Partida Rol por web

Esther gemía intensamente mientras sentía la boca y la lengua de su profesor, ¿dónde habrá aprendido a lamer así a una mujer? Esther se sentía en el cielo, su intimidad se humedecía más y más sin poder evitarlo. Movía las caderas lentamente producto de la excitación, sus jadeos eran cada vez más intensos como si le faltase el aire. Arqueaba la espalda estremeciéndose de placer.

S..Severus me voy a correr si sigues así... ahhh... ¡más! ¡No pares! – exclamaba sin miedo a ser escuchada cuando llevo las manos a sus senos y en aquella pose comenzó a estimular el miembro de Severus con los pechos, sus pechos estaban empezando a humedecerse por la saliva y el pre seminal así que, era más deslizante los movimientos.

Acaba así, dame tu poción, no he cenado y tengo mucha hambre – le dijo entre jadeos. Mientras empezaba a sentir pequeños calambres de placer recorrer todo su cuerpo, sus piernas comenzaban a temblar un poco, su intimidad cada vez dejaba salir más y más fluidos  empapando la boca de Snape, seguramente hileras del líquido afrodisiaco de Esther recorrían la comisura llegando el cuello.

Esther no tardo mucho, se estremeció arqueando la espalda mas no poder, abriendo los ojos en par en par, perdiendo un poco la vista quedando borroso la imagen- ahhhhh siiii !!– el orgasmo que tubo era más intenso que el de la mañana, será que esta vez no tenía vergüenza de empaparle la boca y los labios de los fluidos femeninos que dejaba salir con fuerza. Es más, Esther está en un estado que al parecer, no tenía miedo a nada, no tenía vergüenza a nada, se sentía cómplice de su amante, se sentía por fin como ella hacía sentir a los demás y le encantaba. Todo eso se reflejaba con una sonrisa en su rostro, aunque se mostraba débil era de placer y felicidad.

Snape daba todo lo que su boca podía ofrecer cuando notaba que tu clímax ya no tardaba en llegar. Se deleitaba de los fluidos, del líquido que tanto placer parecía darle con solo probarlo. Tus palabras no hacían mas que provocar mas a Snape, quien en una acometida de pasión desenfrenada metía sus dedos a toda velocidad, mientras no podía contener por mas tiempo la locura de su miembro, el cual parecía también estar a punto de llenarte con todo su amor.-Esther...no podré resistir mucho mas...el placer que me das es increíble...!me corro!...!toma mi poción como yo tomo la tuya!...!!AaaAahH!!.

La corrida fue mayor que la de esta mañana, ¿como era posible?. Y es que una gran descarga de su semen saltaba por los aires, llenando tu cara, tu cabello, y tu pechos con toda la esencia de su amor, mientras que la tuya propia volvía a llenar toda su cara...había sido un orgasmo compartido, quizás por eso había sido disfrutado de manera tan increíble...

Ambos estabáis jadeante, el cuerpo carnoso empapado en semilla de Snape se reposaba sobre tu cara, parecía tener vida propia, como si pidiera ser limpiado, ser usado y ser complacido...una máquina incansable de dar placer.-Ha sido...asombroso...-Clamaba Snape, limpiando todo el líquido de amor que podía con su boca, siguiendo de vez en cuando atacando levemente a tu vagina con besos muy lentos y suaves, buscando seguir provocando tu lujuría.-Primera lección estudiada...tendrá que limpiar la "herramienta" de hacer poción si queremos continuar...-Decía desde su posición, como una provocación indecente, y que buscaba no mas de seguir disfrutando de este encuentro tan querido por ambos.-Limpielo...y pongase encima de mi...le dejaré por unos momentos llevar la guía...y que usted misma se la meta dentro de esta vagina tan...tan deliciosa y caliente...-Con gran picardía, palmeaba una de tus nalgas, esperando a ver de lo que eras capaz ahora que te había ofrecido el mando.

Esther sonrió mirándole de reojo cuando relamió los labios limpiando todo lo que podía recoger – está poción esta mucho más rica mi querido Severus – afirmo cuando se separó del poniéndose en pie al lado de la cama, a su lado admirándole de arriba abajo, cada centímetro de el hombre fue analizado con una mirada mui tentadora.

Ahora vengo... – menciono caminando lentamente hacia su bolso, el cual agarro una de las tres pociones anti embarazos que le dio esa misma mañana, dándole la espalda lo tomo sin pensarlo dos veces ya que estaba dispuesto a llegar hasta el final.

Severus... – le llamo limpiándose el resto de “amor” de su cuerpo mientras se acercaba a la cama – no sabes lo... viciosa que me he vuelto... ya no tengo ni moral...  – le dijo sensualmente poniendo las manos sobre el tórax del hombre y alzo una pierna sobre el cuerpo de Severus apoyando la rodilla al colchón, lentamente puso la otra al lado contrario acabando por ponerse encima de él, rozando el miembro entre los labios, Esther llevo las manos a sus labios vaginales y con dos dedos se lo separo solo para acomodar el miembro entre estos – incluso... he llegado a acostarme con alguien que usted conoce muy bien y que antes estudiaba en este centro... alumno de Slytherin y que casualmente tiene el Cabello del mismo color que yo... – le confeso viendo si el adivina de quien se trata.

La pelirroja meció la pelvis lentamente, haciendo que el tronco se roce con la intimidad de la chica, lubricándola con el rastro de “poción femenina” que aún tenía en su intimidad... también froto levemente el clítoris con la punta del glande mientras se inclinaba hacia el – no tema, no soy de porcelana... puede tratarme como desees – susurro acercándose mas y más, para acabar besándole de manera profunda e intensa, en un beso largo jugando con la lengua buscando la ajena.

