Partida Rol por web

Viy

Capitulo uno: Un día de clase

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19/03/2017, 10:50
Seminario de Kiev

Cuando por las mañanas tocaba la sonora campana del seminario de Kiev, todos los seminaristas acudían en tropel desde los distintos barrios de la ciudad. En aquella hora tan temprana comenzaban a abrirse las puertas del mercado, y las vendedoras de buñuelos, de panecillos y toda clase de golosinas, jalaban a los estudiantes; como es de suponer, importunaban más a los que iban mejor vestidos.

¡Señoritos, señoritos, vengan aquí! ¡Vean qué ricos buñuelos, qué tortas, qué pasteles! ¡Son de miel! ¡Una delicia! ¡Yo misma los he hecho! Pregonaba una de aquellas vendedoras.

¡Aquí están los buenos caramelos! Exclamaba otra, ofreciendo algo parecido a lo que pregonaba.

No le haga caso, señorito. Intervenía una tercera. No le compre nada a esa mujerzuela. Fíjese usted en sus manos sucias y en su nariz manchada. ¡Venga aquí, señorito!

Claro que estas bravatas sólo las dirigían a los más pequeños. No se atrevían con los filósofos ni con los teólogos, que sólo se acercaban “a probar" la mercancía, lo que por cierto lo hacían a manos llenas, sin el menor escrúpulo. 

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02/04/2017, 23:07
Demyan Khout

Demyan ya había desayunado modestamente en casa y no se podía permitir gastar un dinero que no poseía al carecer de trabajo. Sus intensos años estudiando le habían quitado haber podido conseguir alguna remuneración y practicaba la austeridad material por imposición. Aunque su padre le había dado algo de dinero lo guardaba como oro en paño y solo para una situación de extrema necesidad que todavía no había llegado.

Demyan se acercaba con su maletín y todo la ropa que le podía hacer falta debido al tiempo estacional en el que se encontraban. Olía el olor que provenía del mercado que producía el pan, los buñuelos, tortas y pasteles. Se acercó para ver la tentación que tenía que superar día a día. Las tortas de miel y los pasteles eran un lujo que no se podía permitir tomar diariamente en casa, y solo con verlas se le habría el apetito pero al contrario que sus compañeros de estudios él no se aprovechaba de las tenderas.  

Aquellas mujeres se levantaban diariamente muy temprano pasando frío y demás para proveer a los estudiantes en su camino al seminario. El hecho de que los más espirituales o mayores se aprovecharan de la situación le provocaba a Demyan un cierto desagrado. Y aunque le sonaban las tripas debido a su muy ligero desayuno se mortificaba con la visión de los dulces para fortalecer su voluntad. El estudiante de teología iba más para saludar a algún camarada de clase que a otra cosa aunque no podía dejar de mirar las nuevas reposiciones que traían las vendedoras. 

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02/04/2017, 23:17
Alexsey

Alexsey se paseó por el mercado con su mochila cargada en la espalda y miraba a las vendedoras que le invitaban a acercarse. Alexsey le respondía con una sonrisa muy impresionante que provocaba en algunas de ellas que le dejaran probar aquellos manjares sin pagar ni una sola moneda. Este día como otro vio la ocasión para sonreír y acercarse a la vendedora de tortas de miel. Viendo que la mujer le respondía con otra sonrisa se acercó con esa cara de angelito abriendo la boca y cerrando los ojos. Esperando que la mujer dejara probar su mercancía en la boca del retórico y que pudiera degustar la miel y su sabrosa torta y de paso tener un desayuno gratis antes de las clases.

Los demás chavales se reunían en torno a él y algunos mayores sin ninguna vergüenza ya estaban metiéndose aquellos deliciosos manjares en sus ávidas bocas. Y le empujaban de una manera descarada no permitiendo el paso a los menores a las filas principales de la vendedora a no ser que la mujer viese algún joven estudiante bien vestido como un potencial consumidor. Entonces sí que se ponía seria la mujer para que dejaran pasar al muchacho que le había echado el ojo. Él como otros tantos niños también llevaba algo de dinero pero no era para gastárselo en estos menesteres sino para otros casos. Y la verdad que bendecía a Dios de que le hubiera dado estos dones en su rostro para poder proveer lo que el bolsillo no podía. 

