Partida Rol por web

Me siento algo culpable revisando aquellos armarios, como si violara la intimidad de aquellos chicos, sobre todo cuando encuentro las revistas eróticas que no dudo en tapar con otra cosa para que Eddie no la vea. Sin embargo, cuando encontramos el cuchillo, dedico una mirada al chaval y se lo entrego, no sin antes dedicarle una larga mirada en plan "esto es un caso excepcional" que deja clara mi postura respecto a que porte armas.

Mientras miro un casquillo a la luz de la luna, recordando algunos viejos experimentos en el Instituto usando electricidad, me percato del montón de hojas que caen en el suelo. No le doy mucha importancia - ¿quién no ha visto antes el caer de la hoja? - pero tras unos segundos me doy cuenta de que algo no está bien. ¿Por qué todas caen en el mismo sitio? ¿Y de qué clase de árbol son?

- Bill, ¡eh Bill! - llamo al manitas para que observe.

- ME CAGO EN LA...!! Acabo de cargarme mi mejor juego de ganzuas! de la rabia golpeo la puerta con la palma de la mano... desde luego hoy no esta siendo un buen dia... 

Mientras intento recuperar los restos de la ganzua y la compostura perdida noto la brisa que circula a escasos metros de mi sin darle apenas aprecio... Es cuando oigo a lo lejos la voz de Jeremy llamandome cuando me doy cuenta de que algo pasa...

Sin incorporarme me giro para devolver el grito a Jeremy cuando veo que una montaña de hojas se esta materializando en el patio... vuelvo a mirar a Jeremy, y otra vez a las hojas...

No doy credito a lo que veo pero algo no funciona... aqui no hay ningun tipo de casualidad...

Como acto reflejo guardo las ganzuas y empuño de nuevo la escopeta... - un solo tiro.. un solo tiro repito mentalmente mientras reculo intentando llegar silenciosamente hacia uno de los costados del almacen y quedar asi a cubierto de lo que haya en el patio...

Después de rastrear meticulosamente el barracón de los soldados encontramos cosas bastante chulas, si funcionasen los aparatos electrónicos, claro. Mucha ropa y alguna revista que Jeremy trató de esconderme "Pobre Sr. Thompson, debe pensar que no tengo internet en casa"

Cuando encontramos el cuchillo, daba por hecho que mi profesor me lo quitaría, como venía siendo costumbre, pero algo se le debió pasar por la cabeza cuando me lo entregó con cara de absoluta seriedad y reproche - Gra..gracias - atiné a decir dándome cuenta de la responsabilidad que estaba depositando en mi - no se preocupe, sabré cuidarme - terminé de decir mientras me guardaba el cuchillo en la cinturilla del pantalón.

De repente veo como Jeremy observa por la ventana con cara extraña, y hago lo propio, un montón de hojas cayendo en el mismo lugar...una tras otra...no termino de encontrarle el sentido cuando el profesor empieza a llamar al manitas.

¿Deberíamos salir o quedarnos aquí dentro? - pregunto al Sr. Thompson sin dejar de mirar como caen las hojas una tras otra, mientras preocupado compruebo que el cuchillo se mantiene bien en su sitio.

Bill se esconde ante la repentina, y selectiva, caída de hojas. Tras la esquina del arsenal observa el suceso. Desde un barracón alumno y profesor también ven como de la nada siguen acumulándose hojas cuya procedencia es desconocida.

Poco a poco las hojas van cayendo a mayor velocidad, parece que están obteniendo mas peso hasta dejar de planear. Veis como se van convirtiendo en una masa verdosa y en un minuto pasa a ser una lluvia de un material gelatinoso.
La conversión lleva consigo un crecimiento del montón, ahora charco, hasta transformarse en una masa uniforme de casi un metro de altura. La lluvia cesa y la masa adopta un tono grisáceo a medida que se endurece.

