Partida Rol por web

Soon Hee llego a donde estaban los demás, al parecer había una especie de barrera invisible que no les permitía salir de allí, al ver a sus compañeros dice:

En el laboratorio no había nadie y solo habían robado esos viales… no había nada más removido.

Se quedó unos momentos observando a todos, se rasca la barbilla y después dice mientras empieza a caminar hacia delante.

Entonces estamos encerrados en algo… y parece que no nos deja salir, no me extrañaría que lo haya puesto el que ha robado las muestras justo después de salir para que no podamos perseguirle… voy a intentar llegar a uno de los límites y ver si puedo hacer algo ¿vale?

Termina diciendo con una sonrisa amable e inocente para seguir caminando, su intención no era otra que ver donde estaba el límite de aquella especie de barrera que no les dejaba salir para una vez allí tratar de darle un fuerte golpe con toda su fuerza y ver si era capaz de romperla de alguna forma.

Al escuchar que estabamos encerrado me sulfuro un poco y por el nerviosismo noto como mi cuerpo se va calentando de nuevo. No era peligroso, pues lo tenia mas bajo control, pero me sentia defraudad al no encontrar nada con la vista infrarroja.

Pero que está pasando aqui? Quien demonios nos está haciendo esto? Digo buscando con la vista la barrera. Alguien sabe un punto de la barerra? Mirare de destruirla con un potente rayo. Quizas asi nos liberemos.

En el momento que alguien me indicara una ubicacion de esta, disparo un potente rayo para intentar romperla.

Laura enseguida desapareció de vuestra vista. Una ráfaga de viento anunció que se había esfumado. Entretanto, Grend tan sólo podía determinar que esa barrera pulsante recorría una gran distancia. La materia que estaba creando se iba extendiendo horizontalmente, apoyada en el suelo.

Soon e Izumi se aproximaron a esa fuerza y la golpearon con fuerza, pero de momento no pudieron notar nada, salvo que seguía ahí. Ahora podíais ver cómo el oriental había formado sendas poderosas llamas y cómo éstas habían impactado en el aire. 

Raven y Moira permanecían allí. De hecho Mística se aproximó para tocar la barrera.

- Demonios, alguien nos quiere aquí encerrados. Ha esperado a que viniérais. Es un mutante, no cabe duda. ¿Pero quién?

Incapaz de hacer nada miró alrededor como buscando una respuesta pero no había ninguna. El tiempo pasó y vuestros intentos eran infructuosos. Grend podía ver que ese campo de fuerza se dedicaba a extenderse todo alrededor de la mansión. Enseguida algo cambió cuando Laura reapareció.

- ¡No hay nada! ¡Por qué no hay nada! ¡Tendría que estar aquí!

La joven se llevó las manos a la cabeza y la movía de izquierda a derecha.

- Me duele.

Comentó angustiada.

- Ya no hay tiempo. Decidme si habéis visto algo raro. Tú. - dijo señalando a Raven. - ¡Dímelo! ¡Maldita ladrona!

Para vuestra sorpresa, entonces, un nuevo fogonazo y Laura se lanzó a por Mística, golpeándola aprovechando su ingente energía cinética y lanzándola por los aires. La chica gritó fuera de sí, llena de rabia. ¡Se había vuelto loca!

- Demasiado ruido. - Demasiada gente, y demasiado poco explotado su poder. No estaba acostumbrado a usarlo así, él no hacia esas cosas. Quizás, si aquella gente podía ayudarle a desarrollar sus talentos, no fuera tan mala idea el aceptar la invitación. Se llevó las manos a la nuca, pensando. Dándole vueltas a que podía hacer alguien como él, mientras los demás hacían tiro libre a aquella barrera invisible. - No creo que sea una cuestión de fuerza. - anunció a los orientales. - Pero es posible que no sea una cupula perfecta. Si Izumi enciende algo, podríamos ver con el fuego si hay corriente, por leve que sea. Y... - estaba a punto de añadir algo más, cuando apareció Laura después de su viaje, y comenzó a comportarse de forma errática.

