ver la biblioteca de aquel curioso lugar. ¿Quién sabe las increíbles maravillas que se podrían encontrar allí?

Cogió su cuaderno y su pluma y escribió: "a mí también me gustaría ver de lo que usted es capaz, señor Castelferro". Se lo mostró al joven ocultista y luego cerró el cuaderno, dando a entender que no tenía por qué ser en aquel momento, pero que su interés en el asunto no iba a decaer tan fácilmente. 

Entonces comenzó a caminar en dirección a la salida, pero se detuvo un poco antes, al lado de Sin Raíces, para mirarlo fijamente a los ojos de nuevo. Con rápidos y quedos gestos de las manos frente a su pecho que solo él vio, le dijo: "tú me conoces, ya sabes lo que puedo y no puedo hacer. Sabes que no puedo provocar algo así..." gesticuló, señalando con la cabeza y la mirada hacia el ventanal que daba al exterior. "Cuando sale mal, son otro tipo de consecuencias las que suceden... lo sabes. Y aun así, esta vez ha salido bien. Sea lo que sea lo que habéis visto... no lo he provocado yo... es algo que está aquí y puede que no se haya ido" terminó, con una mirada de gravedad en la que se reflejaba todo lo que implicaban sus últimos gestos. 

Cuando terminó, esperó unos segundos y después salió en dirección a la biblioteca...

Notas de juego

¡Por fin! 

Cuando vuelva a tener un respiro posteo en la biblioteca, dire^^ Será pronto^^(espero... XD).

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13/12/2020, 18:39
Alvar Egil Björklund

El tiempo es tan inhóspito a nuestro regreso al castillo Gyllencreutz como lo era cuando salimos. El viento y la lluvia azotan la cabina del coche de caballos con tanta fuerza que este cruje y se cimbrea como un barco en mitad de una tempestad marina, y casi parece como si fuese a volcar con nosotros en su interior en cualquiera de los muchos giros por las tortuosas calles de Upsala.

Espero que los libros de la biblioteca hayan sido más generosos en información y menos dados a la insolencia que su excelencia el arzobispo Henrik Reuterdahl —ha sido mi frase de saludo hace un rato, cuando la hermana Agnetha y yo hemos pasado a buscar al detective Wergeland y al señor Niles a la universidad—. Los hombres pueden volverse muy orgullosos cuando creen ostentar el poder absoluto. Orgullosos y osados. Reuterdahl ha sugerido que somos nada menos que una secta, que nuestras prácticas paganas atentan contra Dios y todo eso. ¿Se lo pueden creer?

De camino a nuestro nuevo hogar, he resumido a grandes rasgos nuestra breve aunque instructiva conversación con el pontífice: sus veladas acusaciones a la Sociedad, su afán por controlar nuestras actividades y, lo más increíble de todo, su temor de que nuestras operaciones pudiesen hacer que el pueblo supiese lo que ocurre realmente y que, en consecuencia, se alejase de la Iglesia.

¡Y lo ha dicho con toda la calma y la naturalidad del mundo! —río, abriendo la puerta de la calesa una vez que esta ya se ha detenido en el jardín de Gyllencreutz, y la mantengo abierta para que mis compañeros puedan salir. Aún no consigo dar crédito a la hipocresía de un hombre que, manifiestamente, me ha causado una pobre impresión—. Luego ha amenazado a la hermana Agnetha, y por extensión a toda la Sociedad, asegurándole que nos tendría bien vigilados. Afortunadamente, el arzobispo ha terminado por ver que sus objetivos coinciden con los nuestros, y ha accedido a darnos información sobre Hedqvist y Uddgren.

Cuando todos estamos fuera del coche, cierro la puerta de golpe y doy un par de toques con los nudillos, indicando al conductor que lo estacione en la cochera. Luego echo a andar con paso ligero por el desastroso erial que llamamos jardín, desesoso de volver al interior del castillo antes de que la lluvia me cale el abrigo por completo.

Tanto Oscar Uddgren como su mentor, el vicario Carl Eric Hedqvist, siguieron las enseñanzas del evangelista Henric Schartau, una doctrina muy conservadora que actualmente está estableciéndose con fuerza en nuestras tierras —explico, abriéndome paso a grandes zancadas entre la maleza—. El arzobispo ha definido al sacerdote Uddgren como un fanático, lo que resulta irónico dada la férrea e implacable reputación del propio Reuterdahl. El caso es que, según él, la lealtad de Uddgren a Hedqvist era absoluta, y no duda de que hará lo que sea necesario para hacer justicia. —Tras subir las escaleras que conducen a la puerta del castillo, me doy la vuelta un momento para esperar a que los demás lleguen a mi altura—. Nos ha advertido que el viaje a Fjällbacka será largo y muy costoso, con un tramo en barco a través del canal de Göta, así que señores: mejor será que nos preparemos. Y lo mejor de todo: el arzobispo espera un informe de lo que sea que descubramos en Fjällbacka. ¿Qué les parece?