En poco segundos se ha formado una figura cilíndrica que parece anclada al suelo. Su piel, si se puede llamar así, es orgánica, gris y parcialmente transparente, lo cual permite ver como una corriente de fluidos se mueve por su interior.
Carece de extremidades y su base parece introducirse en el suelo, el cual está ligeramente levantado a su alrededor.

De repente emana una luz de su centro geométrico, ilumina a Bill como si de un foco teatral se tratase. Este, sorprendido, retrocede para salir de la linea de visión del cilindro.
La luz interior se torna roja y dos segundos después la zona iluminada se desintegra formando un agujero esférico en una esquina del arsenal.
En la pared se puede ver el corte perfecto justo donde estaba enfocando previamente. El daño solo ha afectado a la pared exterior, sin traspasar mas allá ni llegar a la zona acorazada, como si se tratase de un ataque esférico, con centro definido, y no cónico.
Sea como sea Bill se ha librado por poco. El foco gira rápidamente hacia los barracones, Jeremy y Eddie, precavidos por lo visto hace segundos, se agachan y alejan de la ventana.
Como si se tratase de un faro la luz barre todo a su alrededor, subiendo y bajando en busca de nuevos objetivos.

Cuando el Haz de luz me enfoca retrocedo instintivamente con la mala suerte (o buena según se mire) de tropezar con mis propios pies. En el mismo momento que doy con la espalda en el suelo me doy cuenta de que acabo de salvar la vida de chiripa...

- Por el amor de dios!

Nervioso, y asustado por lo sucedido me doy la vuelta alejándome del engendro, recojo la escopeta y comienzo a caminar dirigiéndome a la parte trasera del almacén mientras intento buscar una forma de introducirme dentro del edificio, subir al tejado o buscar algo con lo que cruzar el vallado... Un vehículo también me serviría...

El corazón me late a toda velocidad. ¡Aquella extraña cosa era una especie de torreta de vigilancia automatizada! ¿Qué tipo de... aberraciones han caído sobre Darkville? Con aquel tambor aún golpeándome en el pecho, me obligo a respirar profundamente y a analizar la situación. Parece que no es un láser, sino que causa una esfera de vacío en un lugar determinado. El problema es saber si puede sobrepasar obstáculos, eligiendo atacar detrás de un muro, por ejemplo, o tiene los mismo impedimentos que un arma: primero tiene que abrir un camino directo hasta su objetivo.

- No te muevas - le digo al muchacho, tirando suavemente de su sudadera para que no alce la cabeza - Voy a intentar algo.

Cojo entonces uno de los móviles, ahora inservibles, de las taquillas, y espero a que el haz de luz pase de largo, para luego lanzárselo a través de la ventana rota a aquella cosa. Tengo que saber cómo funciona.

Tras el primer ataque Bill llega hasta la parte trasera del arsenal. El pequeño edificio está acorazado, su diseño ofrece protección contra ataques y la zona que alberga el armamento parece impenetrable sin los medios necesarios. Sin embargo subir al tejado es tan simple como saltar y agarrarse a un pequeño saliente.
El tejado abombado apenas está a tres metros del suelo, llegar de píe a la parte delantera alertaría al enemigo.
Desde allí poco puede encontrar, a lo lejos ve un par de vehículos militares pero antes debe cruzar el patio. Y aún así seguramente no funcionen.
En una esquina del muro exterior hay una torre, se podría saltar a fuera desde allí aunque la altura ronda los seis metros y podría resultar peligroso.

Al otro lado del patio Jeremy hace que Eddie se esconda, el adolescente obedece no se sabe muy bien si por miedo o por respeto al profesor. Este lanza a través de la ventana uno de los inservibles teléfonos, sin embargo la distancia es grande y se queda corto.
En cuanto el objeto entra en la luz el haz lo sigue hasta detenerse, cuando logra apuntar durante un par de segundos la luz roja vuelve a aparecer y poco después tanto el teléfono como parte del suelo desaparecen.

El faro continúa su rastreo de la zona, levantando y bajando el haz para barrer un área mas amplia.
Un nuevo fogonazo en el vórtice anuncia nueva actividad, quién sabe que será lo próximo.