Mientras se besaban Esther sin pedir personó agarro la base del miembro, poniendo recta en la gran herramienta posicionando la punta en la entrada lubricada, rozo levemente amenazando entrar dando una leve presión al bajar las caderas... Cuando, por sin apretó para que el miembro entre en ella de manera lenta y profundamente, sintiendo como la herramienta va llenándola cada vez más, sintiendo como su interior apretaba el miembro tan glorioso.

Esther separo los labios de Snape para alzar el rostro emitiendo un suave pero delicioso y dulce gemido mirando hacia el frente de manera placentera al sentir como por fin en tanto tiempo por fin la herramienta de Snape entraba dentro de ella.

El profesor tenía casi una reacción casi hermosa, tensando su espalda y apretando su nuca contra la almohada mientras emitía un grito de placer mediano.-Dios...menuda sensación...-El hombre comenzaba a moverse, de manera lenta y profunda, ayudando a tu cuerpo a moverse aferrando sus manos a tus nalgas. Sus piernas se doblaban, apoyando los pies en el corchón, para así tener un impulso con el cual poder dar mayor movilidad y intensidad. Recorría su manos por tu cuerpo, empezando por abajo, pasando por tus caderas, tu tripa, hasta llegar a tus pechos, los cuales apretaba y masajeaba mientras tu cuerpo se contoneaba, dando placer a ambas partes sexuales.-Su interior...es tan caliente y placentero...ni en mis mejores sueños había podido imaginarme este placer...¿porque he tardado tanto en follarle?...

Lo que parecía al principio una exploración, un entremes para poder degustar con claridad aquella única y placentera sensación, paso rapidamente a ir en mayor aumento, apretando sus rodillas contra ti, haciendo que cayeras y tuvieras que apoyar tus manos en la corcha, y con sus manos en tus nalgas, comenzar a hacerte el amor con creciente fuerza e intensidad. Los sonidos del choque de las carnes comenzaban a llenar al lugar, a la vez que el mismo provocativo tono de chapoteo de ambas partes tan mojadas se dejaba oír, como una canción indecente de esta danza de fuego.-AaAah...Esther...su vagina...su coño es el mejor que he probado en toda mi vida...se lo prometo...nunca había probado ni penetrado algo igual...¿y decía que me cansaría de usted?...demonios...esto solo es el principio...

Dejaba ver una gran sonrisa lujuríosa, a la vez que con la ayuda de sus piernas, comenzaba a impulsarse de manera rápida, feroz, salvaje. Su gran miembro llenaba todo tu cavidad, todo tu interior, llenaba las paredes carnosas y chocaba con fuerza con el fondo, mientras que tu cuerpo se veía empujado contra su pecho, teniendo tu feminidad invadida con furiosas embestidas, en una posición que favorecía el roce del punto G.-¿Le gusta?...gima para mi...dígame que le gusta...pida mas...!Aaah!...-El sudor comenzaba a llenaros, y la sala no era mas que un eco de gemidos, choques carne y del amor del momento.

Pronto, el profesor se cambió de repente de posición. Agarraba tus muñecas, y sin sacar su pene de tu interior, te ponía debajo de él, debajo de toda su porte musculada y poderosa, comenzando a practicarte el misionero con gran furia y fuerza. Tomaba tus tobillo, abriendo tus piernas, moviendo sus caderas para que aquel baile del placer no cesara, mientras su lengua lamía la piel tu pierna, dejando ver en la posición como sus bajos estaban totalmente encharcados de fluidos.-Esto es demasiado adictivo...me voy a pasar toda la noche follandote, chica mala...hoy tu vas a dormir conmigo...-Una de sus manos ahora tiraba de uno de tus pezones, mientras que la otra mano colocaba una de tus piernas encima de su hombro, haciendo que tu cuerpo se doblara de manera leve.

Esther se estremecía con cada embestida, cerró los ojos para sentir mejor el cuerpo de Snape, para sentir mejor aquel placer que no tenía descripción, el gozo era tal que enseguida de volvió a dejar llevar por el momento. Al principio lo pasaba genial, era una sensación inolvidable, sentía como el miembro de Snape recorría hasta lo más profundo de su interior. Pero, enseguida sintió como el profesor aumentaba el ritmo, cosa que a ella le encantaba, le apasionaba hacerlo cada vez más duro y fuerte… aunque en ocasiones también está muy bien algo lento y suave...

Esther se agarró fuertemente a donde podía, ya sea la ropa de cama o en el cabezal.

Ahí… así... ¡más fuerte! Mas … dame más… -logro mencionar entre jadeos tan profundos como su respiración, cuando Esther quiso buscar la boca de su profesor se vio de repente ella abajo, se le quedo mirando con una mirada de absoluto placer, penetrando en la mirada de Snape, pero, tampoco era una mirada dura, si no cálida y lujuriosa.

La chica dejo llevar sus piernas al antojo del hombre poniéndolas en los hombros, mientas la mano derecha fue al pecho apretándoselo para dar un contraste de dolor a todo el placer que está sintiendo – Snape! Querido… tienes la mejor polla que he probado nunca… ni la de mi hermano es así… - confeso sin miedo alguno, cuando llevo la izquierda a sus labios mordiéndose el dedo índice con algo de fuerza, cerrando los ojos con ganas mientras se estremecía sintiendo el miembro del profesor en aquella postura, Esther, emitió un gemido que casi era un chillido de placer – AHHH ¡sí! ¡NO PARES! ¡Dame más! ¡Quiero  más! – puedo decir mientras se mordía el dedo.

Pero enseguida se lo soltó para quitar las piernas de los hombros y rodear sus caderas con las piernas, Esther apretó la cadera a la de él, haciendo que el miembro entre en furia hacia dentro, clavándose bien profundo, llegando a  sentir como toca el tope mas profundo, Esther abrazo por el cuello a Snape para que pegue el cuerpo contra el de ella apretando pos pechos – clávala fuerte… - susurro antes de besarle con auténtica pasión, cerrando los ojos y apartándole el cabello de la cara con una mano para acabar agarrándole el cabello firme y fuertemente.

