Partida Rol por web

Freeze soríe a Jack cuando este le habla directamente.-Me gusta la información y las redes de tecnología.-comenta balanceándose en el suelo mientras se coge los pies con las manos.Y creo que mi ordenador se rompió, así que hace tiempo que no tengo uno...-se lleva el dedo índice a la barbilla y mira al techo como si intentara recordar algo, pero al final, no dice nada más.

Lo que en un principio iba a tratarse de un simple truco de magia acaba por convertirse en una tarea extenuante para el ejecutor. La silueta de la bestia convocada por Jack se recortaba contra la oscuridad reinante como si fuera incluso mas negra que la propia ausencia de luz. Tan voraz era su apetito que hasta la luz de la linterna absorbía.

Jack, que estaba mentalmente conectado con el mundo que usaba de bolsillo infinito, sentía la llegada de cajas y cajas y mas cajas repletas de objetos. Podía calcular su masa, su tamaño y su peso... Pero no su contenido. Eso quedaba mas allá de sus posibilidades. Tendría que abrir uno por uno todos aquellos contenedores para saber que guardaban en su interior.

Pronto todas las estanterías en el radio de quince metros que abarcaba su linterna acabaron saqueadas. Cuando ya no quedaba nada mas que tragar, la bestia de sombras se vuelve hacia su invocador... Y este descubre con horror que algo va terriblemente mal. Un destello de luz azulada brilla en el fondo de lo que serían los ojos de la criatura. Un destello cristalino, diamantino incluso.

Antes de que ninguno tenga tiempo de reaccionar, la bestia se abalanza sobre Freeze, con las fauces abiertas de par en par, dispuesto a tragárselo.

Antes de que su amigo calvorota pudiera responder, el simpático demonio glóton que había sacado de la nada se estaba avalanzando sobre el impasible chico zombie. Freeze observó como ese ser sobrenatural se acercaba a él para...¿Comerselo?. No estaba seguro de la situación que se podría formar, pero desde luego no lo quería saber, además de que no le hacía especial ilusión terminar en el estómago de un demonio.
Selevanta de un pequeño salto e invoca su poder de hielo para protegerse. Por desgracia este no acude para ayudarle, y el muchacho se queda con las manos extendidas esperando el ataque del demonio tragaldabas...

El robo fue un exito, agotador como era de esperar pero increiblemente satifactorio. Demonios, se sentia tan bien ni siquiera saber que riquezas poseia en mi manos, aun no comprendo como fui tan estupido para dejar que Schultz arruinara tantos años de trabajo, y aun mas patetico haberle dejado salirse con la suya.

Despues de unos breves segundos de intentar recuperar el aliento, algo inesperado ocurrio con mi magia, esta tomo voluntad propia. De lo que antes era una gran masa devoradora sin una pizca de destino o deseo en su vida, empezo a cobrar cierto brillo de ojos bastante familiares y a avalanzarse sobre Freeze en un intento de devorarlo. Lo cual mas que preocuparme o aterrorizarme por la vida del chico, me lleno de gran ira y resentimiento. Habia pasado muchos problemas y desgracias, para que ahora viniera un tercero y robara lo mas sagrado para Zorro y para mi, nuestra habilidad para robar.

Aun cansado, pero motivado por mi voluntad enfocada en demostrar quien tenia el control y el chirriar de mis dientes contra si mismos, empeze a invocar cadenas con garfios del suelo en un intento de enganchar y parar la criatura rebelde que tenia por hijo, para luego traerlo del lugar donde salio, sin piedad.

Las cadenas, invocadas por aquella parte del poder del demonio Zorro que se manifestaba a través del cuerpo inmortal de Cofre, parecen responder ante los deseos de su dueño. Esta vez no hay errores y la magia surte efecto de forma perfecta. Los garfios se hunden profundamente en la forma etérea de la criatura mientras que las cadenas lo rodeas, inmovilizándolo por completo y arrastrándolo sin remedio hacia la oscuridad interior de Cofre.
Unos inútiles forcejeos después, lo último que puede apreciarse de la manifestación del poder descontrolado de Jack es un tenue destello azul que se traga el vacío dimensional.

