Partida Rol por web

-No lo sé... - respondió con sinceridad la IA mientras subiais - La IA domestica estaba al cargo de todas las funciones de aquel hogar ahora destruido... Su placa base así como todas sus funciones han quedado relegadas a las de un brazalete que al no ser una IA como yo se ha quedado en una mera IA de comunicación y salud. Dudo mucho que sea capaz de hacer algo en su estado actual... Pero si no me preguntas por la parte objetiva y fria... Diría que el chico la necesita.

El ascenso al inicio fue facil y sencillo. Había plataformas que estaban colocadas como rampas de ascenso que poco a poco se volvían puentes por donde andurrear por aquella ciudad colgante, y más allá, escaleras.

No es que fuera un ascenso dificil al principio, sino que fue más bien un tanto aburrido. Para ti sola podías sortear con gracilidad pequeños trozos rotos y así llegar al punto en donde Rena te indicaba la posición de la siguiente esfera. - Está ahí, en esa casa... Por suerte no está destruida como la de Kadel... Pero, no consigo atraerla tampoco. Deberá de estar encerrada en alguna caja o similar. No obstante... ¿Puedes dejarme aquí fuera Erza? Noto el sol, es debil, pero suficiente para recargarnos un poco tanto a mi como a la otra IA. Procura mantenerla apagada y se cargará más.

Por tu lado, el aburrimiento crecía de manera exponencial. Ahora te habías quedado solo, aunque fuera por un tiempo, con un pequeño ser mutante y con tus pensamientos. Chyfu no estaba allí, necesitaba ser cargada, y era lo principal que podias tener en mente... Eso y quizás que la pequeña entidad de forma zorruna parecía tolerarte... Lo más importante quizás era... ¿Erza te dejaría tirado?

No, imposible. Dejó ahí a su... ¿Mascota? Tendría que volver.

El pequeño animalillo intentaba mirarte y olerte, estaba como reconociendote, pero en un momento se alejó, aunque no por miedo... Si le seguías con la mirada, aquel ser mutante se había apartado a un lado para hacer de viente, soltando si hilo dorado desde sus partes.

Aunque quizás eso no era lo más divertido que hacer.

El agua resonaba con el oleaje placido tanto que conseguía también relajarte... El único problema que tenías frente a este ambiente, es el sonido metalico que producía el agua con el metal... Aunque hasta ahora no había sonado así, así que... tu casa no era ¿Verdad?

El tiempo parecía pasar más lento de lo normal. Kadel se encontraba allí sentado, esperando sin tener nada más que hacer que vigilar a aquel pequeño cachorro de animal mutante que poco a poco se iba acostumbrando a él. El chico lo acariciaba de vez en cuando y procuraba que no se alejase demasiado, al tiempo que seguía mirando hacia arriba aguardando el regreso de Erza. Espero que todo le vaya bien, pensó, pero pronto se dio cuenta de que pensar aquello era una tontería. Erza había demostrado ser más que capaz de defenderse. El que más en peligro estaba yendo en solitario era él.

El cachorro mutante se alejó un poco y Kadel lo observó atentamente, listo para salir tras él si veía que se alejaba más de lo que debía. Pero el cachorro no se estaba marchando, sino que estaba haciendo sus necesidades. De alguna forma, pensar que en aquel mundo extraño y devastado las leyes de la naturaleza seguían aplicándose lo alegró.

También lo alegró que el animal hubiera escogido alejarse para orinar en vez de hacerlo junto a él.

Y entonces fue cuando escuchó aquel sonido que hizo que se levantase, aunque lo paralizó varios segundos. Cuando ya estaba en pie, Kadel vio un robot peligrosamente cerca de él.

Reacciona, se dijo a si mismo. Localizó al cachorro con la mirada y trazó su plan de huida, esperando a ver la actitud que adoptaba el robot. Probablemente tuviera que salir corriendo...

-Está bien... Suspiró y negó mientras ascendía. - El problema es que no quiero que vuelva a tener los sentidos mermados y completamente distorsionados. ¿Pero te has dado cuenta? Hace dos días que su vida " comenzó " ya que no recuerda nada de antes, justo como yo... Pero las IA recordáis todo...¿Qué ocurrió en el mundo para que eso fuera así?.... Por fin llegó arriba del todo y el panorama no era precisamente el mejor de todos, de hecho se le ocurrió una idea ya que en la casa de Kadel debía haber algo muy importante para el de lo que no se acordase, posiblemente sería algo como para ella lo era su diario el cual guardaba en un cinturón con carterita que era lo único que no se quitaba aún yendo desnuda.