Mirando el fogonazo proveniente del vórtice, pero sin asomar la cabeza, pongo mala cara - Esto no pinta bien, profe, deberíamos largarnos - dicho esto, busco una ventana por la que poder salir al otro lado del edificio, para no tener que exponernos a ese haz de luz, que parece ser la fuente de los "ataques" de esa criatura.

Si aprovechamos esa luz, podríamos entrar en la armería, sólo necesito acercarme un poco y lanzar algo hacia la puerta - le digo al profesor - aunque una vez hecho el agujero, no tengo ni idea de cómo podríamos entrar con "eso" vigilando - dicho esto, recojo un par de móviles para emular el señuelo que ha realizado el profesor.

- Bien... comprendo... no es rápido. Se moverá a aproximadamente medio metro por segundo, y aún necesita unos segundos más para apuntar... eso nos daría tiempo para... - mi mente analítica empieza a intentar buscarnos una salida, aunque está claro que si me paro a pensar lo que está sucediendo en realidad, me volveré loco. Los seres humanos somos criaturas facinantes: somos capaces de normalizar situaciones extravagantes sólo para mantener nuestra cordura, y eso es lo que yo estaba haciendo ahora mismo. Estaba retirando todo mi miedo a un rincón oscuro de mi mente para intentar salir vivo de alli con ese hombre y el joven Eddie. El mismo Eddie que me acaba de sugerir una muy buena idea - Claro, buena idea Edward... oye, ¿tú te mueves bien con esos patines?

Mi idea era que aquella criatura no tenía una gran velocidad, y el chico podría patinar a su alrededor una vez hubiera agujereado la puerta, y así darnos tiempo a Bill y a mí para coger algún arma, o incluso una granada, para matarla.

Escondido, tumbado en la parte trasera del tejado de la armeria, me quedo mirando al cielo intentando calmar mi adrenalina...

En cuanto consigo calmarme un poco cae otro rayo... destello... cosa del vortice y me vuelvo a activar. No puedo quedarme a la intemperie esperando que otro bicho diferente venga a buscarme...

Intento asomarme un poco para mirar la ventana donde estaban jeremy y el chico pero me doy cuenta de que voy a ser demasiado visible... asi que decido bajar de nuevo por detras del tejado y acercarme al costado del almacen que qede mas alejado del monstruo para tener mejor visual con los chicos pero no con el bicho...

Se me esta ocurriendo una idea...

Miro hacia los barracones pero no veo ni al profesor ni al chico asi que me decido por encaminarme hacia el lado opuesto en direccion a la torre... la puerta esta abierta!

Camino vigilando no quedar expuesto acercandome tanto como puedo a la puerta sin dejar que esa cosa me vea... cuando estoy a unos 22m vuelvo a comprobar que no me vea el engendro y comienzo a prestar atencion a la torre... contando cuanto tiempo tarda en pasar cada foco... comprobando si el tiempo es regular o no... tengo que tener en cuenta que el fogonazo no daña automaticamente... pero tarda poco...

Dios!! Que bien me iria una distraccion...

¿Que si me muevo bien? ¡¡Mejor que andando Sr. Thompson!! - mi rostro se ilumina al sentir que puede que haya algo que sólo yo pueda hacer, y si está relaccionado con patinar mejor aún - ¿Qué quiere que haga?

Mientras hablo con el profesor voy preparando los patines para ponérmelos en cuanto me explique el plan.

Aprovecho para buscar una forma de salir que no me exponga directamente al extraño artefacto.

El "faro" demuestra ser mas lento de lo que se podía esperar de un ser, a falta de un termino mejor, con tal poder destructivo.
Sigue buscando nuevos objetivos mientras Eddie se asoma por la esquina del barracón. Se ha puesto los patines a la espera de que su profesor le indique el plan. Deja pasar el haz y se asoma para comprobar si la luz modifica su recorrido, sin embargo sigue dado la vuelta y alternando la altura para barrer una zona mas amplia.