Los besos de Esther eran más que profundo, muy apasionados, besándole como si fuera lo último que haga en esta vida, de vez en cuando mordía el labio inferior y lo estiraba para volverle a besar con más pasión si podía. Se notaba que empezaba a ser adicta a los besos de Severus.

Mientras, Esther seguía apretando el miembro contra ella, sintiendo como cada vez se clavaba mas en ella, le gustaba aquella sensación de estar apretada, empujando cada vez más como si quisiese introducir los testículos si pudiese. La sensación era tal que su interior palpitaba de placer y apretaba el miembro con leves contracciones de placer.

Los sonidos del amor no hacían mas que aumentar. Los tremendos choques de carnes eran levemente superados por los gemidos de ambos, los cuales no hacían mas que aumentar la lujuría y la pasión con la que os follabais y os besabais. La saliva de ambos desbordaba, solo siendo una prueba mas de todo lo que esa danza de perversión y fuego estaba siendo llevada a cabo.-Me alegra oír eso...-Reconocía, cambiando la postura con la que te hacía el amor.

Ahora te colocaba a cuatro patas, penetrando tu vagina con fuertes y mas fuertes embestidas, adjuntando a estas intensidad creciente, clavando sus manos en tus nalgas.-Aaah...parece que esta claro que ambos nos haremos adictos al otro...Aaah demonios...*Arf*...demasiado bien...-Juntaba su torso a tu espalda, pudiendo así poder tocar tus pechos, los cuales disfrutaba como si fueran algo de otro mundo, para luego estimular de manera bastante pícara tus pezones, con pequeños apretones y tirones.-*Arf*...¿te gusta lo duro verdad?...quizás deba ponerme mas serio...y tratarla con un lenguaje mas...adulto...-

Una fuerte palmada impactaba contra una de tus nalgas, al tiempo que el hombre sonreía de manera bastante pícara.-Si quieres mas duro...lo tendrás...*Arf*...tu caliente y adictivo coño tendrá toda mi atención cada día...y te dará toda mi poción del amor...-Severus estaba desatado, la lujuía y la pasión que sentía le estaban volviendo loco. Notaba como si se fuera a derretir, sus sentidos estaban abordados por el mayor de los placere, uno que nunca había experimentado antes. Y es que las ganas de tenerte en su lecho le habían estado invadiendo tanto tiempo, que apenas podía todavía creer que ahora estuviera disfrutando del placer que le otorgabas, y así lo demostraba con penetraciones tan profundas y fuertes...-Vamos...dimelo...dime mas veces que sientes...grita hasta que tu voz se esfume...*Arf*...grita y te daré mucho mas placer...-La posición del perrito otorgaba mayor capacidad de movilidad para el hombre, podía embestirte de manera salvaje, podía excitarse mas si cabía al ver tu porte. Te tomaba una buena cantidad de cabello, tirando este con ligera fuerza hacía él, haciendo que tu cabeza y cuello se vieran forzados a mirar hacía arriba, cabe decir que no te hacía daño...mas podías notar una ligera mejora de la profundidad de aquellas placenteras y furiosas embestidas.

Agarrando tu pelo, y siguiendo con el sexo, Snape te daba continuas palmadas de fuerza media en la nalga, hasta dejar una sutil pero visible marca roja de su mano.-*Arf*...*!Arf!*...maldita sea...tu pervertido coño me tiene demasiado impresionado...me voy a correr pronto como siga así...se siente demasiado bien.-Decía sin soltar tu cabello, siguiendo la "montura".-Esther...!!AaAhh!!...usted y yo seremos los reyes de este lugar...juntos podremo hacer que Slytherin consiga llegar...Aaah...a la cumbre...y podremos manipular a todos los que queramos para cumplir nuestros objetivos...usted y yo...mi reina del sexo...y yo su rey del amor...-Notabas como el miembro de Snape se hacía mas grande, incluso que palpitaba, parecía que no faltaba mucho para correrse.

La sensación era increíble, sus latidos eran cada vez más acelerados y más fuertes, sus gemidos eran más potentes y mezclados con chillidos que parecían perder fuerzas acabando en un hilo de voz rasgada, su cuerpo empezaba a emitir mucho calor, sus brazos y sus piernas de vez en cuando perdían las fuerzas. Realmente Snape la estaba domando de una manera en que ella jamás se lo habría ni imaginado.

Cuando la puso a cuatro patas, Esther movía las caderas con la misma intensidad y fuerza con las que movía su profesor, haciendo que sus cuerpos choquen más fuerte haciendo que las penetraciones fuesen hasta un poco brutas y sin compasión, realmente, en esos momentos no le importaba nada más que el placer y ellos dos.

Severus pudo descubrir que con cada azote Esther apretaba más sus paredes interiores, pero, lo más increíble es que gemía con una fuerza y profundidad increíble al sentir como la mano de su profesor golpeaba la nalga – MÁS!! AHHH!!- la pelirroja chillaba de placer, sus chillidos eran rasgados parecía que se iba a dejar la voz aquella noche.

Me da igual si me rompes... quiero que no tengas compasión... me gusta duro y fuerte... – mencionaba con la cabeza hacia atrás ya que Severus la tenía agarrada del Cabello – Severus te deseo... me vuelves loca... humm... te aseguro que a partir de ahora mis entrañas son totalmente tuyas ... aunque tenga que hacerlo con otros todo mi cuerpo te pertenece... – decía entre jadeos muy profundos como si le faltase el aire sin dejar de mover su pelis sintiendo como el miembro de Snape le producía cada vez más placer.

