Partida Rol por web

YERMO

JAX

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09/11/2017, 22:51
Director

Seguir la carretera se te hace cada vez más difícil, no solo porque estés cansado, sediento y hambriento; también es porque literalmente desaparece durante cientos de metros oculta por la vegetación, si es que se le puede llamar así, y sobretodo por la tierra.

Aún así logras volver a encontrar el rastro y llegar a lo que parece que algún día fue una mierda de pueblo en mitad de Kansas, después de la guerra se convirtió en una mierda de pueblo devastado como todo en el yermo.

Escrito sobre una señal a la entrada puedes leer el nombre del lugar: Jericho.
Debajo se supone que escribían la población pero parece que hace mucho se cansaron de actualizarlo, fue descendiendo y el último numero indica que hay 40 personas viviendo aquí.

No parece haber nadie hasta que te sorprende una voz aspera, un necrofago sale de una vieja casa y cruza la calle por delante de ti.

- ¡Siempre es culpa mía! ¡Siempre! - parece gritar a alguien que no ves.

- ¿Y ahora donde coño vas? - grita una voz femenina casi a la vez desde la casa.

- ¡Al bar! ¡Donde al menos no me echan la culpa de todo!

Has logrado ocultarte a tiempo, como si supiera que estás ahí el necrofago se gira momentáneamente antes de seguir su camino.
El bar del que habla parece ser el que hay al final de la calle, junto a un enorme edificio que no logras identificar si se trata de una escuela o el propio ayuntamiento.

El tipo se aleja, en su cinturón puedes ver una pistola de 10mm como la tuya aunque seguramente él tenga más munición que tú.
Para ser un necrofago parece bastante ágil, casi pasaría por un humano normal.

En la casa no ves a nadie, cada ventana tiene una cortina distinta y el interior no es visible. Gracias a los gritos de hace unos instantes sabes que hay alguien dentro.
El resto de casas, al menos la docena que se mantiene en píe, también presentan parches y soluciones ingeniosas para tapar agujeros y demás desperfectos.

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10/11/2017, 00:08
Jax

El tiempo deja de tener importancia y consistencia cuando llevas andando tanto que hasta las ampollas de tus pies han sacado sus propias ampollas. El agotamiento extremo, el hambre y la sed no dejan de acosarte, casi tanto como la sensación de que cualquier matojo espinoso oculta alguna clase de bestia salvaje… cosa que ahora mismo hasta agradecería. Así al menos tendría algo que echarme a la boca.

Seguir la carretera, no sin dificultad, me lleva a un destartalado pueblucho que bien podría pasar por uno de esos de atrezo de las viejas películas del Salvaje Oeste… aunque ya me dirás a mí qué tiene de salvaje un montón de putos indios y vaqueros. Esos maricas se cagarían encima si viesen lo que es salvajismo de verdad.

Mi llegada no está exenta de contratiempos, forzándome a esconderme por puro instinto de conservación en cuanto voces y gritos se han notar. No estaba en mi mejor estado ni en mi mejor condición para andar jodiendo con nada ni con nadie, al menos en todo lo que tenga que ver fuera de una cama. Al menos esto me sirvió para localizar lo que, según el ágil necrófago, tendría que ser el Bar. Donde hay un bar, tiene que haber agua y comida, o al menos un puto sitio donde sentarse a la sombra.

Sin dejar de desconfiar de todo, dejo que el necrófago avance bastante más antes de salir de mi improvisado escondite y poner rumbo al susodicho Bar. Si de algo tenía que cuidarme era de la puta civilización. Nunca sabía qué te ibas a encontrar.

Notas de juego

Me ha hecho mucha gracia lo de Jericho. xD

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10/11/2017, 12:28
Director

La fachada del bar está hecha con partes de una caravana que seguramente hace doscientos años era blanca. El resto del edificio es una casa baja con laminas de metal tapando ventanas y agujeros en la pared.
Se puede leer la palabra bar encima de la puerta, cada letra viene de distintos rótulos.

Te aseguras de que tus armas están a mano y entras en el local. El interior es bastante espacioso, han quitado casi todas las paredes y prácticamente se ha convertido en una sala enorme con un par de habitaciones en la parte trasera, detrás de una larga barra construida con barriles y tablones.