Sin esperar una respuesta a mi pregunta retórica, me giro hacia la pesada puerta de la fortaleza y la abro de un enérgico tirón.

¿Hay alguien en casa?

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13/12/2020, 20:43
Øystein Wergeland

Por ventura el carruaje de Alvar Björklund aguardaba a escasos metros de la entrada de la biblioteca. Imitando sin éxito la longitud de la zancada de su mayordomo, el detective ingresó con celeridad en el vehículo al tiempo que se ajustaba el sombrero.

—Me temo, Coronel, que tampoco traemos demasiadas noticias —admitió metiéndose el dedo en una oreja— Los libros también pueden ser orgullosos, o, en el caso que nos atañe, algo tímidos. El efecto es el mismo, una falta capital de información —concluyó, ofreciendo su brazo a Niles para que éste último ascendiera al interior.

—Mölle no es más que otra pequeña aldea con un centenar de casas. La actividad portuaria define el pathos del lugar —el efecto de las bibliotecas en el detective solía evidenciarse en una mayor frecuencia de palabras en latín en su discurso. Términos que frecuentemente su espigado mayordomo corregía sin compasión.

—Una posada, un hotel, un faro, un sacerdote —enumeró Wergeland con un tono de voz que parecía buscar la confirmación del señor Niles— Poco más hemos averiguado.

La anécdota de las andanzas del coronel y la monja Löfgren con el arzobispo arrancó una irónica sonrisa en Øystein.

—¿Cuál es la utilidad de la Iglesia sino la de guiar y proteger a los más vulnerables? Deberían considerar a la Sociedad como una aliada. Hoy en día parece que la lucha religiosa está más abocada a conservar el monopolio del conocimiento que a los menesteres primigenios por los que fuera fundada —afirmó con un tono mesurado, neutro, pues no quería entrar en polémicas ni herir la susceptibilidad de su compañera.

Cuando por fin ingresaron al castillo el detective se quitó su rompevientos y su sombrero y se dejó caer en el sillón más cercano.

—Y bien, ¿dónde están todos?

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14/12/2020, 08:51
Edwin James Niles

¡Ajá! ¡Los antagonistas se revelan! ¡Y qué sorpresa! ¡La mismísima Iglesia! ¡Con el Arzobispo en persona a la cabeza! How appropiate... ¡Y nos considera sectarios para mayor escarnio! ¡Esto es intolerable! Bueno... En el caso de la monja es completamente plausible... ¡Pero dudar de la santidad del señorito Oystein...! How do you dare, you bloody Bishop!?

En estas divagaciones hallábase la aguda y británica mente del buen Niles para sobreponerse al traqueteo del carruaje mientras su joven amo y el Coronel intercambiaban información sobre los hallazgos realizados; un conocimiento, por cierto, que venía a ser más bien paupérrimo, a salvo del hecho reseñable de que la condenada aldea de estibadores portuarios que estaba bautizada con el premonitorio nombre de Fall-Back-a, estaba a una distancia considerable del castillo, para disimulada cólera del mayordomo. Ser invidente traía consecuencias incómodas, siendo una de las más molestas la incapacidad de ubicarse en un mapa.

Escuchó con cierta atención la preocupación del Coronel sobre la naturaleza ardua y penosa del viaje, algo que le invitó a hacer algo inusual: rascarse su fino bigotito inglés con el meñique. Era una especie de gesto interiorizado largo tiempo ha. Nada dijo el mayordomo puesto que no solo estaba en completo acuerdo con el arzobispo en su, por otra parte, desafiante declaración, sino que consideraba que la aldea pesquera iba a deparar más de una aventura para el grupo.

-Pathos... Oh, Lordy-Lord! No debimos visitar la biblioteca... Ahora pasaréis la noche recitando latinismos. ¿Y quién os sufrirá, amo? Yo he de ser, amo. ¿Quién si no? Yo he de ser-, lamentóse Niles sacudiendo lentamente la cabeza.