- ¿Qué tendría que estar aquí? - Preguntó, girándose hacia la chica. - ¿Qué te pasa? - Preguntó, frunciendo el ceño. Acababa de darse cuenta que algo no estaba marchando bien. - ¿Laura? ¡LAURA! - Acabó por alzar la voz al ver atacar a Mistica así. Dirigió su mirada hacia ella, mientras estirba la mano izquierda y la derecha la llevaba a la sien, concentrándose.

La cupula era demasiado grande, Nathan no podía crear suficiente materia para abarcarla por completo, pero al menos se hacía una idea de cómo era.
Después de aquello todo se volvió aun más surrealista. Pues Laura empezó a atacar a Mistica.

¿Pero qué narices?

No entendía por qué la atacaba. Pero desde luego no pensaba dejar que le hicieran daño a Raven. Así que dejó de concentrarse en remarcar la cupula y creó una mano gigante para atrapar a la chica.

Laura acababa de lanzar por el aire a Mística. Eso había hecho que Moira retrocediera consciente de que no era rival para una mutante y que era preferible acercarse a Raven con la intención de evaluar si estaba herida.

Pronto Nathan y William reaccionaron. La chica advirtió el intento del primero de encerrarla y se lanzó hacia delante rodando rápidamente por el suelo. Sin embargo no pudo anticipar el intento de control mental y eso la hizo detenerse. En contra de su voluntad, cayó al suelo.

- ¡No! Dejadme seguir buscando. Tengo que encontrar esa cosa brillante. Algo que brilla con tonalidad roja. Sé que es importante. Debería de estar en la mansión.

No teníais ni idea de a qué se refería. Raven se incorporó y se acercó, mirando hacia vosotros.

- Será mejor que la sujetemos bien. Es muy rápida.

Mientras, Laura comenzó a mostrar los ojos húmedos. Enseguida un par de lágrimas se condensaron en ellos.

- No sé lo que me pasa. Ayudadme, por favor. Necesito encontrarlo. No para de venirme a la cabeza. Ese brillo rojizo, no me lo puedo quitar de la cabeza. Sé que si no lo encuentro será peor. Algo malo sucederá.

Raven ya la miraba desesperada.

- Está delirando, ¿alguno la entiende?

Por fortuna cuando Soon Hee llego al lugar donde estaba sucediendo todo ya estaba atrapada Laura. La chica parecía que quería buscar algo, algo rojo, pero no tenía ni idea de que podría ser aquello. Le observa con cuidado y dice mientras se acerca:

¿Qué es eso rojo que dices Laura?

Decía mientras se acercaba a Laura, mira a la doctora y dice:

¿Hay alguna forma de que se relaje? No sé, a lo mejor un calmante de esos le puede relajar y no se comporta así ¿no doctora?

Me alegre de que Laura fuera atrapada tras ver como ataca a Mistica. No sabia realmente que estaba pasando, pero sus palabras y acciones me sonaban o una alucinacion o la estaban controlando. Como pedian pararla de alguna forma, y ella se mostraba inquieta, me acerco hacia ella. Sin duda no tenia ganas por desesperarme y que mi poder se desatara. Me gustaban las cosas metodicas y a veces era mejor ir por lo practico. Decido darle un golpe en la nuca, justo por encima donde empieza el cuello. Un golpe seco con el canto de mi mano abierta. Ahi es donde se le da un golpe a los conejos y se les mata. Esperaba no llevar la misma fortuna y que quede insconciente. 

Con esto creo que bastará. O eso espero. Zas. Le doy bien.

Kitty se vio sobrepasada por lo que acababa de ocurrir. Miró confusa a Laura sin comprender absolutamente nada. Intentó en repetidas ocasiones materializar sus oscuros poderes, pero no tuvo éxito. Por suerte dos de sus compañeros fueron capaces de pararla a tiempo y entonces la escuchó algún tipo de locura que había en su cabeza. Ahora era cuando entendía la razón por la que esa mujer se encontraba en la enfermería. Estaba como una regadera. 

