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Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 2.1] La Hora de las Brujas - Castillo de Fougères

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20/06/2019, 09:11
Leyre de Abin

Con un suspiro de disgusto, y tras intercambiar unas palabras con Mahé, echo un vistazo en derredor, buscando algún rostro familiar. 

Con paso desganado me muevo por la sala, atendiendo a las diversas conversaciones hasta encontrar alguna que llame mi atención. Finalmente diviso la sonrisa socarrona del normando, y decido aproximarme a él.

-Buenas noches -comento, con una voz que deja bien claro que no las considero buenas en absoluto.

 

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20/06/2019, 19:49
Narrador

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


La conversación entre Margawse y Luoarn era bastante tensa, aquello saltaba la vista, cosa que no tardó en extenderse por todo el salón.

¡No seguiré tolerando tus insultos, Margawse! Necesitas nuestra ayuda, la de todos nosotros. Será mejor que te muerdas esa lengua envenenada que tienes. No soy un peón cualquier que puedas humillar a placer. ¡Soy un Le Guillant! —amonestó alzando la voz Louarn Le Guillant, Príncipe de Nantes. La reacción de Margawse fue una mirada furibunda a su invitado, hubo un silencio breve, ominoso, antes de que la Príncipe de Bretaña hablara.

Un niño llorón que para hacerse valer ha de gritarlo a los cuatro vientos, porque como no puede solucionar sus problemas sobornando, se pone nervioso —cortó Margawse. La toreador se levantó, cuando hizo esto un peso sobrenatural cayó sobre todos los de la sala, algunos casi jurarían que reconocían el poder de la Majestad propia de los toreador, pero no era así. Margawse simplemente impuso su presencia por mera fuerza de voluntad, incluso Louarn bajó ligeramente la cabeza en presencia de la Príncipe —. ¿Tienes miedo? Claro que lo tienes. Todos los de este salón tienen miedo. Miedo a perder su posición. Miedo a perder la vida. Miedo a ser humillados. Pero doy gracias a Dios, o al Diablo si hace falta, de que al menos la mayoría de los presentes controlan su estupidez. Cosa que tú parece aun has de aprender. No te pareces en nada a tu Sire, Louarn, y es una lástima. Al menos con él podía tener una competencia mínimamente interesante.

La saeta dialéctica que había lanzado la Príncipe hizo que el aludido apretara la mandíbula rabiando, no parecía que se atreviera a replicar, pero le temblaba el cuerpo por entero. Parece que Margawse había acertado de lleno en el comentario.  Louarn bajó la cabeza, giró sobre sus talones marchándose de la sala de inmediato. Un nuevo silencio siguió a las últimas palabras de Margawse, que miraba oscuramente a todos los presentes.

Mahé. Acércate —ordenó Margawse mientras volvía a tomar asiento. Poco a poco, las conversaciones volvían a la normalidad.

Notas de juego

Próximo post, el lunes 24.

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22/06/2019, 23:27
Sybilla

Sybilla dedicó una leve sonrisa a Ingvar, antes de alcanzar ambos, finalmente, la posición en la que se encontraba la mujer de piel tostada, Maëlys de Trebaul y el chiquillo de la dama del lago. 

Parpadeó, un par de veces, su mirada oscura parecía, en cierto modo, perdida, y tardó quizá un instante más de lo debido en corresponder el saludo de Selin, con un asentimiento- La música... Sí. La música suele ser excelente. Aunque... Hay canciones quizá demasiado intensas. Canciones belicosas y canciones llenas de misterio. Incluso canciones peligrosas.-respondió, emitiendo un suspiro quedo, tras haber presenciado la dialéctica entre su mentora y señora y Louarn Le Guillant, observando de igual manera el intercambio entre Mahé y su chiquilla, y viendo cómo ésta última se acercaba- Buenas noches.-dijo, en respuesta a su saludo. 

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22/06/2019, 23:37
Sybilla
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Sigo poniendo oreja

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23/06/2019, 21:54
Artur de Aquilare

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—

Artur se había quedado en el trío compuesto por el consejero tremere Lothaire Chabroux y el monseñor Firminius, cuando las obligaciones había obligado al chambelán a dirigirse al trono. Sin embargo, y a pesar de no tener demasiada esperanza en el comportamiento vampírico, no pudo sino asombrarse de la tensa conversación, casi bélica, que la princesa acababa de tener con su señor. Y que había obligado a este a abandonar el salón, so pena de quedar aún más en evidencia.