En cuanto cruzas la puerta los seis clientes se giran hacia ti, aunque por su reacción no parecen hostiles. Te llama la atención que todos sean necrofagos, algunos en mejor estado que otros pero necrofagos al fin y al cabo.
El camarero, detrás de la barra y también necrofago, te hace un gesto con la mano para que te acerques y señala uno de los carcomidos taburetes libres.

- Bienvenido muchacho, tus chapas son bien recibidas aquí.

Algunos se quedan mirándote esperando tu reacción, otros siguen a sus asuntos. En una mesa al fondo hay dos tipos jugando a las cartas, acompañan cada jugada con extrañas indicaciones que te hace duda de que juego están practicando.

Apuestas a que el camarero tiene un arma bajo la barra, el de la chaqueta de cuero que seguiste también va armado y un tipo solitario al final de la barra luce un revolver en su cintura.

En la pared ves una pizarra con la lista de precios, las descripciones brillan por su ausencia seguramente debido a que ni ellos mismos saben lo que pueden ofrecer cada día.
La comida cuesta diez chapas, la cerveza casera cinco chapas y algo llamado "El Destello" cuesta doce chapas.

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10/11/2017, 13:21
Jax

Aunque el paseo hasta el bar fue sin incidentes, lo cierto es que me quedé un buen rato fuera, mirando la estructura a la vez que ponía en orden mi cabeza. Hacía mucho tiempo que no trataba con gente, por lo que la mayor parte del tiempo que estuve mirando lo bien reciclado que habían dejado la entrada, la pasé relajándome.

Cuando me decidí a entrar me llevé una pequeña sorpresa al percatarme que, tanto los clientes como el Barman, eran necrófagos. Unos más feos, otros menos feos, pero necrófagos. Quizás había ido a parar a una de esas comunidades de necrófagos que se aíslan de los ‘piel suave’, si bien a mi todo eso me la pelaba. A estas alturas ese tipo de diferencias carecían de importancia para mí.

El reclamo del camarero me hace seguir avanzando con paso tranquilo y sin movimientos bruscos, con las manos bien a la vista y sin aspavientos. No había llegado hasta aquí para que cualquiera se pillase un rebote y empezasen los tiros. No tenía cuerpo para eso, ni muchas balas que digamos. Sea como fuere, comprobé un par de veces la consistencia del taburete, no sea que se fuese a romper, antes de sentarme, soltando un pesado suspiro, propio de la satisfacción de sentarme al fin.

“Comida…”, comento tras asegurarme que no me atragantaría por la sequedad de la boca. De paso fui dejando las chapas de la comida encima de la barra. “Agua... ¿Cuánto...?”.

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10/11/2017, 16:27
Director

El taburete cruje bajo tu peso en cuanto te sientas, al preguntar sobre el precio del agua el camarero niega con la cabeza.

- ¿Agua? No, será mejor que no pruebes el agua de esta zona si no quieres perder tu preciosa piel. Si no quieres cerveza puede que me quede alguna nuka-cola, el repartidor hace doscientos años que no viene...

Entra por una de las puertas detrás de la barra y regresa en apenas medio minuto. Deja frente a ti en la barra un cuenco con algún tipo de guiso, los trozos de carne son de algún animal pequeño y eso en parte te tranquiliza.
También deja una cerveza y una nuka-cola con tanto polvo que apenas es legible la chapa, junto a ellos un viejo abridor para que elijas lo que quieras.

- Quince chapas por la comida y una de las bebidas, yo me quedo las chapas.

Una sonora risa rompe el silencio del bar, uno de los jugadores de cartas comienza a carcajearse.

- ¡No puede ser! ¡Esa carta no debería ser legal! - dice el presunto perdedor.

- Pero lo es, y es mía. No existe rival para mi, tengo la mejor baraja del yermo.

El vencedor se levanta y se acerca a la barra, aun riéndose hace un gesto al camarero y este le sirve un vaso con un liquido semitransparente que emite un brillo verdoso.
Tras un largo trago se gira hacia ti y te muestra una baraja de cartas, cada una parece distinta y tienen imágenes y texto por igual.

- Eh, piel suave, ¿juegas a Tragic? Me he quedado sin rivales en este pueblucho, vencer a los mismos me aburre.