Se quitó la pulsera de rena y dejó ambas en la zona donde la luz del sol brillaba más y pegaba fuerte, ahí deberían cargarse rápidamente ambas. - Bueno Rena, vuelvo en unos minutos. Encenderé también cuando vuelva a la IA de Kadel para que me ayude a encontrar su objeto preciado si es que tiene y puedo llegar a el.  Dicho esto se alejó de ambas pulseras y comenzó su búsqueda de la esfera junto a la búsqueda de comida enlatada, agua embotellada y sobretodo... medicamentos. Lo necesitaban todo. 

Con el animalillo localizado lo primero que debías de preguntarte a ti mismo era: ¿A donde huir?

El terreno donde estabas era cerrado. Para huir por tierra bien tendrías que escalar una pared imposible o bien nadar por el mar, dentro del cual empezaste a imaginar que pudiera haber más robots. Mala idea.

La única parte plausible para huir parecía ser la rampa descolgada que había usado Erza para subir hacia la ciudad que en vertical se abrí ante vosotros dos. Con la destrucción antes acaecida ahora parecía un camino único de rejas y escaleras que poder encaminarte, de hecho no muy lejos aunque tampoco cerca podías ver a Erza moverse con total libertad buscando lo que su pulsera requería.

Si ella podía igual tu también, y es que para salir de allí además de por mar, subir parecía la única alternativa.

El problema también era que pensar demasiado la ruta no era bueno, y allí el robot estaba tan cerca tuyo que se lanzó a por ti, o más bien tropezó entre sus piernas cayendo al suelo, pero al mismo tiempo agarrandote del pie ejerciendo una presión considerable tanto que si dabas un paso caerías al suelo.

Rena sonrió, o lo que para un zorro suponía sonreir - Por eso no te preocupes Erza. Tenemos las gafas del chico controladas, y lo dicho... Dudo mucho que su IA pueda hacer algo. - pero sin embargo se sorprendió ante la pregunta que le formulaste. Tanto que la hizo ponerse pensativa a unos niveles que trató de calcular posibilidades - No sé por qué ha ocurrido la amnesia que teneis tanto tu como Kadel... Pero igual tiene que ver con el apagón universal de hace unos días. - dijo antes de mostrár un pequeño grafico en el brazalete - No solo absorbo energía del sol convirtiendola en la electicidad que me da vida, sino también de la estatica de alrededor... Pero de normal se mantiene muy estable bajo minimos. Pero este dia hubo en el ambiente una sobrecarga estatica que apagó posiblemente a todas las maquinas... - salvo los robots ya que parecía dificil haberse reiniciado solos - Pero aún no entiendo como los robots se libraron.

Al fin llegasteis arriba y ante tu buena voluntad de dejar a las dos IAs al sol recarganse Rena sonrió, asintió y desapareció casi como si se hubiera ido a dormir.

En la casa, como hasta ahora, había bastante removido, como si alguien hubiera querido sacar todo lo posible antes de irse, pero por suerte no se llevó todo. En el suelo podías ver latas de conservas, aunque la mayoría eran frutas en conservas, también había cosas como carne enlatada lista para comer o similar. Por supuesto por el lado contrario también encontraste el hedor de lo que podría haber sido en su día comida fresca. Algo extraño y que te sorprendió, era que en tu mente ese hedor era rodeado por ciertas criaturas que ahora no estaban allí... Si había animales mutantes igual otros seres habían sido destruidos.

Otra cosa que si que encontraste era un botiquin abierto. Algunas vendas estaban desperdigadas en el suelo y aunque tuvieran un poco de suciedad podrían usarse, al igual que los ungüentos que tenía y la medicación que no parecía estar en mal estado.

Por último y revisando donde estaría el bien más preciado, el agua, lograste encontrar la pequeña y endiablada esfera de tu pulsera en un armario cerca de la nevera, junto a algunas botellas pequeñas de agua.

Eso parecía ser todo y ya habias estado bastante tiempo alejado del niño ¿No?