* * * * *

Al entrar en el castillo, Niles reaccionó de un modo hostil en lo que vendría a denominarse el aspecto olfativo.

-Sniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiff... ¿Qué es ese rancio hedor que agrede vilmente mi desarrollado sentido del olfato?-. Olisqueó el aire como haría un sabueso en guardia, mentón alzado, nariz sorbiendo el éter de forma rítmica, procesando las diversas fragancias dispersas por el ambiente.

-Papaverum Somniferum... Ahem, disculpen, era por contribuir a la filia con los latinismos de mi amo, señores míos. Quiero decir... Opiáceos-, dijo con su británica y docta entonación, frunciendo el ceño en lo que se aventuraba el preludio de una frase lapidaria. -Aquí alguien ha propagado el vicio y el desenfreno...-, deslizó antes de girarse a sus compañeros con su mirada vacía.

-A new menace, my Lord... Encaramos una nueva amenaza en nuestro nuevo hogar, amo. A drug dealer amongst us...

Notas de juego

Me estoy muriendo de la risa yo solo con el mayordomo ¡AAJAJJAJAAJJAJAAJAJAJAAJJAAJA!

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14/12/2020, 09:19
Edwin James Niles
Sólo para el director

Notas de juego

Te confirmo que mi t-roleo ha sido totalmente gratuito, pero es mi forma de construir una injuria hacia Leopoldo ¡AJAJAJAJAJAJAJAJA!

Dejo en tus manos aclarar que el interior del castillo no huele más rancio de lo normal, pero la mala leche de Niles igual da pie a que la monja se crispe contra los fumetas paganos o a que el Coronel riña a su hija. ¿Te imaginas? ¡aJAJAAJAAJAJAAJAJAJAAJJAA! ;D

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16/12/2020, 17:53
Algot Frisk

Raudo como el solamente puede el mayordomo Frisk hace aparición, aunque no la más limpia de todas.
Con su uniforme en un estado  algo lamentable, y lleno de manchas de hollín por toda la cara y brazos. Su antebrazos revelan lo que parece un tatuaje en tinta azul oscura, aunque a simple vista no se puede distinguir qué es exactamente.
—Bienvenidos caballeros, adelante. Bienvenida señorita Löfgren, Niles— dicho este último con cierto tono de sorna.
Sus compañeros se encuentran en la  biblioteca del castillo haciendo una exhaustiva investigación por  un extraño suceso que ha debido acaecer hacer tan solo unos cuantos minutos. Quizás quieran ir con ellos para compartir sus experiencias, o ayudarlos en su empresa.

—Si me disculpan, esa chimenea no se va a limpiar sola y es una batalla que debo librar, y por su puesto ganar. Por mi orgullo y por su buen funcionamiento. Salvo que necesiten algo más, volveré a mi lucha personal contra el hollín.—

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16/12/2020, 23:09
Alvar Egil Björklund

Quien nos da la bienvenida no es otro que el señor Algot Frisk, que de forma evidente ha estado ocupado haciendo algunas labores de limpieza y mantenimiento, como el desastroso estado de su traje atestigua. El mayordomo nos comunica que la otra mitad de la Sociedad se acaba de marchar en pos de la biblioteca para investigar un «extraño suceso» que ha ocurrido hace unos minutos. Inmediatamente siento la férrea tenaza del pánico agarrarse a mi espinazo cuando pienso la posibilidad de que le haya pasado algo a mi hija Ebba, pero este temor no resulta observable desde el exterior de no ser por un ligero temblor en el párpado inferior y un apenas discernible brillo en mis acerados ojos.

¿Y qué es lo que ha sucedido, señor Frisk, si es usted tan amable? —pregunto con un tono de voz tan grave y áspera que prácticamente parece un ronquido, al tiempo que cuelgo apresuradamente mi más que húmedo abrigo en el perchero.

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17/12/2020, 09:29
Edwin James Niles

En capítulos anteriores...

@NPC sin importancia—Bienvenidos caballeros, adelante. Bienvenida señorita Löfgren, Niles— dicho este último con cierto tono de sorna.

Niles entornó sus ojos muertos con británica flema.

-¿Oyen eso? La brisa arrastra una vocecilla estridente e insidiosa... Me pregunto, ¿Quién será? Ah, claro. Si es el camarada Friskkkk, en persona. Y a juzgar por la acidez que impregna el aire que le rodea, no estamos ante un consumo masivo de opio como supuse en un primer momento, sino ante un mayordomo que ha batallado contra un felino. Con desastrosas consecuencias, may I add.