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03/04/2017, 10:04
Anatoli

Como cada mañana Anatoli pasea saltando y brincando por el mercado dirección a al seminario. No le gustaba el aquel sitio de estudio y silencio sepulcral pero le gustaba aún menos su casa por lo que algo positivo sacaba de su andadura religiosa.

El mercado a estas horas siempre está lleno de mujeres vendiendo o simplemente dando a probar sus productos, al crío como a todos los de su edad le pierden los bollos, las chucherías o cualquier dulce que pudieran ofrecer las vendedoras por lo que no puede evitar pararse y curiosear para ver si cae algo en su poder. Además, se muere de hambre, en su casa tiene suerte si desayuna un trozo de pan con la leche de cabra y esa mañana justo no tocaba. Podría echar mano al trozo de empanada del día anterior que llevaba para almorzar pero prefería reservarla e intentar conseguir alguna otra cosa.

Anatoli se acerca a la mujer que tenga menos compañía ya que todos los niños y adolescentes del seminario se encuentran allí, le da pequeños tironcillos a su vestida y cuando esta se agacha le mira con los ojos bien abiertos y llororos, suplicando algo que llevarse a la boca.

-Señora, ¿es tan amable de darme algo que probar? Mi madre está malita y no ha podido prepararme nada de desayuno.- Si, era una pequeña mentira, a su madre no se le había olvidado prepararle el desayuno, lo había hecho a drede ya que ella y su marido se ponían finos a comer, ¡así están! A pesar de su condición de religioso, el niño no puede evitar mentir.

Por supuesto, cada día que Anatoli efectua este plan no repite la misma vendedora hasta que todas han pasado por su chantaje emocional, entonces vuelve a repetir el ciclo.

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03/04/2017, 16:43
Seminario de Kiev

La vendedora de tortas de miel miro a Alexsey, al igual que él otra docena de niños esperaba la virtud de la caridad aflorara en la vendedora. Anatoli, con su cara de niño, también intentaba arrapiñar algo de comida. Solo el estricto teólogo pretendía mantenerse alejado de las tentaciones de los bollos confitados.

Notas de juego

Para ir viendo cómo va el sistema. Alexsey y Anatoli. Reto de Interacción para “convencer o dar pena a la vendedora” podéis aplicar los rasgos que creáis convenientes, pero indícalo en el apartado de “Notas”. Os recuerdo que solo se aplica un Rasgo y este no ha de ser necesariamente de la misma característica que el Reto.

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03/04/2017, 18:19
Alexsey
- Tiradas (1)

Motivo: Reto de interacción

Tirada: 4d6

Resultado: 3, 1, 5, 3 (Suma: 12)

Notas de juego

~~Entonces según he entendido en las reglas mi tirada sería un 5 +1 por tener el rasgo de sonrisa irresistible es decir un 6 en total.

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03/04/2017, 19:23
Anatoli
- Tiradas (1)

Motivo: Reto de interacción

Tirada: 2d6

Resultado: 5, 4 (Suma: 9)

Notas de juego

5+2 de mi rasgo Teatro por mi gran actuación en mi petición ^^ = 7

¿Escribimos algo en el post? Como veo que Alexsey no lo ha hecho me entra duda.

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03/04/2017, 22:04
Seminario de Kiev

La tendera cede a los encantos de ambos niños, su aspecto descuidado y sus sotanas han jugado un gran papel en la artimaña pero el movimiento con el que han culminado la jugada han sido los pucheros. ¿Que mujer no podría ceder ante tal despliegue de sentimientos?

Notas de juego

No es necesario que escariabais post, solo era para irnos familiarizarnos con la tiradas y el sitema. Pero si queréis escribir algo mucho mejor. Pero voy avanzando para no dejar a Demyan sin post. 

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03/04/2017, 22:10
Seminario de Kiev

Al entrar en el seminario cada uno se dirigía a su salón de clase. Eran aulas amplias, de techo bajo, pequeñas ventanas, grandes puertas y bancos llenos de manchas y marcas. En seguida se animaban con un extraño murmullo, y los estudiantes de años superiores comenzaban a preguntar a los alumnos. Por un lado, algunas vidrieras vibraban por la voz de tiple de un gramático; por otra, vibraban por la voz de bajo de un filósofo o de un teólogo que llenaba la clase con su monótono "bu, bu, bu...", al mismo tiempo que el cuidador, escuchando con indolencia la tarea, miraba de reojo para ver si algo asomaba por debajo de la mesa del bolsillo del alumno; un pedazo de buñuelo, de empanadilla, o de un simple panecillo.