¡Maldición!, pensó Kadel cuando el robot le atrapó de la forma más tonta posible. No podía ser, ¿iba a morir de aquella manera? Calma, intentó decirse a sí mismo. Eso siempre daba resultado. ¿Cuales son tus opciones? De alguna forma, centrarse en el análisis objetivo de la situación lo hacía relajarse, al menos todo lo que podía relajarse estando en peligro como evidentemente estaba. Observó a su alrededor, y llegó a la conclusión de que la única salida posible que tenía era seguir el mismo camino que había seguido Erza. De hecho, podía verla a lo lejos. Si llego hasta allí, ella podrá derrotar al robot, pensó Kadel.

El único problema, uno pequeñísimo, es que estaba siendo retenido. Vale, ese es el plan, se dijo. Soltarme del robot. Coger al cachorro. Subir a por Erza. Tomó aire y puso en práctica su habilidad para soltarse. Estaba totalmente seguro de no ser capaz de soltarse por fuerza bruta, así que bajó la mano hasta su pierna e intentó soltar la mano de aquel robot del cuerpo del mismo. Sabía cómo funcionaban aquellas máquinas, así que...

- ¡Sí! - exclamó, moderadamente, Kadel. No solía expresar sus emociones en alto, pero la adrenalina le podía. En cuanto hubo soltado el brazo del robot, echó a correr. Coger al cachorro. Subir a por Erza, se repitió. Aquellos eran los siguientes pasos de su plan.

Escuchó a Rena antes de largarse de expedición en la cual encontró bastantes más cosas de las que pensaba que encontraría. 

Usó dos de las mochilas que encontró por la casa para poder meter de todo lo necesario ahí dentro. En una de las mochilas metió todas las latas de comida que pudo junto a las botellas de agua y en la otra metió ropa, una manta grande (estuviera rota o no)  y tomó las vendas las arrebujó en una maraña y las embutió en la misma mochila con el resto de cremas y mejunjes que parecían en buen estado. Tendrían que ir a algún sitio a lavar las vendas, estaba más que claro... Por fin tenía todo y encima, con otra esfera. ¡Ya tenía 4! Aquello era toda una bendición que podría salvarles la vida y sobretodo crearse la ropa adecuada para luchar. 

Tras revisar eso se colgó una mochila en cada hombro y salió de la casa en dirección a las IA.

-Rena, despierta... ¿Ya estáis ambas despiertas?

Si así fuera, se dirigió hacia la IA del chico.

-Antes de que empieces, ¿Ese chico tenía algo muy preciado para el que odiaría perder? Necesito saber para recuperarlo de los escombros. 

Ya se preparaba para los posibles ataques verbales de la IA. En cuanto se lo dijera, no dudaría en buscar hasta dar con dicho objeto y entonces y solo entonces bajó de nuevo para encontrarse con Kadel y a Jellal.

Por suerte, eras un buen mecanico, y con ello lograste soltarte del robot antes de que pudiera hacer nada y con ello poner pies en polvorosa. El pequeño ser mutante que era el cachorro de Erza se dejó agarrar sin problemas siendo que se revolvió un poco buscando el simple hecho de sentirse más protegido frente al robot.

Por suerte el robot estaba caido, y más de una vez tropezandose consigo mismo, por no decir que iba lentamente hacia a ti. Con ello te dió tiempo a llegar al camino por el que comenzó a subir Erza, pero tenías que tener en cuenta varias cosas... La primera era que la ciudad colgante donde vivias no era como la viste la primera vez. Podía ser muy inestable y si no se tenía cuidado en ciertos puntos podría causar algún mal accidente. La segunda era que si querias ganarle ventaja al robot, debias correr.

Pero la decisión solo podía ser tuya. Correr y arriesgarte a que alguna parte cediera, o ir más lento y asegurarte un ascenso seguro.