El mayordomo -el de verdad- se permitió sonreír con cierta ironía y con un largo paso se situó al lado del Coronel.

-No se lo dirá, Coronel. Oh, no, no lo hará. Es parte de su encanto. Es críptico hasta cuando sirve el té. Se deleita en el desconcierto de los comensales tratando de averiguar de qué están rellenas las pastas. Yes, youuuu...-, siseó bajando el cuello como si estuviese a punto de bufar el cabello, como haría un gato que advierte de que se está hollando su territorio.

-Propongo no distraer a Friskkkk en su lucha con su Leviatán particular e investigar lo sucedido. Shall we?

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17/12/2020, 09:53
Agnetha Löfgren

Me mantuve en silencio, observando de manera escrutinadora a mis acompañantes.

Hablaban de la Iglesia, del Padre Reuterdahl y de latinismos. Sin embargo, cuando Alvar abrió la puerta del castillo y el señor  Frisk  hizo acto de presencia, mi ceño se frunció instantáneamente... más aún de lo habitual en mí, cabría decir.

—Qué agradable sorpresa verle tan servicial, Señor Frisk —dije, con cierto tono sarcástico—. ¿Podría decirnos dónde se encuentra la señorita Björklund y qué han hecho en nuestra ausencia?

Por el resto de los integrantes de la Sociedad ni pregunté... Sólo me interesaba saber qué hacía Ebba, y qué habían hecho durante todo el tiempo que no habíamos estado  presentes...

Notas de juego

Siento la ausencia. Últimamente estoy que no doy a basto con el trabajo... ¡Navidades! ¡Ven ya y sálvame!

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17/12/2020, 21:25
Øystein Wergeland

La aparición del mayordomo Frisk no le sorprendió en demasía, aunque su aspecto de minero atribulado le hizo alzar un tanto las cejas. Pensándolo detenidamente, no recordaba haber visto nunca a Niles en un estado semejante de dejadez. Aunque lo cierto es que tampoco recordaba la última vez que la chimenea de su casa había sido limpiada a fondo.

El Coronel prefiere recabar versiones alternativas de la historia antes de interrogar directamente a los implicados. El detective aprueba la metodología con un leve asentimiento, aguardando las palabras de Frisk. Carraspea procurando ahogar la carcajada que le producen los irreverentes dichos de Niles, y apoya el último comentario de la eclesiástica.

—Usted lleva más tiempo que nosotros en este castillo, señor Frisk. Estoy seguro que contar con vuestra perspectiva nos ayudaría a dilucidar el misterio en el que se afana la mitad de nuestra Sociedad.

Era evidente para el detective que las peripecias de la jornada habían agotado un tanto la paciencia de sus camaradas, pues todos se cernían sobre el pobre hombre —nota mental: tatuaje en su antebrazo— como aves de presa, por lo que procuró calmar los ánimos con su mesurada intervención.

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20/12/2020, 19:57
Algot Frisk

—Bien, si me permiten la indiscreción se lo puedo contar con vagos detalles, así que sugiero que sean sus compañeros quien les cuentes todo en más profundidad. Saben ustedes que la señorita Ebba posee un Don que de alguna manera controla, o eso tengo entendido hasta cierto punto.

Bien, cuándo ustedes se encontraban fuera en su camino hacia el Asylum donde se encuentra la dama Elfeklint, a la que espero dieran saludos de mi parte y no pusieran en ningún tipo de aprieto. — sugiere mirando de reojo a NIles.
—Como iba diciendo la señorita Ebba puso a bien la utilización de su extraño don y fue cuándo las cosas se pusieron....extrañas- Yo en este momento estaba peleandome con la chimenea y el dichoso hollín que se agarra cuál percebe al cascarón de un barco con excesiva determinación, pero una peculiar neblina inundó toda la planta baja, y se escucharon los desesperados gritos del señor Reidar en las afueras. Todos salieron a ver qué sucedió. En el ferviente temporal que ha azotado la mansión el señor Reidar tuvo a bien dejarme utilizar su ropa como quemador y ahora dispone de ropa seca, limpia y nueva. No obstante es notorio el estado de estrés tanto de él como de su compañero animal Geri. Ellos se encuentran ahora mismo en la biblioteca, así que si quieren, les guiaré hasta allí.—

Notas de juego

El mayordomo -el de verdad- 

Lo que me estoy riendo con el pique entre mayordomos es poco, ¿sabes? XD

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21/12/2020, 01:08
Alvar Egil Björklund

No puedo decir que no esperase la respuesta del señor Frisk, y no obstante, cuando esta llega, se me hiela la sangre. Lo ha hecho. Ebba me ha desobedecido, poniendo en peligro su seguridad y la de todos. El momentáneo fogonazo de temor da paso rápidamente a otra cosa diferente, caliente, oscura y cuyo gruñido casi puedo oír en mi interior. Aprieto los dientes, pugnando por mantener la furia bajo control.