La sensación era increíble hasta que Severus le dijo lo que ella también deseaba y pensaba – Severus, juntos...  ahhh, juntos seremos los reyes... te prometo... cumplir cada uno de tus deseos y fantasías...

Esther ya no podía mas, sentía espasmos de placer, se agarraba fuerte donde podía, sus movimientos de caderas eran más Fuertes y ya con brutalidad, llegando a empujar a Severus hacia atrás, - me corro!! Me corro Severus!! – chillo fuerte temblándole las caderas y el cuerpo entero, Severus podía sentir como su húmedo y cálido interior apretaba con fuerza.

La chica movía las caderas mucho más rápido cuando dio un golpe final apretando el miembro de Severus contra ella introduciéndola hasta el final de su interior mientras chillaba de placer con los ojos bien abriertos. Esther empezaba a soltar líquido a presión, parecía que quería expulsar el miembro del interior, se sentía genial,  y lo demostraba, sonriendo de placer con el miembro dentro, con una autentica felicidad reflejada en rus ojos, cálidos y muy sumisos.

Jadeaba suavemente sintiéndose la chica más afortunada y la mujer más  complacida del mundo.

Eres increíble, soy tan feliz de tenerte como mi querido, Severus… 

Susurro pensando en voz alta son dejar de mostrar lo feliz que era en ese momento.

Esa fusión de gemidos, fluidos, y sobre todo pasión y placer desenfrenado, parecía estar apunto de culminar su segunda ronda...primero el sexo oral, ahora el sexo tan lujurioso y violento...¿cuanta pasión y "esencia" os quedaba dentro?, parecía infinita...era comprensible...el deseo de ambos era totalmente visible...

-Yo...yo tampoco aguanto mucho mas...su coño es demasiado...AaAaah...demasiado bueno...-Su voz era jadeante, llena de placer y rasgada, mostrando el leve cansancio de tales intensas y rápidas embestidas y un pulso tan repetido que parecía ahogarle, estaba demasiado caliente.-Si...tome de nuevo mi...!Dios!...mi semilla señorita Esther...que este orgasmo conjunto sea el sello de esta unión...us...usted y yo...dominaremos todo...!!AaAh!!...!!Me corro Esther!!,!!por fin me vengo dentro de ti!.-Notabas como su pene se agrandaba, y palpitaba como nunca.-!AaaAh Dios!.

Una explosión de caliente y espeso semen surgia en tu interior, a la misma vez que tu propia intimidad alcanzaba su propio extasis. Fueron unos segundos de placer imposible de describir, jadeos mas y mas suaves conforme las últimas descargas de fluidos de ambos iban saliendo. El profesor sacaba su pene de ti, después de haber dejado unos segundos su descarga dentro de ti, para luego sacar su pene y soltar las últimas dos descargas en tu culo,llenando tus nalgas y parte de tu espalda de su esperma.-Ha sido...increíble...no sabe el tiempo que deseaba venirme dentro de uste...señorita Esther...-Te postraba boca arriba en la cama, abrazando tu cuerpo desnudo al suyo, besando tus labios de manera lenta, mientras su pene manchaba tu tripa de su esencia, la cual manchaba aun su pene.-Creo que...la tercera ronda será en mi cuarto...-Decía levantandose, tomando el vino y las copas en sus manos.-No se preocupe...solo será un segundo...-Alzaba su varita, haciendo que con unos movimiento de muñeca tu cuerpo comenzará a levitar, haciendo que te pusieras a su lado.-Las compañeras de su cuarto se encontraran con una...sorpresita...-Veías como las sabanas se cambiaban de lugar, y las que eran la tuyas ahora pasaban a la cama de una compañera al azar..quedando tu cama impoluta y la de ella llena de semen y fluidos...-Hora de irnos...

Apenas había durado un parpadeo, desaparecías en una estela de aura negra, apareciendo ahora en una gran habitación con una chimenea encendida, decoración bastante sombría, libros y objetos de poción por toda partes, y una enorme cama circular donde podrían dormir cuatro personas con total comodidad.-Mi amada y dulce alumna...¿lista para algo mas?...-Su magia volvía a actuar, llenando los vasos con vino mientras Snape los tomaba en el aire. Te daba uno en la mano, y de manera pícara, vertía suavemente el contenido de su copa sobre tu pecho, el que mamo como si fuera un recién nacido.-Llevo demasiado tiempo esperando esto...la voy a follar hasta el amanecer, señorita Esther...-Decía con una sonrisa provocadora.

Esther sonrió y tomo la copa de vino para tomar un buen trago pues esta sedienta, ella se deja lamer de esa forma y es más se tira el Cabello hacia atrás para que le sea más fácil lamer - Severus me gustaría hacerte un par de preguntas...

Esther camina contoneando las caderas hasta la cama el cual se tumba en ella boca abajo, dándole la espalda – ¿que está pasando en realidad en Hogwarts? ¿Por qué este cambio tan repentino de las normas? – Esther sonríe y le mira de reojo mientras bebe un poco más de vino de manera sensual.

Me encanta este nuevo curso, gracias a ello te tengo a ti... cosa que llevo tiempo deseando… además de poder fumar… - le comenta cuando moja el dedo en el vino y se lo lame lenta y tentadora

Pero lo que más me interesa es… como puedo contentar al director…. ¿Sabes alguno de sus gustos querido…? - ríe un poco y alza una pierna inclinándola para mover el pie juguetona – quero ser su preferida para así, poder conseguir mucho más para la casa… además como no tengo tabúes… bueno si pero son demasiado asquerosos…

Ríe un poco y se toma lo que queda de vino de un solo trago, al no estar acostumbrada enseguida se sonroja pero no de vergüenza si no de ponerse algo contentilla – Severus dame más…  este vino esta riquísimo… - menciona sonriendo traviesa y mordiéndose un dedo de forma provocativa mientras se tumba boca arriba, los pechos quedan algo apretados entre ellos y con los pezones duros aún son más apetitosos

Me gustas mucho Severus…, me refiero, que siempre me resultaste atractivo y muy hombre… sentía interés por ti… si me pidieses que renunciara a todo por ti lo aria sin pensarlo dos veces…

Le confiesa, ahora es el momento de hacer preguntas comprometedoras pues cuando más contentilla está más sincera se pone.