Rena volvió en si tras que después de registrar toda la casa, encontraras lo necesario para sobrevivir el tiempo suficiente. - No hay suficiente sol. Yo podré aguantar hasta algún sitio donde de mejor el sol, pero ella solo aguantará para responder unas pocas veces. Enciendela y cuando termines di que tienes que apagarla. - Así Rena simplemente se quedó apartada de lo que iba a suceder, siendo que encenderías a la IA hogareña para hacerle aquella pregunta

Obviamente al encenderla su mirada fue de rabia. Todavía te recordaba. - Quiero ver a Kadel, es mi labor protegerle de todo lo que ha hecho daño y de lo que pueda hacerle daño. Humanos, robots... de todo - empezó a decir negando a responder a tu pregunta, salvo por un pequeño detalle que no tardó en darse cuenta. Esta vez no jugabais en su terreno, sino en el tuyo. Ver a Kadel era una posibilidad que solo tu podías darle

Por ello se resignó y no te miró - Su madre y su padre. Eso es lo más preciado que tiene Kadel... ¿Por qué crees sino que me ha recuperado? Además, con su padre estudiaba y juntos inventaban cosas en un cuaderno que se llevaba Gregory al laboratorio... Si buscas un objeto con más aprecio, solo existe ese y Gregory se lo llevó antes de lo que ocurrió... Pero no supera a sus padres. - dijo clara y seria dando un pequeño atisbo de colaboración. - Ahora dejame ver a Kadel.

Soltarme del robot, hecho. Coger al cachorro, hecho. Llevaba al cachorro entre sus brazos, intentando no apretarlo demasiado y tenerlo cómodo para que no se revolviera, pero era difícil huyendo de una amenaza como aquella. Siguiente paso, subir a por Erza... Pero no eran tan sencillo como pudiera parecer. Aquella ciudad estaba hecha unos zorros, y no parecía demasiado seguro subir por aquel lugar. Todo podía ceder en cualquier momento.

Por otro lado, tampoco parece muy seguro quedarse a dialogar con el robot, pensó. Aunque curiosamente le había servido anteriormente, pero tenía la sensación de que aquella vez el diálogo no iba a ser demasiado fructífero. Lento y seguro y arriesgarme a que nos coja, o rápido y peligroso para huir cuanto antes... Esas eran sus opciones aquella vez. ¿En qué confiaba más, en su agilidad o en su percepción? Se ajustó las gafas como pudo mientras sujetaba al cachorro.

- Agárrate. - le dijo al animal mutante. ¿Podría entenderle? Poco importaba. Por una vez iba a intentar poner en práctica su agilidad. Puede que este mundo me haya vuelto un poco loco.

Le hizo caso a Rena y se apresuró a ello, al hacerlo... Aquella mirada furiosa la reprendió muy fuerte pero no perdió el tiempo y preguntó. La estaba exhasperando así que nada más decirle que se lo llevó el padre, la apagó, se puso ambas muñequeras y cargó con ambas mochilas comenzando a bajar, buscando con la mirada al chico y al animal mutante mientras lo hacía. 

Según Erza iba bajando y mirando, podía ver lo siguiente:

Librarte del robot no iba a ser muy dificil, lo dificil como bien pensabas, era subir con seguridad la ciudad. Por ello sorteaste al robot con el pequeño ser mutante a cuesta, y empezaste a correr como podías en dirección al mismo lugar por el que empezó a subir Erza. Por suerte, el robot aún se desplazaba lento y tardó un poco en alcanzar el mismo sitio por el que subiste, lugar en el que aprovechó del apoyo para ponerse en pie y ahí si, empezar a correr más rápido, aunque ya llevabas ventaja y su velocidad era un poco más alta que la tuya...

El problema, no obstante, no era la persecución, sino la carrera en un sitio inestable. No sabrias cuando alguna parte del lugar podría ceder y hacerte caer, no sabrías si las vigas de seguridad empezarían a resentirse y hacer caer toda la ciudad encima suya, no sabías si quiera Erza te estaba viendo o si estaba muy lejos ya que la prioridad era vigilar que el robot no te atacara

Es por ello que en el transcurso de la carrera sentiste que el vacio se abría a tus pies, al menos dicho de una forma filosofica, pues una rejilla estaba un poco suelta y tus pasos eran a veces más corto que largos y por ello acabaste tocando justo esa rejilla.

Como cualquiera al caer te abriste de brazos para parar tu caida liberando así al pequeño mutante que logró cruzar, al tiempo que te agarrabas al borde de la otra rejilla... Solo que esta vez era más dificil subir, y el robot avanzaba sin pausa.

