Partida Rol por web

Vale... pues no parece tener muchas ganas de que nos vayamos de aquí. Ese dragón tenía ganas de comernos como si fueramos mini-hamburguesitas que por su culpa no puedo poder comerme yo en una cafetería tranquilamente mientras espío a los demás -Pica protege- dije de forma simple. No sabía si me haría caso o no, pero al menos la orden ya estaba dada.

Así que de momento... me quedé quieta en el sitio, quedándome mirando de arriba a abajo a la enorme criatura dracónida. Aunque esta vez, no era por simple curiosidad, sino que estaba viendo más allá... Buscando todo, todo lo que se pudiera mirar, recovecos por donde meterse, puntos fuertes, débiles, características, el más minimo detalle... todo lo que mis ojos pudieran notar.

En mitad de todo ese caos, lo más probable era que nadie hubiera escuchado palabra por palabra la conversación entre Adriel y Kuplo Kopp... Pero lo que sí que podía verse a simple vista era que el familiar no tenía ninguna intención de enfrentarse —ni tampoco acercarse— a algo tan terriblemente grande como ese dragón.

—¡Pues tú te lo pierdes! ¡Ya verás! ¡Vas a ser el hazmerreír del club de familiares! —exclamó mientras encaraba al dragón temerariamente. ¡Era hora de mostrar su habilidad especial!

Como había ocurrido antes, pero en esta ocasión con él siendo plenamente consciente de ello, un fuego azul empezó a extenderse por su cuerpo. Por favor, que esto funcione. ¡Que funcione! ¡No puedes quedar mal ahora, Adriel!

Sinuosamente, el fuego empezó a moverse hasta pararse sobre las puntas de sus dedos y tomó una profunda bocanada de aire. Y entonces... Adriel realizó los mismos movimientos que haría un lanzador de baseball para disparar la amalgama de llamas azules en dirección al dragón. Sí. Había utilizado fuego contra un dragón. Pensarlo un poco más seguramente no habría estado de más. Y por apuntar, había apuntado a sus ojos... Pero nadie había dicho necesariamente que fuera buen lanzador.

—¡Dragón malo malo! —digo enojada. 

Ya los corazones poco a poco van desapareciendo y mis manos tras cerrarse en un puño mientras pienso qué hacer, en sí que objeto puedo usar para golpear al Dragón. Por suerte hay un banco que rápidamente empiezo a mover con mis manos, revelando de cara a los demás que puedo manipularlos gracias a mi poder y tras elevarlo en lo alto, es lanzado cual balón de fútbol hacia la criatura de color rojo. 

—¡Nadie se mete con nosotros! 

No tengo mucho tiempo para mirar a Adriel, aunque de reojo es quien me llamó más la atención ya que su fuego de color azul es muy muy sexy, sólo que no puedo perder la concentración. ¡Debo cumplir con mi rol demoníaco! Así que me mantengo en una postura recta, los brazos extendidos y una actitud de osito enojado. Dudo que acojone al dragón, pero lo intentaré. 

      En este tipo de situaciones por lo general una estaría narrando de forma heroica como junto al trabajo en equipo de mis compañeros y las bestias coloridas intentaríamos resolver el  enorme, rojizo y escamoso dilema que teníamos sobre nosotros... pero.... pero...

   ¿ D..o...do...donde...? ¿ donde..? ¿ donde? - mientras rebuscaba a nivel suelo cualquier tipo de sobre saliente, matorral o sitio en donde poder estar a salvo mientras ellos se encargan de recibir totalmente de frente lo que pudiera lanzar aquella bestia. 

... solo una cobarde se marcha de un combate igualado...

... pero solo una idiota enfrenta de cara a un dragón...

Loki canaliza su magia y, ante todos vosotros, la imagen de una enorme dragona aparece en el cielo frente al dragón rojo. Sabéis que es una dragona porque tiene pestañas, las mejillas rojas y le pone ojitos al dragón, junto a un puñado de estereotipos más. Aún así, no es una imagen perfecta, y si os fijáis en ella notáis que no es una dragona real, sino una imagen. Justo después de esto, Loki comienza a correr intentando esquivar el cuerpo del dragón para encontrar una salida.

