Partida Rol por web

Venezuela Nocturna I: Caracas de las Noches Rojas

La noche que llovió cambio

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04/10/2016, 15:23

 Luego de tres días acuartelado en el la sede del CNE asesorando en asuntos de seguridad, al fin acabaron las elecciones. Desde que dan los resultados el teléfono no deja de sonar, entrando una llamada tras otra: 

-los del MVR para fastidiar de nuevo con lo de la inscripción en el partido... 

-el director de la PTJ Carlos Fermín,  para asegurarte (algo asombrado) que tu expediente había salido limpio de la purga empezada en febrero. Y para que te prepares, porque con la nueva constitución van a reemplazar al cuerpo por otra cosa.

-alguna secretaria de Miraflores con sueño para "felicitarle por su aporte en la victoria de hoy" todo dicho con caligüeva.

- Por último, tu mujer. Para recordarte que mañana jueves tienes que comprarle los regalos del niño Jesús a las niñas, que no se te olvide. Y que te acuerdes de agarrar un paraguas, porque enparama'o no te vas a meter en su cama.

Entre llamada y llamada, pasaban grupitos de gente frente al cubículo que te asignaron, despidiéndose, y al colgar te das cuenta de la hora, y que no quedaba más nadie por ahí. Agarras el bolso de ropa que te trajiste de la pensión donde dormiste casi toda la semana, y sales del edificio camino al estacionamiento subterráneo.

Típico, el guardia no está en la puerta, con el poco e´piedreros que se meten a dormir por los pasillos de noche! Aprietas el paso, más por huirle al frío de la lluvia que por miedo  a algún equivocao, y al pasar frente a la tasca de los gallegos justo antes de la escalera para el estacionamiento, se abre la puerta dejando escapar el calor de el gentío de adentro, y el rico olor de comida grasienta y cerveza típico de las taguaras del Centro. Y oyes cómo alguien de adentro grita tu nombre a manera de saludo.

 

 

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04/10/2016, 16:09
Raimundo Aristimuño

EUGENITO PEÑA! Recostándo la silla pa' trás, en dos patas para que puedas verlo mejor sin tener que pararse de la mesa, Raimunido Aristimuño te hace señas para que pases con la mano en la que aún le brilla el anillo de promoción de la Central.  Ah vaina chico, años sin verte. Pasa que yo brindo esta remata, alzando el vaso con Güisqui que aferra en la otra mano. Es que este tipo no puede ser más Adeco porque no quiere.

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04/10/2016, 23:44
Eugenio Peña

Eugenio pasó sus dedos por sus ojos cerrados por debajo de sus lentes, estaba cansado y el ardor en sus ojos le recordaba lo poco que había podido dormir en todos esos días. Él había estado en casi todas las jornadas electorales desde era funcionario de la ley, pero estas sin duda habían sido extenuantes. Algunos sólo habían trabajado corrido con las elecciones, pero él estaba de guardia desde el cierre de campaña de Chávez organizando la seguridad con los demás cuerpos policiales. Aquella vaina había sido apoteósica, pero Eugenio sabía de qué costal era esa harina y no se fiaba de él, pero qué coño, ya había ganado.

Ninguna llamada lo descolocó, y contestaba con el mismo ánimo a todas, dando la respuesta institucional que se merecían cada una de ellas. Incluso a su mujer le dijo para salir del paso. - Sí mi amor, mañana salimos de eso. Duerme tranquila que yo no me mojo. - Y colgó.

Como siempre, era el último en salir. Cogió su chaqueta, se acomodó la pistola en la correa, se metió la chapa en un bolsillo interno de la chamarra, agarró el bolso lleno de ropa sucia y salió. Cuando sale, se da cuenta que los pasillos están vacíos y no parece haber nadie más caminando por ahí. Extraño, le parece. Enciende un Belmont que tenía escondido en su chaqueta, su mujer piensa que lo ha dejado, pero a veces le provoca cuando está estresado. Apura el paso y se detiene momentáneamente en la tasca, le provoca echarse una fría, y es ahí cuando ve a Raimundo haciéndole señas para que pase. Hubiera preferido encontrarse con un malandro.

