Partida Rol por web

Semana 2: 

"Es solo un rasguño dayana, no es para tanto ¿verdad?" digo preocupado

-No es nada, solo una pequeña molestia, nada que en unas horas no se te quite -dijo tranquilizadoramente la enfermera de Hogwarts

¿Dónde se había metido Murphy? Amaris había recorrido pasillos arriba y abajo buscando al pequeño Gryffindor, hasta que se encontró con Dayana en uno de los tantos pasillos. Su compañera había dado una clase de flipendo en el club de estudios y, por lo que Amaris había entendido, Murphy había participado. 

—¿Y Murphy? —preguntó. 

—En la enfermería —respondió Dayana, distraída.

—¿Cómo? ¿Se accidentó otra vez? Acompáñame —dijo, y tiró de la mano de su compañera casi arrastrándola hacia la enfermería y sin darle tiempo de explicarse. —Este niño está bajo el influjo de alguna maldición —murmuró Amaris, ya en las puertas de la enfermería. 

—¡Amaris, cálmate! Déjame explicarte —bufó Dayana, algo fastidiada por verse arrastrada por los pasillos.

—Madame Pomfrey, ¿cómo se encuentra Murphy Moretti de 1° de Gryffindor? —inquirió Amaris, realmente preocupada. Recién entonces volteó la mirada (y su atención) a Dayana: —Perdón, ¿qué decías?

       - ¡Tranquila Amaris!    Al parecer Murphy se encuentra ahora bien, gracias a William, quien prácticamente le salvo la vida, si tienes paciencia y esperas que Madam Pomfey termine de revisarlo y pueda respondernos todas sabremos su situación actual -      Responde Daisy a la rubia niña, quien se encontraba sentada en una silla a unos metros d de la cama del chico en espera de que terminara Poppy de hacerle unas pruebas para poder acercarse para conversar unos minutos con el chico para apoyarlo y animarlo ... para sorpresa del par de niñas que acababan de llegar.

Arrastrada como una escoba incapaz de frenar el ímpetu de un vuelo peligroso, llegaron a la enfermería, Murphy había acudido a su clase de Flipendo pero llegó a la clase tan blanco que cuando acabaron las prácticas lo acompañó a tumbarse en la enfermería de nuevo, allí me enteré de que la doctora no estaba muy contenta de que el muchacho insistiera en dar vueltas por Hogwarts.

Lo que le llevó a pensar que había hecho bien devolviéndolo allí. Dayana tenía intención de visitarle de nuevo, pero quería acudir con una sorpresa para el chico, puesto que fue arrastrada no pudo llevarle algo decente que comer, pese en el hospital... La comida era muy Sosa y repetitiva.

- ¡Vaya Amaris! Ahora tendré que dar todo el camino y volver para darle lo que le había preparado, mis buñuelos de sepia son especialmente nutritivos y quería darle unos cuantos...

No, Dayana no pretendía darle un mal recuerdo, el muchacho simplemente no le había dicho nada de haber sido atrapado por unos tentáculos, por lo que su sepia... Quizás hubiera resultado aterradora, o quizás una venganza sin saberlo la joven Nilcorb.

Descansaba detrás de las cortinas de una de las camas en la enfermería cuando de repente llegaron Daisy su hermana,  Amaris y Dayana. La SraPomfrey les dijo que sobretodo me dejasen descansar, pues a pesar de estar hipotérmico y con la pierna aún escayolada, yo seguía yendo a las clases que podía, alternando entre descanso y descanso con un descanso en al enfermería.

Estaba blanco aún, y me sentía congelado. Sería una característica mágica del agua del lago?.

-Hola! - les dije sorprendido, pero sin perder la sonrisa. - ...gracias por venir... ya solo me queda curarme y recuperarme y... hacer reposo - la mirada de la Srta.Pomfrey me taladraba en ese momento. - NO HACE FALTA! -dije, un poco más alto de lo que pretendía sonriendo exageradamente al oír sobre los buñuelos de SEPIA de Dayana, ya que al oírlo tuve un flashback de un tentáculo en la oscuridad líquida del lago - prefiero que me hagáis compañía, hasta donde nos dejen... Y la SrtaPomfrey insiste en que tome solo líquidos calientes para no saturar más mi cuerpo - una verdad a medias, eran líquidos y platos calientes lo que me recetó. 