No obstante, Erza era más rápida y agil, y apenas tardó en llegar al ver el tropiezo, por no decir que al ver el robot ya estaba corriendo, lo cual suponía una diferencia clave. Salvar a Kadel y empezar a subir era la posibilidad de salvación más sencilla, aunque el robot os siguiera a ambos.

Estaba descendiendo cuando vio a Kadel intentar escalar todo aquello y... tropezar, pudiendo darse cuenta así de que lo perseguía un robot. Estaba aliviada de que Jellal no sufriera un solo daño más a causa de la caída del chico pero ahora le preocupaba el mismo, si seguía así acabaría muerto pronto y debía acabar con el robot también por lo que decidió hacerlo lo más rápido y sencillo posible si es que eso se podía. Fue corriendo hacia el chico y lo agarró de la muñeca con la que se sostenía, levantándolo a peso no sin cierta dificultad pues... Bueno, no estaban en la mejor zona posible realmente pero logró levantarlo y colocarlo tras ella donde estaba Jellal.

El Robot cada vez se acercaba más y sabía que no le quedaba más opción que actuar rápido y... así lo hizo, ordenó a las esferas medio gastadas que recolectaran todos los nanorobots de alrededor, gastados en la manta de más abajo y las vendas de ambos así como en su ropa dejándola completamente desnuda de nuevo( a excepción del cinturón que sujetaba un libro en su cadera). -Pégate a la pared! Se estaba acercando con cierta rapidez el maldito robot así que todo lo rápido que pudo creó un suelo con baranda estable en ese lugar a la par que una maza la cual preparó para usar, al ser una zona inestable, si la baranda conseguía crearse antes de que el robot se acercase lo suficiente, podría afianzarse bien al suelo y darle un mazazo para lanzarlo al vacío, quizá eso no lo matara pero lo retrasaría lo suficiente como para poder pensar con más calma y ver que todo estuviera bien. 

No había sido la mejor idea que había tenido aquel día. ¿Por qué había confiado en su físico en lugar de en su mente? Bueno, cuando te persigue un robot con intenciones asesinas no puedes quedarte a debatir con él. Al menos, no siempre, pensó Kadel mientras soltaba al cachorro después de que el suelo cediera bajo sus pies. El chico vio al animal mutante aterrizar a salvo mientras él se hundía en el vacío, y sintió algo de satisfacción por ello, a la vez que el nerviosismo lo inundaba. Fue capaz por lo menos de usar sus brazos para agarrarse al borde y no caer, pero no aguantaría mucho.

Vamos, inténtalo. Sube, se dijo a sí mismo, pero tenía al robot cerca y su cuerpo no estaba acostumbrado a esfuerzos duros y rápidos bajo tanta presión. Por suerte su salvadora apareció rápido y lo subió, aunque Kadel notó que le costaba algo de esfuerzo.

- Gracias. - murmuró Kadel, aunque no había mucho tiempo para hablar. El chico notó que las vendas que aseguraban sus heridas desaparecían al mismo tiempo que la ropa de Erza, a excepción de aquel cinturón con un libro que le llamó la atención. Pero no ahora, pensó mientras recogía al cachorro mutante del suelo una vez más y se ponía en pie. - Sí. - respondió simplemente, obedeciendo la orden de la pelirroja y pegándose a la pared sujetando al animal.

Efectivamente, aunque se moviera el robot tenía la suficiente velocidad como para dejar en incertidumbre a Erza, pero no la suficiente resistencia como para soportar el mazazo provocado por la misma que hundiría al robot al fondo del abismo, en la playa donde al llegar no parecía moverse.

No obstante aquel ataque fue más peor que mejor para la situación, el hecho de aplicar la fuerza necesaria, así como el golpe ocasionado en el propio robot, desestabilizó la reja donde ahora estaba Erza apoyada, haciendo que casi todo su cuerpo notara el vacio abrirse bajo ella.

Por suerte Kadel de forma inexplicable, reaccionó agarrando la pierna de Erza antes de que todo su cuerpo cayese sin más. Lo bueno de la guerrera pelirroja, es que le costaría menos trepar, lo malo del chaval, es que tendría que aguantar hasta que subiera.

