Partida Rol por web

El acta de Keene. Es Agosto de 1977, y los periódicos no hacen otra cosa que anunciar una posible e inminente ilegalización de los vigilantes. Atrás ha quedado el refugio del Búho Nocturno, ni las apariciones de Espectro de seda o el mismísimo Dr. Manhattan. Cada vez se dejan menos ver entre las calles, y se les conoce por otros actos. Sin embargo, todos siguen odiando a Rorschach, pues es el único que, al igual que vosotros, pelea por mantener las calles limpias, pese a quien pese.

Las huelgas de meses atrás, desde la muerte de El Congresista, se han continuado sucediendo. Keene va a dar una conferencia de campaña, para que la gente contemple de su misma boca la enmienda que ilegalizará a todos los vigilantes de por vida. Una vez más, Rorschach, mediante su habitual método escrito, os convocó en un edificio, concretamente en una residencia vacía entre las plantas medias, justo enfrente de donde Keene iba a presentar su propuesta.

Es justo aquí -dijo viendo al político mientras hablaba barbaridades sobre los vigilantes en general justo en la acera de enfrente-. Sólo necesitaría un disparo, un disparo certero. No he podido pedir ayuda al Comediante: está blindado por nuestro presidente, y no me quiero imaginar porqué... Bien -Rorschach dejó de mirar a la ventana y se dió la vuelta-. El plan es simple: cuando acabe y se meta en el coche con su comitiva y guardaespaldas, Keene rodeará este edificio y tomará el túnel hacia el este. Hemos de impedirlo. Le esperararemos en la boca del túnel, y le traeremos aquí, una vez atado y sin posibilidad de escapar. Éste será nuestro centro de operaciónes... ¿Alguien sabe algo de la rata?

Tras el final de Li Peng, esperaba que al menos el tema del topo estuviera sanjado, pero hasta que Rorschach no les contactara de nuevo no sabría una respuesta clara, de lo que si estaba segura es que ella seguía convida y decidida a ayudar en lo posible a su vigilante favorito.

No tardo en aparecer; libre de gabardinas y molestas ropas que no le ayudaran en su labor de vigilante, marcando su figura y con una sonrisa en los labios al hacer recuento y ver que no había caído nadie mas desde la elección del asiático.

-Simple y efectivo Rorschach.-Alago su plan, decidiendo obviar el comentario sobre el Comediante, a quien le "admiraba" de una forma distinta.

-Pero mientras esperamos... ¿Creéis que el topo era Li Peng? Después de todo nadie mas a caído verdad, creo que estamos todos... todos lo de la pasada vez en el nido.-Era una pregunta formulada para todos, pero sobre todo esperaba una respuesta de su manchitas.

Sir Rory empezaba a sentirse inquieto. Solo quedaban 4. Y, segun las palabras de Roscharch, al menos uno de los restantes era un malnacido.

Se acercó a Zurraley, y le dijo en privado, susurrando:

- Joven, se que te señalé en cuanto comenzamos nuestas reuniones. Debo confesarte que ahora siento que me equivoqué contigo. Solo quiero anunciarte que si mi muerte es cercana, es mas que probable que sea por mis próximas palabras. Y si esto se cumple, creo que sabrás que hacer. No me importa morir, ya he tenido una larga vida, por lo que si próximamente no estoy entre vosotros, dejo en tus manos el destino de los vigilantes, puesto que confío en ti.

Anduvo hacía estar en una posición equidistante a todos los presentes. Miró a Roscharch.

-Roscharch, ya hemos caido muchos, y esto no puede seguir asi. Hay que eliminar el cáncer desde dentro.- Miró al resto-

-Se acabaron las contemplaciones. Estoy harto. No puedo llevar mas muertes a mi espalda. Demasiados inocentes. Tu, maldita infiltrada - Señaló con el dedo a Sadira - ya has hecho suficiente daño. Te delataste para mi al intentar formar una alianza, mas aún coincidiendo con la muerte de otra infiltrada. ¿Demasiado sola? ¿Somos muchos para ti? No me creo nada de lo que digas. He ido a por ti desde hace un tiempo y cada vez lo tengo mas claro. No pararé hasta que estés muerta y el resto de nosotros podamos descansar.

Zateen escuchó el plan del Rorschach con atención y le parecía arriesgado, aunque necesario. Debían hacer algo, pues sus números disminuían increíblemente. No eran muchos pero estaban más cerca de ser eliminados.