Amaris suspiró aliviada.

—Ah, ¡que bien! No, no quiero decir que está bien que estés aquí, es que... —Se apresuró a aclarar. —Creí que te había ocurrido algo más, como te habías retirado de la clase de flipendo... directo a la enfermería. 

Se sentó a los pies de la cama y sonrió vagamente; luego miró a Murphy y preguntó:

—Nunca me dijiste, pero... ¿cómo fue que caíste al lago? Si quieres hablar de eso, claro —murmuró. 

No lo dijo, pero pensaba que quizá el chico no querría hablar delante de las gemelas.

Amaris aún recordaba como Daisy se había metido con Murphy tratándolo de muggle, ¡de muggle!, como si hubiera un solo muggle en Hogwarts cuando ni siquiera aceptaban un squib entre sus alumnos. ¡Y además la había acusado delante de el profesor Snape por intentar ayudar a Murphy por si fuera poco! Por suerte el maestro de pociones ni siquiera le hizo caso, pero no había permitido que Murphy utilizara sus ingredientes. Quizá ahora no estarían en la enfermería...

¿Entonces qué hacía Daisy allí? ¿Venía a burlarse o sentía culpa? Como fuera, Amaris no le tenía ninguna simpatía a las gemelas. Y menos aún cuando desde aquel día los de Slytherin, con Crabbe y Goyle a la cabeza, se referían sobre Murphy como "el murggly".

-Ah.... - me sonrojé ante la preocupación de Amaris.- es que... creía que... -miraba mi ombligo - que toda la escuela lo sabía... - dado lo que se comentaba por los pasillos, entre maldiciones y oscuras teorías, y los motes varios que iban apareciendo como setas día tras día. Seguía rojo como un tomate. Pero entonces sonreí como una máscara y seguí con el tema que me preguntaba.

-En realidad no sé como acabé ahí, estaba en clase de pociones cuando quise hacer la poción, así que fui a por los ingredientes buscándolos por el borde del lago, y claro... con las muletas, debí tropezar. Y acabé dentro del agua... y claro con la pierna así, se me debió enganchar a... - empalidecí y me quedé callado por unos segundos- a...a una alga.. o algo. Del lago. Sí, eso. 

Carraspeé- luego creo que William me encontró y trató de ayudarme. ... me alegro que no se hundiera él también. Creo que un profesor vió el jaleo y me sacó y me trajeron aquí.  Y nada... - me encogí de hombros. - Me pasé aquí el fin de semana, por eso no fui a clase de vuelo ni de herbología, y ahora estoy intentando ir a clases  - empezaba a susurrar- porque no quiero acumular más faena...no quiero suspender... no quiero parecer un... -miré a Daisy por un segundo- un... tonto...

—¡No eres ningún tonto! Tonto es el que piense eso —exclamó. —Te esfuerzas mucho y siempre estás dispuesto a dar una mano, y eso es mucho más de lo que se puede decir de algunos magos y brujas que solo saben murmurar en los pasillos —agregó. —Ya verás como no suspendes ninguna asignatura. ¿Quieres apostar?

- mejor que no apuestes - añadió Dayana con su brusca sinceridad - aunque tiene razón en decir que no eres tonto, los auténticos tontos no piensan en que puedan serlo, porque preocuparse por ello es una tontería y hasta en eso un buen tonto puede ser un genio. Autoinsultarse es un síntoma común de la frustración, cuando está llega actúa como un resorte provocando tres reacciones comunes, el menospreciarse; el culpar a otros; o la ira, algo parecido a lo que suele pasar con el miedo y el clásico "paralizarse; atacar; o huir - como si recitara algo que había leído o le habían inculcado lo dijo sin más, ella misma tendía a culpar a otros buscando evadir su propia parte de culpa.