Esther se queda mirando a su profesor de manera divertida, sonriendo muy muy picara y con un juego entre maldad y tonteando.

Snape se mordía el labio inferior, conteniendo el deseo y las ganas de lanzarse contra ti como si fuera un tigre en celo, sin embargo se contuvo. Sus manos se movían levente, haciendo que la varita iguiera con su magia, haciendo que tu copa fuera llenada, y con ello, tambien la de él.-¿Exquisito el vino verdad?, cortesía del Director...bebemos bastante vino cada noche...mas eso va a cambiar ahora...ya que muchas noches a partir de ahora me dedicare a follarla, señorita Esther.-Decía con una sonrisa provocadora.

Tu gestos tan coquetos, tan sensuales, no hacían mas que seguir provocando a Snape, quien presentaba una curiosa y gran erección de su miembro aun parcialmente manchado de fluidos. Se acercaba a ti, a paso sujerente y lento, haciendo que su pene diera pequeños botes a cada paso, para terminar por acomodarse encima de ti, rozando su fuerte y caluroso miembro contra tus muslos, una proposición y provocación indecente.-Bueno...no tiene sentido ocultar a la que será mi compañera de amor y de planes todo este curso...-Rozaba su miembro, mientra te daba suaves besos en los hombros.-Digamos que...el Director...no es el mismo Director que conoces...ha sido sustituido por su "alter ego" de otro universo paralelo...por así decirlo...es un hombre también poderoso, usa magia de otro mundo bastante extraña, pero poderosa, a decir verdad...me cae mucho mejor que el antiguo Albus.-Dejaba caer parte del contenido de su copa en tu espalda,bebiendo esta a pasionales lametones y besos increíblemente provocadores.

-Es nuestro aliado...no tienes porque no confíar en él...ya lleva bastante tiempo educando a esa pesadilla de Granger...por lo que me ha contado en las noches de vino y charla, le encanta dominar, insultar, y que las chicas sean un poco..."putas"...parece que esa es la palabra favorita que le encanta decir a todas las que comparten su lecho...y mas con Hermione...quien por el momento parece su favorita...-Seguía con los besos, ponienod su pene en la entrada de tu vagina, amenazando con entrar.-Si quieres sorprenderle...tendrás que ser tan buena como conmigo...y estarte preparada para usar un lenguaje un poco mas...caliente...si quieres...puedo ayudarte a practicar...

No metía aun su pene, te provocaba, jugaba contigo y con tu tensión, mientras todo lo que había hablado y hablaba eran susurros calientes en tu oído.-Yo también estoy...maravillado con usted...llevaba tanto tiempo queriendo poder disfrutarla, y poder hacerla disfrutar...llegará el día que nos vayamos juntos de aquí, juntos, dejaremos todo para conquistar algo mas que esta escuela...pero por el momento...me basta y me sobra con poder follarla...y disfrutar de la gran obra que ambo vamos a realizar...-Su pene entraba en ti de manera repentina, de una sola embestida, por su posición y postura la penetración se veía favorecida, añadiendo el roce con las zonas mas placenteras de las paredes interiores que te comenzaban a dar calambrazos de gozo.-Ahora...quiero que me muestre lo que le hará al Director...sea una autentica zorra, señorita Esther...y yo intentaré imitar al Director para que pueda...practicar de manera mas real...-Decía dando una palmada a tu erótico culo, mientras te comenzaba a dar muy lentas y profundas embestidas.

Esther sintió como el miembro entro en su interior, era una sensación increíble, jamás se cansaría de sentirle aunque se pasen días haciendo el amor... Para que el acto fuese más placentero y profundo alzo un poco el trasero para que pudiese introducirse bien. La sensación era muy profunda y apretada, más que la anterior en la habitación de las chicas.

Querido... sería una experiencia increíble, sentir como usas de mí y me humillas... pero, no... No lo deseo... Ese Snape no sería el hombre del cual llevo tanto tiempo deseando y anhelando pertenecer, no sería el hombre por el cual llevo tanto tiempo queriendo…

Ester movía las caderas lentamente, con sensualidad, haciendo que el miembro se moviese centro de ella, haciendo que de manera dulcemente placentera las penetraciones fuesen suaves pero profundas, su querido profesor podía sentir como el miembro entraba con ganas pero de aquella forma tan suave y lenta que era como si entrase en un paraíso deleitoso e impúdico.

La pelirroja empezó a jadear de manera profunda, cuando tomo un trago de la copa de vino. Relamió los labios gustosamente deleitándose de aquel sabor moviendo la cabeza estremeciéndose por aquellas embestidas suaves y delicadas – humm Severus, quiero que todo mi cuerpo te recuerde, tus manos, tu piel, tu calidez… - la chica movió su pelvis alzando un poco más el trasero y así el miembro pudiese entrar más profundo, empujo levemente el trasero a su cuerpo sensualmente – ahhhh… – Esther se estremeció mientras gemía tan dulcemente suave.

La chica movió las caderas golosamente haciendo que el miembro solo se rozase levemente dentro de ella, acariciando los testículos con su cuerpo al estar tan apretados contra ella, no pretendía volver a mecer sus caderas y las embestidas por el momento.