Kitty lejos de acercarse a ella, decidió retroceder y mantenerse apartada. No sabía lo que estaba pasando, pero en cierto modo, las personas desequilibradas mentalmente le daban un poco de respeto, por no definirlo de otra forma más vulgar. Así que, sin ningún tipo de intención de ayudarle, se separó todo lo que pudo aunque se mantuvo atenta por si averiguaba algo de lo que realmente estaba viendo. 

Con la vista fija en la chica, con el ceño ligeramente fruncido y sin parpadear, bajó la mirada hasta obligarla a quedar tumbada en el suelo. - La tengo. - Afirmó, mientras relajaba el cuerpo. - Sujetadla. - Pidió casi al mismo tiempo que había hecho Mistica, así podría liberarla. Hacer algo como aquello no era algo que le gustara, a no ser que fuera por pura necesidad.

- Puedo intentarlo. - Le comunicó a la oriental mientras mantenía aquel control sobre el cuerpo de Laura. - Solo necesitaré unos seg... - No acabó la frase cuando Izumi tomó posición y golpeó a Laura. De forma instintiva, liberó el control sobre la muchacha para que el enlance no le pasara factura también a él. - ¡Tio! - Se quejó, levantando las manos hacia él.

- Dadme un segundo, intentaré ver que es eso rojo de lo que habla. - Se acercó a ella, agachandose junto a ella y cogiendo aire. - Soon, quédate cerca por si acaso, por favor. - le pidió, mirándola un momento de reojo antes de centrar la atención en la chica.

- Vamos allá. -

Saber que es eso rojo de lo que habla, que le pasa, que piensa...
 

La chica observó a Soon, un poco confusa.

- Eso rojo es... algo energético. Pero no sé más, sólo sé, ¡que hay que encontrarlo!

Exclamó justo antes de que Izumi hiciera un gesto propio de artes marciales y le diera un gran golpe que la dejó inconsciente. Raven no tenía ninguna herida de consideración así que se había levantado y acercado. Moira estaba junto a ella, siendo ella la que tomó la palabra.

- Todavía no veo sentido a nada de esto. Pero Laura se ha debido de llevar las muestras de sangre y ahora toda esa historia de que busca algo. Está además fuera de sí. Pongámosla en una de las camillas de la enfermería y tratemos de hablar con ella luego más tarde. Lo de esa fuerza que nos rodea... no parece correr prisa pero en algún momento tendremos que salir.

Nadie parecía tener muy claro cómo actuar en esta situación.

- Venid, vamos a interrogarla. Laura es la única que parece saber algo.

William al tratar de leer la mente de la joven pudo escuchar algo ahí dentro. Sonidos de pájaro, unos cánticos. Resonaban en su mente dificultando el pensamiento de Laura. Y una imagen de algo rojo brillante que había sido robado.

El estado de su psyque no era normal. Esa música que parecía emitida por jilgueros venía de algo externo a ella. Había algo influyéndola.

Te pareció ver una figura femenina emplumada, con un atuendo blanco con pequeñas placas metálicas, entre la marea de pensamientos. Pero al advertir ella que estabas allí se desvaneció y entonces todo se detuvo pues, además, Izumi golpeó a la chica y eso trajo la negrura a su cabeza.

Habían logrado detener a Laura, aunque un poco demasiado energicamente para su gusto. Aun así tampoco era una mala opción si en verdad les quería atacar. Pero bueno, ya estaba hecho. Por lo que bajó junto a los demás, en concreto junto a Mistica.

¿Estás bien?

Sabía que era dura, una luchadora. Aun así no podía evitar preocuparse y preguntar.

Emmm. ¿No tendríamos que tenerla atada o algo por si vuelve a atacarnos? Sé que es un palo, pero lo mismo no es que la estuviesen controlando y era ella la que es así. No sé.
Y lo mismo también tendríamos que encontrar eso rojo que dice. Para tenerlo controlado ¿no?