- pero si lo vuelves a intentar y no guardas rencor, ira o culpa, acabarás lográndolo. Permítete frustrarte, pero no te estanques en ese escalón, avanza retando a tu propio ego. Yo te ayudaré cuántas veces haga falta, mientras llegue a hacer mis correspondientes deberes no me molestará, aunque sin duda mí varita no colabora... - soltando el discurso se dio cuenta de que ella culpaba a su varita... Y chasqueó la lengua molesta - al final igual que todos locos todos tontos por pararnos a examinar un escalón roto... - era una alegoría hacia sí misma por percatarse de su propia frustracion, a menudo su dura voluntad le hacía mirar adelante pero le cegaba en esos leves detalles y verlo intentando animar a alguien era como "#@!¡!?%" en fin, siguiente escalón. Si sus palabras sonaban duras era por su falta de contacto con otros niños y niñas, para ella aquellas palabras le resultarían alentadoras, y esperaba que fuera así con los demás, aunque; quien ya hubiera tratado unos días a Dayana se daría cuenta de que lejos de ser malintencionada, era su costumbre de ser siempre sincera.

        - !Hola chicas y Murphy!   !Que bueno que estás bien!   ! Porque nosotras estábamos...-    Comienza a decir Evangeline justo antes de que Amaris la interrumpa mostrando su preocupación por el chico y un enojo injustificado en apariencia contra ellas, por lo que Daisy mira a su gemela en silencio por un momento y la chica parece tragarse ciertas palabras  antes de que Daisy pusiera su mano en el hombro, entonces ambas escuchan con atención las sabias, pero frías palabras de Dayana, que afirma Evangeline y su hermana se gira hacia el chico para decirle:

.        - Para la próxima que te preocupe tanto que te consideren un tonto piensa por favor antes que tienes varias amigas ... que si se preocupan por ti, tal vez puedes pedirle a alguien más que te acompañe en tu próxima aventura submarina!   Si dentro de todos tus queridos amigos requieres para algo nuestra ayuda por favor cuenta con nosotras! ....  Con permiso chicas!    Me acompañas por favor Evangeline -      Dice aparentemente contenida Daisy, aunque un poco molesta por sentirse injustamente juzgada por Amaris y malinterpretado por Murphy antes de salir de la enfermería solo un momento antes de su gemela, quien confundida se despide de sus tres compañeros de clase 

Una sonrisita nerviosa apareció en mi cara ante las palabras de las chicas. Incluida Daisy, que me pilló más por sorpresa que otra cosa, sobre todo con el término "aventura submarina". Pero vi un cambio de tono respecto al primer día que me habló, y se ofreció para ayudarme si hiciera falta...*Que chica tan extraña... pensé sin malicia, mientras se marchaban ambas gemelas de la Enfermería.

-Gracias Amaris... espero que tengas razón... Y sí, como dice Dayana mejor no apostar, que la suerte no es lo mío últimamente! - entonces dije riéndome - para la próxima vez seguiré tu consejo y me auto-insultaré para evitar frustraciones xD - mi risa sonaba sincera, aliviado por lo menos. - Lo de los escalones rotos espero que no se aplique a las escaleras de la escuela, bastante tengo evitando perderme cada vez que se mueven! - respondí tratando de quitarle hierro a Dayana, que parecía que había dicho todo aquello también para sí misma. - Menos mal que nos ayudamos entre nosotros a saltarlos... - miré entonces a Amaris- Tus Blades podrían usarse como muelles?? para saltar más alto??  - hice un gesto de despegue con la mano esperando que el chiste aterrizase bien y se rieran un poco.

William entra en la enfermería algo nervioso, mirando a los presentes y por ultimo a Murphy, luego deja caer su rostro mirando al suelo -¿Estas bien?- pregunta a su compañero -Intente alcanzarte en al lago, pero no logre hacerlo- dijo con tono avergonzado.

Amaris escuchó las palabras de Dayana con un gesto reconcentrado, el ceño fruncido y el dedo índice en alto en un ligero vaivén como si fuera a acotar algo, pero se fueron las gemelas y llegó William cuando recién reaccionó con un...

—¡Eureka! Creo que le encontraste el sino a la mordedura de un mackled malaclaw. Zygmunt Budge estaría orgulloso. —Las metáforas de Amaris definitivamente eran muy rebuscadas. —Deberías escribir un instructivo sobre cómo sobrevivir a Hogwarts, la verdad —exclamó. 