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10/11/2017, 17:08
Jax

No iba a tener tanta suerte con el agua, especialmente cuando dijo, de forma indirecta, en qué acabaría convirtiéndome si insistía por ella. No obstante, mis ojos brillaron cuando puso sobre la mesa la Nuka-cola. Sí, estaba llena de polvo de vete tu a saber cuánto tiempo, pero casi seguro que yo llevaba más tiempo aun sin haber probado una. Me daba igual que estuviese caducada, una Nuka-cola era una Nuka-cola, por lo que me quedé con ella, abriéndola y dando un trago con calma.

Un guiso casero, quizás de algún animalillo, y eso me reconfortaba. Tenía tanta hambre que me comería hasta el plato ahora mismo, pero casi mejor me lo tomaba con calma. Bastaba que aparentase tener más hambre de la debida para que subiesen los precios disparatadamente. La gente es así, traicionera por naturaleza.

Ensimismado con mi comida, saboreándola lentamente tanto por gusto como por necesidad, mis nervios se ponen a flor de piel cuando una súbita carcajada me devuelve a la realidad, poniendo mi cuerpo en total tensión. Risas, malditas risas.

Tardé unos instantes en darme cuenta de lo mucho que apretaba los cubiertos, y un par más en hacer que la adrenalina me bajase, casi al tiempo de que el ‘risitas’ centrase su atención en mí. Me incliné ligeramente en su dirección, mirando esa extraña bajara de la que parecía estar tan orgulloso.

“No sé lo que es el Tragic…”, respondo, dando seguidamente un breve sorbo de mi bebida.

Notas de juego

¿Y la chapa de la Nuka-Cola para quién es? XD

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10/11/2017, 22:46
Director

El necrofago vencedor sonríe, o al menos eso crees viendo que sus escasos dientes son más visibles ahora.

- Tragic The Garnering, el mejor puto juego de cartas que se ha creado. Donde esté Tragic que se quiten esas mierdas como el poker o caravana.

Detectas pasión en sus palabras, no parece ser solo la euforia del ganador.

- Te puedo enseñar si quieres, no nos llevará mucho tiempo. Por veinte chapas tendrás una clase exprés y un mazo básico, lo justo y necesario para empezar a ganar más cartas a tus rivales. Y si eso no te convence, te interesará saber que he visto grandes apuestas a Tragic, gente que ha ganado mucho jugando. Por no hablar del valor de algunas cartas, créeme, algunos venderían a su madre por una Black Dahlia.

El camarero os observa con interés, sus ojos carentes de parpados se mueven del jugador a ti y viceversa.
Parece que todo el bar espera tu respuesta, desde luego debe ser lo más emocionante que ha ocurrido en mucho tiempo en este lugar.

Notas de juego

- Quince chapas por la comida y una de las bebidas, yo me quedo las chapas.

El camarero será un ghoul pero tonto no es. ;)

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10/11/2017, 23:26
Jax

Resultó que eso del Tragic… Tragic The Garnering… era un juego de cartas coleccionables, algo así, con el que se levantaban las pasiones del necrófago. Estaba muy bien que la gente tuviese algo que le apasionase, pero a mí eso no me iba a llenar la tripa ni darme más munición. Nunca he tenido mucha suerte en el juego y ya no recuerdo la última vez que tiré unos dados.

“Es interesante, pero son demasiadas chapas…”, respondo, satisfecho al ver que mi garganta empezaba a dejar de parecer papel de lija. “Me tienen que durar las que tengo…”, añado, haciendo una pausa para dar otro sorbo. “Sin trabajo, no me sobran…”.

Desviando un segundo la atención a mis alrededores, aproveché la conversación para dejar caer una pequeña piedra en el estanque. Dudaba mucho que sonase la campana de las chafas, ofreciéndome alguien un trabajo que me permitiese estirar las chapas unos cuantos días, pero así aprovechaba para observar a los presentes. No es que pudiese discernir mucho de sus rasgos, pero todos me miraban como si fuese la feria que acaba de llegar al pueblo.

Notas de juego

xDDD.

Ya, ya, lo dije en plan coña. Anda que no perdió tiempo ni nada en pillar chapa extra. xD

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11/11/2017, 11:34
Director

Por lo visto el trabajo no abunda en Jericho, o puede que sea una cuestión de raza y lo que no hay es trabajo para un piel suave.
Nadie reacciona, al fin y al cabo son necrofagos sentados en un bar sin aparentemente nada mejor que hacer.

El jugador recoge sus cosas, su sonrisa ha desaparecido y asiente con la cabeza asumiendo su derrota en el pequeño negocio que acaba de intentar.

