Partida Rol por web

Mina resopla viendo el tercer piso, traicionándole su exceso de confianza en sus facultades físicas...: Nada se le da mejor que trepar. Abre la ventana, a velocidades indecibles y se encarama a la fachada: Está claro que se impone huir.
Trepa la fachada del edificio hasta llegar abajo, donde se apresura a buscar un escondite desde el que poder otear el hospital tranquilamente...

Mierda... Ojalá estuviese localizable el tío Espada... Pero ahora mismo tendrá como mucho doce años y estará al otro lado del globo...

LLegas sin mas problemas al suelo descendiendo con cuidado utilizando la fachada de ladrillo, las cañerías y los alféizares de las ventanas como puntos de apoyo.
Cerca del hospital hay un portón abierto que puedes usar para ocultarte y tener una vista mas o menos buena del lugar.
Sientes un poco de frío y te incomoda el hecho de llevar medio cuerpo al descubierto por haber salido a la calle en plena noche con solo una bata de hospital

Mina otea las entradas y salidas del turno de noche de las enfermeras o celadoras...: Tiene que encontrar sus cosas, como sea.
Acecha a una de las empleadas que vayan a entrar en su coche y cuando llega hasta él, impide que cierre la puerta del todo e intenta pinzarle el nervio para dejarla dormida...

Aun estando en mitad de la ciudad y en plena noche parece que nadie repara en que vas vestida con una bata de hospital gracias a la buena cobertura que te ofrece el portón en el que te ocultas.
Tras un buen rato en el que la temperatura ha descendido, una enfermera sale por la puerta frontal y cruza la calle para dirigirse a un coche aparcado a pocos metros de donde estas.
Abre la puerta y justo cuando va a cerrarla la frenas, colando medio cuerpo dentro y pinzando el cuello de la mujer que cae inconsciente sin hacer el menor ruido ni saber que demonios le ha atacado

Mina comprueba la identidad de la pobre mujer y se sienta con ella, cerrando las puertas y agachada, desvistiéndola y poniéndose su ropa, tras lo cual siente un terrible remordimiento, por lo que decide dejar la cartera de la mujer intacta y la ropa interior lo mismo.
La deja echada en el asiento de atrás y sale pacíficamente del coche, en dirección al centro de la ciudad, metiéndose por callejones...

Mierda... Buena la he hecho... ¡¡BUENÍSIMA...!! Necesito ayuda... Pero primero necesito un cambio de imágen... Vamos a hacer un viajecito...

En un callejón cerrado, Mina intenta concentrarse en huir al momento en que la encontraron... Pero por más que lo intenta, sigue ahí, y su preocupación se torna mucho mayor ante éste hecho...

- Dios mío...

¿Dónde demonios has llegado a parar, Wilhemina...? Atrapada y sin mis malditas cosas... Tengo que conseguir dinero... Dios... Pero no sé cómo... Tienen mi maldita tarjeta de crédito, mi portátil... TODO.

Da una patada de descargue a la pared y se echa al suelo del callejón, para llenarse de polvo y suciedad, dándo un aspecto de mendiga, rasgando un poco la ropa por las costuras y echándose el pelo por delante, para volver a meterse por las malas calles de la ciudad, en busca de cualquier señal de metahumanidad...

Ésto es peor que cuando hice de lavandera en el s. XVII en un hospital de sifilíticos, joder...

Cuando estás tirada en el suelo ensuciándote eres capaz de ver, por el rabillo del ojo, a un par de mendigos que se asoman al callejón en el que estás metida. Uno de ellos te señala y le comenta algo al otro, pero no puede escucharlo. En seguida se ocultan tras la esquina y les escuchas murmurar otra vez por lo bajo...

Tras un acercamiento silencioso hacia la esquina, se queda justo a la vuelta, escuchando los cuchicheos de los mendigos...

¿Que coño le pasa a esa tía?
Oyes que pregunta uno con la voz cascada
No lo se, pero esta escuchando en este mismo momento... se ha acercado en silencio, peeroo...
Responde el otro con la voz mas clara
¿Viste como se movía cuando salió del hospital?
Vuelve a preguntar el de la voz cascada
Sep... tiene que ser como el rey... ¿Crees que le interesará conocerla?
Comenta el de la voz clara
No se... pero parecía desorientada... Lo suyo es echarle una mano. Para eso estamos ¿no?
Cuando dicen eso se asoman de nuevo por la esquina quedando prácticamente delante de tu cara.
Son dos hombres de edad indeterminada y vagabundos a las claras. Visten harapos de aspecto abrigado. Uno de ellos luce una barba y lleva un gorro de lana sobre la cabeza. El otro tiene el color del alcohol en la nariz y te mira con ojos sabios y suspicaces
¿Y bien jovencita?

Testament traga saliva al ver que ha sido descubierta...
Cuando le preguntan directamente, Wilhemina se dignifica todo lo que puede después de haberse rebozado en el polvo...

- Hmm... Caballeros... - saluda, contrariada, pero cordial - ¿De qué rey hablan, si les place responder...?