Se rió ante la idea de utilizar las blades para  dar "el gran salto".

—Mmmm... Quizá lo tenga en cuenta cuando considere el suicidio como una opción por suspender una asignatura. Muy dramática, sí... —Se encogió de hombros y volvió a reírse, pero está vez de sí misma. Por una vez, el disgusto por como los profesores minimizaban sus preocupaciones se convirtió en risa. Sí, debía relajarse un poco, pero una cosa era decirlo y otra muy distinta, hacerlo.

Con el ingreso de William, se quedó callada, observándolo sin saber qué decir. Creyó mejor dejar que Murphy se encargara de eso.

-Hola William! ...sí, bueno, estoy flojo...pero me recuperaré en breve! solo tengo que calentarme un poco y no hacer muchos esfuerzos - sonreí, como siempre. Pero al ver que no alzaba la vista del suelo seguí - ...gracias de verdad por intentar ayudarme cuando me caí en el lago. Si no fuese por ti quizás no se hubieran dado cuenta los profesores... y ahora estaría... bueno, no estaría... - no acabé la frase. Esto ya era demasiado deprimente, asique volví a intentar cambiar el tema - Dayana me estaba diciendo que los problemas de la vida hay que saltarlos como los escalones de las escaleras móviles de la escuela. Y pensábamos que Amaris podía saltárselos todos si sus Blades pudieran rebotar. Sabes o has leído sobre algún encantamiento o hechizo para eso?? - dije esperando animar a William también, en algún momento oí que le gustaba leer, y pasaba bastante tiempo en la biblioteca. 

Su metáfora estaba acabando en una forma abstracta de vida excentrica, pero cuando le preguntó sobre el modo de hacer que las metálicas piernas de Amaris saltarán como si tuvieran algún tipo de otra idea... Dayana pensó en el conjuro de Wingardeum leviosa, pero ya les habían dicho que este podía provocar lesiones si ko se iba con cuidado.

- descartando Wingardeum... Quizás un conjuro de vuelo como el de las escobas funcione... Pero dándome la sensación de que Amaris no es muy amante de volar, supongo que optaría por confiar en no necesitar ese tipo de saltos.

En su intento de animar a Will cambiaron el tema, sugiriendo un hechizo para hacer volar a Amaris, pero a la cabeza del chico solo llego su horrible desempeño en las clases de vuelo.

-Comienzo a odiar la idea de volar, ni siquiera puedo llamar la escoba aun, he estado pensando hasta en comprar una mejor escoba, porque creo que las de la escuela no me hacen caso- menciono uniéndose a la conversación, pero se mantenía aun algo reservado.

-Yo no puedo volar con la pierna así!! mañana hacen prácticas de vuelo, y todos me decís que mi escoba es mucho mejor que esas barredoras asique si quieres mañana puedes usar la mia!! - estaba EMPERRRADO en que William se animase. - y si ni con mi escoba conseguimos volar, que Dayana nos haga un Wingardium y así engañamos a la señora Hooch - me reí imaginando la escena - quizás si hacemos el hechizo entre los dos, uno a cada lado, podemos simular que volamos! - aunque pensandolo bien, más o menos fué así como me rompí la pierna. Pero mejor no digo nada que no quiero chafar el humor, que parecía ser un barco a medio flotar xD

De repente, tras una breve pausa... di un respingo en la cama -DAYANA!!- le dije en alto haciendo que todos se sobresaltasen- dios mío lo había olvidado!! - hice un facepalm bien sonoro - Tenía una cosa para ti!, bueno... tengo!. Quise dártelo antes, pero entre unas cosas y otras... -me saco un paquete de uno de los bolsillos de la túnica- Lo cogí esta mañana de mi cuarto para estar seguro que te lo daba. Menos mal que no lo he destruido durante mi clase de Flipendo...Habéis visto como he conseguido hacerlo?? -  se lo entrego - Lo pedí cuando me me ayudasteis Amaris y tú con ... con las cartas de la lechucería. Recuerdo que me dijiste que tenías un gato...