Entiendo —mascullo, mi voz tensa y tirante como la cuerda de un arco a punto de disparar. Me aclaro la garganta antes de añadir—: Adelante, señor Frisk. Llévenos con los demás.

Ni siquiera pienso en preguntar por el estado actual de Rotløs o de su animal, aunque a decir verdad, no es que en este momento me importe demasiado.

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21/12/2020, 10:03
Edwin James Niles

Niles escuchó el relato de ese deshollinador amateur cuyo apellido impelía a sufrir un colapso nervioso en la glotis y arqueó una ceja.

-Dígame, camarada Friskkkk... ¿Acaso han obligado a la señorita Björklund a realizar una sesión de espiritismo contra su voluntad? ¿Podría usted señalar sin halo de duda razonable al señor Rotlos o al no menos sospechoso señor Castelferro como promotores de tamaña tropelía?-. Inquirió bajando el tono de la voz hasta convertir sus preguntas en afiladísimos susurros. -¿Han organizado algún tipo de escándalo libidinoso en el castillo?

Niles se inclinó hacia un lado para musitar en el oído de su señor, si bien desconocía que, por un ligerísimo error de cálculo, se estaba inclinando sobre la oreja de la hermana Löfgren.

-Amo, en Inglaterra los castillos albergan pecadores de la peor calaña entregados a la vida libertina y disoluta. Debemos temer por la integridad ya no física, sino moral de este variopinto grupo de individuos que hemos dejado en soledad pululando por este lugar... It. Is. Known.

Escuchó en su umbral auditivo un gruñido similar al de un león y Niles supo con prístina claridad que al Coronel se lo estaban llevando los demonios en aquel preciso instante. Y es que, como buen padre entregado al cuidado de su hija muda, el Coronel parecía albergar en su corazón el pecado de la sobreprotección. O quizás era algo más profundo, como si atribuyese a su propia culpa el hecho de que su hija le hubiese heredado en el don de la Visión. 

La Visión.

Cruel ironía, pues para Niles el don era más bien el de la Audición.

-Amo, exudáis ahora un olor distinto. ¿Habéis cambiado en el ínterin de nuestro viaje en carruaje de colonia? Oh, youuuu, silvertongued devil...-. El mayordomo se atusó su fino bigotillo con un creciente aire de duda en su británico rostro mientras empezaba a contemplar la posibilidad de que, en realidad, estaba percibiendo la fragancia a santidad que emanaba de una guerrera con el alma consagrada al Señor.

Notas de juego

Lo que me estoy riendo con el pique entre mayordomos es poco, ¿sabes? XD

Y yo encantado, oiga ;D 

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21/12/2020, 20:06
Øystein Wergeland

El detective sólo se permitió una ligerísima contracción en la frente al escuchar sobre el aciago destino de las ropas de Reidar. Debía haberse tratado sin duda de un gran shock para que el entrañable vagabundo aceptara beneficiencia, y, aún más, no pretendiera sacar una tajada por sus viejos harapos antes que dedicarlos al combustible afán del señor Frisk.

—Basta —regañó el detective a su propio mayordomo, sin esperanzas de ser escuchado— Reidar, al parecer, ha sido la principal víctima de esta... manifestación. Pero Niles tiene razón en una cosa. No podemos descartar la nociva influencia del señor Castelferro en todo este  extraño asunto —admitió sin dejar de fruncir el ceño.

Entonces Niles se puso de confidencias con la señora Löfgren, aunque la cercanía y familiaridad con la que gesticulaba le hizo pensar en un error de cálculo. Una media sonrisa asomó a los labios del detective mientras escrutaba el rostro serio del Coronel.