Zorro todavía encaramado a Freeze sin necesidad de la colaboración de este, encoje sus pequeños hombros de peluche, esbozando una sonrisa zorruna. - ¿Hace falta que te diga que ha pasado Jack? ¿O podemos seguir con el saqueo?

Recuperar el control sienta bien, aun asi me queda cierto sentimiento de duda. Conocia bastante bien este tipo de fuerzas, y sabia por experiencia que estas no ponian sus esperanzas en un solo combate de voluntades, sino en un combate largo y tedioso donde iban poco a poco absorbiendo la voluntad del huesped, aprovechando sus momentos mas debiles para atacar, hasta matar y tomar control del huesped como parasitos malignos que eran. Miro intrigado, y casi se podia decir decepcionado, a Zorro, mi parasito preferido. Me hago una idea de lo que esta ocurriendo, pero son muy pocas las veces que Zorro se ofrece a explicar sobre sus conocimientos para desperdiciarlas.

-No, pero de todos modos no tienes nada mejor que hacer, asi que vas hacerlo.- Empiezo a mover las manos para hacer otro truco, ahora un poco mas cauteloso y precavido con mi magia.- Creia que entre tu y yo teniamos suficiente voluntad para impedir que viniera un tercero y empezara a manosear lo que es nuestro ¿Como es que el Hope ha logrado llegar a ese nivel de control?

Mientras escucho las explicaciones en voz aguda de Zorro, me voy dedicando a abrir las cajas, una vez invocadas, y examinar sus contenidos hasta encontrar lo que queria. Por ahora, necesitaba un ordenador para Freeze, y un traje para mi. Estaba ya algo harto de ir con este traje de enfermo terminal, echaba de menos algo negro y elegante que dijera "Aun sigo siendo el mejor ladron del mundo, cabron."

Zorro salta desde Freeze al suelo con gracilidad felina e imposible para un peluche y desde ahí, sin dar un solo paso mas, vuelve a saltar hasta colocarse en el hombro izquierdo de Cofre, ocupando el lugar de su "conciencia malvada". ¿Dónde estaba la buena? Seguramente habría sido devorada por el peluche hacía ya cientos de años.