Entra echando un vistazo al lugar, y el ruido le aturde un poco entre la bulla, las risas, los cuentos y la televisión hablando de los resultados de las elecciones y de que Chávez es lo más parecido a Dios que existe. Se acerca a la mesa de Raimundo, y le saluda con la mano.

- Cómo está la vaina Raimundo. Celebrando, ¿no? Ahora sí se va a poner buena la cosa.

Notas de juego

¿De dónde conozco a ese carajo?

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05/10/2016, 02:09
Raimundo Aristimuño

Jajaja! Ya lo dijo. ¿y qué ha sido de tu vida? No te veía desde que estudiábamos en la UCV, oí que te casaste, con... como es que se llamaba? En fin! Y que sigues en la PTJ o algo. Le hace señas a la mesera para que se acerque, una morena joven, que aunque le falta algo de playa, tiene cierto tumbao hipnotizante al caminar hacia tu mesa.

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06/10/2016, 03:49
Eugenio Peña

Aun no ha suelta el bolso, no piensa quedarse en ese lugar. Cuando se acerca la muchacha le hace una seña amable que no quiere nada, y que no se moleste. Echa un vistazo al resto de los comensales y bebedores del lugar, y le responde a Raimundo, sin mucho entusiasmo.

— No te preocupes, Raimundo, entré sólo a saludarte. Me casé, sí, con una muchacha que estudiaba con la otra sección. Sigo en la petejota, y ahí vamos. Te dejo, para que sigas disfrutando tu cuestión, seguro alguna vaina te sale con el nuevo Presidente. Nos vemos.

Dicho esto, se despide de Aristimuño y decide acercarse a la puerta terminándose de ir, la verdad es que no soportaba ni un segundo más allí, todo lo que quería era echarse un baño y echarse a dormir en su cama y ver a sus dos niñas. Sale al pasillo, rumbo a las escaleras que dan con el estacionamiento subterraneo.

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06/10/2016, 17:16

Sales de la tasca dejando a tu viejo compañero de clases anonadado. Bajas las escaleras y comienzas a buscar tu Ford Explorer en el estacionamiento mal iluminado. Cuando estás abriendo la puerta notas movimiento un poco más allá del carro, entre las sombras de una esquina.    

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06/10/2016, 19:04
Eugenio Peña

Baja por las escaleras apresurado, la vaina suele ponerse cabilla de noche y no quiere pasar el veinticuatro haciendo papeleos porque un piedrero se le ocurrió robarle la billetera. Va al puesto donde tiene estacionada su camioneta, saca las llaves y abre la puerta del acompañante para tirar las cosas. Escucha un movimiento extraño, e instintivamente pone la mano sobre la cacha de su pistola.

Echa un vistazo al presunto origen del ruido, buscando ver algo.

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07/10/2016, 19:52
Gladys Martínez

 De entre las sombras emerge sonriente la mesera de la tasca. No tardaste en localizar el carro, no tienes ni idea de como llegó tan rápido. La cosa no pinta bien, pero no notas ninguna intención hostil de su parte, más bien se le ve complacida.

 

 Precavido y Testarudo, justo el tipo que nos hace falta  da cuatro pasos con el mismo contoneo lento que ya le habías notado disculpa si te quitamos un poquito de tu tiempo, después tendrás mucho más asiente a alguien a tu espalda, y es demasiado tarde para reaccionar. 

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07/10/2016, 20:05
Raimundo Aristimuño

Sientes un fuerte dolor en la nuca, y como alguien detiene tu caída. mientras tu conciencia se escapa fugáz reconoces la voz que te dice: Tenía que intentarlo de la otra manera Peña...

 

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07/10/2016, 20:09

 Cuando despiertas, sientes presión en la nuca donde parece que te pegaron una gasa o algo. Alguien se tomó la molestia de quitarte las esposas y esposarte a una silla. Miras alrededor y por un tragaluz notas que estás en un semisótano, sin muchoi mobiliario. a tu derecha, un cuadro de Bolívar pintado en guache; a tu izquierda, upóster verdoso del Ché Guevara pegado al muro. cuando tratas de mirar hacia atrás (a pesar del dolor) notas el borde de un bandera negra con rojo: Tupamaros.