Mientras tanto, Bill se mueve por detrás del arsenal. Permanece en un punto ciego para el faro, el haz pasa por el muro incluyendo una torre de vigilancia y después salta al arsenal cuando el edificio se interpone.

Desde el barracón Jeremy observa toda la escena, analiza los movimientos del enemigo sin asomarse mas de lo necesario y ocultándose cuando el haz se acerca. Se ha aproximado a la esquina para hablar a través de la ventana con Eddie, en un par de intentos además ha logrado abrir la ventana para poder salir al exterior y ponerse a cubierto si la situación lo requiriese.

Todos permanecéis preparados para burlar el haz, es cuestión de segundos pero aún así parece que tenéis ventaja debido al tiempo que tarda en ejecutar su ataque.

- Bien, escúchame atentamente. Esto es muy peligroso... pero sé que podrás hacerlo - le dijo finalmente. Espero que el chico no sepa nunca lo culpable que me siento por proponerle algo así, pero estamos desesperados. Aún no sabemos dónde se encuentra Bill, y si sigue vivo, espero que sepa lo que hace - Esa criatura es lenta de movimientos, y además, tarda unos segundos en disparar. Lo que necesito es que guíes su foco hasta la puerta del arsenal. He visto que dispara en un punto fijo, así que necesitaría que estuvieras pegado a ella para que cuando reviente, sea la puerta y no el aire - o tú, claro - lo que desaparezca.

Utilizo mis mejores palabras de profesor de instituto de secundaria para que no haya lugar a errores en mi explicación. Cuando esté ahí fuera, estará solo.

Con una mano agarro los destornilladores y con la otra la escopeta (lejos del gatillo) y espero a que pas el haz por ultima vez... cuento 3 y salgo corriendo como alma que lleva el diablo

Confie en mí, lo tengo controlado - le digo a mi profesor guiñandole un ojo a pesar de que no podía verme, como acto reflejo.

Ajustándome la gorra como costumbre adquirida a la hora de patinar, salgo a enfrentarme con esa especie de faro destructor, sé que soy rápido, más que esa luz, y que sin duda podré distraerla lo suficiente para que los demás puedan moverse libremente. Doy una vuelta a su alrededor intentando llegar al almacén blindado, donde se supone que guardan las armas los militares.

Una vez por allí trato de engañar a la luz - Tranquilo Eddie -  me pego a la pared de la armería - ahora espera a que se ponga roja, como antes con el móvil - casi pensaba en voz alta para tranquilizarme a mi mismo - En cuanto esté roja saltaré hacia allá y no pararé hasta llegar detrás del siguiente barracón, sí, puedo hacerlo, estoy seguro.

En cuanto pasa la barrida del faro Bill inicia una carrera hacia la torre de vigilancia instalada junto al muro exterior. A mitad de carrera su pie choca contra un pequeño desnivel del suelo y el hombre cae aparatosamente.
Pese a llevarse un fuerte golpe en la rodilla se levanta rápidamente y a duras penas logra llegar a la torre para ponerse a cubierto.
Su caída debería haberlo servido en bandeja para el faro, sin embargo parece que hay algo que lo mantiene ocupado. A unos cincuenta metros de Bill el haz de luz persigue a un patinador. Con dos metros de ventaja sobre el foco Eddie se introduce en el arsenal y se gira para vigilar al enemigo. Una vez se fija el haz aparece la luz roja en el cilíndrico cuerpo, en ese momento el joven se aparta y un segundo después parte de la puerta blindada desaparece.

El corte es perfecto, pese al grosor y fortaleza de la puerta ahora ésta tiene un agujero de casi un metro. A través de él se puede ver una habitación de unos cinco metros por tres llena de armarios. A primera vista la mayoría están vacíos, pero hay tres con al menos una docena de rifles, pistolas y munición para estas armas.
Al fondo hay un par de cajones pesados y una carretilla para transportarlos, aunque ahora mismo no pasarían por el agujero de la puerta.

