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Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 2.1] La Hora de las Brujas - Castillo de Fougères

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23/07/2019, 09:15
Leyre de Abin

Debemos huir. Huir de este combate sin sentido, de esta oscuridad absurda. Antes de que pueda sucedernos algo. Antes de que pueda sucederle algo... a ella.

Miro a mi alrededor, tratando de adivinar las formas de otra puerta en otro rincón del salón, y tras unos angustiosos segundos, allí está. Al otro lado de la escaramuza. No importa, las sombras que han invadido la escena nos servirán de manto para ocultarnos y pasar desapercibidas. Aunque Mahé brille con luz propia, es capaz de...

Su mano se vuelve blanda bajo mi contacto, y me vuelvo para mirarla.

Mis guantes se vuelven resbaladizos, y siento su piel deslizándose entre mis dedos. Sus ojos, normalmente imbuidos de una severa sabiduría o de un plácido amor, ahora me miran con desconcierto. Una lágrima de sangre tiembla en sus pestañas hasta precipitarse por su mejilla. Aterrorizada, alzo las manos hacia ella, sin poder moverme, y percibo entonces el zarcillo de oscuridad que le atraviesa el pecho. Y como si el ataque fuera conjunto, siento el mismo dolor punzante y agudo en mi propio pecho. Tan fuerte que me impide moverme. Tan potente que me deja sin habla.

Yo.. lo.. siento.. 

-No...

El rostro marmóreo de Mahé desaparece en la oscuridad, como si se la hubiera tragado la sexta campanada de la medianoche.

-¡NO! 

No puede ser. No puede haberse ido. Mis pies me conducen raudos hacia ella, ¡debo ir tras Mahé! No puedo dejarla. No puedo dejarla. 

Sin embargo, antes de que pueda avanzar, la Príncipe decide hacer algo útil por una vez en toda la noche, y utiliza sus poderes de la sangre para atraer nuestra atención. Justo ahora. Justo ahora, que se han llevado a Mahé. Justo en este instante en el que debo ir tras ella, es cuando la Príncipe decide poner fin a todo. 

Trato de resistirme a su voluntad, pero su presencia es demasiado fuerte. No puedo apartar la mirada de ella, a pesar de que mis ojos se empañan en lágrimas de rubí y toda la sala se tiñe de una tristeza carmesí. La desesperación me embarga. Cada segundo que pierdo observando la obscena presencia de la Príncipe, es un segundo en el que Mahé se encuentra asustada, herida y sola.

Ojalá hubieses seguido empalada, perra.

Lanzo un potente alarido de rabia, como el de un animal salvaje al que han enjaulado. 

-¡Libérame! -Grito, desesperada.

- Tiradas (1)
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23/07/2019, 18:32
Ingvar Lundson
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Por si no me diera tiempo a postear antes del viernes (hasta el sábado estoy de vacaciones fuera de casa) Ingvar resiste la Majestad como buenamente puede y se acerca a Treveur, probablemente con alguna amenaza en los labios.

Es consciente de que no ha hecho quedar nada bien a Rainier.

Aunque... ¿Y los dos Gangrel de la puerta?

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25/07/2019, 21:21
Ingvar Lundson

Con creciente frustración, Ingvar trataba de abrirse paso entre una aparentemente inacabable sucesión de zarcillos de sombra. Cada vez que trataba de dar un paso más hacia Margawse, cada vez que sus garras despedazaban la efimera oscuridad, otro apéndice parecía ocupar el lugar de los anteriores y lo retenía. Gruñendo, aceleró su cuerpo por encima de lo posible, y con una sucesión de golpes sus garras abrieron un agujero en el muro de Firminus. Uno que alguien no desaprovechó.

Más rápida que él mismo, Selin aprovechó la abertura y se coló por ella. En un último gesto, Ingvar golpeó de nuevo para cubrir la carrera de la mujer de piel tostada, pero no fue siquiera necesario. En un suspiro, ella alcanzó a la duquesa, y la estaca abandonó el corazón de la señora del castillo.

Y el combate terminó en ese mismo instante. El poder de la Majestad de Margawse llenó de golpe el salón como una losa sobrenatural cayendo sobre todos los presentes. Treveur cayó al suelo entre sollozos. Firminus desapareció entre las mismas sombras de las que había emergido. Tan sólo Dullahan parecía inmune al poder desatado de la matriarca Menguy, pero también él desapareció de la escena, temeroso del poder de la cainita.

