Partida Rol por web

Personalmente prefiero evitarnos en la medida de lo posible la violencia. A lo mejor si vamos todos es mas dificil, y si va Thorondir tal vez pueda robarlo y que ni siquiera le vean.

La muerte. Ese inmundo y lejano final que todos tememos y ninguno espera me llegará al final de la jornada... y todo por culpa de esa maldita mujer.

Ensimismado en mi mundo apenas si escucho la conversación de los demás mientras miro al infinito. Finalmente vuelvo en mi y veo las caras de mis compañeros mirándome como si esperasen que dijese algo.

-Bueno... ¿Matamos a alguien o que?-Pregunto sonriendo.

De momento no, reserva tus fuerzas amigo, pronto tu espadón eestará bañado en sangre. Thorondir y yo necesitamos descansar. Mientras hacedme el favor de comprar pociones o algo de equipo que le di la mia a Aramil y tal vez necesitemos más.  Tambien si podeis averiguar algo sobre Jala y su casa nos vendría muy bien. Tranquilo amigo, estamos contigo y haremos los que sea por salvar tu vida.

-Sentimos no poder ser de más ayuda, pero destrozados como estamos me temo que seríamos más un estorbo que una ayuda.

Sin más me levanto y sigo a Garen hacia nuestras habitaciones a descansar.

Sentado en la mesa de   Garen y Thorondir se despiden  para descansar, Sentaros compañeros le digo a Morko y a Saldur , no llamemos más la atención en la posada dejadme investigar le digo entre susurros . Para después echar una ojeada a la posada por si viera al tal Jala Myrt , no sería difícil reconocer a un comerciante rico pienso. En caso negativo , me acerco a la barra en un sitio  donde esté más aislado para preguntarle al posadero por el tal Jala Myrt.

- Jala Myrt? os dice el posadero, sí, es ese que está sentado en la mesa de la esquina

Jala Myrt es un tipo gordo que se sienta al fondo en un taburete. Parece que la esquina del fondo es suya y tiene varios objetos tapados con trapos encima de la mesa. No habla con él cualquiera. Un grupo de matones le hacen las veces de guardaespaldas y sólo atiende al que quiere comprar o vender algo, os hace saber el posadero.

Jala Myrt es lo que se puede identificar como un ‘capo’. Sobre la mesa hay unas botellas de buen vino con platos de queso y jamón. Un pan redondo y migas sobre la mesa acompañan a una navaja de grandes dimensiones clavada en la tabla. Unos bultos encima de la mesa están cubiertos con un trapo pardo y una chica de voluptuosa belleza está sentada sobre sus rodillas. Cinco hombres de mala catadura rodean al grueso Jala, portando navajas de grandes dimensiones en sus fajines y exhibiendo profundas cicatrices en las partes visibles de su cuerpo.

Me llevo a mis compañeros a un sitio aislado mientras le susurro :

Que os parece si nos acercamos a este tipejo le digo que quiero venderle algo de valor, sería ésta espada de gran calidad que llevo encima , mientras le comento que también nos enseñe sus articulos de arte , porque podríamos estar interesados en alguno , ¿qué opináis?

La idea es que nos lleve a su almacén , después puedo echarle un conjuro de amistad y llevarnos esa pieza , ¿ lo véis buena idea?

Como quieras, pero como se ponga feo, salimos corriendo-secundo la idea del bardo no demasiado convencido.

Me acerco con mis camaradas hacia el tal Jala Myrt como lo veo custodiado por sus matones grito QUIERO NEGOCIAR mirando al jefe para que no hubiese problemas para entablar conversación con él.

Al acercaros a Jala Myrt, uno de sus guardias personales, un enorme semiorco que lleva un parche sobre un ojo y el pelo afeitado, se pone delante de vosotros con los brazos cruzados y desde sus siete pies de altura os gruñe:

—Este lugar es privado. Daos la vuelta y bebed en otro lugar. ¡Rápido!, no me hagáis perder la paciencia.

Quiero hablar con tu jefe sobre negocios le digo al grandullón , comentaselo no he venido hasta aquí para beber sino para negociar.