Antes de que el haz se vaya a buscar nuevos objetivos Eddie puede ver que los armarios están cerrados con llave y que sus puertas son de rejilla metálica. Después la habitación queda a oscuras y apenas se ve.

Mientras tanto Jeremy observa satisfecho como su alumno ha cumplido el plan con éxito. Se mantiene oculto cuando pasa el haz y logra ver en una barrida como Bill llega a su destino.
La torre está vacía en su base, al subir al primer piso lo único que encuentra son los restos de un furtivo almuerzo y un libro de sudokus a medio hacer.
Aunque desde la torre se puede ver el faro es sencillo mantenerse lejos de su haz.

Sé de buena tinta que en Méjico y en España practican un deporte llamado "Corridas de Toros", en las que valientes muchachos se enfrentan a enormes toros bravos arriesgando su vida. No me gustan nada, me parece una práctica bárbara, pero viendo cómo Eddie arriesgaba su vida patinando alrededor de aquella extraña criatura con forma de faro, comprendí la emoción que sienten los fanáticos de los toros. Allí estaba él, moviéndose con ligereza y eligiendo el momento justo para esquivar el haz de luz para agujerear la puerta del almacén. Contengo una exclamación de júbilo para no llamar la atención de aquella cosa y le dedico mi más agradecida sonrisa y un pulgar alzado al joven mientras se aleja para ponerse a salvo.

Sin saber - el único que ha podido acercarse tanto ha sido el muchacho - en qué estado se encuentra el interior de la armería, elijo el momento adecuado para salir de mi posición de seguridad hasta el agujero de la puerta. Una vez dentro, con mantenterme agachado, estaría alejado de esa cosa.

- Maldita sea... 

Escalón tras escalón, mientras subo las escaleras de la torre cubierto por sus muros, lamento mi torpeza...

- Como puede ser que no haya visto esa piedra... ahora mismo podría estar muerto!!!

Una vez llego a la parte superior de la torre echo un vistazo con cuidado a la ciudad en busca de "ALGO MAS" que venga a matarnos... el destello que he visto desde lo alto del tejado de la armería me ha dejado mas intranquilo si cabe.

Unos segundos después miro al patio donde esta el monstruo... todo parece en calma... hasta que veo aparecer la cabeza de Jeremy...

- Pero que hace? Parece que pretenda salir co...

Inmediatamente decido intentar echarle una mano... probablemente este demasiado lejos del monstruo y probablemente se guíe solo por la imagen y no por el sonido pero si consigo abrir esta ventana, es posible que pueda hacer ganar unos segundos a Jeremi... unos segundos vitales...

Wow!! - en cuanto estuve a salvo pude celebrar la jugada como se merecía - ¡¡En tu cara!! - le digo al faro misterioso.

A continuación contemplo como entra el Sr. Thompson en la armería e, imitando su jugada, paso por el agujero para investigar lo que ocultan las gruesas paredes acorazadas.

El faro no da a basto con tanto movimiento a su alrededor. No logra fijar ningún objetivo y se limita a saltar de uno a otro a medida que los pierde de vista.
Sigue a Jeremy hasta que entra en el arsenal, después salta a Eddie pero el joven entra en la cámara de un salto. Cuando va a fijarse nuevamente en el profesor descubre a Bill saliendo de la torre de vigilancia. Ha intentado escrutar la ciudad en busca de nuevas amenazas, pero a excepción del vórtice y sus irregulares fluctuaciones no se puede ver nada en movimiento entre tanta oscuridad.

Una vez dentro alumno y profesor observan los diversos muebles, blindados y bien cerrados con cerraduras y candados. Incluso los cajones tienen un complejo candado que requiere una llave. Es de suponer que el hombre que estaba en la antesala se encargaría de suministrar las armas bajo pedido expreso. Pero esté donde esté ahora parece haberse llevado con él todas las llaves.

Bill llega sano y salvo a la parte trasera del arsenal, conociendo la mecánica y ritmo del faro podría entrar con facilidad en la cámara. A no ser que su rodilla vuelva a sentir atracción por el suelo.