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Viejos Enemigos: en busca de las Brumas

Off-topic

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03/04/2014, 20:40
Director

Bueno, pues nada...ha sido breve pero intenso, ahora veré si Faifolk quiere volver a la partida como jugador.

PD: en breves posteo la nueva escena, amenos que alguien quiera añadir algo a la presente.

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12/04/2014, 15:33
Oskari Toivonen

A menos que alguno quiera rebelarse, la escena concluye aquí

No voy a rebelarme por el momento, dejemos avanzar un poco más este teatrillo a ver por donde sale xD

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21/04/2014, 21:13
Remiel

Perdón por la desaparición de Semana Santa; creía que tendría más tiempo para Umbría (y más sitios con WiFi), pero ha sido que no.

En cualquier caso, ya estoy de vuelta. ¡A ello!

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21/04/2014, 22:28
Director

No pasa nada, me alegro de volver a verte por aquí. Lo importante es que la historia continúe, ya me he acostumbrado un poco a este ritmo lento y hasta lo disfruto.

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25/04/2014, 00:39
Director

Bueno, viendo que Excelsius puede tardar en recuperarse, seguimos avanzando. La verdad es que la historia está quedando muy bien, estoy orgulloso de todos vosotros.

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01/05/2014, 16:01
Director

Al final la escena de conversaciones ha quedado un poco desierta xDDD

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01/05/2014, 18:06
Armand de Bouvines
Sólo para el director

Bueno, yo estoy en ella esperando a Barry. Y si cualquier otro desea tener una conversación conmigo no tiene más que decirlo

Notas de juego

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14/05/2014, 20:13
Oskari Toivonen

Estoy metido de lleno con los exámenes. Si todo va bien, a principios de Junio habrá terminado todo. Si no va tan bien (que es lo que me espero) la cosa se alargaría una o dos semanas más.

No digo que desaparezca hasta esas fechas, pero si es probable que baje un poco el ritmo.

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14/05/2014, 20:24
Director

No pasa nada, yo también ando de exámenes, responde cuando puedas.

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14/05/2014, 22:21
Armand de Bouvines

Recuerdo a Barry que le estoy esperando en la escena de conversaciones...y a cualquier otro que si le apetece hablamos allí

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14/05/2014, 22:30
Aigor

A mi tanto me da XD no tengo nada que conversar, pero si me sacan conver tampoco la rechazare

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19/05/2014, 11:28
Barry "chispaextinta"

Mis disculpas: ya terminé la mayor parte de los exámenes (hasta que inicien las recuperaciones) y ahora volveré a mantener el nivel de actividad que corresponde... muchas gracias a todos los jugadores (al máster no, que lo zurzan! xDDDDD) por vuestra paciencia.

Notas de juego

Nahhhh al máster también, gracias por no PNJotizarme/sustituirme.

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26/05/2014, 22:37
Aigor

Bueeeeeeenas =w= vengo a hacer un pequeño llamamiento. Como habreis visto algunos se va a abrir una partida de vampiro edad oscura. Yo me voy a apuntar, lo que pasa es que hay un requisito de que hay que ir en parejita =W=U asi que ando buscando a alguien que tambien le guste vampiro.

Mi idea es llevar a una gargola, por lo que podeis cogeros el vampiro que os salga de la bimba.

Para mas info.: http://www.comunidadumbria.com/comunidad/foros/tema/35485

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27/05/2014, 11:41
Excelsius

Yo también estoy interesado en esa partida. Me iba a hacer un Nosferatu... árabe. No sé muy bien cómo encajan las gárgolas en el vampirismo, la verdad, desconozco sus orígenes, pero lo que son las estatuas son más bien cristianas...

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27/05/2014, 14:17
Aigor

Las gargolas fueron un experimento fallido del clan Tremere. Me tomo la libertad de hacer un copypasta del capitulo 1 del clan de las gargolas.