Querido… Ámame esta vez, hazme sentir dulcemente tuya… - dijo mientras giraba el rostro para verle de reojo, movió su diestra para acomodar su mano entre la nuca y el cuello del profesor y llevar sus labios a los ajenos. Esta vez el beso no era bruto y lujurioso… Era sensual, lento, profundo, una danza de labios una lucha dulcemente placentera, Esther lo besaba con autentico deseo pero era un deseo dulce y con un toque de calidez, quería hacerle ver que no solo quería entregarse físicamente si no también entregarse en alma.

No era amor como lo que sienten dos enamorados, no era un sentimiento pasional de dos simples amantes, era un sentimiento de auténtica entrega, una entrega completa.

Esther le beso un buen rato, jugando con momentos se besos profundamente dócil y sensual con besos un poco picaros atrapando sus labios con los dientes mordisqueándoselos con mimo.

La joven separo los labios del hombre con lentitud, haciendo que estos sonasen suavemente para llevar la mano que le acariciaba a su rojo cabello y descubrir su espalda mostrando sus hombros, su cuello, su cuerpo. No dejaba de mirarle a los ojos profundamente admirando su rostro, memorizando cada centímetro, sus ojos, sus labios, su expresión... Mientras, a su vez, empezaba a volver a mover las caderas suavemente, dócilmente pero lujuriosamente, embadurnándola en su néctar de pasión, mimándole, dando un placer más delicado y a su vez profundo y penetrante. 

Regulus recorrió todo el castillo hasta llegar a la sala común de Slytherin, estaba agotado mentalmente y físicamente, su hermana le engañaba, era amable y recibía bofetadas…y Simon se ponía morado de ver a su hermana desnuda y seguramente de acostarse con ella.

-¡Son todos unos cerdos!.-Gritó con ese rostro tan sereno y la voz tan monótona.-Puercos, traidores, sangre sucia…son unos malditos mentirosos, traidores…-Gruñó mientras se agarraba el rostro con ambas manos.

No era justo, nada de esto…todo le parecía tan sucio, brutal y cruel.-Yo te defiendo, te digo que te amo y me traicionas, luego dices que me amas…¿Tanto disfrutas engañándome?.-Preguntó de manera retórica.

Quería vengarse de su hermana, por todo lo que le había hecho, ¿pero que podía hacer él?, estaba enamorado de ella…y ella…ella va con su mejor amiga y su amante.-Os odio…-Murmuró mientras sentía en su interior ganas de gritar, de gritar…de llorar, de arrancarse el pelo, de matar con una maldición imperdonable a Simon.

Pero no tenía fuerzas…no se sentía ni bien en su interior, tan cansado…triste…furioso…si le hiciera el vacío a Nell, el sufriría más que nadie a causa de ello, sentirse tan lejos de su hermana…¿darle celos? Tampoco era viable, no quería verla triste…pero en cambio a ella le dio igual que se marchara sin decir ni adiós…¿contarle a Snape? Snape…Regulus notaba que algo raro había en él, lo sentía en la piel…sabía que ese Snape no era el mismo Severus Snape, no era el mismo profesor y tutor de Slytherin. Parecía estar como un perro en celo, algo había ocurrido seguro.

Pero tampoco podía contarle a él, Snape se acostaría con su hermana, o la castigaría…o la obligaría a hacer cosas indecentes, no podía hacer nada para vengarse sin que le doliera a su hermana, se sentía impotente, impotente de no poder llorar, de no poder sonreír, de no poder mostrarle una cara de odio a ellos…-Escoria…os odio a todos…-Sollozó mientras agarraba un cojín del sofá de la sala común y se lo llevaba al rostro para ponerse a gritar con fuerza. Sentía que su rostro no mostraba ni una mueca mientras gritaba, ni de que su voz sonaba normal…era como un muñeco, sin expresiones, vacío…muerto.

De repente, tus gritos llamaron la atención de una chica que se encontraba en las habitaciones. Oíste sus pasos, corriendo por las escaleras, angustiada y temerosa de que podía haber pasado algo malo. La conocías bien, era una de las cuatro gemelas Evans, Sylvia Evans. Las cuatro identicas, misma altura, mismo aspecto, solo un casi imposible de oír ligeros cambios de tono de voz que las identificaban para los que las conocían. Lo mas curioso sin duda, era que las cuatro estaban en diferentes casas, cada una en una de las casas que el colegio tenía, y cada una con una personalidad bien acorde con el lugar al que pertenecía.

Sylvia: Regulus...eres tu.-Decía Sylvia, suspirando con algo de alivio.-Creía que había una pelea o algo así...ultimamente las cosas estan cambiando tanto que ya me espero de todo.-Se acercaba a ti, posando su mano en tu hombro mirándote con preocupación.-¿Que demonios pasa?, no esperaba nunca oírte gritar a ti...aunque no encuentre emoción en tus palabras...parece que te pasa algo...-Se sienta, cruzando los brazos y las piernas.-Aprovecha que no hay nadie, nadie sabrá lo que me cuentes, te guardo el secreto si quieres.

Regulus apartó el cojín de su cara, tenía alrededor de los ojos mojados y el cojín con una mancha ahí donde habían estado los ojos y la boca.-Nada, no ocurre nada, tenía que desahogarme.-Declaró para entonces mirarla fijamente.

La chica le resultaba conocida, era una de las gemelas…tal vez…

Regulus necesitaba desfogarse, quería hacerle pagar a esa chica, hacerle pagar lo que le hizo su hermana. El muchacho estaba de muy mal humor, quería liberarse de toda esta tensión, él no era así…necesitaba aclararse las ideas, estar mejor.

Lentamente sacó la piedra del bolsillo y con ella apuntó a la muchacha- Ssss hassaay atheya aaah…-Pronunció en parsel mientras ladeaba la cabeza, no sabía si eso iba a tener efecto o no, pero por el brillo de la piedra…parece que no funciono.