 

 Debes de estar en el  23, y oyes unas llaves abriendo la reja que tienes al frente.

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07/10/2016, 23:01
Eugenio Peña

La ausencia de luz le pone un poco nervioso, pero cuando aparece aquella mujer morena se le pusieron las bolas de amígdalas. Puede que no tuviera intenciones hostiles, pero su visión era la de un depredador cuando está a punto de cazar a su presa, y su presencia era de por sí inquietante. Empuña su arma, pero luego siente cómo todo se vuelve negro. Y de pronto, nada...

El húmedo calor del sótano se había apoderado de él, y sudaba a chorros. Hace un esfuerzo por liberarse de sus amarres, pero siente la presión de las esposas en sus manos y se caga en toda la corte celestial. Mira todos los afiches alusivos a la guerrilla comunista que ha azotado a su país por más de cuarenta años y se caga en todos ellos todavía más.

Mira la reja que está a punto de abrirse, y se prepara.
 

Notas de juego

Me gustaría hacer una tirada de Perc + Alerta, para saber si consigo ver algo o visualizar mejor mi entorno, además de si percibo algún sonido fuera que pudiera ser característico del lugar, como salsa brava a todo volúmen o cosas por el estilo.

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10/10/2016, 18:50

Notas de juego

Dale, pero no queda mucho que notar

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12/10/2016, 02:25
Eugenio Peña

Eugenio se mueve inútilmente en su silla tratando de liberarse al ver que no hay nadie más en el lugar a primera vista. Al oír que alguien trata de abrir la puerta frente a él, apura su intento por escapar de sus amarres. Se balancea de un lado a otro, hasta que finalmente cae al suelo por el costado derecho, moviéndose a un lado intenta ponerse de pie apoyándose de sus rodillas y su rostro contra el suelo, siente que sangra un poco por la cabeza, pero lo ignora.

El ruido de la puerta le parece cada vez más cercano, como si estuvieran ya pasando el último cerrojo para poder abrir y entrar a su encierro. "Maldita sea, de esta mierda no me voy a salvar...", piensa, mientras espera a ver quiénes son realmente sus captores.

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14/10/2016, 17:24

 La reja al fin termina de abrirse, y el olor a lluvia y basura mojada entra en la habitación. Entra primero Aristimuño, alzando una ceja y frunciendo los labios cuando te ve en el piso. Le sigue, con una tacita de café caliente en la mano, la misma joven morena de antes, cierran la comitiva dos chamos (les calculas entre 17 y 19 años) que se quedan parados a ambos lados de la puerta, con las manos cruzadas en la espalda. vuelven a cerrar la reja, y oyes una vez más los chasquidos de varios cerrojos y candados.

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14/10/2016, 17:31
Raimundo Aristimuño

 El abogado te rodea hasta ponerse tras de tí, y jalando con una sola mano vuelve a ponerte con silla y todo donde estabas. Luego te habla desde donde está, sin quitarte la mano del hombro:

 Siempre más duro que piel de burro, tenía que haber pasado a la tasca. Menos dolor para tí, más fácil pa' nosotros. Antes que digas nada, esta señorita se llama Gladys Martinez, y lo único que quiere es hablar contigo chico, a ver si te interesa un trabajito. Pero no, a ti te gusta que te pongan las vainas jodidas.

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14/10/2016, 17:40
Gladys Martínez

 La tal Gladys se agacha hasta ponerse a la altura de tu cara. Viendo a tu antiguo compañero de aula le reprende fastidiada Ya está bueno Rai, deja que yo hable. Sientes cómo la mano se levanta de tu hombro. Luego la chica te habla a tí.

Pérdone la circustancia Comisario, pero tenemos poco tiempo y necesitamos que nos escuche. Llevo años siguiendo su carrera y me parece que es la persona adecuada para ayudarnos. Pero tómese un guayoyo primero: lo quiero bien despierto para que comprenda... y no se preocupe por los muchachos, sólo tiene curiosidad de conocerlo de cerca.

 Con una sonrisa que parece sincera, te acerca la taza a los labios. Y el aroma del humo caliente te bailotea hasta la garganta.