Por su parte, Magoa y Phinx se quedan mirando fijamente al dragón. El dragón no les corresponde, de momento solo tiene ojos para la dragona. El alimelemental de Magoa se pone frente a su invocadora para protegerla, y el familiar tentacular de Phinx hace un poco lo mismo, aunque cubre menos.

Adriel y Loirath, la pareja fantástica, son los únicos que pasan a la acción. El familiar de Loirath se queda al lado de su invocadora, y el de Adriel hace lo mismo... solo que éste tiene pinta de que va a salir corriendo de la batalla en cualquier momento. Adriel lanza su fuego azul hacia el dragón, apuntando a los ojos, y tiene éxito en golpear su cuerpo así en general. Al mismo tiempo, un banco random que hay por allí también sale disparado hacia el dragón, impactándole.

Después de todo esto, el dragón parece estar enfadado. Pero no exactamente por haber recibido ataques, sino por otra cosa... y es que emite un rugido espantoso y abre su enorme boca llena de afiladísimos dientes del tamaño de obeliscos y le da un mordisco a la ilusión de la dragona rosada. La dragona se deshace en el aire, y el dragón ruge con un gran cabreo encima.

Al menos ha sido distraído este turno.

Aprovechando que el dragón está distraído, Loki corre hacia la única salida del lugar donde os encontráis. Sin embargo, se encuentra con el que el alargado cuerpo del dragón bloquea su ruta de escape, y no parece haber forma de rodearlo. La única forma de pasar es... por encima.

Concentrando su energía mágica, Loki se transforma en un saltador del pantano, una especie de anfibio de tamaño demonio bastante feo, de color marrón y de piel húmeda y verrugosa, pero con grandes capacidades para el salto.

Terminé de mirar al dragón con aquella mirada, quedándome entonces mirándole un poco más, antes de mirar como había unos cuantos intentaban atacarle... así a lo tonto -Pica sigueme- le indiqué con calma para que me siguiera mientras me defendía... no quería arriesgar que le hicieran pupa cuando es una batalla perdida -Es un Dragón Infernal invocado en contra de su voluntad por uno de nosotros que tiene que tener mucha magia para haberlo hecho...- informé a todos hablando en voz alta, mientras me movía con bastante calma -Es prácticamente inmortal, atacarlo es inútil... aunque si le atacáis no os comerá de forma asegurada, porque solo come carne de seres inteligentes y atacarlo es de estúpidos- dije con completa apatía terminando de informar a los alumnos como una comentarista neutral.

Al final llegué a la zona más cercana al profesor que el dragón me permitía. Puse mis manos alrededor de mi boca para hacer efecto megáfono y gritaría un poco a ver si así me escuchaba -¡Profesor, es un dragón infernal invocado! ¡Seguramente para que el dragón se pire hay que localizar al alumno que lo ha invocado y que lo revierta... o que ese alumno sea atacado por él, y si es su familiar saldrá fulminado! ¡Así funcionaba¡ ¿no? ¿Quien ha sido el último que ha vertido sangre?- le terminé explicando y preguntando al profesor con calma absoluta pese a estar gritando como si el miedo fuera algo que no conociera... seguramente fuera literal eso. A ver si con suerte respondía.

La dos emociones predominantes en el demonio eran orgullo porque su bola diera en algún lugar no muy lejos del blanco e impresión por el espectáculo con la ilusión.

—¡Tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados! —exclamó en respuesta a Magoa, un tanto impresionado de que supiera tanto del tema. ¿¡Cómo voy a mantener el nivel en clase!?

Localizar al alumno que lo había invocado... ¿Quién lo había invocado? La verdad es que Adriel había dejado de fijarse... y si no lo hubiera hecho, seguramente no lo recordaría de todas maneras. Había tantos alumnos... ¡Puf! ¡Eso era trabajo para otro! Total, por más que lo intentara era prácticamente imposible que no terminara por distraerse con cualquier cosa...

... Pero había otra cosa que sí podía hacer. Todos estaban encerrados por la cola del dragón... ¡Así que había conseguir que la apartara! ¡De esa forma, en el peor de los casos, al menos tendrían una salida! Solo que iba a necesitar un poquito más de energía para eso...