Libro de Clan: Gárgolas

-"¿Cuáles son vuestros Nombres?
-"No tenemos nombre"
-"¿Como os diferenciaís entonces?"
-"Nuestro Aspecto es diferente"
-"¿Pero como os denominaís entre vosotras?"
-"Amigo o hermano"

Capitulo Uno: Historia de la Linea de Sangre

          En los primeros días de la Edad Media, el recién fundado clan de los Tremere estaba en peligro. Cazados por todos los agentes del Inconnu por la Diablerie cometida sobre Saulot, ni siquiera el recién creado Círculo de los Siete parecía capaz de salvar a los Tremere de la total extinción. Aunque, individualmente, fuesen fuertes, los Tremere no podrían resistir el ataque de las tropas de sus enemigos, pues triplicaban como poco su número.

          Fue el mismísimo Goratrix quien hayó una solución. En lo más profundo de los montes de Transilvania, en la Capilla de Coeris, hacia el 1167, Tremere y los suyos se reunieron en torno a una enorme cazuela humeante y se dispusieron a llevar a cabo un hechizo desesperado en busca de su salvación. A través de la sangre de un Gangrel capturado, así como la de un Tzimisce y un Nosferatu, añadiendo además puñados de roca, piedra y tierra y otras sustancias innombrables, los mezcló y usando sus conocimientos de alquimia los condensaron para crear a la primera Gárgola que serviría a los Tremere.

          Esta respondió al nombre de Primax y era una criatura de enorme musculatura y piel de roca gris. Sus ojos eran rojos como la sangre.

          Tras la sorpresa inicial, Tremere sonrió y señalándola le dijo "Vé y multiplicate".
         

 Y rápidamente Primax creó más gárgolas que lanzó contra los enemigos de sus creadores, entre ellos el Inconnu. Fue una de las causas de la supervivencia del clan en aquellos difíciles momentos.

          Durante siglos las Gárgolas sirvieron a los Tremere con gran lealtad, sin importarles las funciones para las que los Tremere las habían creadas. Pero el tiempo pasó y las Gárgolas comenzaron a tener consciencia. Algunos dicen que  fue el resultado del trato esclavizante que le dieron sus amos. Sabiendo que el elemento sorpresa era indispensable, las Gárgolas siguieron sirviendo a sus maestros sin aparentar ningún tipo de descontento.

          La primera rebelión contra una Capilla Tremere fue encabezada por Quartz y Mica, ambas descendientes de Primax y dejaron a todos los Brujos muertos o gravemente heridos. Aquel suceso revolvió a todo el Clan Tremere y a las Gárgolas en una lucha que terminó con la victoria de los Brujos sobre su creación.

          Las Gárgolas supervivientes huyeron volando a las montañas o se ocultaron en grandes ciudades como París o Hamburgo. Muchos rumores circulan acerca de la actividad de las Gárgolas rebeldes en la actualidad.

          Un gran número de Gárgolas se han adapatado a la vida con otros vampiros, actuando como guardianes, vigilantes y sirvientes para Magos y otros -en definitiva quien pueda pagar el precio en oro y vitae-. Se rumorea que Marius Drax, el Justicar Toreador está aliado con una Gárgola de Notre Dame en París

 

Como puedes ver no es necesario que sea cristiana, es un vampiro mas al uso, con algunos poderes curiosos, pero solo un vampiro.

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27/05/2014, 20:44
Excelsius

Muchas gracias por el texto, muy instructivo. Algo me sonaba, pero no lo tenía tan claro.

Aunque la idea está bien, creo que la máster lo orientaba a una relación sire-chiquillo y yo tengo claro que quiero ser un Nosferatu. No sé cómo encajar a tu PJ. Desde luego sería una relación singular, pero de momento se me ha ofrecido un chiquillo Nosferatu y aunque me duele en el corazón decirte que no, creo que lo aceptaré.

En serio, Enrien, me encanta cómo escribes y tu inventiva, pero no sabría cómo orientar el tema...

Hacemos una cosa, te copio-y-pego el historial de mi Nosferatu y tú me dices (ya lo tengo listo):


Mi nombre es Qasim ben Alí al-Sami, o más bien debería decir que ese era mi antiguo nombre, antes de convertirme en quien soy ahora. Los cristianos me conocen como Kasim Alalsami, lo que no está del todo mal, aunque mi abuelo se revolvería en su tumba.