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04/04/2017, 00:07
Demyan Khout

Demyan vio como algunos niños se salían también con la suya en el mercado. Sintió lástima por el hecho de que la hambruna degenerase en tales menesteres. Por otra parte las tenderas también eran mujeres que debían de sacar alguna retribución en su trabajo. Y si la cosa seguía de esta forma pronto tendrían más gastos que beneficios. Demyan sabía del egoísmo ajeno, del mal, del pecado, de la acuciante necesidad de proveerse o abastecerse de lo más básico.

Con un ligero mareo debido a su escaso desayuno siguió hacia el seminario entrando en sus vetustas puertas abiertas que invitaban a entrar. Siguió el caminito de arena que rodeaba el bosque limítrofe al seminario para después llegar a la puerta principal de la gran fachada abierta. Entró por la puerta principal del edificio y subió por las escaleras hasta el piso donde residía las aulas de los teólogos. Se sentó en una de las sillas con mesas y sacó de su maletín una pluma, un tintero, una hoja y la sagrada escritura. 

El sonido de los demás estudiantes de las otras estancias se escuchaba, pero él se mantuvo atento a las exposiciones que se hacían cogiendo apuntes de todo aquello de interés que debería luego consultar en la biblioteca.

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04/04/2017, 00:23
Alexsey

Alexsey sintió la jugosa torta y la melosa sustancia que llenó su pequeño estómago y le dio la vitalidad suficiente para aguantar hasta la comida. Siguió sonriendo a la mujer dándole gracias al creador de que hubiera tenido éxito en su intento.

Anduvo hasta las puertas del seminario e ingresó en su clase. El murmullo continuo de las clases adyacentes se escuchaba como sonido de fondo. Se sentó y depositó su mochila en el suelo para que su espalda estuviera apoyada en algo sólido. Mientras pensaba en el desayuno gratuito que acababa de tomar miraba para la pizarra o la parte superior donde el profesor explicaba como si estuviera atento a la clase que estaba por venir.

Vio al cuidador que paseaba por las hileras de bancos examinando que nadie tuviera la desconsideración de comer en clase. Alexsey no comprendía que hubiera alguien tan tonto que se lo hubiera guardado para comerlo en el aula aunque no se sabía las circunstancias de cada cual. Pero él tenía claro que no iba a guardarse la comida ya que lo más seguro es que antes de entrar en el seminario se la quitaran. De esta forma estuvo tranquilo sabiendo que no tenía nada que ocultar y que su comida estaba a buen recaudo en su estómago.

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04/04/2017, 10:05
Anatoli

"¡Qué rico!" Anatoli no sabía exactamente que era lo que le había dado esa señora pero era un manjar para su paladar. Tras saborear aquel dulce prosiguio su camino hasta el seminario con sus continuos saltitos y brincos característicos en su forma de andar. No parecía un niño triste, todo lo contrario.

Al entrar en el seminario y dirigirse a su aula todo era empujones, intencionados o no, los compañeros le arrollaban debido a su pequeña estatura. Ya está acostumbrado y sabe por donde meterse para evitar la mayor aglomeración y la mirada de sus mayores enemigos, los filósofos, los abusones. No todos claro, al fín y al cabo estamos en un seminario.

Llega al aula como puede y se sienta en uno de los pupitres más apartados para disfrutar de un trocito de empanada de vez en cuando o a acariciar a Horobets para que no haga demasiado ruido. ¡Ah si! Atender también, pero menos.

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04/04/2017, 21:56
Seminario de Kiev

Cuando entraba el maestro en seguida procedía a castigarlos dándoles a los filósofos palmetazos en los dedos, mientras en otro salón un colega golpeaba a los retóricos en la palma de las manos. A los teólogos se les daba un tratamiento diferente: recibían una buena ración de guisantes, que así llamaban a los látigos que en la punta tenían bolitas de cuero.