Así que se concentró en un hechizo que, todo sea dicho, no conocía muy bien, y empezó a correr en dirección a la cola. Su plan podía parecer similar al de Loki... pero la principal diferencia radicaba en que era quince veces más suicida. Tenía toda la intención de escalar por las escamas y llamar la atención del dragón para que con un poco de suerte moviera la cola fuera del camino.

—¡Yo seré la distracción! 

Y me pongo a ello luego de hacer que varios corazones surjan de repente gracias a la proeza de Adriel, más aún cuando piensa hacer algo con las ¿Extremidades? Esto sí que es genial, así que cierro un poquito mis ojos mientras intento concentrar mi poder un poco más así puedo lograr el efecto deseado. 

Una vez siento que una energía roja me recorre entera sin que se pueda ver, levanto las manos en una pose muy coqueta y tras mover el objeto, rápidamente se lo tiro al dragón con la intención de distraerlo. Casi que le digo algo y me pongo a bailotear delante, pero nadie se va a tomar en serio aquello y prefiero contener mis deseos de persuasión caseros. 

Aquí somos demonios, estamos en una escuela importante y haré algo a la altura. Así que toca revolear bancos y cuando se me acaben, vaya a saber que pillo. ¡Será divertido! 

Luego escucho a Magoa. 

—Uy, que aburrida. ¡Haz algo! ¡Sé un demonio como nosotros! 

    Solo estaba buscando un arbusto... lo suficiente como para enterrarme dentro y dejar que el resto hiciera el trabajo sucio ... lo normal que se espera cuando hay campesinos cerca... pero basto ese momento de cruzar miradas con el gran escamoso como para entenderlo.

V...va..vamos a...morir...

 Mirando al suelo... con ojos llorosos y a segundos de ponerme a llorar como magdalena,entendiendo que nada de lo que hiciéramos iba a ser siquiera de utilidad, por lo que usando mi estresado cerebro comienzo a buscar cual de todos tiene la vibra para ser sacrificado. 

S...si l...le cal..calmamos...q...quizás h..hasta nos de una muerte piadosa...

La cosa va de mal en peor, ¡está claro que alguien no ha medido bien la dificultad inicial de esta escuela! Mientras Loki se convierte en saltador del pantano y Adriel usa su magia para potenciar sus extremidades y empezar a escalar la enorme cola del dragón, la cual bloquea la salida, Loirath arranca otro banco de la zona y lo lanza mágicamente hacia la enorme criatura. Si lo que quería era hacer de distracción, ha funcionado: en cuanto el dragón ve que el segundo banco va hacia él, abre su boca y lo vuelve serrín de un enorme mordisco.

Con un rugido, además, el dragón sacude su cola, haciendo caer a Adriel al suelo y, de paso, tirándolo encima de Loki transformado en saltador del pantano. Magoa grita la información que tiene sobre el dragón a los cuatro vientos mientras corre, pero todo el mundo está demasiado entretenido con no convertirse en comida como para responder. Phinx por su parte intenta buscar al demonio que debe convertirse en comida a cambio de no acabar ella en la tripa del dragón. No funciona.

El dragón ruge de nuevo, molesto por los ataques y por la falta de dragonas reales, y enfoca su mirada dracónica en el grupo formado por Loirath, Phinx y Azryel, que recordemos que está ahí pero hagamos como que no. A una velocidad impropia para su tamaño, el dragón coge impulso en el aire y se lanza abriendo su boca hacia estos demonios...

El dragón se detiene en seco en el aire aparentemente sin razón, al menos al principio. Luego os dais cuenta de que una enorme y reluciente cadena dorada ha anclado su cola al suelo. El dragón gruñe molesto, pero a continuación otra gran cadena dorada aparece de la nada y envuelve su hocico, cerrándolo por completo. La criatura se sacude, y antes de que pueda darse cuenta una tercera cadena dorada comienza a envolver su largo cuerpo rápidamente.