Nací en la bella y próspera ciudad de Malaqa, allá hacia finales del siglo V de la Hégira (cerca del 1.100 de la era cristiana), y me crié para ver el poderío de la voluntad bajo mandato divino, con la conquista de Al-Andalus por los almorávides, así como las bondades del comercio y de una única moneda de oro (bendito sea el dinar de oro y su perduración en el tiempo, su pureza y su abundancia en el comercio). Viví para ver cómo unos fanáticos religiosos abrazaban el arte, la belleza y la abundancia, y disfruté de la bonanza que conllevaba el fin del pago de parias a los reinos cristianos. Todo eso lo añoro, pero no es por lo que hablo ahora.

Mía era la profesión de mercader y ésta venía de lejos. Ya mi abuelo al-Sami había sido un importante comerciante y por mis venas corría la sangre de negociantes de mucho antes. Así, en vida, aunque la viruela había marcado mi cara siendo todavía un infante, afeándome ante posibles compradores, me desenvolví con soltura no ya como mercader, sino también como armador y hasta propietario de una mesa de cambio(1). Me dediqué a mercadear durante 40 largos años, casi desde antes de caminar, y al final de mi vida, tras una dura existencia ahorrando, emprendiendo y logrando provechosos negocios, la suerte me volvió la cara y sufrí con pesar el hundimiento de mis negocios y la caída de mi casa, pero me estoy adelantando.

Nací en el seno de una familia de mercaderes malaquitanos bien establecidos, ocupando el tercer puesto en la línea, precediéndome una primogénita y un hermano mayor. La enfermedad se abatió sobre la casa, como sobre la ciudad, cuando todavía era pequeño, pero sobreviví a la viruela. No así Fátima ni mis hermanos pequeños. Ni los mejores doctores de la ciudad pudieron hacer nada por evitarlo, cosa que tendría que haber aprendido entonces.

Con sólo dos retoños vivos para heredar la fortuna familiar, nuestro padre se encargó de que ambos recibiéramos la educación más exquisita, pero por desgracia Hasam, el primogénito, se vio envuelto en turbios asuntos de nobles y banderías, pasando a mejor vida tras un aparatoso y desgraciado accidente en carreras de caballos en el barrio judío. Las autoridades tuvieron buen cuidado de no revolver el asunto, pues las guerras entre casas de mercaderes y nobles, o la implicación de los judíos en el asunto, podían resultar muy caras en muchos sentidos. De esta manera pasé a ser el único hijo y heredero legítimo del patrimonio de la familia al-Sami.

Ya por aquel entonces era yo responsable y fiable, de manera que tomé las riendas de los negocios y responsabilidades con mano firme y sabia. Parecía que la familia tendría un digno guía. Y así fue, durante muchos años.

El paso del tiempo me convirtió en un hombre habilidoso con las finanzas, mi buen ojo para los negocios sólo se había agudizado y mi mente era aguda y rápida para los cálculos, convirtiendo en mi cabeza dinares, dineros, óbolos, augustales o incluso marcos, en tan sólo un pestañeo. Supervisaba cada detalle, contaba hasta la última moneda, revisaba cada pieza de cargamento y no hacía ascos a comerciar con cristianos, expresándome en su propia lengua romance en interés propio. Me había puesto al frente de un pequeño imperio comercial y lo enfortecí, encargándome de los asuntos de la familia –pues mi padre sufría ya de los achaques de la edad- y bajo mi mando navegaban 3 naves, una de las cuales siempre podía ser cargada hasta los topes de las más caras mercancías; bajo mi ala protectora, dábamos trabajo, cobijo y alimento a no menos de 200 ó 300 personas y trataba con docenas de otras entre las cuales se repartían ganancias y alegrías, pero también preocupaciones y penas. Así, conseguí no ya conservar, sino incrementar el abundante patrimonio familiar.