Y los restantes presentes, aliados y defensores, sintieron también el peso del poder liberado. Uno a uno, cayeron de rodillas ante Margawse. Algunos aceptándolo. Otros, como Leyre, desesperados e incapaces de vencer en el duelo de voluntades que le impedía acudir en ayuda de su Sire, en una escena que emanaba pura desesperación. Y en cuanto al normando, cada parte de su ser sentía la necesidad de agachar la cabeza y arrodillarse ante la duquesa. Sus piernas temblaron, cediendo lentamente.

Pero no llegaron a doblarse. Concentrando su voluntad hasta el límite, se irguió de nuevo. Ya había llevado collar en una ocasión. Y tal vez aún lo llevara, pero él decidiría cuando y ante quién hincar la rodilla.

Lentamente, dando cada paso como si fueran kilómetros, caminó hasta el lugar en el que Treveur estaba tendido en el suelo y sus ojos ardientes se clavaron en el toreador. Las garras de hueso rozaron la espalda del Senescal con engañosa suavidad.

-Las ratas se habían colado incluso en Saint-Malo. Deshonras a tu Príncipe, traidor. -La voz del Gangrel era poco más que un gruñido que reverberaba desde su pecho. Un gruñido que hablaba de caza y muerte, antes de inclinarse lentamente ante Margawse. -Majestad... Aguardamos sus órdenes.

Girándose hacia Selin, le dedicó un brevisimo gesto de reconocimiento, incapaz de seguir hablando. Más tarde trataría de agradecerle sus reflejos.

Notas de juego

¿Los dos Gangrel de la puerta han desaparecido con Dullahan? ¿Y la oscuridad que nos rodea?

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26/07/2019, 00:37
Selin

En el mismo instante en que la estaca sale del pecho de la Príncipe puedo ver sus ojos abrirse, revelando mucho más de lo que solían hacer las palabras, el combate había terminado y sin embargo, la guerra solo acababa de comenzar. Rápidamente, doy un paso hacia un lado, apartándome de esa mirada, y me giro hacia el vástago que clavó la estaca, sujetando esta en una mano, mientras en la otra sostengo una daga curva manchada de sangre.

Entonces es cuando siento la fuerza de la mujer que acababa de liberar, un aura de sumisión y pleitesía que me obliga a hincar la rodilla; pero bajar la guardia en un momento así no es adecuado, la prudencia debe imperar ante la posibilidad de que esto no haya terminado. Mis manos aprietan con fuerza la empuñadura y el contorno de la estaca, mientras me esfuerzo en permanecer en pie sin perder de vista a aquel que había traicionado la confianza de su Príncipe. Veo a otros arrodillarse, mis ojos se mueven un instante hacia Artur para luego volver a centrarme en Treveur al cual se está acercando el guerrero, hago lo propio y camino hacia ellos, totalmente erguida y haciendo un esfuerzo enorme por mantenerme así.

Tengo muchísimas preguntas que hacerle, lamentablemente estoy tan concentrada en mantenerme alerta mientras me muevo que no consigo aclararme y saber así cuál sería la más importante o por cuál debería empezar.

Una vez a su lado, lo observo con detenimiento, estudiando su rostro y contemplando sus lágrimas. ¿Qué te ha llevado a corromperte?pregunto con voz queda y sin sentir ninguna lástima por él.

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26/07/2019, 00:52
Sybilla

Sybilla avanzó, casi a trompicones, acercándose a Margawse para arrodillarse frente a ella, mostrando una indescriptible expresión de temor y alivio, que pronto se encogía al escuchar el lamento de Leyre de Abin, encogiéndose levemente su cuerpo como si de hecho fuese capaz de percibirlo como propio. Quizá, de algún modo, así era. Sí, quizá había escuchado aquellos lamentos, en una noche de luna llena en la que los dioses habían dejado de serlo. En la que la luz cegaba y el dolor era profundo y punzante.

Lo lamentó. No pudo sino sentir profunda lástima por quien acababa de perder a su propio dios, descubriendo que de hecho sangraba, padecía y era vulnerable. La perspectiva de la soledad era aterradora, bien lo sabía. Y el dolor que sobrevenía al abandono era insoportable. Un dolor familiar que la llevaba a contraer el rostro en una mueca llena de melancolía, mientras el carmesí de su sangre también hacía acto de presencia en sus propias mejillas pálidas, empañando su mirada oscura como ala de cuervo. 