Las palabras de Sir Rory la inquietan un poco y espera un momento a que termine de hablar. Luego, mira a Sadira y le dice - Creo que tiene razón en lo que dice - poco hablaba como siempre pero no por eso su voz tenía menos eco en aquel lugar. - ¿Por qué la alianza? ¿Acaso Alone era la única compañera real? ¿Serás tú la zanguijuela? -.

Miró a Sir Rori con cierta desgana.

-¿Alianza? Dije que confié en Zurraley y Peng porque ayudaron a inculpar a Alone... ella era una traidora y Li Peng y ellos la encontraron,  eso para mí eso los hacía inocentes, no tiene ningún misterio, por eso dije que creía en ellos. Lo de buscar aliados se parece más a lo que acaba de hacer Sir Rori apelando a Zurraley.Hasta que Rori ha hablado- miró a Zateen- creía que tú eras la infiltrada porque votaste a Zurraley cuando demostró ser inocente votando a Alone. Pero viendo la acusación sin fundamento de Sir Rori y que el que busca un culpable al azar entre los que menos hablan es él, lo tengo más claro. Es la misma estrategia de Alone, hablar mucho y apuñalar por detrás al más débil. Pero hay algo que Sir Rori no os ha contado... suponiendo que él sea el traidor.

Habían intentado hacerlo de día y ahora de noche.

-Esta noche no ha habido muertos porque me he defendido. No sé quien me ha atacado, no pude verle la cara, pero empiezo a creer quien ha sido dada su acusación. Creo que quiere acabar de día lo que no pudo hacer de noche... quiere asegurarse de que a quien ataque esta noche sí muera y no se defienda.

Zateen escucha a Sadira y comprende sus argumentos. Realmente, Sir Rory había guardado mucho silencio hasta el momento y ella siempre había sospechado de él.

- ¿Te atacaron? Afortunadamente pudiste protegerte, pero ¿Cómo sabemos que no es una estratagema de tu parte? - mira a Sir Rory y espera que éste de razón de las palabras de la vigilante rubia de cabellera larga.

Es entonces cuando Zateen analiza un poco más sus palabras y dice - Voté por Zurraley dada la cercanía que Alone mostraba hacia ella. Además, sospechaba de Li Peng y bueno... Sus silencios me parecían peligrosos. Es todo. Afortunadamente, no secundaron mi voto -.

Sir Rory miró a Sadira, y le dijo:

-Maldita mentirosa... Me remito a tus palabras que tan grabadas se quedaron en mi mente. No fueron otras que: "¿Sabéis a quien debemos votar?" Esto, ya de por si, es intentar formar una alianza. Una alianza además, mayoritaria, ya que solo quedabamos 5 e intentabas votar en grupo con otros 2. Por supuesto que hay factores de mi que no conocéis, y es lógico debido a nuestros breves encuentros. También dices que voté a quien menos hablaba. Eso solo fue al principio, en nuestra primera reunión, puesto que no tenía suficientes fundamentos en los que basarme. Luego te examiné y día a día me pareciste mas sospechosa. Y, sinceramente, no creo que seas de las que menos participa en nuestras reuniones. 

-Es más, me acusas de algo que tú estas haciendo: La primera semana votaste a Vorian, quien solo se presentó. En tu siguiente votación hiciste lo mismo con la callada Zateen. Creo que eres tu la que estabas intentado apuñalar al mas débil, solo que tu estrategia se ha visto alterada por la crudeza de mi acusación.

Habló en general:

-Yo jamás le diré a nadie a quien debe votar, ni me guiaré por lo que me digan otros. -miró a Sadira- Y puedo asegurarte, ya que no has podido escucharme, que no he intentado influenciar en el voto de Zurraley ni sentirme influenciado por el suyo. Solo le hice una observación que podría salvaguardar el destino de los vigilantes.

Miró a Zurraley y le dijo: -¿Verdad?

A pesar de que pensaba que todo eso había acabado por la falta de un muerto por parte del traidor. Todos estaban muy nerviosos y mas habladores de lo habitual, eso en parte le gustaba no seria la única voz a parte de la del vigilante que las reunió. Pero por otra parte eso significaba que estaban nerviosos y seguramente de continuar el traidor seria quien mas nervioso estaría a estas alturas.

EL tacto del ingles le pareció extraño, pero escuchar palabras de alago y una disculpa oficial, siempre es agradable y a Zurra eso le encantaba, bañarse entre alabanzas siempre era su prioridad y mas ahora con los malos tiempos mordiéndoles el culo.