El dragón intenta huir volando en vertical hacia el cuelo, pero aunque con todas sus fuerzas consigue arrancar la sujeción que lo anclaba al suelo, la tercera cadena no se detiene y acaba envolviéndolo. Escucháis un último rugido antes de que las cadenas comiencen a brillar y el dragón acabe convirtiéndose en un gran foco de luz dorada antes de desaparecer por completo, quedando solo unas cuantas partículas de luz en su lugar.

Y, en mitad de los retazos de luz que quedan, se encuentra el hombre que se quedó dormido en la ceremonia de inicio de curso. Vuestro director, con las alas extendidas, desciende hasta la plataforma en la que os encontráis. Se le ve... despierto, que no es poco.

- ¿Os encontráis todos bien? - pregunta con voz grave.

Escalar la cola de un dragón es algo increíblemente épico... y también es algo increíblemente estúpido. Si una cosa compensaba la otra era algo que podría debatirse largo y tendido, pero la verdad es que el resultado de ese debate le habría importado un comido a Adriel, que habría vuelto a hacerlo sin pensárselo dos veces. Así que cuando salió despedido lo hizo sin arrepentimientos, aunque a Loki también le tocó pagar por ello.

Claro, que Loki en ese momento era una horripilante criatura de piel húmeda y desagradable, así que tampoco es que Adriel se sintiera especialmente culpable. De hecho, fue un incentivo para levantarse bastante rápido.

—Eeeesto... ¡Perdón, perdón, perdón! —exclamó agitando un poco los brazos.

Su atención huidiza no se mantuvo mucho sobre el Loki transformado, porque parecía que el fruto de sus esfuerzos había resultado en un dragón muy enfadado que en ese momento iba a zamparse a algunos de sus compañeros. Solo hacían falta unos segundos más y... ¡HALA! ¿¡Pero quién ha hecho eso!? ¿¡Ha sido el profesor!?

Pero no, no había sido el profesor. Había sido... él.

Lo sabía. ¡Lo sabía desde el principio! ¡Sabía que tenía que ser poderosísimo!

¡Quedarse dormido era una forma de demostrarlo!

¡Lo sabía!

¡Lo sabía, lo sabía!

Así que Adriel hizo lo único que se puede hacer cuando tu ídolo aparece ante ti en carne y hueso. Por más que le doliera el cuerpo de la caída, corrió hacia él, se tropezó y cayó de bruces, cayó básicamente a sus pies y volvió a levantarse como si no hubiera pasado nada, con una sonrisa radiante.

—¡Eso ha sido... una pasada! ¡Gracias por salvarnos la vida! ¡Yo también quiero aprender a hacer eso!

Kuplo Kopp, el familiar de Adriel, también hizo acto de presencia, acercándose a su invocador como si hubiera tenido muchísimo que ver con lo que acaba de pasar, aunque lo cierto era que había estado a poco de huír volando.

Y el momento se mantiene en su instante perfecto, otro banco vuela por los aires mientras el dragón lo hace trizas con la boca, lo cual me quedo ahí alucinando en colores. Orgullosa por estar haciéndole frente a una criatura tan poderosa, al menos estoy reflejando delante de todos que no soy un corazón con patitas, si no que puedo tener coraje y ser super peligrosa cuando me lo propongo. ¡Esa es la actitud de un demonio! 

Así que mientras hago una mueca de ¡Me matan a Adriel! cuando vuela por los aires, siento como la ira me carcome entera y los corazones comienzan a cambiar de color a uno más negro. Sé que es un demonio muy fuerte, valiente y es... atractivo. Pero no me gusta que ese dragón insolente le haga eso, así que voy juntando más energía del amor para luchar con valía ante una criatura inmensa. 

Sólo que de repente algo cambia, eso que están haciendo es super-archi hermoso y alucino. 

—¡Aw! ¡Aw! ¡Awwwwwwwww! ¡Pero que hermoso! ¡Yo también quiero! —digo dando saltitos—. ¡Yo también quierooooo! Me hace muchísisima ilusión y ...! ¡Quiero! Director usted es excelente. ¿Debo dormir para lograr eso? Uh, el sueño es la fuente de poder. ¡Ya lo descubrí! 

Orgullosa como estoy doy saltitos llena de corazones y una carita de lo más graciosa, estoy desbordando de felicidad y me siento especial porque he descubierto de donde surge el poder de aquel Señor Demonio. Así que me prometo a mi misma dormir un poquito más así lo alimento y cuando quiera acordar mis corazones se convertirán en lazos muy muy fuertes. 