Miró la barrera, o donde se supone que debería estar la barrera, y suspiró.

Espero que no nos quedemos aquí encerrados.

Kitty miró sorprendida a Moira, su cara lo decía todo, pero estaba tan nerviosa y confusa que prefirió no decir nada. Esa mujer que parecía saberlo y conocerlo absolutamente todo, no sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando. Y tampoco conocía nada de lo que hablaba la chalada. Las conclusiones de Lee no eran absoluto positivas, pues habían decidido viajar a una academia para que la ayudasen a resolver los asuntos de su nueva vida y desde que habían llegado tan solo les habían sacado sangre, luego se la habían robado y ahora tenían una enemiga infiltrada en su grupo Y para colmo de todo ello encima estaban encerradas. 

Kitty empezaba a tener ganas de huir de allí, de marcharse, pues nada de lo que estaba ocurriendo tenía algún sentido, y dado que esas dos señoras tampoco sabían, era mejor alejarse de lo que parecía ser un auténtico peligro para su vida.

En un momento dado, Bill se llevó las manos a la cabeza como si acabara de sufrir una fuerte jaqueca. Apretó los párpados y los dientes y reculó unos pasos. - ¡Mierda! - Se quejó, restregándose los ojos con la punta de los dedos. - No, no... - Negó ante Nathan, moviendo la mano de lado a lado. - Ese canto, esa melodía. - afirmó, mientras lentamente se recobraba. - Alguien la controlaba. -

No era una experiencia agradable, ni algo que le gustara hacer. - Se ha marchado, pero volverá. Lo hizo una vez, puede volver a hacerlo. - negó con la cabeza, mientras miraba a los demás. - Era... una mujer. Con Plumas. Y llevaba... un... vestido. O un traje. Una capa... no lo sé. - acabó por reconocer. - conformado por unas... placas metálicas. En su cabeza había un canto de jilgueros, literalmente. Que le hacian buscar algo que... no he podido ver claramente. Era algo rojo, que brillaba. Había cierto sentimiento de robo... - Reconoció a los demás, explicándoles que había visto y oido.

Me senti aliviado al poder dejar insconciente a Laura. Al menos evitabamos tener un problema más. Ayudé a llevarla hasta la infermería para poner la en ua de las camilllas. No era algo que me gustara hacer, pero gracias al Kendo, aprendi dar algunos golpes certeros con las manos.

Cuando noté a William nervioso, que casi parecia tartamudear, me acerque hacia él, y le coloqué por la espalda mi mano. 

Tranquilo, buscaremos eso que comentas. Por la descripcion parece que alguien anormal (no un humano comun) ha entrado en el recinto de la mansion. Y posee algún tipo de control musical? Me cabe la duda de si está aqui dentro, puede salir con esa barrera? Es esa misma persona la que lo ha colocado? Sin duda resulta todo bien extraño. Estaremos tratando con alguna especie de robot? Eso me recordaba a algunos capitulos de Ultraman, donde hubieron robots que desataron el caos para luego soltar a un monstruo gigante. Pero no, eso sería demasiado si nos encontramos con uno.

La reacción del japonés sorprendió a Soon, que se llevó las manos a la cara para decir:

Pero… pero, ¿Por qué haces eso? ¿Un hombre pegando a una mujer…? Los hombres deben proteger a las mujeres, no pegarles

Realmente le molesto aquello por lo innecesario que era, estaban hablando con Laura y le dio aquel golpe, pero prefirió no decir más ya que con los japoneses nunca se sabía y en esos momentos tenían algo mucho más importante de lo que ocuparse. Tras lo dicho por William se acerca para ayudarle si le costaba mantenerse de pie y dice mirando a la doctora:

Nosotros no conocemos este edificio… ¿le suena algo como eso rojo que dice? Y… ¿si la están controlando a ella podrían controlarnos a alguno de nosotros?

Eso le daba un poco de miedo porque sabía de lo que ella era capaz y temía que pudiera hacerle daño a alguien porque alguien más estaba controlándola.