Por supuesto, había mucho que lamentar en la conducta de ambos, pero en todo caso la princesa acababa de decir muchas cosas sobre ella, en poco tiempo. Que su elegancia tenía mucho de brutalidad, que no toleraba lo que consideraba débil o estúpido, y que prefería con mucho ser temida a amada. ¿Eran tales características virtudes o defectos? No podía saberlo aún, aunque tal vez la decisión fuera algo digno de tener en cuenta en una situación bélica como la que se presentaba. 

El lasombra miró a la princesa, mientras daba un sorbo a su copa, pensativo. Luego miró a Sybilla y a Elaine Menguy. Seria bueno hablar con ella tras la correspondencia episcolar, pero acercarse al trono sin ser llamado era necedad. Habría que esperar. 

¿Tal vez salir acompañando a Louarn Le Guillant, Príncipe de Nantes, su valedor? No, ni siquiera era bueno para el príncipe que, sin él, quedaría privado tal vez de saber lo que se debatiera en ese lugar. Aunque desde luego no era así como hubiera preferido que diera inicio la reunión.

- Bien... temo que el chambelán ha tenido que ausentarse, mis señores- dijo volviendo toda su atención a Lothaire Chabroux y Firminus de Navarra- Y temo que mi conversación será mucho menos interesante, pero... ¿tal vez podamos continuar la conversación en el punto en que la interrumpí? Siento un enorme interés por conocer sus pensamientos respecto a la situación en la que nos encontramos.

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24/06/2019, 01:00
Selin

Veo un movimiento por el rabillo del ojo, me fijo en quién es, la pequeña vampiresa se dirige al guerrero que justo acababa de introducirse en nuestra conversación, es curioso que nos volvamos a juntar después de lo ocurrido en Brest.

Unos gritos me distraen, haciendo que deje de observar a la joven, al parecer la Príncipe no resulta ser alguien amable y paciente. Una verdadera lástima y eso que con toda seguridad debe ser alguien realmente poderosa. Jugueteo inquieta con los dedos, sinceramente esperaba algo más de este viaje.

Cuando otra mujer se acerca al trono vuelvo mi mirada hacia Sybilla, atendiendo su respuesta mientras recuerdo una canción siniestra que se iniciaba con unos silbidos lejanos hasta convertirse estos en la melodía de una flauta que atemorizaba las costas de Camaret. «Una canción peligrosa», pienso mientras intento imaginar cuáles serían los acordes de aquellas que resuenan llenas de misterio, ocultando una verdad al mundo.

Entiendo, gracias— contesto a la dama de negro, para quedarme en silencio, casi a la espera de una nueva salida de tono de la Príncipe.

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24/06/2019, 12:30
Ingvar Lundson

Una vez más, Margawse demostró que, desde luego, el protocolo era algo de lo que podía prescindir perfectamente si no le resultaba conveniente. La forma en la que despachó al ventrue fue tan firme que el ofendido ni siquiera fue capaz de hacer otra cosa que abandonar la estancia, airado en su derrota. Sin embargo, no estaba seguro de si la matriarca Menguy no estaría creándose innecesariamente a un enemigo tratándolo así. Desde luego, tanto la bruja como la princesa poseían inquietantes similitudes.

Contemplando el espectáculo, Ingvar había guardado silencio durante un rato, tal vez esperando que Maëlys o el resto de los integrantes de aquel pequeño grupo siguieran hablando, pero antes de que eso sucediera la menuda figura de Leyre se acercó a ellos para saludar. Con su sire acudiendo a la llamada de la duquesa, parecía haber quedado un tanto huérfana.

-¡Mademoiselle de Abin! -Saludó alegremente a la recién llegada. -Buenas noches, sí. Interesantes, además. Y aunque he pasado algunas noches ciertamente mejores que esta, sin duda la gran mayoría han sido peores. Me alegra veros con tanta energía.

Mientras tanto, Sybilla y Selin continuaron con su conversación acerca de la música de Fougueres. Una charla que parecía haber comenzado como una trivialidad acerca de la animación del gran salón, pero que pronto se tornó mucho más reveladora que si tratara únicamente de

-Si… las canciones de este lugar son desde luego diversas, pero me resultan tan interesantes como magníficas. -Añadió con una media sonrisa el normando, pero luego sus palabras se volvieron algo más severas. -No obstante… temo que esa variedad no durará demasiado. Es difícil apreciar las melodías más sutiles cuando comienzan a escucharse los tambores de la guerra.