- De acuerdo, si cambias de idea estaré en mi casa, es la que tiene un ejercito de gnomos de jardín custodiando la entrada.

En cuanto se marcha el perdedor abandona su mesa y se sienta a tu lado. El camarero se ha marchado y está charlando con el tipo de la chaqueta de cuero, parece que ahora tienes menos atención.

- ¿Quieres un trabajo? - dice en voz baja el perdedor - Hay un viejo camión volcado a unos kilómetros al sur de aquí, entre otras muchas cosas transportaba la última generación de cartas Tragic. Si me traes una caja de sobres, y las cartas son buenas, te pagaré y podrás dejar de preocuparte por la comida durante una semana.

Antes de que hagas la pregunta el necrofago se la hace a si mismo y responde.

- ¿Qué por qué no voy yo? El camión sirve ahora de nido para... una cosa, una cosa grande. No es trabajo para nosotros, somos lentos y llamamos la atención. Tú puedes hacerlo, si eres rápido no tendrás ni que pelear, solo correr. Medio día de trabajo por el pago de una semana, me parece más que justo.

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11/11/2017, 13:27
Jax

La piedra que lancé no es que removiese mucho el estanque que digamos. Era simplemente un bar donde la gente iba a pasar el rato por puro aburrimiento, y aunque despedí con un ligero asentir al ganador del Tragic, no tenía muy claro el poder soltar tantas chapas de golpe sólo por aprender a jugar. No obstante, no estaba todo perdido después de todo.

El perdedor, tomando el relevo en el asiento, vino con una propuesta de trabajo, curiosamente, relacionada con el famoso juego. Que el primero mostrase verdadero furor y el segundo tanto interés, hacía que el comentario sobre que se ganaba pasta de verdad con esas cartitas cobraba más importancia. No era ningún experto, pero imagino que a mejor carta, mejor calidad en las mismas.

Escucho sin inmutarme su oferta de trabajo, limitándome a comer, mientras hacía elucubraciones en mi mente. Si era un bicho grande, y sólo era uno, se acortaba mucho la lista… y no precisamente para mejor. Que sea grande no quiere decir que sea lento por mucho que el necrófago quiera venderme la moto.

Pero era la única oferta de trabajo que había y si el camión quedó más o menos intacto hasta que el ocupa lo convirtió en su guarida, podría encontrar algo de botín extra. No iba a quedarme permanentemente en éste pueblo abandonado y medio muerto, no había forma de subsistir, no una visible, no sin ser un ghoul.

Con eso presente ignoré al susodicho, centrado en terminar mi comida, dejando que el ansia carcomiese al ghoul. El vicio y le juego eran cosa mala, y si estaba harto de perder o si le interesaba de veras, mostraría alguna señal.

“Veremos…”.

Terminando de comer, ahora necesitaba recuperar fuerzas. Podía recorrer un par de kilómetros sin problemas, pero no hasta que la comida terminase de bajar. Entonces me podría en marcha. No quiere decir que vaya a hacer el trabajo y ya está. Si el trayecto no era seguro o si la ‘cosa’ era demasiado, ya se podría ir olvidando. Si me la había jugado, le aplastaré la cabeza con mis propias manos.

Notas de juego

Muy bueno lo de Tragic The Garnering, por cierto XD

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11/11/2017, 14:04
Director

Si por algo son conocidos los necrofagos es por su paciencia, al fin y al cabo viven cientos de años si nadie los mata antes, claro.

- También podría enseñarte a jugar y darte un mazo, sin coste adicional, solo por joder a ese puto orgulloso. - señala con la cabeza hacia la puerta, por donde hace unos instantes se ha marchado el ganador. - Ya sabes lo que quiero, ahora depende de ti hacer el trabajo o no. Suerte de todas formas.

Se retira para volver al mismo asiento que ocupaba antes, se queda allí revisando sus cartas u ordenándolas.
El camarero regresa frente a ti y apoya los codos en la barra después de dejar un trapo totalmente sucio sobre su hombro.

- Esta gente tiene la vida resuelta, se conforman con lo que tienen y saben que nadie les molestará. Si fuésemos como tú seguramente no estaríamos tan tranquilos, algo bueno debía tener ser un puto monstruo.

Se yergue y sacude las manos para quitarse el polvo de su propia barra.