El de la cara enrojecida te tiende una mano con un gesto común y corriente de saludo mientras que el del gorro se lo quita al tiempo que se inclina en una teatral reverencia
Somos Jeff y Simon, vagabundos de profesión y hombres libres de corazón. El es Jeff y yo Simon y es un placer conocerla... Y no hace falta que finja dignidad mientras hable con nosotros. Eso se lleva por dentro y no en las vestiduras
Presenta el del gorro con voz clara y musical y un trato muy cordial y educado
Por caridad, señora, denos unas moneda y le hablaremos de ese rey. ¡Y que carajo! Le buscaremos un lugar seco y caliente donde pasar la noche sino tiene a donde ir
Añade el de la voz cascada con un alzamiento de cejas

- Verán caballeros... - se vuelve los bolsillos hacia afuera, para denostar que no hay nada en ellos - Yo de mil amores les daría no una, sino varias monedas, y billetes si me apuran... Pero me he perdido en el tiempo, tal como me oyen, y mis queridas posesiones están en el hospital, custodiadas por la ley...

No les digas que eres mutante. Se asustarán.

- ... Lo que quiero decir... Es que yo estaba en Londres, es lo último que sé, en mi casa de la ciudad... Y de pronto he aparecido aquí...

¡jajajajajajajajaja!
Comienza a reír Jeff mientras la cara se le pone aún mas roja por el esfuerzo. Tose un par de veces y se vuelve para lanzar un esputo a la acera. Se sigue carcajeando entonces hasta el Simon le suelta un codazo en las costillas. El de la voz ronca comienza a toser y a asfixiarse mientras mira con cara de mala leche al del gorro y la barba.
Eh... Perdona los modales de mi... asociado... pero no se puede decir que sea muy educado
Simon le dedica una mirada ceñuda a Jeff y prosigue
Así que sus cosas están en el hospital... creo que no sería problema conseguirlas
Sonríe un segundo con cierta malicia y se encamina hacia el edificio sanitario
Yo me encargo del asunto, pero sepa que si vuelvo con sus cosas en menos de quince minutos me deberá un pequeños favor
Sale en ese momento del callejón y te quedas a solas con Jeff que parece haber recuperado el resuello
Así que vienes del futuro ¿no? ¿o quizá del pasado?
Pregunta en tono burlón al tiempo que esboza una sonrisa a la que le faltan unos cuantos dientes. Se queda parado y la sonrisa se le hiela en la cara cuando parece recordar algo. Frunce el ceño y levanta los ojos pensativo
Ahora que lo recuerdo... Recogimos una anciana hace unos años... yo acababa de llegar a las tierras de Barrabás cuando la conocí... Creo que se llamaba Willemina o algo así. también decía que se había perdido en el tiempo o algo así...

- ¿¡QUÉ...!? - se echa las manos a los hombros, horrorizada...

¿UNA ANCIANA...? IMPOSIBLE... ¡¡¡SOY INMORTAL!!! ¡¡SOY UNA BRADLEY!! CONSERVO MI ASPECTO ÍNTEGRO DESDE LOS DIECIOCHO... NADA HE CAMBIADO...

- Debe... Debe ser un error... Pero... Bueno - ríe un poco, nerviosamente - ... Sencillamente debe ser una inusitada coincidencia... Puesto que es imposible que fuera una... Una...

Wilhemina descubría en sí misma un mal miedo a envejecer...

El tipo enarca una ceja divertido al ver el susto que te has llevado y niega con la cabeza esbozando una sonrisa curiosa
¿Acaso la conoces?... Era una mujer muy agradable y educada, creo recordar... Como usted. Trataba a todo el mundo de caballero y dama, siempre con muy buenos modales

- No... No la conozco... - no tiene más remedio que dejarse caer hacia atrás, apoyando la espalda contra una pared - Dudo que la pueda conocer... - traga saliva.

NO
PUEDE
SER...

El tipo comienza a parecer preocupado al ver las reacciones que tienes y se te acerca con cuidado para comprobar como estas
Oye... ¿estas bien? Parece que hayas visto a un fantasma o algo así. En cuanto vuelva Simon con tus cosas te vamos a llevar a un lugar resguardado a que te tomes un chocolate caliente... que empiezas a tener mala cara

Con la frente perlada de sudor frío, traga saliva y los ojos casi llorando, sin dejar de fruncir el ceño...

Ésto debe ser una pesadilla...

Asiente con la cabeza.

- De acuerdo... - contesta al mendigo.

Bueno...
Dice azorado mientras desvía la mirada hacia otra parte y tuerce ligeramente el gesto
¿Y como se llama? Aun no me ha dicho su nombre

Wilhemina evalúa la pregunta y decide dar un alias... Tiene varios, pero ésta vez, dadas las circunstancias, se presentará de una manera:

- Me llaman "Testament"...

Ohm vaya... que nombre tan dramático ¿no?
Ladea un poco la cabeza y sonríe interrogatoriamente
Asi que dime... ¿eres de esas que llevan mallas ajustadas y van por ahí peleando con maleantes?