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25/06/2019, 18:45
Narrador

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


La conversación entre Mahé y Margawse la pudiste escuchar con mayor nitidez, aunque no poseía la virulencia de la tenida momentos antes con Louarn. La Príncipe preguntaba a Mahé acerca de lo sucedido en Brest, la cortesana no se dejó ningún detalle por explicar, bastante fiel a los hechos que ya conocías. En un momento dado preguntó por Leyre, y Mahé respondió que aun le faltaba mucho por aprender, aunque parece que Margawse no parecía contrariarle el carácter de su chiquilla.

Cuando la conversación orbitó el asunto de Gevrog, el tono de desdén de Margawse, que dejaba claro que su hijo había fracasado, era abierto e inequívoco.

Le preparé lo mejor que supe, y ha fracasado como el idiota que siempre ha sido —dijo sin tapujos —. En cierto modo, es fracaso mío. No supe ver que pegado a mis faldas nunca aprendería a ser un verdadero Menguy.

A este comentario Mahé no dijo nada, tras un breve silencio, Margawse añadió diciéndole a la cortesana que no se preocupara por su estatus. Que como buena araña que era, si sabía manejarse bien, puede que incluso le encontrase hueco en Fougères, aunque solo fuera para darle mayor variedad dialéctica en aquel aburrido castillo.

Pero en el batiburrillo de conversaciones, con tus sentidos desplegados, escuchaste un sonido lejano que no provenía de este salón. Ni siquiera de los cercanos, uno al que no estabas habituada, pero reconocías perfectamente. El sonido de la espada atravesando carne, del gorgojeo agónico del que se ahoga en su propia sangre y de pasos pesados apresurados sobre el suelo de piedra.

- Tiradas (3)
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25/06/2019, 18:57
Narrador

Aprecias que Sybilla parece tener la atención dispersa según charlas con ella.

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25/06/2019, 18:58
Narrador

Aprecias que Sybilla parece tener la atención dispersa según charlas con ella.

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25/06/2019, 19:00
Firminus de Navarra

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


El lasombra eclesiástico había seguido con la mirada el abandono de Dominic para cumplir sus deberes, así como la apreciación de los comentarios que resultaron del breve enfrentamiento entre Margawse y Louarn, mas no pareció evocar comentario algunos.

Si nos ceñimos a la voluntad divina, podría decir que los caminos del Señor son inescrutables. Pero por virtud o por defecto, me temo que no es Dios quien dispone las cuestiones que hoy nos afectan —argumentó Firminius —. La guerra es inevitable, los bandos irreconciliables, viejas heridas que nunca han sanado y se abren de nuevo. Se avecinan tiempos interesantes, don Artur, y sumamente violentos. Especialmente violentos. ¿El resultado? —la mirada del párroco paseó por toda la estancia hasta fijarse en algo detrás de Artur, pero enseguida volvió la mirada hacia él —. Solo Dios lo sabe. Y creo que Dios abandonó a todos los presentes hace mucho tiempo..

- Tiradas (1)
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25/06/2019, 19:06
Lothaire Chabroux

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


El tremere asintió a las palabras de Firminius más por cortesía que por estar de acuerdo, tal como empezó argumentando, Lothaire era, indudablemente, un hombre de estudios.

Una lucha por el poder más de tantas, amigo Firminius. Mi linaje ha vivido muchas, se enfrenta a otras tantas, pero una cosa os digo —miró alternativamente al párroco y a Artur —. En esta guerra hay algo que trasciende la propia naturaleza vampírica. Se están moviendo piezas ajenas a nuestra realidad. Solo espero que la Príncipe comprenda la importancia de que nosotros, los Tremere, podemos ser muy útiles a su causa. Pues las cosas ajenas a nuestra realidad son de nuestra erudición y dominio.

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25/06/2019, 19:10
Aethelstan du Josselin

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


El curtido hombre que era Aethelstan saludó con cortesía a todos los que iban llegando, se fijó especialmente en Ingvar a quien, a pesar había saludado con corrección, arrugó un tanto al verle.

Sois un Gangrel —apreció con una mezcla de curiosidad y sospecha —. Del linaje de Einar Olafsson, ¿me equivoco? Es sorprendente ver que alguien como vos, ahora trabaje para alguien como el Príncipe Raynier —al decir esto, al mencionar el nombre del Príncipe nosferatu de Saint-Malo, parecía mencionar tal identidad con respeto.