- Jack... Soy lo bastante poderoso como para robar lo que me venga en gana, en este y en cualquier mundo, realidad o lo que sea. Desde objetos a vidas y almas. Tu lo sabes, yo lo se y que baje el viejo de su trono de nubes y nos fulmine ahora mismo si esto que digo no es cierto. - Empieza sin haber antepuesto ninguna queja ni mostrarse en desacuerdo con la explicación que debía dar. No era aficionado a perder el tiempo de esa forma, pero entendía lo que pasaba por la cabeza de su calvo anfitrión. Él también estaba preocupado. - Soy un demonio, maldita sea. Y llevo miles de años campando a mis anchas y cogiendo lo que me vnía en gana cuando me venía en gana. He conocido a muchos como yo y a otros muy diferentes. Quizá demasiados. Y me he enemistado con otros tantos, te lo aseguro - Encoje sus pequeños y mullidos hombros y salta al suelo cayendo sin hacer el menos ruido, correteando entre las cajas que el mago va sacando, observando al tiempo que Cofre lo que estas contienen. - Hay seres que no entienden que TODO es mío y que su "propiedad" sobre cualquier cosa no es mas que una ilusión temporal que permito que se hagan para mantenerlos apartados de mis negocios. - No era nada nuevo para Cofre esa información. Eran cosas que habían hablado en algún momento, en algún otro lugar. Pero la explicación de Zorro quizá necesitara de todos esos pequeños detalles para estar completa. - He usado muchas herramientas a lo largo de mi existencia, muchos monos pelados como tu, Jack... Y cuando han dejado de serme útiles... He devorado las almas y las he mandado al averno para que padecieran los castigos reservados a los ladrones... - En este punto su voz se vuelve siniestra, mucho mas macabra, alejándose de ese tono pitudo con el que solía hablar. Disfrutaba recordando que, aunque encerrado en el cuerpo de un peluche por las artes de Cofre, no dejaba de ser una demonio, una criatura engendrada por y para el mal en alguna de sus facetas. En este caso, para contravenir uno de los mandamientos de Dios: "No robarás" - Pero tu... Jack... Tu eres diferente. Tu fuiste mucho mas inteligente que todos tus predecesores. Fuiste mas listo que yo... Y me encerraste en este cuerpo de juguete... - Por casualidad, la luz de la linterna enfoca directamente al pequeño peluche y proyecta una sombra que no es la suya. Unas enormes patas peludas, terminadas en garras, surgen desde las pequeñas patitas hasta perderse en la oscuridad. Un pálido reflejo de lo que realmente se escondía ahí, pero bastante como para intranquilizar a Freeze. Cofre ya estaba mas que acostumbrado a esa imagen. - Y por eso te respeto... Cofre. Tenemos un trato. Yo te cedo mi poder y tu, a cambio, me liberarás cuando mueras en este mundo para que haga de él mi reino. - Abre una de las cajas tirando la tapa a un lado y extrae un par de zapatos de diseño, hechos en exclusiva para quien iba a llevarlos. Negros, de cuero mate, con los bordados en rojo burdeos y el interior forrado en piel del mismo tono. Uno de los muchísimos pares de zapatos del armario común de Jack Cofre. - Pero no tengo prisa porque eso suceda. Me gusta tu compañía Jack. Disfruto con ella. Eres el primer mortal que entiende el robo de la misma manera que yo... - Hace una pequeña pausa y se sitúa frente a frente con el poseído, mirándolo directamente a los ojos con sus cuentas de cristal. - Lo voy a decir una sola vez, así que escúchame atentamente. No se qué hay encerrado en ese diamante... Pero me da el suficiente miedo como para querer desprenderme de él. - Zorro jamás, nunca, había pronunciado nunca esa afirmación. ¿Desprenderse de algo, fuera lo que fuera? No cabía en los parámetros de su esencia demoníaca. - Cuanto antes lo dejemos en manos de otro, antes podremos volver a nuestra vida, Jack. Y no veo el momento de hacerlo...

- Casi se me olvida - Exclama, como por casualidad - La maldición del diamante interfiere con nuestro poder y parece que eso es lo que hace que su voluntad se manifieste con tanta fuerza...

Freeze no prestaba atención a la conversación trascendenteal que mantenían Jack y su cacatúa. Por l oque a él respectaba se aburría un montón. Mientras esos dos ladrones interdimensionales discutían sobre poderes y sobre respeto mútuo Freeze empezaba a comportarse como un gato. Adoptó una postura de cuatro patas y empezó a lamerse la mano. Enseguida se puso a arrastrase por el suelo y ha hacer cosas extrañas, como crear una bola de hielo asemejándose a un ovillo de lana y ponerse a jugar con él boca abajo. Cuando la conversación estaba terminando el extraño chico empezó a acercarse poco a poco a Zorro por detrás. Justo en el momento en el que este termina freeze, con una expresión de aburrimiento absoluta, abre la boca un poco y "la deja caer" en una de las orejillas del peluche, para después morderla con pocas ganas, como cuando el dentista te dice que muerdas para ver como quedan los dientes.
-Jgaaaack...Mge abufrro...-dice con la oreja del peluche todavía metida en la boca.

Es dificil hacer caso de un peluche, sobre todo cuando este esta siendo mordisqueado por un joven vestido con un traje, que por cierto era mio. Pero algo del discurso entro en mi cabeza y me dejo claro que el Hope era un juguete muy peligroso e incluso Zorro estaba desesperado por darselo al primer mendigo que vieramos por la calle, lo cual no me parecia tan sencillo para mi. Para empezar, si se lo pudiesemos entregar a cualquier idiota, ahora Schultz deberia estar derritiendose en alguna de sus hornos mientras agarraba codiciosamente el Hope entre sus manos. Me llevo una mano a la barbilla, preguntandome, ahora que habia enterrado mi honor de confiado, si Sforza habia planeado alguna manera de mantenerlo, o en cambio solo planeaba matarme y sacarmelo de mi cadaver.