Los negocios iban tan bien que sentí la necesidad de sentar la cabeza y emprendí un viaje que marcaría mi vida: el de peregrinación a la Meca. Sancionada por el Corán, su realización me convertiría en un hombre piadoso y justo, marcándome más profundamente de lo que había hecho la propia viruela. Y allí, además, encontré el amor. Aquel mismo año me casé con la bella Maryah, me la traje a Malaqa y comencé por fin mi propia familia. Nacieron mis dos hijos, el intrépido Muhammad y Sarah, la niña de mis ojos. Mi brazo, fuerte en las negociaciones, se tornaba blando como pan mojado ante ella y nuestros hijos. Era invitado a fiestas y celebraba las correspondientes, logré ser tenido en cuenta en decisiones que atañían a los grandes intereses de la ciudad y mi voz era escuchada con atención cuando tenía algo que decir. Mi reputación era intachable, nadie podía decir nada malo de mi, salvo, por supuesto, los envidiosos. Nada parecía poder irme mal.

Como suele pasar, cuando menos te lo esperas, te sorprende la adversidad. En el caso de la familia al-Sami esto sucedió al pie de la letra. Fue durante un bello otoño y comenzó por la víctima más inocente. Muhammad, tan afecto a jugar en el puerto, cayó enfermo y la enfermedad se propagó por la familia. La peste había llegado a la ciudad, que rápidamente quedó cerrada en cuarentena, lo que ya de por sí, sin plaga de por medio, era una desgracia por los problemas económicos que acarreaba.

Yo mismo comencé a manifestar síntomas de la enfermedad, apareciéndome bubones en axilas, cuello e ingles. Las hemorragias, las manchas negras en la piel, el dolor, la postración... al final deliraba y escupía sangre. No obstante, al cabo de 2 días, para sorpresa de todos, comencé a encontrarme mejor. Pero para cuando me recuperé mi familia, toda ella, había sucumbido. Un físico(2) había comenzado atendiéndonos, pago desmedido mediante, pero al ver la naturaleza exacta de la enfermedad y el irremisible destino del resto de habitantes de la casa, la abandonó tan rápido como fue capaz. Nunca más supe de él, aunque lo busqué. El Más Grande me había perdonado la vida, pero no a mis hijos o a mi mujer, pese haber recurrido a toda mi influencia, poder y contactos para lograr las atenciones del mejor médico que fui capaz de costear. No sirvió de nada salvo para arruinarme con su salario y las medicinas que recetaba. Maryah, sumergida ella misma en las calenturas de la fiebre, desvariaba y quiso echar de la casa al doctor, por sus prejuicios religiosos, cosa que consiguió al punto cuando murió Muhammad. Luego siguieron algaradas, caos, robos y asesinatos en toda la ciudad, por si no hubiera sido suficiente la sangría de la peste.

Hundido en la soledad de mi casa abandonada de vida, de risas y de carreras, no tuve fuerzas para impedir ningún atropello. La casa fue desvalijada, mis naves, puestas en fuga, mis almacenes vaciados y mis arcas saqueadas vilmente. Pero en mi mente nada de todo aquello tenía importancia. Dios no me había permitido morir. ¿Qué terrible pecado había cometido para dejarme a mi vivo y haberse llevado a mi esposa e hijos? Cuando al fin recobré el sentido y fuerzas suficientes y quise preocuparme por el resto de mi familia, aquellos sobrinos, primos y demás supervivientes, cuando quise volver a empezar y proveer para mi familia, que todavía me necesitaba, a asistir a las viudas y huérfanos de mis empleados, recomponer la ciudad que me había visto crecer y medrar, entonces, vi que la tarea a la que me enfrentaba era imposible. Las riquezas de la familia habían desaparecido y para rematar la desgracia los peores de entre los ricos de la ciudad habían sobrevivido, y los más avaros y desalmados de entre los humildes se apropiaron de lo que no era suyo.

Desesperado, pensé en suicidarme, desencantado con la vida y resentido con aquel Dios cruel que se complacía en mantenerme con vida cuando se había llevado a los que más quería, que había permitido que quedase con nada con que proveer a los míos. Hice algo más que pensar en suicidarme...