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25/06/2019, 19:18
Narrador

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


Tras el exabrupto que hizo que Louarn Le Guillant saliera del salón, la conversación con Mahé Lagadec parecía darse con mayor tranquilidad y aparente cortesía. Ningún comentario más alto que el anterior, las conversaciones cruzadas entre los presentes proseguían. En ocasiones aparecían sirvientes ghoules con copas de sangre sirviendo la prometida sangre de la anfitriona, la velada se suavizó un tanto en cuanto a tensión.

Notas de juego

Próximo post, el viernes 29

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25/06/2019, 20:36
Artur de Aquilare
Sólo para el director

Castillo de Fougères, País de Rennes, 24 de diciembre de 1264

—Primeras horas de la noche—


Artur veía con total claridad la contradicción en las palabras del tremere. No era acertado discutir las afirmaciones de Firminius para, acto seguido, reconocer la idea fundamental de su tesis. El tremere había empezado negando la afirmación de tiempos interesantes, para acto seguido, indicar que la guerra iba a ser algo más que una lucha por el poder "como tantas otras". Artur meditó unos segundos, mientras asentía. No era su deseo entrar en diatribas, y el orgullo era patrimonio de cada uno de los vampiros que había conocido, en mayor o menor medida. Pero algo era aconsejable decir.

- Estaréis conmigo entonces, maese Chabroux, que como bien ha indicado monseñor Firminus- aprovechó para mirar al monseñor lasombra e inclinar ligeramente la cabeza- serán tiempos interesantes. Pues no cabe duda que una guerra que transciende la propia naturaleza vampíria se enmarca en dicha definición. Por lo demás temo que en efecto nos veremos envueltos en una situación de violencia extrema y espero que todo académico capaz, sea cual sea su estirpe, ayude a evitar daños quizás irreparables al dominio en donde nos encontramos.

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26/06/2019, 10:31
Leyre de Abin

Le dirijo una mirada de soslayo a la princesa en cuanto convoca a Mahé, pero las bienvenida de la dama Sybilla me devuelve al grupo al que me he aproximado.

Sybilla: Buenas noches

-¿Me ha parecido percibir que hablabais de música? ¿En un momento así? Admiro vuestro estoicismo -comento, aún distraída y dirigiendo alguna mirada perdida hacia mi sire.

 Ingvar: ¡Mademoiselle de Abin! Buenas noches, sí. Interesantes, además. Y aunque he pasado algunas noches ciertamente mejores que esta, sin duda la gran mayoría han sido peores. Me alegra veros con tanta energía.

Enarco una ceja ante las palabras del normando. Obviamente está tratando de tomarme el pelo, pero no seguiré su juego.

-Dadle las gracias a las reservas de vitae de nuestra princesa -carraspeo, algo incómoda-. El caso es que... ¿alguna de vuestras mercedes ha tenido el placer de leer Historia Regum Britanniae? -Llegados a este punto, decido bajar la voz para que mi conversación sólo llegue a oídos de mis compañeros de fatigas- Creo que no debo ser la única que ha pensado que toda esta historia que estamos viviendo guarda grandes semejanzas con la de... cierto monarca que extrajo una espada de una piedra.

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26/06/2019, 12:25
Ingvar Lundson

El normando ladeó primero la cabeza ante las palabras de Aethelstan, como si por un momento se sintiera sorprendido por ellas, pero luego sonrió ampliamente al escuchar su apreciación sobre su unión con Raynier. Una sonrisa que, a pesar de todo, no llegó a alcanzar sus ojos, que observaban al religioso con cierto recelo, como si tratara de evaluar hasta qué punto estaba siendo víctima de prejuicios por su parte.

-Estáis sorprendentemente informado, monsieur de Josselin. -Era una verdad a medias. Si bien él mismo no poseía demasiado estatus en la sociedad cainita, a pocos escapaba que un “nieto” de Olaf Torolsson, gobernante de Dol, servía bajo el mando del señor de Saint-Malo. -En otras circunstancias podría incluso sentirme halagado por tal interés en mi persona. En efecto, soy un Gangrel. Y sí, quien me trajo a la larga noche es Einar Olafsson, también conocido como el carnicero de Dol. Todo un linaje, ¿verdad? Pero, aunque probablemente sean esos títulos los que me hayan precedido ante vos, lo cierto es que acostumbro a pensar en mí mismo simplemente como Ingvar. Lundson, si he de escoger un linaje. Y como tal prefiero ser tratado.