La charla empezó a acalorarse y la luchadora tanteo el ambiente.
-Claro que no Rory, creo que te llamabas así, ¿Verdad? Nadie puede condicionarme y si me doy cuenta de que lo ha hecho puede ir preparando una cita para el dentista.-Le encantaban esos "juegos de palabras".

-Pero analizando la situación. Si Sadira, dice la verdad, luego el culpable estaría entre tu que buscas apoyo o Zaeta que me voto el día anterior. En cambio si ella mintiera-Señalo a la modelo- Esta claro que seria porque es la culpable y a querido jugar una arriesgada carta de no matar a nadie para parecer inocente alegando que se ha protegido esta noche. Teniendo en cuenta que solamente somos 4, personas 5 con Rorschach. ¿Dime Zeetan cual crees tu que es la mejor teoria?-Zurra tenia clara cual de las dos le parecía con mas sentido, pero quería conocer las opiniones del resto.

-¿Esta chica se llamaba Zeetan, Zakela, Zaeta? mmmm....

Zateen sonríe levemente ante el juego de palabras de la luchadora y carraspea - En realidad, soy Zateen, aunque no es importante - mira a Zurraley para luego observar a los otros vigilantes con vida.

- Ciertamente, tiene mucho más sentido la teoría de Sadira. Además, la facilidad con la que Sir Rory siguió a Alone en la incursión contra el Congresista podría explicar un poco la situación - asiente y acomoda su cabello mientras observa a Sadira.

- Es una suerte que hayas podido protegerte esta vez, entonces - dice para luego voltear su rostro hacia Sir Rory. - Confiesa si los crímenes de los cuales se te acusan son ciertos y tu muerte podría ser rápida -.

Estaba claro que si Sir Rory no era un infiltrado lo disimulaba muy bien. Esa era la impresión que le daba a Sadira.

-Les pregunté a ellos dos si sabían a quien debíamos votar porque habían acertado con Alone, en el caso de Zurraley casi desde el primer día. Creía que ella o Peng podrían saber algo, que habían espiado a Alone de alguna forma y que por eso la acusaron. Quería saber si habían vigilado a alguien más del que supieran su culpabilidad... y por eso la pregunta. ¿No te parece lógico que buscara la verdad? ¿que preguntara a los que habían demostrado su valía? Porque tú has hablado mucho pero de momento tampoco es que hayas demostrado nada... lo siento pero visto como actúas tengo que sospechar de ti.

Ella era una investigadora más que una chica de peleas como Rocharch, y prefería estar del todo segura en su acusación, que por otro lado le parecía la más acertada... aunque eso no quitaba que también hubiera podido defenderse la noche anterior.

-Ayer pude defenderme, aunque eso me dejó agotada y no creo que pueda defenderme hoy. Si hoy no encontramos al traidor la cosa podría terminar muy mal para todos. Quedamos solo cuatro, así que debe de quedar un solo traidor, o ya estaríamos jodidos. Y todo apunta a quien me ha acusado... una de las razones por las que hoy no he hablado hasta que lo habéis hecho los demás era para ver quien me acusaba. Si el traidor pensaba que no podía matarme de noche, lo más lógico sería acusarme de día para asegurarse. Además, supongo que me eligió a mí porque Zateen desconfiaba de Zurraley, y de haber quedado los tres solos podría azuzaros a vosotras dos con la excusa del voto de ayer. 

Sir Rory miró a Zurraley, y le dijo:

-Por favor, llamame Sir Rory, para mi si que es importante.

Acto seguido se dirigió a Zateen:

-Yo jamás seguí a Alone. Cierto es que la defendí en una ocasión, en nuestra primera noche, puesto que como comenté anteriormente, al ser tan extravagante escapó de mis sospechas. Creo que te refieres a los acontecimientos de la noche del gobernador. Si recuerdas, tomé la delantera. Solo informarte que llegué varios minutos antes de ustedes con la mera intención de cortar la comunicación y eliminar a quién podía dar la voz de alarma. Fue el resto de ustedes quien fue en grupo hacia el edificio, y alli fue donde me reuní con ustedes, cuando ya tenían gran parte del trabajo realizado. Yo fui quien cortó la luz al escuchar un grito agudo. Me estremecen los gritos de pánico y sabía que ninguno de los guardias se rebajaría a hacerlo, solo por vergüenza. Pensé que podrían estar en peligro y actué en consecuencia a ello. Me basé en nuestro trabajo sin hacer pesquisas entre nosotros puesto que nuestra misión era clara e importante. 