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04/04/2017, 21:57
Seminario de Kiev

No obstante, lo más curioso de la vida de los discípulos eran las vacaciones, es decir, el tiempo que transcurre desde el mes de junio hasta el final del verano. Al llegar estas fechas los seminaristas regresaban a sus casas y los caminos se llenaban de teólogos, filósofos, retóricos y gramáticos. Los que no tenían familia se las arreglaban para pasar el verano en la casa de alguno de sus compañeros. Los teólogos y los filósofos, cuyos procedimientos e instrucción eran más elevados, se valían de ello para pasar las vacaciones como preceptores en la casa de alguna familia adinerada, recibiendo como remuneración final un par de zapatos o una levita nueva.

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04/04/2017, 21:59
Seminario de Kiev

Todos salían juntos del seminario en tumultuoso tropel; comían y dormían en pleno campo y llevaban un saco como todo equipaje; dentro de él había una camisa y unos cuantos pares de calcetines. Los teólogos economizaban más que sus compañeros, por lo que andaban descalzos y con las botas al hombro, sobre todo si el camino era pantanoso; en este caso se subían los pantalones hasta las rodillas y caminaban así a través de los caminos llenos de lodo.

El tropel iba disminuyendo poco a poco, hasta que sólo quedaban los estudiantes cuyos hogares estaban más lejos.

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04/04/2017, 22:01
Seminario de Kiev

En uno de los afluentes del tropel, uno de los caminos menos transitados, tres seminaristas se encuentran caminando juntos en la misma dirección: un serio teólogo, un imberbe retorico y un joven gramático. Los tres jóvenes se miran con curiosidad, no se conocen aunque se han visto en alguna ocasión en los pasillos del seminario o en las calles de Kiev. Cada uno tiene su propio motivo para seguir ese camino: uno puede que vaya a casa de sus padres; otro a hacer un encaro; o incluso puede que alguno fuera a visitar a su amante, aunque dos de los seminaristas fueran muy jóvenes para esto.  

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04/04/2017, 22:17
Demyan Khout

Le fastidiaba que las clases empezaran con una buena ración de latigazos, pero el orden era lo primero y eso debían de aprenderlo a base de golpear en sus palmas. Demyan todavía no sabía porqué no escuchaban a los superiores y presentaban el porte necesario para evitar los castigos. Pero parecía que el espíritu humano era de por sí rebelde como la primera caída y se inclinaba hacia aquella naturaleza caótica más que hacia el orden.

Llegó el verano y como cada fin de semana pero esta vez más prolongado los estudiantes se iban a casa, algunos tendrían invitaciones de familias pudientes pero otros como el teólogo eran tres meses de ayuda familiar. Otros tendrían otras cosas que hacer pero lo suyo era seguir repasando lo dado en el curso e investigar por su cuenta lo que tendría que estudiar en los años que le quedaban. Cada vez se acercaba más a Dios y a ejercer su sacerdocio, para él era una vida dedicada al creador, un trabajo espiritual y físico, una llamada que había sentido desde muy joven y había correspondido. Dentro de poco recogería todos los dones cosechados y la recompensa sería totalmente gratificante.

Recorrieron el camino transitado de estudiantes cada uno con su saco al hombro y los teólogos todavía más austeros lo hacían descalzos. Aunque siempre había una explicación sin fe que era que no querían manchar ni estropear sus botas. El camino estaba lleno por algunos sitios de lodo y se hacía muy desagradable tener que pasarlo descalzo pero Dios veía el sacrificio y con eso Demyan se reconfortaba. 

Tres seminaristas tuvieron que coger una desviación entre ellos Demyan y otros dos estudiantes más pequeños un retórico y un gramático. Los tres se habían quedado apartado de los demás siguiendo aquel camino sinuoso y estrecho, Demyan miró a los dos chicos con una sonrisa. - Mi nombre es Demyan veo que nuestras casas se encuentran en la misma dirección, será un placer acompañaros. 

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04/04/2017, 22:41
Alexsey

Oh, ¡no, no! Como cada día tenía que aguantar que con la regla le dieran en los dedos. Le producía un escozor que duraba al menos quince minutos sin poder hacer nada que intentar no llorar. Pero sus ojos se ponían acuosos debido a la degradación que tenía que soportar por los demás. Ese era la cruz que debía de seguir pero no quería sufrir más, ya había muchas cosas malas en el mundo sin buscarlas para tener que soportar las que buscaban otros.

