Partida Rol por web

Eduardo ya estaba allí minutos después de terminar la clase de encantamientos. Sus hechizos habían salido mal, como se esperaba, más no podía hacer si tenía la pierna en este estado.

—Señorita Pomfrey, aquí estoy para la siguiente revisión, ¿me tumbo en esta cama? —al retirar la cortina, se encontró inesperadamente con las gemelas Fergusson—. Ah... ¿estabais aquí? ¿Dónde está Pomfrey? —preguntó, interesado, mirando por los lados de la camilla por si veía a la enfermera.

Sin más remedio, se tumbó en la cama y observó a las gemelas, parecían tramar algo.

—¿Estáis haciendo voluntariado? No me gustan los pinchazos, menos los de doxys —se rió.

Semana 6     Lunes             Interacción

Murphy fue a visitar a Eduardo a la enfermería., al parecer se había pasado la mañana descansando allí. 

-Hola Eduardo... como estás? - estaba preocupado, pero sabía que se recuperaría. Sólo era cuestión de tiempo y descanso - Ser mago es mucho más difícil de lo que pensaba. Y doloroso! - como me alegraba de estar ya curado. Pero algo me decía que el dolor no tardaría en volver. - Sabes qué?? al final logré hacer Alohomora!! el pestillo de los baños se abrió, con un poco de retraso, pero se abrió!. Tenemos que practicar muchísimo... - empecé una conversación con él y luego saqué unas cuantas cosas de la mochila.

-Toma! he traído ranas de chocolate para repartir. Puedes quedarte con todas éstas. - le entrego 10 ranas de chocolate con sus respectivos cromos para él. 

Mientras conversábamos, me iba comiendo mis otras 10 ranas de chocolate. Decían que el chocolate te hacía entrar en calor!.

6ta semana, mañana — Turno 2 + Interacción

Tan solo habían pasado 10 minutos desde la clase de encantamientos y Eduardo ya se encontraba dormido en la camilla. Los que vivían en el sur de la península ibérica tenían muy arraigada la tradición de la siesta a comparación de los británicos, aunque con las condiciones de su pierna, era normal y beneficioso que se diese. En sueños sentía su herida un poco más sana.

Pasadas unas horas, la llegada de Murphy le despertó, traía ranas para compartir.

—¡AaaAaahh! —bostezó—, deberíamos quedarnos en la enfermería para siempre, es el único sitio donde nos tratan bien. No sé si volveré a la clase de ese profesor per... turbado —miró en rededor y susurró la palabra para que no lo escuchase la enfermera. Mientras tanto escuchó su aventura con alohomora, hechizo de otra asignatura que también empezaba a temer—. MuchaaaAaahhs graciaaAaahhs —rebostezó—, te acordaste. Luego podrás coger las que quieras de mi bolsa. ¿A ver lo que me ha tocado...? —empezó a abrirlas y hacerlas a un lado a medida que salían los odiosos Dumbledores. Finalmente, sostuvo las tres diferentes— ¡Anda mira! ¡Me ha tocado Harry Potter! Qué raro es verle aquí, ahora que compartimos habitación y clases con él. No sé cómo hizo para vencer a... ¿La quieres? —le ofreció la carta.

Le enseñó la carta, donde decía, algo así como "Harry Potter, el niño que vivió. Único superviviente conocido de la maldición asesina, derrotando al mago más temido del siglo XX".

Eduardo parecía estar tan a gusto que hasta a mí me apetecía quedarme tumbado durante el resto del día en una de las camillas. 

Cuando empezamos a abrir los cromos nos pasó lo mismo, al parecer. - 7 Dumbledores. Y también dos repetidos que ya tengo. Quieres a Norvel Twonk (77) o a Daisy Dodderidge (99)? - a él le había tocado Harry Potter - Oh! sí. Me pareció muy raro cuando le vi en un cromo y luego en clase, puedes quedártelo yo ya lo tengo. De verdad es él? de verdad derrotó a un mago tan temido de este siglo? - Murphy no sabía nada de todo aquello. Mucho se hablaba de magia oscura pero eran cosas extrañas para él, y totalmente ajenas a su mundo. Así que susurré - ¿de verdad hay maldiciones que asesinan? ... me suena a "enseñanza del profesor Quirrell"... espero que nunca le dé por intentar darnos clase con hechizos tan peligrosos. - nos veía a todos malditos hasta fin de curso. 

—¡Sí! Fue él, pero dice que no se acuerda... Nadie sabía nada de él hasta ahora, apareció de repente. Parece que le tuvieran escondido, no sé por qué. —Agarró una de las ranas y se la comió, esta vez estaban muy ricas, su cuerpo pedía chocolate. Siguió hablando con la boca llena—. Yo nunca vi la maldición en persona, pero a veces salen en las fotos del Profeta. Es como un destello verde, parecido al fuego de la Red Flu —le informó, mirando las otras dos cartas que le habían tocado: la 13 y 17. Después bajó la voz como si contara un secreto—: Creo que vi al profesor Quirrel con unos destellos verdes una vez que visité a escondidas las mazmorras. Cuando practicaba verdimillious.

Después de eso, la señorita Pomfrey les descubrió con las manos en el chocolate, Eduardo tenía los labios manchados. Era la hora de recibir la siguiente dosis de medicina para curar la pierna rota.