Despues se dirigió a todo grupo, sin mirar a Sadira:

-Bien, veo que harto desconfiáis de mi. Y bien sabía que mis palabras podían llevar a mi muerte. Tal como pensaba, esta puede ser mi última noche. No es algo que realmente me importe ya que mis andanzas han sido longevas. Pero lo que sí que realmente me importa es preservar el destino de los vigilantes.

-No quería llegar a esto, pero ya no tengo nada que perder.

Sir Rory miró con desprecio a Sadira, le dió la espalda y se quitó la máscara enseñando su rostro a los demas asegurandose de que Sadira no la viera.

-Este es mi verdadero rostro. Yo si fui realmente atacado. Años ha de ello. Fue un zapatero. Un zapatero obsesionado con la piel. Un zapatero que me sonreía cuando iba con mi madre a remendar mis botas en un callejón de Picadilly.

-Quiso aprovechar mi la piel de mi rostro para forrar un sombrero. El sombrero que actualmente visto. Él lo tenía como un trofeo en una vitrina de un cristal mas duro que el acero, en una colección compuesta de decenas de zapatos y docenas de sombreros de distinta índole.

-Yo solo era un adolescente pero sabía que llegaría el momento de recuperarlo. Esa es la razón por la que llegué a convertirme en vigilante. No puedo permitir el sufrimiento ajeno de personas inocentes. No cabe en mi cabeza. Hace mas de 50 años de estos macabros acontecimientos y aún recuerdo la sádica mirada del viejo mientras arrancaba mi piel a tiras. Me aseguré de que ese viejo sin escrúpulos no pudiera completar su colección.

-He decidido mostrarles a ustedes mi rostro debido a mi absoluta convicción de que la joven a mi espalda es la rata. Ya saben quien soy. Puede que muera esta noche, pero si no lo hago y perece alguien más, quien reste puede buscarme de día. Ya no puedo ocultarme en una máscara para ustedes. Ya saben más de mi que de ella.

Sir Rory se puso la máscara y miró a Sadira. 

-Creo que también mientes en cuanto a tu defensa de esta noche. Creo que es parte de tu estrategia. Has decidido no matar a nadie para poder usarlo en tu beneficio. Para tener una excusa, al estar sola, si alguien te señalaba tal y como yo he hecho. Solo la rata podría mentir en esto con el total convencimiento de que ninguno de los demás ha sido atacado. Los vigilantes pueden creerte al no haber sido atacados y esperar que alguno lo fuera, al igual que las pasadas noches. Te aplaudo por tu elocuencia, pero a mi, chiquilla... a mi no me engañas. 

ZurraLey asintió a la petición del ingles.-Te entiendo, no soy buena con los nombres.-Le contesto antes de que el continuara hablando y mostrando su triste pasado, hasta les mostró el rosto algo que le hizo mirar para otro lado.

-Por favor... no hacia falta mostrar tu cara.-Eso le hizo pensar de manera incomodo como se vería su manchitas, por habladurías, decían que el solo ocultaba su rostro como lo hacia ella u otros muchos vigilantes, pero también pensaba eso del Sir y ahora que sabia la verdad estaba un tanto indecisa.
Eso le hizo coincidir mirada con Rorschach o eso pensaba ella, era un tanto difícil saber a donde miraba con exactitud.

-Concéntrate Leslie esto es importante.-Se reprocho antes de volver al tema del traidor y ahora que todos habían hablado tenia una idea mas clara de todo aquello, claro que ella no era muy buena con eso de la investigación.

-Yo pensaba en la niña como culpable por su comportamiento y sus sádicas historias, alguien así no puede ser muy normal por otra parte la historia del zapatero y la piel es igual de perturbadora... Pero dejando eso a un lado, creo ahora mismo en dos como posibles traidores, claro que me baso en lo que alguien tiene que contar al otro así que... Por un lado esta Sir Rory, quien se le nota acorralado por miedo a salir elegido y nos lagrimea con su historia, no tiene otra. Y Zar... perdón... Zateen, quien a pasado a un lejano segundo plano gracias a que la lucha parece entre el ingles y la modelo. Y manteniéndose frente, al frente mas evidente: que Sadira se ha protegido esta noche del traidor y apoya a esta para evitar ser señalada-Esa parecía la mejor forma de expresarlo, la verdad es que no tiene por costumbre tener que plantear las cosas, ella era mejor tantear con sus puños.