¡Seré el demonio mas poderoso! 

Hmph... son todos idiotas... ninguno es capaz de tener la sangre fría de escuchar mis advertencias y mis indicaciones, en su lugar corrían como pollos demoníacos sin cabeza mientras el dragón los lanzaba al aire a algunos contra otros... al menos dudo que se deban preocupar de que el dragón se los coma, ninguno de ellos parece ser inteligente y apto para comer -Pica defiendeme... tiene pinta de que al dragón solo le resultaré yo apetecible- le dije a mi familiar con seriedad.

Al final... la cosa pues se solucionó de forma bastante más fácil de lo que podría parecer: se encargó el director con una magia que parecía realmente poderosa para haber sometido al dragón con esa facilidad... y muchas cadenas doradas mágicas. El director preguntó si estábamos bien -Ni idea de como están los demás, yo estoy bien- le respondí de forma totalmente desapegada, seria y acorde con el solipsismo... pues ni podía saber como estaban los demás, ni me interesaba. Aunque mirando por ejemplo a Loirath... quizás ella haya tenido un derrame cerebral o algo que justifique tanta tontería junta -Gracias por desintegrar en fotones luminiscentes a ese dragón...- le dije al director inclinándome levemente ante él con una ligera reverencia -Creo que por culpa del dragón las palabras que le dediqué al profesor encargado de nosotros se han perdido en el caos. Le informé a él y ahora a usted de que seguramente el dragón infernal haya sido invocado en contra de su voluntad por un alumno de potencial mágico grande... creo que habría que localizar al responsable para que esto no ocurra de nuevo vetándole acercarse a la llama de invocación por seguridad. No sea que la próxima vez le pillemos dormido señor y no pueda salvarnos- le terminé diciendo, informando de todo al director para que tomase las medidas pertinentes.

  Estaba demasiada ocupada con mi propia vida y la supervivencia de la misma como para preocuparme de como el resto planeaba desperdiciar sus últimos segundos, aunque si hubiera sido así, igual algún comentario ácido sobre el desperdicio que resulta el atacar a una bestia cuasi inmortal.

  Para mí desgracia... el tiempo no jugaba a mi favor y antes de siquiera sacar algo en claro, mis sentidos de alerta se activaron cuando comenzaron a sentir como ese enorme bicharraco nos comenzaba a tapar la claridad del día 

... Vamos a morir~ a morir~a morir~ a morir....

    Cómo estatua me volvía espectadora de mi propia muerte, sin poder mover ningún músculo por el miedo... o eso hubieran las palabras en mi corto epitafio si no fuera por qué la vida me quería y alguien más llegaba a la escena, el aletargado director ya no tan aletargador.

... ¡¡ Por los nueve anillos !!, d de dónde l..lo contuvo y .y todo... C.c..como si nada...

   ¡¿ Bien ?!, ¡¿ Bien ?!, ¿ Me ve cara de bien ?

como~es~que~en~medio~de~un~asunto~de~lo~más~ensayado~en~todos~esto~años~academicos~justo~a~nuestra~clases~es~a~la~que~le~salta~un~dragón~infernal - Decía sin siquiera tomar una gota de aire, para luego girarme a la muchacha que parecía centrada en entre todo estos muchachos - No lo creó... todos se veían igual de apetitoso para el dragón, ergo... dudo que fuera por culpa de uno... más me suena a una sobre saturación por varias raíces sanguíneas haciendo sinergias entre si - para apuntar a todos los presentes sin darle prioridad a ninguno en especial - es... cómo crear verde a partir de Amarillo y azúl.​​​​​​

Replegando sus alas, y con sus manos cruzadas a su espalda con toda la tranquilidad del mundo, como si no acabase de eliminar la amenaza de un enorme dragón que casi se come a un buen puñado de alumnos, Dolgath Enma-o gira su cabeza para ver cómo Adriel cae prácticamente a sus pies. Escucha sus palabras llenas de entusiasmo y asiente, girándose para después observar a la saltarina Loirath, a la que no niega su teoría de que dormir sea a la fuente de su poder.