-Si tan aburrido estas, Freeze ¿Porque no me echas una mano?.- Ofreci al muchacho, sabiendo que aunque no tenia madera para maton sin cerebro, siempre parecia dispuesto a ayudar si habia diversion y dulces como recompensa.- En alguna parte debe haber una puerta que esta suprimiendo mis poderes, cargatela y podremos volver con Firen y los demas. Llevate a Zorro, tiene olfato para la magia, asi que te ayudara a indicarte donde esta...- Giro la vista hacia la caja que habierto Zorro, tiene mis zapatos, es imposible no reconocerlos habiendo llenado mi armario de ellos. Ahora que lo pienso, ultimamente se ha portado muy bien mi socio, se merece un agradecimiento por mi parte.- Siempre y cuando no le arranques la oreja, obviamente.

Dejando a Freeze y mi socio a cargo de buscarse la vida para buscar la puerta en mitad de aquella oscuridad, me pongo los zapatos que me habian robado y sigo buscando entre las cajas. Con suerte, encontraria el resto de mi vestuario entre las cajas que habia robado, y con mucha suerte, catalogaria el contenido de las cajas antes de que perdiera mi cordura o me muriese de hambre."Si hubiese practicado mas la levitacion o la animacion de objetos, podria terminar esto en un instante. Ademas ¿Cuando fue la ultima vez que le di a Zorro un cuerpo que pudiera hacer algo mas que chillar como un poseso y arañar calvas?¿Nunca?"

Freeze da una especie de grito de sargento que queda en un simple gruñido por la imposibilidad de abrir la boca al tener la oreja de Zorro metida en ella. Entonces se pone a gatear olisqueando el lugar y buscando no-se-qué para que Jack pueda usar fácilmente su magia. Mientras hace esto tararea una tonadilla alegre de marcha que recuerda a la canción de la película "La gran evasión".

Efectivamente, cuantas más cajas iba abriendo el ladrón de guante blanco, más y más objetos de su propiedad iba encontrando -objetos que no siempre habían sido suyos, por supuesto, porque no todo eran trajes a medida y zapatos de diseño-.

Al cabo de unos minutos tenía catalogado buena parte de se ajuar, incluyendo objetos tan mundanos como carteras, calcetines, gemelos y otros adornos y joyas, teléfonos móviles, portátiles y parafernalia de la misma índole. Sería cuestión de tiempo que encontrara algún objeto de mayor valor entre ese montón de cajas. Si pudiera localizar algún tipo de catálogo o mapa que indicara qué había en cada zona de la inmensa nave... Todo sería mucho mas fácil. Porque fseuera quién fuera quién se hubiera ocupado de vaciar por completo el "cofre" de Jack, se había molestado en etiquetar cada una de las cajas con código, así que en algún lugar debería haber algún tipo de lista o inventario.

Curiosamente, todos y cada uno de los objetos estaban impolutos, sin mancha o desperfecto alguno y la ropa parecía sacada directamente de una lavandería especializada en prendas delicadas.

Mientras Freeze se alejaba de la zona, gateando como un felino que supiera tatarear cancioncillas de películas antiguas, el pequeño peluche no hacía mas que revolverse sobre sí mismo, agitando las piernecitas y los bracitos con una furia sin parangón.

- ¡ESTÚPIDO MONO! ¡SUÉLTAME! ¡SOY UN DEMONIO DEL AVERNO NO UN MALDITO PELUCHE! - Su voz chillona creaba pequeños ecos por todas partes, ecos que tardaban una eternidad en regresar hasta vosotros, por lo que la pared mas cercana debería estar realmente lejos. - ¿¡CREES QUÉ ME PUEDES TRATAR COMO TE DE LA GANA!? ¡TE VOY A COMER EL ALMA! ¿¡ME OYES!? - Aunque sus palabras fueran terribles, el hecho de que las pronunciara un peluche que se revolvía como un cachorro asustado no le daba la menor seriedad al asunto.

Cuando apenas han avanzado unos metros Freeze se percata de un detalle bastante importante: No podía ver nada de nada en aquella oscuridad absoluta.