Pero Zayd ibn Ghassan tenía planes diferentes para mi. Antes de que el último suspiro de vida me abandonase, me habló entre las brumas de los restos de mi conciencia, en lo que parecía ya un sueño. Me ofreció un futuro infinito en el que cuidar de los míos, en el que librarles del mal y de la injusticia, pero en el que debería renunciar a mi mismo, a mi vida, a mi persona, para poder hacerlo. Dios me había perdonado, había superado su prueba y ahora me ofrecía una segunda oportunidad, una segunda vida más allá de la muerte, para perseguir la Justicia y la Bondad, hasta el final de los días, hasta la llegada de la Gehena. Me pareció que quien me hablaba era un ángel y, siendo un hombre piadoso como era, me arrepentí de mi crisis de fe y abracé la oportunidad... o más bien fue lo contrario. Me abrazaron. Bebí con Ansia la espesa sangre que el inmortal me ofrecía. El resultado fue, como cualquier vástago sabría, el que cabría esperar para un neonato Nosferatu: varios días de convulsiones y espasmos, de dolor, de transformaciones monstruosas cuyo final era la adquisición de una salud y fuerzas inhumanas, salpicados con la Sed. Eso, en sí mismo, supuso otra dura prueba para mi.

Salvé mi vida, mi alma, gracias a aferrarme a la creencia de que suicidándome condenaría mi alma inmortal y merecería el peor de los castigos divinos. El “engaño” de Zayd había surtido efecto. Y, a decir verdad, aunque las diferencias entre lo que él me había dicho, lo que yo había entendido y la verdad resultaban remarcables desde cierto punto de vista, tampoco se podía decir que Zayd me hubiera mentido, ni la realidad distaba tanto de lo que él me había prometido. Desde luego tuve que renunciar a mi mismo, a mi vida y a mi persona. Me había convertido en un Monstruo que sólo podía interactuar con los mortales desde las sombras.

Pero Malaqa tenía muchas sombras, como pronto me mostraría Zayd. Ah, el viejo Zayd. Su nombre completo, el vampírico, era Zayd ibn Ghassan ibn Kamil al-Yara. Y con esos 3 nombres se remontaba hasta el principio de la maldición de nuestro clan(3). O eso decía él. Yo ahora ya no sé qué creer. Tal vez necesite a alguien que me lo explique, que me lo recuerde o que entienda el monstruo en el que me he convertido y me diga porqué debo seguir vivo para siempre. ¿Qué sentido tiene?

[...]

Seguimos habitando Malaqa mientras mi señor Zayd me instruía en todo lo que sabía, en lo que debía saber, en aquello que podía hacer o era conveniente y en aquello que no debía hacer o era poco sabio, en nuestra sangre y sus poderes así como en aquellos otros que moran en las sombras, en los sueños o a las puertas de nuestro plano y de lo que ellos son capaces.

Pronto cobré conciencia de que debíamos dedicarnos no ya a proteger nuestra inmortal existencia, sino la de los frágiles mortales, tan indefensos antes tantas maldades. Apliqué especial énfasis e interés en aquellos que todavía consideraba familia, con consentimiento y vigilancia de mi señor.

Bajo nuestra tutela, Malaqa medró. Recobró la vida que tan apresuradamente había perdido con la irrupción de la peste, el caos fue controlado y sus calles y casas volvieron a llenarse de vida y actividad. Era lo que Zayd llevaba haciendo desde hacía siglos, desde que fuera expulsado de Gadir, la aún más vieja ciudad, por su propio señor, Ghassan, hacía incontables generaciones. Aunque no lo había hecho durante todo el tiempo. Había pasado largas temporadas durmiendo, como antes que él ya había hecho Ghassan, dejándole a él al cargo de la vieja Gadir mientras dormía un sueño sin sueños. Zayd, que había conocido cartagineses, griegos, romanos, bizantinos y árabes, me lo contó todo antes de ir a descansar él mismo y dejarme al cargo de la ciudad.