Curiosa naturaleza la de la paternidad. Los padres suelen ser los últimos en darse cuenta que sus niñas se han convertido en mujeres, plenas, tanto en carne como en espíritu. Y Ebba sin dudas era una mujer formidable en ambos aspectos. El detective juzgaba su belleza desde un punto de vista neutral, objetivo, sin eco de pasión alguna, de la misma manera que atendía el resto de los asuntos de su ocupada vida diaria. Tarde o temprano Alvar Egil Björklund comprendería que una curiosidad sin límites es el principal signo de una juventud despierta y saludable. No importaba cuantas cercas y obstáculos instalara el militar, su hija acabaría por superarlos todos. Y, sin embargo, estaba claro que aquel no sería el día de la epifanía. Con cierto regocijo interior, el detective agregó.

—¿Conocéis la reputación del... depravado señor Castelferro, Coronel, señora Löfgren? Es, cuanto menos, un carácter díscolo, libertino, bien conocido por su afán de manipular jóvenes brillantes con poca experiencia en la vida... Yo mantendría un ojo avizor sobre él, si me permite el atrevimiento.

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23/12/2020, 11:02
Agnetha Löfgren

Al acercarse el señor Niles a mí, le miré de reojo y con desconfianza, sin entrever qué planeaba.

Luego, cuando empezó a hablar, puse los ojos en blanco de hastío... Tenía mucha tarea que realizar en aquel castillo, hasta el punto de empezar a plantearme qué había hecho mal en mi vida para que el Señor decidiera mandarme a aquel lugar de expiación...

...aunque, ¡a quién quería engañar!, no había otra cosa que me gustara más que descubrir pecadores...

—Mientras esté yo aquí, nadie hará actos pecaminosos contra la señorita Björklund —exclamé—. Ahora no perdamos más tiempo con chácharas insustanciales y volvamos con los demás.

Si lo que decían era verdad, aún menos interés tenía en dejar pasar tiempo a solas entre Castelferro y Ebba... Así que, sin esperar a que el mayordomo nos guiara, tomé dirección hacia la biblioteca.

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23/12/2020, 15:41
Alvar Egil Björklund

No presto atención a las palabras de los demás mientras me apresto a acompañar a Frisk a la biblioteca… al menos hasta que Wergeland habla. ¿Es humor lo que me parece detectar en su tono de voz? ¿Acaso le divierte esta situación? Si las miradas fuesen dardos, ahora mismo el detective Wergeland estaría clavado a la pared del salón como un tapiz decorativo más, uno particularmente impertinente. Decido, no obstante, no responder a su «consejo» acerca del señor Castelferro. Por una vez estoy de acuerdo con la hermana Agnetha: vámonos a la biblioteca de una vez.

Notas de juego

Post cortito de «entreturno», para dar un poco de color a la escena más que nada:)

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23/12/2020, 17:25
Director

Notas de juego

Bien, por ir aligerando un poco, Frisk os conduce a la biblioteca. Ya tenéis habilitada la escena y podéis postear allí.

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19/01/2021, 18:23
Storyteller

Tras el extraño encuentro con el Draugr, Frisk sin perder ni por un  momento de vista las excesivamente alargadas y traicioneras manos de Niles, os hace un ademán para que le sigáis de nuevo al salón principal. —Prepararé algo de te, unas infusiones nuevas que estoy seguro de que les encantarán, y la última remesa de pastas con trozos de chocolate, naranja y coco que había dejado para esta noche. Si hacen el favor de seguirme, ahora mismo empezaré a servirles a cada uno sus bebidas favoritas.—
Frisk desaparece por unos escasos diez minutos y vuelve cargado con un carrito que ahora ya no chirría y cuyas ruedas parecen en un perfecto estado de cuidado.
Notáis como se ha cambiado la camisa llena de hollín por una limpia y ahora lleva además un chaleco azul con bordados en dorado lo que le da un aspecto impecable y elegante a la vez.

Uno a uno os va sirviendo lo que hayáis pedido con anterioridad y que más os haya gustado.
—Recuerden que tenemos también una escasa, de momento, remesa de bebidas espirituosas por si necesitaran un trago algo más contundente para sobrellevar lo ocurrido ahí fuera.—

 

Notas de juego

Bien, podéis volver a poneros al día, pero llega la hora de tomar decisiones. ¿Cuál de los 2 trabajos váis a aceptar? ¿Acaso los 2 y se formarán 2 grupos?. ¿Tenéis los medios necesarios para costear el/los viajes?. Sea como sea, tanto la misión de Fjällbacka como la misión de Linnea son urgentes.

Recordad que la escena de preparación ya se ha llevado a cabo para todos, con lo cuál, sea lo que sea que se elija, ya disponéis todos de una ventaja para el misterio. Aprovechad después para prepararos y que comience la aventura.