Partida Rol por web

La furia interna de Eduardo se desplomó con la suerte de los culoprietos Longbottom. Se inclinó dolorido por el flipendo que impactó en su pierna, causándole un esguince.

—¡¡AAAAAH!!... ¡¡AAAAAH!! ¡¡PERO QUÉ HACES!! ¡¡ES UN ASESINO!!

Eduardo cojeó en dos saltos hasta alcanzarle y, como no se fiaba de su varita, le cogió de los pelos, arrancándole unos cuantos que se quedaron sujetos en su mano.

—¡¡AAAAAH!! —le gritó en la cara, cabreado, y gruñó.

Eduardo juró no herir a sus compañeros de casa, así que se guardó los puños en los bolsillos y evitó la pelea física. 

Estaba aún eufórico por mi victoria cuando empezó el siguiente duelo. Eduardo parecía cansado pero con unas ganas increíbles de terminar ese duelo cuanto antes. Neville por su parte era una máquina interminable de lanzar Flipendos.

Eduardo estaba furioso, se notó mucho cuando lanzó aquél incendio que nos hizo soltar a todos un - wooooaaaaahh!!- pero Neville lanzó otro mega ataque que casi le rompe la pierna. Explotó (Eduardo, no la pierna) y se lanzo contra él enfadado.

-Espera Eduardo! no! - fui para aguantarle para que no se peleasen, pero el grito de rabia y unos cuantos pelos se los habían llevado. - Vamos... te acompaño a la enfermería. - Insistí tirando de él y dejando que se apoyase en mi espalda. Entonces me saqué del bolsillo el vial vacío de la poción que nos acababa de dar Percy. Nos había aliviado bastante malestar físico, aunque fuese superficial. ¿Cómo se llamaba esa poción? busqué una etiqueta o algo.

Tal y como dijo el profesor Snape, las pociones debían estar bien catalogadas, con ingredientes, nombre de la poción, fecha de caducidad y todo lo demás... con suerte podríamos hacer uso de ella??

Observas el vial y puedes leer en el Esencia de murtlap

Miércoles 1º turno de la mañana

Nada más os despertáis Percy os está esperando en la sala común

-¿Habéis descansado? -pregunta con una sonrisa-. Murphy tú ganaste a Neville, enséñame que puedes realizar Verdimillious para saber si eres el adecuado para enfrentarte a mi en un duelo. Eduardo, deberías controlar tu temperamento, no puedes ponerte así cada vez que pierdas un duelo, tú puedes marcharte, aún no estás cualificado para los duelos.

Miércoles 1º turno de la mañana

Que día tan largo ayer. Entre la ansiedad de practicar Verdimillious y el duelo de Neville, había sido un día intenso!

Y lo peor, ahí estaba Percy como una estatua esperándonos nada más bajar las escaleras. Me pidió la demostración prometida del hechizo verde y luego le dijo a Eduardo que se marchase porque no estaba cualificado. *Sí que lo está. Es injusto!

-... - me quedé en silencio durante unos segundos mirando al suelo - no... no me ha salido aún. No sé hacerlo... - tenía una pocas voluntad/ganas para hacerlo después de tantos fracasos. Apunté con mi varita y dije el hechizo acordándome de las palabras de Eduardo al intentar enseñármelo.

-Verdimillious... - dije con desánimo en la voz. Aunque por alguna razón, esta vez alguna chispa salió, pero... no salió disparado contra la cara de McGonagall. Eso ya era una mejoría.

Semana 8. Miércoles - 2ª acción de la tarde.

Antes de que se hiciera de noche, y tuviéramos que ir hacia la clase de Astronomía, volví a intentar practicar Viburnum. Saqué mi libro de Una Historia de la Magia, Bathilda Bagshot al que le faltaba el capítulo 9 y le apunté. Ya tenía claro que lo usaría como experimento de pruebas así que...

-¡viburnum!

No salió gran cosa. Casi casi se movió, pero no mucho. Seguí practicando el movimiento de muñeca y haciendo tiempo hasta que fuese la hora de ir a mirar estrellas.

Miércoles 1º turno de la mañana

Percy mira ek fracaso de Murphy al intentar hacer Verdimillious

-La postura la tienes mal, por lo que el movimiento de la varita es el incorrecto -dijo Percy enseñándole la postura correcta-. Inténtalo de nuevo

Justo cuando pensaba irme con la cabeza baja... miré a Percy.

No había montado eso para humillarnos. Había montado eso para...ayudarnos? Y enseñaba mejor que el profesor Quirrell. Le miré como un cachorrito a punto de ponerse a llorar.

Me explicó la postura, el movimieto, y hasta me corrigió físicamente moviéndome un poco con sus manos la espalda. Seguía tan decepcionado que no me esperaba que saliera nada. Pero entonces respiré hondo y me intenté tranquilizar.

Bueno, allá va otra vez. - *fuegos artificiales. Eduardo lo dijo. Fuegos artificiales!... con la pose correcta... y el movimiento correcto...

-... Verdimillius!! - y floum! un montón de chispas verdes salieron finalmente de mi varita! Las miré como si tuviera una bengala en la mano, con sorpresa y expectación. Eran unas buenas chispas!

Miro a Percy. - Gracias, gracias Percy!! - seguía sorprendido y totalmente exultante por haberlo logrado. Aunque en realidad tenía que haberlo logrado a un nivel mayor, pero... paso a paso. Fui corriendo a decírselo a Eduardo y a agradecer todo el tiempo que estuvo ayudandome, estaba seguro que Percy me había ayudado muchísimo pero si no fuese por la ayuda acumulada de Eduardo quien sabía si hubiera logrado imaginarme los fuegos artificiales.

Jueves:  1° Mañana:             2° Mañana:

El jueves por la mañana me desperté desganao. Desde la cama intenté nuevamente aprender Viburnum, pero aunque a ratos parecía que me salía, en general no acababa de elevar el libro viejo como pretendía. Intentaba acercarlo a mí sin moveme de la cama, pero al parecer el libro estaba tan perezoso como yo. 

Jueves:  1° tarde:          

Me había pasado toda la mañana intentándolo, así que por intentarlo una última vez....

-VIBURNUM!

Voluntad tenía de sobras. Pero el hechizo?...

Viernes 1ªacción mañana

Estaba EMPERRADO en conseguir hacer ese Viburnum. Apunté contra el libro viejo de nuevo. Repetí, repetí y repetí. Y por fin... esta vez... por fin pareció que...

-VIBURNUM!

Viernes 2ªacción mañana 1ª accion tarde

-VIBURNUM!

-VIBURNUM!

-VIBURNUM!

-VIBURNUM!

-VIBURNUM!

-Finalmente!! - me desplomé en el sofá, con aquél dichoso libro flotando por el aire como si tuviera vida propia. Aquél hechizo me había costado una semana de intentos, una semana estresante, y una semana trepidante. Sobretodo aquella misma mañana en clase de vuelo.

Pero por fin lo había logrado. Lancé un largo suspiro mirándolo, alargándolo todo lo que pude antes de terminarlo y seguir con el resto de la tarde.