La llegada de Magoa y su discurso sobre la amistad con sus compañeros sobre la necesidad de investigar a sus compañeros y determinar al responsable de la invocación y sellar su poder hace que el director gire la cabeza hacia ella, pero antes de que pueda responder Phinx aparece soltando todas sus quejas de golpe y sin parar ni para respirar. Es mientras Phinx habla cuando...

- ... Zz... 

Aún con los ojos abiertos, una burbuja surgida de la nariz del director comienza a inflarse y desinflarse al ritmo de su tranquila respiración, y su cabeza se ladea ligeramente.

- ¡D-Director Enma-o! - el profesor Moloch Arnon aparece y zarandea ligeramente los hombros del director para despertarlo, pero es inútil. De hecho, el director se le viene encima al profesor, dejando descansar todo su peso sobre él. Se le ve realmente cómodo... al director, no al profesor. Moloch Arnon parece bastante irritado. - ¡Agh! ¡Otra vez no, no puede hacer eso cada vez que aparece en público!

Mientras verbaliza sus quejas, Moloch cada vez carga más con el peso del director... y llega un momento en que parece desistir, y gira su cabeza hacia vosotros.

- ¡La clase ha terminado por hoy, obviamente! - os dice, molesto, como si tuvierais que haberlo asumido. - ¡Podéis marcharos! ¡Mañana se os asignará a una clase y empezará el curso escolar como tal! Y no habrá más dragones, hemos localizado al alumno que lo invocó y hemos tomado medidas... Agh, está bien, vamos a sacarle de aquí, director... - y dicho esto, Moloch se lleva a cuestas al director... y los alumnos comienzan a marcharse a sus casas.

Después de haberle dicho toda aquella información al director, también escuché la queja que dio la chica que tenía un calamar como familiar... la que hablaba un poco como idiota como si le costase pronunciar cada palabra y también hubiera olvidado como va eso de respirar.

Pero lo que si entendí bastante bien... fue que la chica rebatía mis palabras diciendo que no era como yo lo decía además de asegurar que no se veían apetitosos... Como se equivocaba esa chica... parecía ser demasiado idiota para entenderlo. Así que la miré con mis ojos vacíos y apáticos -Ha sido un solo alumno... dudo que la magia combinada de todos cree algo, y eso solo pasaría echando sangre todos a la vez. El dragón infernal solo le gusta la carne de seres vivos e inteligentes... Ninguno salvo yo parecía cumplir con esos requisitos...- le dije rebatiendo con apatía sus argumentos... antes de agacharme inclinándome hacia ella para mirarle cara a cara, aprovechando esos ojos enormes para ver si tengo algo entre mis afilados dientes en su reflejo -Pero si piensas que todos habéis actuado de forma inteligente y lógica... adelante... dímelo con pruebas que no haya visto...- le terminé diciendo a la chica calamar. Gente que le atacaba pese a ser prácticamente inmortal, gente llorando, gente corriendo en círculos... esas son las pruebas que fundamentan mis palabras.

Después de eso, el director de nuevo se quedó totalmente dormido... parecía ser un tópico que viviríamos durante todo el curso académico... a mi realmente no me importaba nada de nada. Justo lo contrario del profesor que parecía preocuparle más que él se duerma en público que un dragón ataque a sus alumnos -Ha derrotado a un dragón infernal... yo también dormiría si pudiera hacerlo- le dije al profesor aunque eso se lo dijera al durmiente director y no a nosotros. Así que el alumno ya estaba localizado y tomarían medidas... de acuerdo -¿Quien es ese alumno y que medidas tomaron?- pregunté pasando bastante de sus gritos molesto como diciendo que era obvio que nos fueramos -Como quiera... adiós y hasta mañana profesor Moloch si no es que le despiden por haber puesto en peligro a sus alumnos el primer día de clase- fue todo lo que dije para despedirme de él... Si ya no había problemas, me subiría en la carroza de alguno de los alumnos y esperaría a estar cerca de casa para echar a volar.

Vaya primer día más raro... Pero lo más importante... es que tengo un familiar sabroso, y que ahora podré irme a comer.