—¡Ah...! Menos mal que acabo de comer dulce... esa poción está asquerosa... —se quejó. Preparó otra rana para después de tomar el líquido y quitar el mal sabor de boca—. ¡Ugh...! ¡Puajs...! ¿Por qué para sanar la medicina sabe tan mal? ¿La lengua no quiere curarse?

Se quedó con la cara arrugada un rato más, su boca adoptó con amargura su nuevo porte convexo. Pronto empezaría la clase de transformaciones. Así que intentó ponerse de pie de nuevo, ahora con más facilidad.

—¿Me ayudas? —le pidió a Murphy.

Asentía escuchando mientras Eduardo me contaba sobre nuestro compañero de clase Harry. ¿Escondido? que cosas mas raras hacían los magos.

-Ah, verde, como el verdimillious... No me extrañaría nada que el profesor Quirre se la supiera. - Entonces caí en la cuenta - Espera... ¡¿has ido a escondidas a las mazmorras!? - pero entonces la señorita Pomfrey regresó para su medicación y yo esperé a que terminasen. Luego le ayudé a ponerse en pie para ir a clase de transformaciones.

-Yo no sé si me atrevería a ir a escondidas a ninguna parte. Sabiendo los peligros que hay por ahí!... - luego mientras ayudaba a Eduardo pensé en algo meditativamente - a mí aún no me sale Verdimillious. Y sólo se me da bien cambiar de color a las cosas en transformaciones. Tengo muchos hechizos atrasados... - al parecer esas eran las mayores preocupaciones de Murphy. Cuando no estaba sobreviviendo a sí mismo, estaba intentando aprobar las clases. Ser mago era un trabajo duro de verdad.

.       - Qué voluntariado ni que estacion 3 1/4?    Fuimos también heridas por los malditos doxies que nos mando el profesor Quirrel!    Cómo están todos ustedes? -.     Responde Daisy evidente mente adolorida y tras varios intentos de acomodarse en la cama mira de reojo a su gemela para saber cómo sigue ella

Lunes mañana

Después de descansar en la enfermería y que la enfermera Pomfey cuide de ti, consigues moverte bien, aunque tienes la pierna aún adolorida, ya no vas cojeando

Lunes mañana

Si es Lunes por la mañana, afectará un poco a las tiradas que he ido haciendo. 

Martes:            2° Mañana: descansar en la Enfermería
                &      2° Tarde:   descansar en la Enfermería

No es que estuviese especialmente mal, pero estaba con las fuerzas al límite tras la semana de exámenes. Había conseguido mejorar tres encantamientos el día anterior así que el martes estuve algún tiempo descansando en la enfermería.

Despiertas en la enfermería de Hogwarts, te enteras de que Hagrid te encontró y ahuyentó a los uros, trayéndote la enfermería para que te curasen, tienes la cabeza vendada y grandes contusiones por todo el cuerpo. Te enteras que has estado inconsciente por días, pues al despertar es domingo por la noche 

Eduardo llegó a la enfermería después de la clase de vuelo, acompañado de otros alumnos que le ayudaron. Estaba cansado y dolorido, se habría roto algo, pero no sabía qué. Se echó en una cama y cerró los ojos. Al poco la señorita Pomfrey acudió a revisarle.

—La... escoba... —suspiró—. La escoba... asesina...

Cayó desmayado y si despertaba, volvería a dormirse toda la tarde, noche, y fin de semana. 

6a semana, lunes por la tarde

          - Gracias por venir a visitarme Evangeline!   Por favor ayúdame a pedir de las tiendas del pueblo un kit de ingredientes para las clases y 20 ranas de chocolate por favor! -     Dice Daisy a su hermana gemela cuando despierta y la mira sentada a un lado de la cama aún adolorida, después de un rato de acompañarla le pide que le pase su varita para tratar de probar el hechizo de Wingardium Leviosa más tarde, tratando de levitar objetos ligeros a su alrededor sin agotarse demasiado

El lunes por la tarde despiertas del coma, sigues adolorido, pero estás consciente

La primera cosa que hice al despertarme fue ir a visitar a Eduardo, William y Sherisse en la enfermería.

-Hola chicos!, ¿cómo estáis? - intentaba animarles mínimamente, ya que esta semana iba a ser larga para ellos. - No os preocupéis por las clases, las iréis recuperando más adelante y prometo que os ayudaré en lo que pueda. Por ahora descansad todo el día si hace falta.  William! por fin estás consciente! ¿Qué te pasó???  - me di cuenta en ese momento de que ya no estaba en coma. - ni se te ocurra salir de la cama hasta que no estés mejor. Yo tomaré los apuntes por vosotros, no os preocupéis! 

Realmente estaba preocupado, pues había pasado por algo similar y sabía que la recuperación era larga y tediosa. -Con suerte saldréis antes vosotros de la enfermería de lo que yo tarde en volver a caer al algo y haceros compañía en otra cama con vosotros! - intenté que sonase a broma, para ver si se animaban los humos entre los pobres heridos.

-Eduardo... como está tu columna?... - le había cogido miedo a la escoba desde que vi caer a Eduardo y quedarse como un muñeco roto. Pero desde luego la magia era asombrosa si podía curar hasta cosas como esa. Empezaba a sentir cierta atracción por la magia de sanación.

-E… estaba buscando ingredientes y cuando me di cuenta ya me había alejado mucho- dijo -cuando me di cuenta de mi entorno vi a unos “toros”, intente correr para alejarme, pero tropecé… dos veces, luego intente defenderme como pude en el suelo y eso es lo último que recuerdo…-