Mi Señora...-dijo, profundamente respetuosa, y con la voz trémula, admitiendo para si que había sentido un miedo profundo a perder la dura cercanía de Margawse. 

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26/07/2019, 12:41
z/Maëlys de Trebaul

Se quedó completamente paralizada en mitad de aquel combate, pero es que tampoco sabía qué hacer, ella no estaba preparada para la lucha, ese no era su campo y temía mas se una molestia que una ayuda. Aunque a punto estuvo de tomar la decisión de lanzarse a placar a quien estaba diabolizando a Margawse.

Por suerte no tuvo que correr ese riesgo, la príncipe acababa de demostrar su gran poder. No pudo más que arrodillarse ante ella cuando todo había acabado, entre maravillada y temerosa de aquella demostración de poder. No sabía que se podía superar un ataque como aquel y estaba realmente sorprendida.

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30/07/2019, 02:25
Margawse Menguy

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


Novena campanada de la medianoche

La ominosa presencia de Margawse que llenaba todo el salón no menguó ni por un instante, la Príncipe no mostró ninguna ceremonia tomando la estaca que Selin había extraído de su pecho momentos antes, dio un paso agarrando furibunda del cuello a Treveur y con una potente fuerza sobrenatural estacó ella misma al traidor con un exceso de fuerza que destrozó el tórax de Treveur. El toreador cayó al suelo paralizado mientras su sangre bañaba a la propia Margawse.

Décima campanada de la medianoche

En ese momento miró a su alrededor, el grito de Leyre llamó su atención, no dijo nada. Solo la miró, y un terror incluso mayor del que ya estaba sufriendo la chiquilla de Mahé la ahogó silenciándola de golpe.

Los conspiradores abandonan Fougères. Dadles caza. Destrozadlos —ordenó con dureza dando ese mandato a los combatientes presentes. Aethelstan no necesitó más, el furioso maestre de la Garza Negra, afectado por la muerte de Bohort, giró sobre sus talones hacia la entrada principal del salón por donde habían llegado los atacantes. Hizo un mero gesto para que aquellos que quisieran acompañarle lo hicieran.

En cuanto a ti —miró a Maëlys, miembro de la misma corte que el traidor Firminius —. Responde claramente. ¿Formabas parte de esta conspiración? Sí o no. Responde.

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30/07/2019, 02:38
Narrador

Una oleada de terror instintivo inundó tu mente y alma cuando Margawse te miró, quedaste paralizada y sumisa ante la Príncipe. El recuerdo de Mahé no te abandonaba, pero por alguna razón que, sin duda sobrenatural, el temor a Margawse superaba el instinto de ir a por tu Sire.

Notas de juego

Mala suerte de pifia xD

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30/07/2019, 11:27
Leyre de Abin

Las lágrimas brotan de mis ojos como si un joyero hubiese derramado un puñado de granates, pero no puedo evitar hincar la rodilla ante la magnificencia de la Príncipe.

Les odio. Les odio a todos. A Margawse, a Morgaine, a todos los que no han podido realizar el mísero acto de proteger a una dama. A Mahé, por ascender a los cielos sin mí.

Morgaine, el Caifás de Bretaña. Margawse, Poncio Pilatos. ¿Y yo? Yo tan solo soy Barrabás, liberada por error de la condena eterna que merecería en lugar de ella.

En mi dolor, una sola imagen aparece en mi mente. Una tumba solitaria que reza: Mahesus Regina Propinquioum.*

La agonía en mi pecho es insoportable, y cierro los ojos para no ver las cenizas que pueblan el suelo. La sangre derramada en vano. Cuánto rencor y odio puede albergar un cuerpo humano, no lo sé. Pero el alma caduca de un condenado puede albergar infinita ira.

 

Notas de juego

*Tengo el latín oxidado de narices. No me lo tengáis en cuenta.