"Guau, suave. Normalmente me hubiera costado un puñado de dolares en lavanderia para lo que han hecho con mi vestuario." Se sentia bien poder otra vez anudarme una corbata roja a mi figura negra fondo oscuro, el cual habia recuperado a base de buscar en varias cajas, y aun mas cuando estaba nunca habia sido arrugada, aunque tanto cuidado era excesivamente extraño. Aun no comprendia del todo el funcionamiento de este lugar, todo era tan esteticamente inhumano, una carcel humana y corriente no se hubiera molestado en coger unos zapatos y catalogarla como si fuera una prueba de trafico de drogas, pero aqui se le daba mas importancia eso, que el nivel de seguridad. O tal vez no, aun habia una seguridad que no habia probado para nada.

Cogi uno de los moviles que pareciese de ultimo modelo, y empeze a insuflarle vida. Si no me equivocaba, las señales externas debian estar bloqueadas y toda comunicacion era inviable "Eso explicaria porque era incapaz de rastrear a Zorro." pero estaba claro que algo controlaba todo la instalacion, y seguramente utilizaba alguna señal para hacerlo, la misma que estaba a punto de descubrir con un movil hackeado magicamente."La ultima vez que llame de un telefono magico, consegui hablar a traves de la tormenta del inierno, veamos que puedo conseguir embrujando con mi magia a este pequeño."

Tras el encuentro con André, el ogro guardaespaldas del enano que había engañado a Cofre, la sucesión de acontecimientos había sido decididamente extraña. Sin tener muy claro el motivo ambos hombres, quizá llevados por el poder de la magia de Cofre o quizá atraídos por la fuerza demoníaca que habitaba el interior del Hope, habían acabado entrando en el interior de una gran estructura de formas perfectas enclavada en mitad del desierto. No tenían forma de saber dónde se encontraban ni por qué pero, curiosamente, en aquel almacén de proporciones dantescas y gobernado por la ausencia total de luz, sonido u olor, se encontraban muchas de las pertenencias del centenario ladrón de guante blanco.

Cajas y mas cajas habían llevado a Cofre a comenzar una investigación por el almacén mientras dejaba a Freeze al cuidado de su compañero de peluche. Aquel pequeño demonio, de un poder desconocido, parecía saber mucho más de lo que revelaba, cosa que no terminaba de gustar a Jack, pero que era totalmente indiferente para el joven de cabello negro.

Mientras tanto un móvil de último modelo, en manos de un hombre experto en hechicería, comenzaba a cobrar vida. Su pantalla se encendía al tiempo que una melodía sonaba desde el interior del aparato. Parecía que Jack aún poseía parte de su "don de objetos"

A pesar de la absoluta oscuridad en la que se encuentra, el jóven Freeze se dedica a husmear a tientas por el almacen. Cada dos pasos se choca con algo o tira algo al suelo, o toquetea alguna caja que no sabe qué contiene. La penosa búsqueda de la puerta evidentemente queda en nada, y al final el propio Freeze se vuelve a aburrir de su extraña y poco gratificante empresa. Así que temina tumbándose en el suelo totalmente espatarrado, con la oreja del peluche aún en la boca.

-Jooo Jack...No puedo ver absolutamente nada.- se queja lastimosamente gritando todo lo que puede para que el poseedor del peluche pueda escucharle.-- Ya me he aburrido de buscar sin poder ver nada. ¿no tendrías una linterna por ahí? Seguro que tu supermóvil tiene luz...-añade fingiendo cierto cabreo y envidia por el objeto que tiene Jack en sus manos. Con las dos manos se quita al peluche de la boca y empieza a "jugar" con él lanzándolo hacia ariba para volver a recogerlo sin demasiada habilidad. Vamos que lo recoge como puede y en la posición que cae.- Wiii- dice con muy poco entusiasmo.- Jack tu tejón opina que deberías dejarnos el móvil para jugar un rato que si no nos aburrimos ¿a que sí?.- pregunta a zorro una vez lo ha recogido de uno de los lanzamientos, aunque para desgracia del peluche se encuentra bocabajo. Entonces si nesperar respuesta sigue con su particular juego en la oscuridad lanzando a ciegas al pobre Zorro mientras se dedica a "cantar" una especie de canción con cierto ritmo pero que su letra se centra tan sólo en decir Jack una y otra vez...