Soy diferente de Zayd, como él de Ghassan, como será mi chiquillo de mi, y sé que cuando mi señor despierte habrá acabado para mi la estancia en la ciudad que me vio nacer y crecer, casarme y tener hijos. Aunque puede todavía pasar mucho tiempo hasta entonces, esta idea me apena, pero también hace que me esfuerce por mantener la ciudad a salvo, a sus ciudadanos alejados del peligro y a los monstruos fuera de sus murallas. No lo he hecho del todo mal hasta el momento. No, creo que no.

NOTAS

(1) Aproximadamente un banco. Las mesas de cambio, dada la abundancia de tipos diferentes de monedas de diferentes reinos y épocas, eran entidades que se encargaban de canjear unas monedas por otras (en este caso de monedas cristianas por moneda musulmana y viceversa), en base a su peso en plata u oro y a su pureza y estado de conservación (no era raro que los propietarios de monedas de oro las limasen, buscando acumular unos decígramos de oro que al final supondrían nuevas monedas, de manera que un comerciante no sólo tenía que contar las monedas y saber las equivalencias, sino también pesarlas y asegurarse de alguna manera de la proporción de oro que había en las monedas, porque tanto el oro como la plata necesitan alearse para que sean duraderas y poco maleables).

(2) Aproximadamente un médico.

(3) Si no recuerdo mal, los clanes se inician en la 3ª generación. Dado que yo sería un 7ª, mi predecesor sería un 6ª, así que sólo le quedarían el 5º, 4º y 3er puesto hasta los inicios. Yara es un nombre árabe que podría bien fácilmente ser deformado al eslavo Yaga, sí, como el de Baba Yaga. Si te hace especial ilusión podemos tratar de hacer cuadrar esta parte.

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27/05/2014, 21:09
Aigor

Ciertamente no lo veo tan complicado introducir a la gargola en tu historia, sobretodo por como la tenia pensada. Podria ser un "siervo" a tu servicio, el cual simplemente te sigue por que tiene ideales similares a los tuyos. Dando de esta manera una especie de relacion sire-chiquillo que seria similar a la relacion de poder de amo-gargola.

Como te digo la concepcion de esta gargola era mas bien una defensora de Malaga, como el tuyo. Pero me faltaba alguien a quien acompañar.

Te adjunto lo poco que llevo de historia a ver que te parece. Que no te asuste lo corta que es, para empezar las gargolas casi todas comienzan perdiendo la memoria y casi ninguna puede recuperar ni un apice. Si te parece bien la extendere y la amoldare a la tuya.

"Las noches pasan una tras otra oteando el horizonte. La amenaza de la guerra cada vez es mas certera lo cual hace que mi mision sea cada vez mas clara. Malaga no caera. No mientras yo viva.

 

Una sombra sobrevuela el cielo en la noche mientras que la ciudad duerme. Guardiana de la noche la llaman aquellos que la conocen. Demonio los que no, pero eso le da igual. La amenaza cristiana cada vez estaba mas cerca y aun recordaba lo que aquellos que proclaman defender la fe habian hecho a su paso.

 

A ella la habian llamado para defender el ultimo reducto de Al-Andalus.

 

Y habia acudido."

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28/05/2014, 10:20
Excelsius

Pues la verdad es que me atrae, para qué negarlo. No obstante, un chico se te adelantó en lo de ofrecerse a ser mi "chiquillo", lo que no sé muy bien qué tan bueno es, porque no le conozco de nada (no he coincidido jamás con él en una partida.

De momento he sido pre-seleccionado por mi historia, lo que me ilusiona bastante.

Si te parece desarrolla la historia para adaptarla a mi PJ (aunque me parece que se tendría prácticamente sola sin ayuda así como creo que la estás enfocando) y cópiamela por aquí o en un MP y acabamos de hablar, mientras no encuentres a otra gárgola a la que añadirte.

Supongo que lo más justo sería aceptar vuestras dos historias (la del chiquillo Nosfi y la tuya), enviarle las dos a la jefa y que ella decida la que mejor le parezca...

Pero vamos, por lo poco que le he visto escribir a él y lo que te he visto escribir a ti, no tengo duda de cuál de las dos será de mayor calidad (la tuuuuuya).

¿Te parece que lo hagamos así?