Partida Rol por web

Katy gira la pantalla ligeramente para que no pueda verse desde la posición del dependiente, justo después se asegura de cortar la conexión entre mi ordenador y el suyo intentando que no se de cuenta para que no pueda acceder a los archivos.

Venga maldita sea tengo que encontrar algo de utilidad por aquí

Katy mira varias veces detrás suya asegurándose de que nadie pueda ver lo que hace, y luego se dispone a abrir archivos... en primer lugar busca los relacionados con el hospital y algo de envenenar que le habían llamado la atención antes y se queda ensimismada en el ordenador.

Katy mira hacia atrás sobresaltada, mientras con un acto reflejo desconecta el disco duro y trata de borrar todos los archivos del ordenador.

Maldita sea, ¿qué ha sido eso?

Luego como alma que lleva el diablo se echa al suelo y trata de concentrarse en un apagón.

Tengo que oscurecer la sala, venga Katy concéntrate ya lo has hecho antes vamos.

En ese instante Katy mete el disco duro en su mochila y se la cuelga a la espalda, para luego volver a echar otro vistazo a la sala.

- ¡Sal pitando, mocosa! - grita Rayo a la jovencita, al tiempo que le hunde una de sus hoces en el hombro al tipo de la gabardina. No obstante, la doble hoja de ésta deja de chisporrotear - ¿¡Qué coño...!? - impactada por ésto, retira la hoz rasgando la carne tirando hacia atrás - ¡Entrégate! ¡Tienes las de perder, jodido asesino!

¡No!

Katy lanza un grito de sorpresa al ver a la mujer clavarle el arma al hombre, luego levanta la mano en un acto reflejo y provoca un fuerte ruído a la espalda de los contendientes, esperando que el mismo les distraiga y poder así salir corriendo por la puerta.

Maldita sea, no sabes con quien te estás metiendo... ellos notarán mi ausencia e irán a por ti, la has cagado tía, no tardarán en acabar contigo...

Katy sigue pataleando mientras grita como una cría completamente histérica.

Joder ni yo me lo creo, será mejor que la distraiga

Katy se concentra en crear la ilusión de cientos de cucarachas por donde va pasando su captora.

Girando en el aire como un gato que busca equilibrio, Rayo consigue caer elevando con los brazos a Katherine, aunque se resiente una vez en el suelo, las rodillas, caderas y espalda le duelen por el impacto. Deja a Katherine un momento en el suelo, para luego cogerla de nuevo y correr a gran velocidad en dirección contraria al restallido de luz.