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30/07/2019, 17:43
Artur de Aquilare

- No soy un guerrero, pero ayudaré en lo posible- afirmó Artur quien se puso en pie y se acercó hasta donde se encontraba Aethelstan mientras tomaba una de las armas que los atacantes habían perdido- Con su venia, mi reina- no dedicó ni una mirada al rufián estaqueado. Se había alzado contra su Señor, y había perdido. Mostraba tanto deslealtad como incapacidad. No merecía ni un vistazo. Más le preocupaba la capturada Mahé, o el monseñor Firminius. No había podido dejar de notar que Maëlys no había actuado de forma relevante en el combate. No era una guerrera, pero entendía la pregunta de la reina. Esperaba, esperaba de verdad, que la brujah pudiera explicarse. Sin embargo no fue a ella a la que miró, sino a Leyre- Si por ventura encontramos a tu señora, te diré lo que descubra- le dijo, sabiendo que era un parco consuelo y que con ello la ácida boca de la toreador no le eximiría de rabia alguna. Pero suponía por lo que estaba pasando, y no quería dejarla tan a la merced del dolor que, ahora, debía llenarle.

Tras esto, miró a Aethelstan y asintió. Si su ayuda servía de algo, la ofrecía.

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30/07/2019, 17:50
Artur de Aquilare
Sólo para el director

Notas de juego

¿Entiendo que estamos en la misma escena y que por tanto mi destreza sigue elevada o no? ¿Hay algo de sangre aun en la estancia de la que estábamos bebiendo?

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01/08/2019, 13:46
Ingvar Lundson

Las campanadas seguían atravesando el aire que saturaba la sobrenatural presencia de la señora del castillo, marcando un ritmo que de algún modo casi parecía haberse ralentizado. O tal vez, se trataba de sus sentidos agudizados hasta su límite. Como si lo hiciera lentamente, vio cómo la estaca que segundos antes había atravesado el corazón de la duquesa se hundía con toda la rabia de la mujer en el pecho de Treveur, salpicando restos de sangre y piel muerta.

Cuando Margawse lanzó su orden, el normando dejó que una sonrisa salvaje aflorara en su rostro. Lo cierto era que el breve combate había despertado sus instintos, pero la pelea contra las sombras de Firminus había resultado completamente insuficiente para satisfacerlo. Aunque ahora, gracias a la gobernante, había vía libre para actuar y dejar que la emoción de la caza fluyera libremente. La emoción de la sangre.

-Vamos a darles caza. -Gruñó con una oscura satisfacción que no se molestó en ocultar. Y, lanzando una mirada de reconocimiento a la esbelta figura de Selin, que aún tenía su mano manchada con la sangre de la duquesa, añadió. -Deberías venir.

Y sin más palabras, giró sobre sus talones, sintiendo aún la presión de la tremenda presencia que llenaba el salón. Sin embargo, aunque se dirigió hacia el lugar donde el maestre de la Garza Negra se disponía a salir de la sala, no tomó la delantera, sino que se detuvo tan sólo unos pasos más adelante, junto a la postrada figura de Sybilla. Quedaban dos campanadas hasta la media noche. Tres latidos de corazón. Ese lapso de tiempo no marcaría la diferencia para la persecución… y sin embargo, dejar el salón desprotegido parecía de algún modo un error frente a los poderes de Mograine y sus siervos.

-Voy tras ellos. -Anunció en voz baja a la pálida cainita, observándola con sus ojos como carbones encendidos. -¿Podréis defenderos?

Sin saber si las dos últimas campanadas traerían nuevas desgracias, aguardó, preparándose para correr tras los traidores… si es que sus sospechas resultaban infundadas.

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01/08/2019, 20:22
Narrador

Notas de juego

¿Entiendo que estamos en la misma escena y que por tanto mi destreza sigue elevada o no? ¿Hay algo de sangre aun en la estancia de la que estábamos bebiendo?

La escena cambia, por lo que tu destreza vuelve a la normalidad. La sangre disponible, son los mortales que os servían, pero que ahora no están presentes. 

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01/08/2019, 20:59
z/Maëlys de Trebaul

Hasta cierto punto podía entender aquellas preguntas y desconfianza que la príncipe demostraba hacia ella, pero aun así, no dejaban de ofenderla.

No señora, respondió levantando la cabeza para mirarla desde su posición arrodillada No tenía conocimiento de los planes de Monsieur Firminus. Ha sido toda una inesperada sorpresa. De hecho dudaba que Noella supiera sobre aquella conspiración. Al menos eso era lo que quería pensar, su mentora se caracterizaba más por preocuparse por el bien de lo que había acumulado en su castillo que por aquellas intrigas palaciegas.