- Harry puede que tenga algo para ti, regenta una tienda justo aquí detrás. A veces comercia con algunas caravanas, sabe cosas aunque la mayoría de lo que oye son rumores o leyendas. Pero si alguien puede ofrecer trabajo para ti en Jericho sin duda es él.

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11/11/2017, 14:30
Jax

Asiento a las palabras del ghoul, como gesto de agradecimiento y despedida, antes de que éste pase a retirarse. La verdad es que preferiría hacer cualquier otra clase de encargo o al menos hacer éste con más energías y mejor equipo, y nada decía que tuviese que ir hoy mismo. Un día o dos para recuperarme podía estar perfectamente y ese camión no se va a mover de ahí.

Por otro lado, el camarero volvió a centrar su atención en mí, ésta vez con comentarios sobre el lugar y sobre por dónde podía probar suerte y buscar trabajo. No sé si lo hacía por aburrimiento, porque le daba pena, o simple conveniencia de tener otro cliente más con el que ganar chapas. Sea como fuere, me vino bien esa información.

“Gracias…”, respondo, costándome lo mío. Hacía años que no usaba esa palabra. “Aunque los monstruos de verdad son otros...", digo, pensando en voz alta. "¿Quién podría darme alojamiento?”, añado, ganando algo más de soltura con mi voz. No es que me fuese desconocido dormir al raso, pero un techo sobre la cabeza siempre era lo mejor.

"Jericho... ¿En dónde está exactamente?", le pregunto, a fin de lograr situarme mejor. Sí, sabía que estaban en Kansas, pero a saber en dónde. "¿Es una comunidad ghoul?", añado, por simple curiosidad.

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11/11/2017, 16:29
Director

El camarero parece agradecido por la conversación, el bar y el pueblo en sí no debe ser el lugar más animado del yermo.

- ¿Alojamiento? Las casas al sureste del pueblo están vacías, el único peligro es que se desplomen pero nadie te dirá nada por ocupar una de ellas para pasar la noche.

El tipo del fondo deja unas chapas sobre la barra y se marcha, el camarero lo despide con la cabeza antes de responder a tus últimas preguntas.

- Jericho está al oeste de Kansas City, si es que eso te sirve para algo. Nos separan 500 kilómetros, suficiente para que nadie nos moleste. Estamos en mitad de la nada, no hay rutas importantes ni asentamientos cercanos.

Al preguntar sobre el tipo de comunidad que tienen el camarero duda, es como si nunca se hubiera hecho esa pregunta.

- La mayoría vinimos hace muchos años de Kansas City, los silos de misiles nucleares no ayudaron a mejorar nuestras vidas. Todo el mundo quería tomar la ciudad, unos por conseguir los misiles, otros por el uranio y otros para poder saquearla sin molestias. Nosotros no somos guerreros, nos podemos defender pero no estamos hechos para luchar todos los días. Nos asentamos aquí, los niveles de radiación no nos afectan. Aunque supongo que si te quedas una larga temporada por aquí tendrás que cambiar de peinado... ya sabes, no tendrás nada que peinar.

Hace un gesto pasando la mano por el pelo que no tiene.

- Pero no te preocupes, hablo de años. El aire, el agua y la comida están contaminados, no mucho más que en el resto del yermo pero lo necesario para que un piel suave deje de ser... un piel suave.

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11/11/2017, 17:50
Jax

Aunque no me respondió claramente referente a si todos aquí eran ghouls o no, los datos que dijo del lugar dejaban bien claro que Jericho era un lugar para estar más bien de paso, aprovisionarse y seguir, no para asentarse… a menos que quieras ser uno de ellos, claro. Era bueno saberlo.

Además de eso, no todo el pueblo estaba habitado, cosa que casaba muy bien con la apariencia muerta del mismo. Podría revisar las casas mencionadas para buscar una que no fuese a caérseme encima, y ya tendría un techo para pasar la noche durante éstos días en los que me recuperaba y aprovisionaba de lo que fuese consiguiendo. Por si acaso, no obstante, no me confiaba, ya fuese por alguno queriendo robarme o algún puto bicho sobrealimentado con ganas de darme un par de bocados.

“Antes de ir a probar suerte con… Harry… ¿hay algo que deba saber del lugar?”, comento, enderezándome un poco, colocándome la espalda. “No quiero molestar a nadie y no quiero malentendidos…”, le digo, asintiendo levemente. “También sobre si ha habido problemas por la zona. No me gustan los… saqueadores”, añado, aguantándome las ganas de gruñir. “No me caen bien”.