Por fin llegaron las vacaciones de verano e iba con todo lo necesario en una bolsa además de llevar la mochila que le servía para no llevar tanto peso en la bolsa. Le gustaba ir con aquellas botas pisando esos caminos enfangados, algunos lo hacían aposta y metían sus botas hasta el fondo del lodo y la sacaban rápidamente con la intención de salpicar las vestimentas de los demás. Los estudiantes eran muy traviesos eso es lo que decía su padre, pero la verdad era que había más maldad que bondad en las cosas que hacían.

Comer y dormir en el campo estaba bien cuando eran muchos pero cuando Alexsey cogió la desviación y solo vio a otros dos compañeros aunque uno de ellos era un teólogo sintió miedo. Aminoró el paso para acercarse al teólogo que se presentó y el tuvo que sonreír con su magnífica sonrisa como había hecho con la tendera para conseguir su apoyo. - Gracias Demyan soy Alexsey y tengo miedo somos muy pocos. - Dijo algo asustado para dar más pena al teólogo y que se apiadara de él. Pues el otro niño era un gramático más pequeño que él y por tanto de poca protección si ocurría algo en el camino.

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05/04/2017, 11:15
Anatoli

A pesar de estar comiendo de vez en cuando Anatoli siempre se las había apañado para que no le pillaran así que jamás le castigaron por ello, eso sí, no digo que no fuese castigado por otras cosas como reirse cuando le propinaban un reglazo a otro compañero. Algunos pensaban que era la personificación del diablo, yo pensaría que tan solo es un niño con falta de cariño.

¡Al fín el verano! No es que le haga especial emoción volver a casa, ver a sus "padres" o poder dormir en su cuarto. Lo que sí le encanta a Anatoli es pasear por el campo, hacer el camino de kilómetros hasta su destino, dormir bajo la luz de la luna, escuchar a las chicharras en el silencio más absoluto. A muchos chicos le daba miedo, a él no pese su edad, ¿por qué? Estaba cansado de tener miedo, no podría encontrarse nada peor que lo que le espera en casa.

Cuando toma el desvío para su pueblo ve como tras de el caminan 2 chicos más mayores, no sabe muy bien como clasificarlos pero no parecen ni agresivos ni peligrosos. Camina junto al río dando pequeñas patadas a piedras e incluso cogiendo de vez en cuando alguna para tirarla. Cuando el más mayor se presenta, se gira y dando saltitos se acerca a ambos y empieza a saltar entorno a ellos.

-Yo soy Anatoli, toli, toli.- se presenta entre risas el pequeño. -¡Yo no tengo miedo! Soy valiente y un granguerrero. Poseo un tirachinas y jamás tengo anginas.- mientras habla sigue saltando alreddor de ambos, feliz y contento porque unos mayores se hayan acercado a el para hablar y no para apalizarle.

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05/04/2017, 13:52
Demyan Khout

Demyan examinó a los dos niños uno de ellos tenía miedo a quedarse con pocos compañeros de clase el otro era un valiente. Demyan miraba a Anatoli dar vueltas rodeándole a él y al otro niño. Primero habló con Alexsey que era el que antes se había presentado. - Alexsey, ¿tienes un crucifijo?, ¿alguna medalla de santo?, incluso pasajes de la biblia o de los salmos de David ayudan a fortalecer el alma contra el diablo. No debéis de temer a los que os pueden inflingir daño físico pero no espiritual, temed más bien a aquellos que os pueden dañar el alma. 

En cambio tú Anatoly te veo como el gran David cuando luchó con Goliat un gigante y lo venció con un tirachinas, pero era porque el señor estaba con él. El señor nos da la fuerza que necesitamos para vencer al mal, así que rezad antes de acostaros y comportaros como si los ángeles os viesen en cada momento. Y dime Anatoly, ¿qué protección tienes contra el mal? 

Demyan les mostró el crucifijo que lo llevaba a modo de colgante en el cuello, - no os olvidéis que los objetos sagrados deben de estar consagrados, y que el objeto en sí no hace nada si el portador no tiene fe en ello.