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01/08/2019, 21:00
Narrador

Notas de juego

Tus dones de Mytherceria te hacen sentir el pálpito de que Maëlys no miente.

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01/08/2019, 22:27
Sybilla

Sybilla se mantuvo postrada, escuchando el doloroso llanto de la pérdida de Leyre, comprendiendo y lamentando que Margawse tuviera que atemorizarla para que callase, para que obedeciese. Su Señora debía, en ese instante, más que nunca, hacer un alarde de poder personal. Y no tenía la capacidad de llevarse aquel dolor que tan bien conocía la consejera.

Las campanas repicaban, y con ellas Margawse vertía una acusación, también razonable. La mujer de ojos oscuros posó su vista sobre Maëlys de Trebaul, y esperó su respuesta, con suma atención, dedicando una breve mirada intensa a la Príncipe, casi como si contuviera su respiración, mientras retiraba los mechones de cabello oscuro que cubrían su rostro, deslizándolos detrás de la suave curva de su oreja, suavizando un tanto su posición acto seguido, al ver al normando acercarse a ella.

- Podremos. O acudiremos al torreón de Melusine. -respondió, encontrándose con las brasas de su mirada, evocadoras, casi febriles- Tened cuidado. No seáis incauto, por favor. -dijo, sin más, antes de volver a hacer descender su mirada, llena de preocupación y profundo respeto. 

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02/08/2019, 00:52
Selin

Me dejo arrebatar la estaca sin queja alguna y con mi rostro cubierto por un manto de seriedad observo como se venga del traidor, haciendo que este caiga al suelo, completamente inerte. Después, al escuchar la orden de la Príncipe, asiento mirando de soslayo al maestre de la Garza Negra.

Entonces, mis ojos se fijan en el normando, prestando atención a sus palabras y valorando el significado de cada una de ellas. —Debo— contesto al gangrel, para acto seguido marchar tras él y Aethelstan.

«Dar caza», por más que repito esas palabras dentro de mí, me parece un acto terrible, incluso para los siervos de Morgaine, los cuales quizás actúan por razones distintas al poder. Ya había arrebatado la vida de aquel guerrero, lo más rápidamente que había podido sin saber más de él que su participación en el ataque, y aun no he podido reflexionar sobre ello.

Antes de alcanzar el umbral, respiro profundamente e intento centrarme, preparándome para el más terrible de los escenarios. Finalmente, al llegar junto al maestre. —Estoy con usted, restauremos la justicia— le digo recordando las palabras que él mismo dirigió hacia mí.

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06/08/2019, 10:27
Margawse Menguy

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


En la sala os quedasteis, aparte de vosotras, Dominic, Elaine, Lothaire, Sir Edwin, que se había quedado como guardián, y el inerte Treveur. La fría ira de Margawse, que había estallado súbitamente con el traidor, volvía a convertirse en una balsa de aceite. Escrutaba fíjamente a Maëlys, parecía que su ira iba a caer sobre ella en cualquier momento, pero no pasó nada. Solo asintió.

Ha muerto Louarn —dijo sombría, como si realmente le afectara la pérdida de su rival político —. Sieur Bohort.. la Dama Mahé.. —citó las bajas paseando su mirada sobre el salón. Su mirada recabó en Dominic, una mirada que exigía respuestas.

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06/08/2019, 10:34
Dominic du Saint-Mathieu

El capadocio volvió a mostrarse en su inerte presencia y actitud, respondió a su señora con una inclinación sumisa.

Han actuado poderes fuera de mi alcance, Su Excelencia. Magias que no conozco y no poseo, las usaron para cercar el castillo sin ser vistos —dijo el chambelán sin esconder su frustración. A sus palabras se unieron las del tremere Lothaire, por un instante una mirada de advertencia de la Príncipe acobardó al brujo, pero Margawse permitió que hablara.

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06/08/2019, 10:36
Lothaire Chabroux

Era magia féerica, Su Excelencia —aclaró el tremere —. El hombre.. la criatura.. llamada Dullahan, era una hada.

Sus palabras fundieron en silencio el salón, Margawse hizo lo mismo, meditabunda. Su rostro era pétreo, sombrío. Dirigió una mirada hacia Treveur con deprecio, pero también con intriga, pero algo más llamó su atención y dirigió sus ojos hacia Leyre. Pero no dijo nada.