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11/11/2017, 22:45
Director

Después de encogerse de hombros a medida que preguntas el camarero responde al tiempo que sigue pensando algún consejo que darte.

- No... aquí no ocurre nada. No se desde donde vienes, pero habrás visto que no hay nada en muchos kilómetros a la redonda. No hay saqueadores, no tienen nada que saquear. Lo divertido es que la ciudad más cercana, aunque está a doscientos kilómetros, es Dodge City, al sur, y es un nido de saqueadores y demás escoria.

El ghoul de la chaqueta de cuero termina su bebida y se marcha hacia la puerta, por su despedida parece que la escena que contemplaste al llegar es muy habitual.

- Me voy a casa, a ver si ya se ha calmado esa loca.

- Hasta luego Tom. - se despide el camarero antes de volver a ti y terminar de responderte - Es difícil que tengas problemas con nosotros, salvo que nos intentes robar o alguna mierda de esas, lógicamente. No somos como otros lugares que iniciamos peleas por una mala mirada, no hay bandas ni mafiosos. Por eso estamos aquí, en mitad de ninguna parte, para que nos dejen en paz.

- Cuéntale lo de los perros. - levanta la voz un necrofago en una mesa de la esquina del bar.

- ¿Qué? - responde el camarero confuso.

- Lo de los perros, los que atacaron a los dos tipos aquellos.

- Ah, joder, esos perros. - asiente y se vuelve a girar hacia ti - En las afueras del pueblo hay una manada de perros salvajes, a nosotros no nos molesta porque no se acercan al pueblo pero si vas a alejarte en dirección este puede que te los encuentres. Hace un par de semanas llegaron un par de exploradores, o eso decían que eran. Uno de ellos estaba jodido, esos perros le habían destrozado una pierna. Dicen que mataron a unos cuantos y el resto huyó, así que no sabemos cuantos quedan. Los exploradores ya se fueron, nunca preguntamos cuantos perros quedaron vivos. Por lo demás, un lugar tranquilo donde no hacer nada.

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11/11/2017, 23:31
Jax

Guardo silencio, dejando que el ghoul explicase en detalle cómo funcionaban las cosas por aquí. Estaba claro que éste sitio era tranquilo a más no poder, en medio de ninguna parte, y eso estaba bien… hasta cierto punto. Puede que su rutina diaria fuese ésta, venir al bar, pasar el rato y volver a casa, pero hablamos del yermo y con la misma puede caerte la mierda encima.

El simple hecho de saber que hay una ciudad repleta de saqueadores hacia el Sur, a una buena cantidad de kilómetros, me provoca sentimientos encontrados. Por un lado, evitarla como la peste. Por otro lado, acabar haciéndoles una visita y hacer volar por los aires a esos bastardos.

Asiento, agradecido, la intervención del necrófago de una de las mesas. De primeras nada se me había perdido en esa dirección salvo la propia Kansas City, siendo muy pronto el hacer planes al respecto, pero era bueno tomar notas. Una manada de putos perros salvajes podían despedazarme como si nada si no iba con cuidado.

“En esa dirección sólo queda Kansas City, pero mi culo está demasiado jodido para pensar en viajar hasta allá por el momento…”, digo, bajando lentamente del taburete. “Iré a hacerle una visita a Harry…”, asiento. “¿Algo que deba saber de él?”.

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13/11/2017, 11:24
Director

Durante tu camino hacia la puerta el camarero te da los últimos detalles sobre su vecino comerciante.

- Está un poco sordo, o mejor dicho está muy sordo. Tendrás que gritar y repetir todo lo que le digas, ten paciencia.

Sin más sales del bar y rodeas la casa para dar con una casa muy similar, la fachada es la otra mitad de la caravana. Esta mitad tiene una ventana que sirve de mostrador y en la que hay apoyado un ghoul con un aspecto mucho más desmejorado que los demás.

- Oh, un piel suave. - vocifera el necrofago - Por fin alguien con chapas, la gente de Jericho son malos clientes, pero vosotros siempre os lleváis algo.

El camarero no exageraba, el volumen de su voz es tan alto como le permite su abrasada garganta.
Detrás de Harry, a modo de expositor en la pared, hay colgados muchos artículos. La mayoría son herramientas, otros son latas de comida preguerra y en una pequeña sección hay armas. Una escopeta recortada, una lanza tribal y unos nudillos metálicos componen el arsenal mostrado.