Lentamente se acercó la piedra al rostro y la miró fijamente.

“Esto debe de estar roto…” Pensó malhumorado, realmente hoy era un día de perros, ni esto le podía salir bien. Entonces Regulus suspiró y se limitó a mirar a la chica.-Estoy enfadado con mi hermana.-Explicó de manera monótona

La chica te miraba algo extrañada y levemente confundida.-¿Has...hablado en parsel?...-Decía teniendo bastante interés en lo que parecía haber querido entender, mas no añadía mas que una sonrisa levemente linda que tapaba con la palma de la mano, como una dama.-Teniendo en cuenta que somos Slytherin, y viniendo de un cerebrito como tu, no me extraña que conozcas la antigua lengua de las serpientes...-No añadía mas a ese tema, parecía que la piedra no funcionaba, o que no la habías usado como es debido...

Sylvia mostro bastante atención a eso que habías dicho de tu hermana.-¿En serio?, vaya...y yo que creía que los mellizos nunca se cabreaban...yo con mis hermanas nunca me he peleado en mi vida...y mira que somos muy distintas entre nosotras,ya lo sabes...supongo que será suerte.-Se acomodaba en el sofa, poniendo los pies encima de la mesita enfrente de los sillones de cuero negro de la gran sala.-Bueno...cuenta anda, ¿que ha pasado?, quizás pueda ayudarte en algo...-Decía acomodando su cabeza entre sus brazos, mirándote y esperando una respuesta.

Regulus miró a la chica con los mismos ojos de siempre, cansados, aburridos, inexpresivos.-Me he inventado la lengua, no era parsel.-Dijo en un  intento de que la chica esta no empezara a propagar rumores estúpidos, como cuando se abrió la cámara de los secretos, pero su intento de engañar parecía resultar fallido de nuevo.

-Los gemelos tenemos problemas, cuando somos lo contrario, la…antítesis…-Explicó cruzándose de brazos.- Seréis distintas, pero tenéis mucha suerte.-Declaró mirando de nuevo a la muchacha.-Tal vez porque sois chicas tenéis tanta suerte, si tuvierais un hermano…eso sería otra historia.-Regulus sabía de sobras que era más complicado llevarse bien con un hermano si ese hermano era del sexo opuesto, cada uno tiene gustos diferentes. El se había estado llevando bien con su hermana hasta hoy, hasta que decidió defender a su amante.

-Me he peleado con mi hermana, tiene amigos que no me gustan, y defiende antes a sus amigos que a mi, y les hace más caso a ellos.-Explicó resumidamente para entonces sentarse más correctamente y observar el fuego que yacía frente a el.

La chica fruncía el ceño al oír tus últimas palabras.-¿Es en serio?, joder, ¿menuda hermana no?.-Se cruzaba de brazo, dejando ver cierta molestia.-Bueno...no lo se Regulus...cada familia es un mundo...quizás tu puedas hacer cosas con tu hermana que nosotras no, y viceversa...puede que tu hermana se equivocara, os une la sangre, y la sangre tira mucho mas que la amistad...o eso siempre decía mi padre que en paz descanse.-Miraba al cielo pensativa.-Lo cierto es que, ahora que lo dices, estoy teniendo unos roces con una de mis hermanas de Hufflepuff..quizás si te hablo de otra cosa interesante te distraígas...pero prometeme que eso te ayudará.-Decía con una sonrisa.

-Hay rumores de una Sala única y exclusiva para un grupo de personas, siendo esta Sala de un cuadro que creían "abandonado" para ser ahora el lugar de fiesta y disfrute de alumnos de todas las casas...verás...mi hermana siempre estaba muy unida a nosotra, supongo que recordaras que siempre estabamos unidas las cuatro...pero...-Hace un leve gesto triste.-He oído que se esta juntando mucho ahora con dos chicos de su casa, a los que llama "hermano", y si es cierto lo que dicen de esa Sala...ella forma parte...te hablo de una sala donde se tienen fiestas...fiestas...para mayores de 18...-Frunce el ceño, mientras se ruboriza un poco.-No se que hacer con ella...parece que ambos estamos apañados con nuestros hermanos...

Regulus escuchó atentamente las palabras de Sylvia.-Una sala de fiestas…-Murmuró para si mismo mientras se  llevaba una mano a la barbilla.-Esta bien…llévame allí.-Exclamó mientras se ponía de pie y se acercaba a ella.

-Vamos, necesito distraerme…y tú también.-Sugirió mientras la agarraba del brazo y salía de la sala común de Slytherin en busca de esa “mágica sala”, tal vez le servía para compartir la información con otras personas…o tal vez darle envidia a su hermana.

Era ya una sonata bastante común para ambos, o al menos parecía que iba a serlo durante mucho tiempo. Los gemidos volvían a comenzar a amplificarse mientras Snape te oía con atención, o al menos lo aparentaba, quien podría culparlo al estar degustando ese placer único de tener el calor de una mujer rodeando toda la carne de su miembro viril...algo que parecía ser el nirvana para el profesor a juzgar por su rostro.-Entiendo señorita Esther...aaah...será como usted pida...-Decía de manera cortés, antes de que poco a poco de nuevo la pasión comenzará a invadirle conforme tus palabras y tus actos comenzaban de nuevo a volver loco al sensual profesor.