-Por otra parte la teoría de Sir podría ser muy cierta, el traidor no mata a nadie sabiendo que mañana seriamos 4 así se pone la medalla de que ha sobrevivido por los pelos, librándose del voto de los demás el nuevo día, así solo quedan 2 para asesinar después, con lo que quedaría en un 1 contra 1 al día siguiente donde seguramente lo tendría todo preparado para acabar con quien faltara.-Miro a Zateen.

-Ambas pueden ser ciertas ¿No? Que piensas, ¿Crees que alguno de nosotros es capaz de hacer algo así?-Una vez mas parecía preguntar a una única persona, pero la pregunta estaba dirigida a todas.

Zateen mira a la joven de cabello fucsia y dice con simpleza - Creo que el hecho de que alguien me acuse es lo que el último traidor quiere. Desviar la atención de los verdaderos culpables - dice con decisión.

- Siempre he trabajado en las sombras, en un segundo plano. Estar en segundo plano no es algo extraño, pues siempre he trabajado de esta manera y mi voto hacia ti fue falto de intenciones. Al ser una de las personas que más hablaba, encontré esta actitud una posible fachada, al igual que sucedía con Alone. La chiquilla no guardaba silencio y resultó ser uno de los traidores - hace una pausa para continuar.

- Creo también que la historia de Sadira es poco probable, pues llega a manifestarlo sólo cuando creemos estar cerca de terminar con la única rata que queda. El hecho de que Sir Rory haya destapado su rostro no es complaciente para mí, pero puede mostrar un punto fuerte en la discusión. Quisiera creer en su versión, realmente, pues se ha atrevido a develar su secreto, cosa que ninguno de nosotros ha hecho - su sonrisa es pequeña.

- No puedo convencerte con relatos como el que nos ha contado nuestro vigilante londinense, pero te aseguro que soy inocente - decía a Zurraley firmemente. - Tienes derecho a desconfiar de mí, pues eso hacemos todos, pero te aseguro que de votar por mí y ser eliminada, la ecuación que presentas se cumpliría en favor de los traidores. Si me votas, estarás cometiendo un error. No desperdicies tu voto conmigo -.

Cuanto hablaba la gente, ¿Ella había hablado tanto? Seguramente si.
-¿Entonces crees que lo que dice Sadira es mentira? Estas a favor de Sir Rory entonces.-Directa y escueta, ademas los demás aun tenían derecho a hablar, no era buena monopolizar la conversación y mas cuando eran tan pocos.

No reaccionó al ver el rostro de Sir Rori. Si quería intimidarla, no iba a hacerlo.

-Bien, si quieren creerle a él os daréis cuenta del error cuando muramos todos. El primer día os conté la historia de los violadores porque ahí es donde aprendí a defenderme en caso de que intentaran atacarme. Podéis creerme o no, pero así es. Solo lo dejé intuir el primer día y no lo revelé directamente por si se podía evitar una muerte. Ya que no creo que me atacaran si me creían capaz de defenderme, incluso lo utilizarían de excusa pra acusarme de día. 

Además, había algo de la teoría de Sir Rori que no tenía sentido.

-En cuanto a la teoría de que me lo he inventado todo, ataque incluído, podría ser... pero por favor pensad un segundo antes de acusarme- miró a Zurraley y Zateen. No estaba del todo convencida de la inocencia de la segunda, pero cada vez sospechaba más de las mentiras del caballero inglés, así que decidió darle un voto de confianza a la heroína- ¿creéis de verdad que un traidor se atrevería a no matar para contar esa mentira? Si fuera mentira, siempre cabría la posibilidad de que alguien fuera capaz de hacer lo que yo he dicho, defenderse, y ésta me señalaría nada más decirlo... no tiene sentido que se arriesgara tanto y más cuando puede arriesgarse a que aquel que ataque esta noche se defienda o pueda ser defendido por alguien teniendo que disimular aún un día más. En cambio, sería más fácil sugerir, hacer creer que sabe más de lo que dice pero sin llegar a decirlo abiertamente por si le pillan, como me parece que está haciendo Sir Rori. Los traidores han atacado todas las noches y ésta no ha sido menos, aunque parece que la cosa no le ha salido tan mal después de todo.

El chivo expiatorio parecía servido en bandeja. Solo esperaba que al final entraran en razón, o la cosa acabaría mal ese día.

-Por cierto- dijo esta vez mirando el feo rostro de Sir Rori- creo que nos ha enseñado el rostro porque no tiene nada que perder o cree que va a eliminarnos. Pero que el verdadero rostro de un vigilante es éste- dijo tocando su antifaz- no el que hay detrás.