Hizo una pausa para dar tiempo a su interlocutor a interiorizar sus palabras. Cuando estuvo seguro de que el ventrue lo había hecho, continuó con su respuesta en un tono más severo. También él cambiaba de registro casi inconscientemente al referirse a su señor.

-Y en efecto, trabajo gustosamente para Raynier. El príncipe de Saint-Malo, con todas sus particularidades, es alguien muy capaz juzgando la valía de las personas, y es mucho lo que le debo.

-Por otro lado, aunque sé que puedo llegar ser único en muchos aspectos, me interesa enormemente qué es lo que tanto os sorprende de tal relación. -Añadió, recuperando su tono habitual, mientras sus ojos se clavaban en los de Fray Aethelstan. -En concreto, mi curiosidad se centra en qué significa exactamente el que alguien “como yo” pueda servirle. ¿Tal vez el ser más agraciado que él sea un impedimento?

Fue entonces cuando Leyre intervino de nuevo, expresando sus propias inquietudes por las similitudes de lo que estaba sucediendo con algún tipo de leyenda local.

-Vivimos una época de mitos. -Contestó, encogiéndose de hombros con cierta indiferencia al comentario de Leyre. -Las brujas de las leyendas se alzan, pronto Ker-Is renacerá de las aguas y las cabalgatas de los espíritus se apresuran en los caminos. No creo que sea imposible que algún caballero con suficiente entusiasmo saque una espada de una piedra.

-La espada en sí no me inquieta demasiado... -Añadió, con una sonrisa torcida. -Pero aún me falta el voluntario para blandirla. Lo haría yo mismo, pero creo que no sería muy popular.

Notas de juego

No tengo ni idea de si he leído el libro al que se refiere Leyre…

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27/06/2019, 21:26
Selin

Una vez concluida la conversación con Sybilla, me quedo observándola. A pesar de apenas haber tenido contacto con ella, siento que se comporta de una manera inusual y no estoy segura de lo que debo hacer. Entonces, mientras aun sigo reflexionando sobre las posibilidades, las conversaciones se entremezclan y no logro captar bien su contenido hasta que la vampiresa de aspecto más joven menciona una obra en latín, un idioma que conozco mucho mejor y siento más cercano.

Lo he leído recientemente— respondo a la pregunta de Leyre —, cuando estuve en el monasterio de Saint-Mathieu. Y también vimos una espada clavada en una roca, como la que extrajo el Rey, solo que esta pertenecía a otro hombre, a otro monarca. Semejantes como bien dices, no iguales— de reojo miro hacia Maëlys, por si desea añadir algo.

Hago un gesto, abandonando momentáneamente la conversación y doy unos pasos hasta situarme al lado de Sybilla. Mirándola con cautela, puesto que no la conozco, cojo fuerzas afianzando la unión entre mis manos, entrelazadas sobre mi bajo vientre. —¿Le preocupa algo?— pregunto dejando a un lado la conversación que continúa de fondo entre caballero y guerrero, de donde vinieran y los otros asuntos que puedan tener pendientes no es algo que me interese.

Si lo necesitara podría ayudarla— le digo ladeando la cabeza y haciendo un esfuerzo en esbozar una tímida sonrisa—. Si me lo permite.

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28/06/2019, 01:40
Sybilla

Sybilla escuchó a unos, y a otros, en silencio, y con un gesto ausente casi palpable en el rostro. Saludó al maestre de la orden de la Garza Negra con una leve inclinación, habiéndose soltado ya, de manera sutil y delicada, del brazo de Ingvar, a quien contempló brevemente, durante su discurso, con una mirada que denotaba cierta preocupación. 

La consejera no respondió a las palabras de Leyre de Abin. Por el contrario, observó durante un instante a su alrededor, y frunció ligeramente los labios.

Me preocupa algo, en efecto. - dijo, ante la pregunta de Selin, dedicándole un gesto que indicaba que no debía molestarse en preguntar más o en procurarle ayuda- Disculpad. - dijo, a modo de despedida, hacia todos aquellos con los que interactuaba, antes de alejarse, cuan larga era, desplazándose hacia el lugar preponderante que ocupaba Margawse en la sala. 

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28/06/2019, 01:51
Sybilla
Sólo para el director

Notas de juego

Me acercaré a Margawse, me inclinaré, respetuosa, y me acercaré para susurrarle, tratando de aparentar calma

"Mi señora, algo ocurre. Oigo metal contra carne, y pasos apresurados. No sé si vienen, o si huyen, pero están ahí fuera"