Cuando te ve observando su surtido, evidentemente orientado a los residentes más que a los visitantes, saca un stimpak de una zona no visible para los clientes.

- También tengo medicinas, drogas y algún arma un poco más cara. Tienes pinta de ser uno de esos que se juega la vida por cualquier cosa, pide lo que necesites y te haré un buen precio.

Cargando editor
13/11/2017, 14:05
Jax

Harry, el ghoul comerciante, estaba tan sordo como me habían dicho. Apenas me había plantado delante de su tienda, que no resultó otra cosa sino parte del propio bar, al menos en apariencia, y ya estaba vociferando con voz muy ronca. Algo me decía que su sordera podría deberse a su demacrada condición.

En cualquier caso, me lo tomé con toda la calma de la que era capaz, empezando por observar la mercancía que estaba visible para el público. Con tiempo y dinero, podría equiparme lo suficiente como para empezar a plantearme alejarme del pueblo, aunque solo fuese para realizar ciertos encargos más peligrosos. Con eso presente, asentí levemente ante sus palabras, confirmando brevemente su comentario.

“¡Bus-co… tra-ba-jo…!”, le digo alzando la voz bien de cerca, haciendo las medidas pausas para que tuviese que repetirme lo menos posible. “¡In-for-ma-ción… lo-cal…!”.

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14/11/2017, 11:41
Director

Harry asiente a tus palabras haciendo ver que comprende lo que estás diciendo o que al menos lo escucha.

- Aquí no hay información local, esto es un agujero en mitad del yermo. Algunas caravanas que recorren la vieja interestatal 70 a veces se desvían hasta aquí, pero todo el mundo sabe que los necrofagos no somos sinónimo de buenos negocios.

Se encoge de hombros, parece que en general todos tienen asumida su decadencia y la de su comunidad.

- ¿Quieres trabajo? - empieza a gritar - Hay un granjero, Cooper, que venía todas las semanas a intercambiar sus productos por herramientas. Hace un par de semanas que no lo veo, es un buen cliente. Su granja está a las afueras del pueblo, hacia el sur, es fácil de encontrar porque es la única que se mantiene en píe. Ve a comprobar si está bien y tendrás tu pago al regresar.

Se agacha y lo pierdes de vista, aunque sabes que sigue ahí por el ruido que hace al remover varios objetos que debe tener bajo la ventana. Al poco vuelve a levantarse y te ofrece una botella de whisky con algo menos de la mitad.

- Toma, dale esto de mi parte. Hay que cuidar a los buenos clientes, además yo ya no bebo, demasiado tengo con estar sordo como para también pasarme el día ciego.

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14/11/2017, 21:54
Jax

Supongo que pedir un poco más de movimiento en un pueblucho ghoul de mala muerte era pedir demasiado. Aquí todo el mundo parecía de lo más contento con su eternamente aburrida rutina de no tener que hacer nada, pero luego andaban desesperados por algo que cambiase dicha rutina, aunque fuese sólo un poquito.

Con eso aparte, parecía que había tenido éxito con mis pocas palabras, haciendo que el tendero me fuese poniendo al día un poco, además de darme algo de trabajo. En ésta ocasión, y al igual que con el camión de las cartas, tendría que ir al Sur, aunque sólo para hacer una comprobación y una entrega.

“¿A cuán-to… está… de… a-quí… la… gran-ja…?”, pregunto tras asentir y guardar la botella de whisky dentro de la chaqueta. Ganas no me faltaban de darle un buen trago, todo sea dicho.

Sabiendo lo que sabía, mi instinto me decía que ese granjero estaría muerto o por el estilo. Si las visitas rutinarias se habían parado, tenía que ser por un motivo serio, uno que le impidiese venir hasta aquí. ¿Qué puede impedir a un granjero venir a comerciar? Pues que esté muerto, bien por bestias, bien por saqueadores.

“¿Hay… al-go… que… de-ba… sa-ber… de… Cooper?”, añado, tratando de darle el tono apropiado. Sólo me faltaba que no hubiese pasado nada y me tomase por un intruso para volarme el culo con una escopeta.

Sea como fuere, ya tenía trabajo y eso era lo importante. Ya vería si mi teoría se confirmaba, en cuyo caso aprovecharía todo lo que pudiera. Los muertos ya no necesitan nada.