Al menos para ella, así era.

Rorschach escuchó pacientemente, aunque sin dejar de mirar por la ventana estudiando la situación donde se sucedería la intervención del senador invistiendo un terrorífico discurso en forma de ley que expulsaría a los Vigilantes de la legalidad.

¡Calláos de vez! -dijo volviéndose un Rorschach molesto por tanta acusacion entre vosotros-. Sea quien sea el traidor, hemos de sobrellevar este asunto con lógica. Primero traeremos aquí a Keene, y luego ya veremos qué hacemos con la rata.

Rorschach estaba molesto, molesto con la sociedad, por eso hablaba así: políticos, bomberos, policías y, en general, la sociedad entera. Veía en vosotros (sin contar al infiltrado) como la única familia que le quedaba (e incluso así no se fiaba del todo de vosotros).

Fue entonces cuando esperásteis acontecimientos.

Las banderas, estrado y asientos comenzaban a arremolinarse y prepararse en medio de la calle, enfrente del edificio donde estábais. Numerosos políticos de turno, funcionarios de la Administración Pública y representantes de sindicatos de Policías y otros grupos sociales fueron tomando asiento delante del gran estrado. En cuestión de media hora tras este despliegue aparecieron cuatro coches negros en fila, y de todos ellos salieron tipos de negro y el propio senador Keene.

Hubo entonces un revuelo en forma de aplausos mientras éste subía al estrado. Con gran convencimiento tomó posesion del atril y pronunció el discurso de formulación del del acta: "los vigilantes serían cesados de toda presencia", era el resumen (a no ser que acatase el acta y trabajaran para el gobierno). Vosotros y Rorschach escuchábais las vilezas que aquel tipo pronunciaba, y desde la ventana del piso de enfrente (donde estábais) Rorschach bien querría disparar a ese tipo y acabar con la verdadera injusticia. Aquello era como colocar el alcantarillado en una ciudad: habria más limpieza, pero las ratas tendrían nuevas tuberías por las que corretear...

Cuando acabó la intervención (una hora más o menos), Keene abandonó la zona en uno de los coches, pero vosotros ya estábais muy lejos: habíais subido al tejado de vigas de acero del túnel principal que conectaba esa zona con la parte este de Manhattan. Una vez que los coches fueron a cruzarlo, Rorschach saltó desde las vigas (a unos cinco metros de altura) justo encima del coche de Keene, haciendo que el vehículo frenara al momento y haciendo parar a toda la comitiva...

En esos momentos, saltástes vosotros también, y comenzásteis a enfrentaros a los guardaespaldas del Senador. Patas y puños se sucedieron, y todos ellos fueron reducidos. Keene, muerto de miedo, fue llevado al momento al piso franco donde antes estuvísteis, no muy lejos de allí (a unas manzanas)

¡Cállate, escoria! -entonces Rorschach le proporcionó un suculento puñetazo en el estómago-. Keense se encontraba en una silla sentado, atado de pies y manos a la espalda, con la boca amordazada por un parche adhesivo. Firmarás una declaración revocando todo mal que nos hagas... si no, prepárate -entonces acercó su rostro cambiante al del Senador-. Te traeré pluma y papel -decía el como si viviera en el medievo-, y escribirás a tu gabinete de prensa, los mismos que te escribes esa mierda de discursos que echas por la boca... Anunciarán la revocación de las pretensiones del acta a los medios de comunicación. Una vez terminemos, nos iremos...

El Senador Keene miraba aterrorizado "la cara" de Rorschach, mientras tragaba saliva. Luego os miró a todos vosotros y su miedo aumentó mucho más. Fue entonces que, mientras Rorschach "negociaba" con Keene, la puerta del piso franco donde estábais alojados reventó en varios pedazos: una patada por la parte de fuera la abrió partiéndola en pedazos.

Detrás de la puerta, una tremenda figura apareció. No era policía, ni tampoco un gigante (pero casi). Enseguida le reconocísteis: El Comediante. Tras la tremenda patada entró sin miramientos muy agresivamente; cuando vio la escena y a Keene sentado y luego a Rorschach, bajó su arma, la cual llevaba en alto tras destrozar la puerta con la patada.

¡Me cago en la puta, Rorschach! -inquirió el Comediante-. ¡Qué diantres...! ¡Eres tú! -no se creía que Rorschach podría estar allí-. Con que vosotros habéis raptado al Senador...

El Comediante os examinaba a vosotros de abajo a arriba, pues no os conocía.