Los besos, caricias, las penetraciones, todas tan sentidas y lentas que parecía un sueño. Las sabanas pronto estaban empapadas del sudor y de los líquidos de los bajos de ambos, los cuales desbordaba por tu vagina como si fuera un riego inacabable de néctar del amor.-No se ya como expresar estas sensaciones...mi pene se siente como si estuviera en los cielos, Esther...parece como si mi...-Jadeaba levemente.-...como si mi corazón fuera a estallar...era tanto el tiempo que quería tenerla que casi parece un sueño...-Seguía tu juego, tu danza, tu contoneo, sus caderas se movían lenta pero profundamente haciendo que esa sensación fuera sentida e increíble para ambos. Pronto, sin poder evitarlo, parecía como si los cuerpos de ambos amantes pidieran mas, los corazones a tantas pulsaciones, el jadeo, los gemidos largos lentos y profundos, que parecían pedir mas y mas de esta sensación, mas todavía Snape quería mas.-Le hare sentir amada, hoy y todas las noches...pero no se equivoque...no todo es cariño y lentitud...también debemo dejar paso a la lujuría...no se me haga la tonta...ninguno somos tontos en este aspecto...

Una palmada resonaba duramente en una de tus nalgas, como un gesto erótico y malicioso mas de este juego de pasión y sexo desenfrenado. Snape comenzaba poco a poco a aumentar las embestidas, tomando tus muñecas y tirando de tu cuerpo para atrás, quedando en un momento tu encima de él, a espaldas, sus piernas dobladas y debajos de las tuyas, dando una vista increíble de tu culo y de como todo tu vagina llenaba todos sus testículos de jugo.-Vamos...ahora toca que le muestre un poco mas de el "amor" que siento por usted...deje que le muestre...-Decía cuando de manera repentina, y con ayuda de la colocación de sus piernas, alzando tu cuerpo levemente, ganando su trasero distancia leve con el corchón y pudiendo ahora hacer rápidas e increíble embestidas contra tu vagina, haciendo un gran sonido de chapoteo y haciendo que tus grandes pechos rebotoran como balones de baloncesto.-Aah...demonios...su vagina es la mejor...-Decía agarrando tus nalgas con fuerza, separando estas y viendo el agujero de tu ano y tu vagina la que estaba siendo penetrada de manera salvaje.-Aaah...!!Aaah!!...Esther...quiero que use un lenguaje mas adulto...quiero ver que serías capaz de decir a un hombre para hacerle volver loco...hazme...!!!AaAah!!!...!hazme perder mas la cabeza por ti y por esta vagina tan deliciosa y adictiva!.

Esther se deja llevar sumisa a él, era increíble el poder que tenía Severus en ella, parecía que podía hacerle cualquier cosa que a la chica le gustaría, parecía que dijese lo que dijese ella lo aceptaría, parecía que ordene lo que ordene ella obedecería… Esther llevaba tanto tiempo deseando ser del profesor que no le importa las condiciones que le ponga, mientras pudiese sentirle, ella sería lo que Sanpe quisiese para él.

Esther movía las caderas con rapidez devorando con su intimidad el gran falo del profesor, cada vez empapaba más y más el cuerpo del hombre con sus fluidos mientras empezaba a jadear como un animal en celo,  sus movimientos empezaban a ser cada vez más rápidos y más fuertes, tantos como su cuerpo lo permitía llegando a moverse de manera brutal e insaciable.

Severus, mi coño está ardiendo, ¿no lo notas? Ahh... Mira como babea por ti… mi coño te adora…

Menciona la pelirroja mirando hacia delante sin cesar los movimientos de sus caderas, ya se podía escuchar como los fluidos se movían y salían por la presión – Severus, aaah... no pienso parar, voy a montarte hasta que me pidas clemencia… voy a montarte hasta que mis entrañas me duelan – añadió ya dejándose llevar poniendo las manos en las rodillas del profesor y empieza a alzar el trasero para bajar y subir el trasero, haciendo que el miembro de Sanape entre y salga bruscamente, clavándose el miembro en lo más profundo del interior de la joven maga.

Y si mi coño me duele… humm… Te follare con mi ano… – menciona entre gemidos. Esther miro de reojo a Severus con una sonrisa muy picara y divertida, una mirada lasciva y perversa mientras empieza a sacar el miembro y ver como de empapada esta observándosela entre sus piernas, se veía hileras de fluidos de Esther conectar todo el tronco y la punta con los labios vaginales de ella – mira que empapada esta… ¿No es una escena hermosa?... Severus me encanta la sensación de mi vagina aclamándote… deseándote…  – Esther sentía como su interior tenia espasmos de placer, sentía una sensación increíblemente bien con esas contracciones de placer indicando que su interior llama el miembro de Sanape.

¡No puedo más! ¡Necesito meterla! – chillo estremeciéndose de placer, bajando sus caderas introduciendo el miembro en su totalidad en una sola sentada hasta lo más profundo de ella, Severus no podía verlo, pero ella sonreía jadeante de auténtica felicidad. Esther echo el cuerpo hacia atrás y puso sus manos en el tórax del profesor, sosteniendo su cuerpo, las piernas de la chica se inclinaron apoyando los pies al colchón, en esa pose, empezó a mover las caderas, subiendo y bajando el trasero, haciendo las penetraciones más intensas.

El cuerpo de Esther sudaba, los pechos botaban ferozmente, los fluidos que la chica derramaba iban manchando más y más los testículos del profesor, los jadeos y los gemidos ya eran una melodía angelical…

Por otra parte, la mete de Esther estaba nublada, ya no había la percepción del tiempo, ya no había preocupaciones, solo era placer, estaba totalmente desatada, será cosa de la poción o es que ya era ella misma en un estado que desconocía completamente, sea lo que sea, ella está en el paraíso, pero… no estaba contenta con ello, Esther quería más… era una sensación insaciable.

Severus, voy a usarte a sabiendas que voy a ser usada por ti… Tu cuerpo me pertenece al igual que mi cuerpo te pertenece a ti… y voy hacer que tu mente piense totalmente en mí, al igual que mi mente solo pensara el ti... seremos una maldición y a la vez el consuelo del otro…

Dijo llevando su mano izquierda al pecho y masajeando su seno jugando con su pezón estirándolo juguetonamente.