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14/10/2016, 18:37
Eugenio Peña

Eugenio se sentía como un animal de circo siendo observado por sus dos crueles espectadores, que supiera, y quién sabe cuántos otros ocultos en el manto de la oscuridad. Lanzó una mirada asesina a Raimundo que hubiera podido agriar la leche, y no le responde nada.

Es entonces cuando sus ojos se posan sobre la morena cuya lengua de áspid trataba de convencerlo de sus buenas intenciones, pero ya Eugenio, con tantos años de servicio ininterrumpido como oficial de la ley, sabía de qué estaba empedrado el camino hacia el infierno. Quitó la cara cuando le ofrecieron el tinto caliente, aunque sus entrañas se lo pedían a gritos entre el estrés, los nervios y el hambre que tenía.

La miró con sus ojos inyectados en sangre, inflamados por la ira y la desesperación que sentía al estar expuesto de esta manera ante quién sabe qué personas. Si querían algo, jamás lo obtendrían de él.

— Hable rápido qué es lo que quiere para que todos nos podamos marchar de aquí, Gladys — hace énfasis en el nombre, como si no creyera que fuese su nombre real —. Dígame qué pasa, y tal vez esto no resulte tan mal para todos ustedes.

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19/10/2016, 04:27
Gladys Martínez

Directo al grano entonces dice, dejando la taza en el suelo y  haciéndola a un lado suavemente con el pié. Luego da un par de pasos atrás y toma una postura declamatoria, sacudiendo el índice derecho, comienza su arenga: Por primera vez en quien sabe cuanto tiempo, éste país tiene la oportunidad de tener un líder propio, que no sea marioneta de nadie. Extiende la palma, y señala a un punto incierto, más allá de la pared  Pero mientras los poderes mayores están entretenidos viendo a otro lado, sus sometidos quieren intentar tomar todo el poder que puedan, manipulando al nuevo presidente. Cierra el puño y lo estrella contra su palma izquierda Lo único que pedimos de usted, es que mantenga alejadas esas influencias. Pero ántes, debemos asegurarnos que se mantendrá leal a la causa.

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19/10/2016, 04:37
Raimundo Aristimuño

Notas un cierto movimiento inquieto por el rabillo del ojo. Cómo si Aristimuño se estuviese conteniendo ante algo.

Vamos Peña, sabemos que igual lo ibas a hacer. Nosotros arreglamos el prioblemita ese de la inscripción con el partido, pa' que no haga falta, y tu te aseguras que nadie se entrometa entre Chávez y sus planes para el país. 

 Hay un dejo de tensión en su voz, que no sabes a qué atribuir.

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24/10/2016, 02:14
Eugenio Peña

El rostro de Eugenio parece ser una mezcla entre desconcierto, rabia e impotencia ante el discurso que las dos personas frente a él insisten en repetir. ¿De qué serviría capturar a un funcionario público para que hiciera el trabajo que de todos modos iba a hacer? ¿y por qué insisten en que me mantenga "leal" a la causa? ¿Acaso hay algún trasfondo detrás de la victoria de Chávez y la gente no lo sabe?

De cualquier modo, sabía que sus preguntas se mantendrían sin una respuesta clara por los momentos, lo importante ahora era negociar un salvoconducto con sus captores y salir de allí, para investigar qué es lo que pasa y quiénes son todos estos hijueputas, y más importante aún, por qué piensan que hay gente que quiere detener el proyecto de Chávez. ¿Tan malo es? Es algo que estaría por descubrir muy pronto.

— Señores, tengo más de dos décadas de servicio ininterrumpido al servicio de mi país; he visto pasar a varios presidentes y los he tenido que cuidar a todos aunque no concuerde con sus proyectos. ¿Qué les hace pensar que esta vez va a ser diferente? — Les contesta, con voz calmada y conciliadora.

— No sigan con esta locura, suéltenme de aquí y hablamos todo eso. ¿Quiénes son esas personas que le quieren hacer daño al Presidente? Los podemos capturar y meterlos preso, ¿cuál es el problema? — Les mira, a la expectativa.