Había logrado crear la maza a tiempo pero no el suelo por lo que al usarla y lanzar al vacío a aquel robot toda la estructura tambaleó en su zona provocando que torciera un tobillo y se cayera al vacío. Ya estaba, hasta ahí llegaba su vida aunque al menos había logradoo mantener a salvo a ese cachorro y a ese chico hasta el momento... ¿Qué les ocurriría de ahora en adelante? Estaba ya pensando en que aquel era su final cuando de forma increíble Kadel le agarró de la pierna, aquello era inaudito para Erza pero no perdió el tiempo y dobló el tronco con una abdominal al aire y se enganchó a la reja lo más rápido que pudo para que Kadel no tuviera que mantenerla sujeta. - Gracias... Ya con más calma aunque el corazón a mil a causa de la adrenalina por su casi muerte, se volvió a subir a la reja y revisó que sus dos mochilas, enganchadas a su espalda estuvieran bien. Por suerte no habían perdido nada y eso era un alivio para todos.  Se sentó apoyada a la pared del lugar, para relajar sus pulsaciones y le acarició con cuidado la cabeza al animal mutante mientras miraba al chico.
-Siento haberos dejado solos tanto tiempo. No debí dejaros atrás... Suspiró, no parecía importarle tres pimientos estar desnuda, se quitó de la muñeca izquierda un brazalete y se lo entregó al chico. - Toma, tu IA.. No tiene mucha energía, ahí arriba no llegaba mucho sol, hay que encontrar un lugar bueno para ambas. Desde donde estaban se podía ver todo hacia delante, la playa con el robot gigante, el ahora robot enano inmóvil en la arena, toda la chatarra y más allá. Deshizo el mazo y volvió a crear vendas limpias que comenzaron a rodear al mutante y al chico en las zonas que anteriormente había vendado, haciendo lo mismo con ella. -Tienes pinta de ser inteligente, ¿Qué deberíamos hacer ahora? ¿Hacia donde deberíamos ir?

Buenos reflejos, Kadel, se dijo el chico a sí mismo cuando se dio cuenta de que había logrado agarrar a Erza por la pierna para que no cayese al vacío. Luego tendré que reflexionar sobre por qué soy capaz de reaccionar así unas veces y otras yo mismo caigo al vacío, pensó después, mientras Erza hacía uso de su agilidad y fuerza muscular para subir de nuevo a tierra firme, por llamarla de alguna manera. El chico se pasó la manga de su camisa por la frente para secar su sudor, ya que no estaba acostumbrado al esfuerzo físico, y mientras lo hacía las vendas de antes volvieron a rodearlo. No se sobresaltó demasiado.

- No te lamentes, al final todo ha salido bien. - respondió Kadel, a quien tampoco parecía importarle la desnudez de Erza, más allá de reconocer su existencia. Pero como ya se lo había comentado y a ninguno de los dos le importaba, no lo mencionaría más a no ser que fuese necesario. El chico recibió de vuelta su brazalete que contenía a Chyfu y lo examinó para comprobar su estado, pero si no estaba encendido no lo activaría. Sabiendo que Chyfu estaba a salvo bastaba, ya la activaría cuando tuviera energía suficiente.

A continuación, Erza le preguntó a él a lo que creía que debían hacer. Kadel se la quedó mirando a los ojos varios segundos seguidos, como si estuviera valorando si lo decía en serio o no. Su expresión no cambió.

- Yo también creo que soy inteligente. Al menos bastante más que atlético. - reflexionó en voz alta, mirando a la pelirroja. - Pero me falta información. Tengo amnesia, no recuerdo más que algunos retazos de mi pasado, y no se qué es lo que ha sucedido en el mundo para que todo se encuentre así. - miró a su alrededor, y luego a Erza de nuevo. - Tú pareces tener más información que yo. Tengo mil preguntas que hacerte, sobre el mundo, sobre las IAs, sobre por qué me has rescatado, y sobre estas cosas que utilizas. - el chico alargó su mano hasta tocar las vendas que cubrían las heridas de Erza, y tras tocarlas unos segundo también tocó las del pequeño cachorro mutante. Ya había tocado las suyas propias, instintivamente quería comprobar si estaban hechas del mismo material, y qué material era ese. - No sé en qué situación estamos. Si crees que podemos buscar un refugio y hablar tranquilamente sobre todas mis dudas, hagamos eso. Si en cambio estamos en una situación más apurada y no hay tiempo para descansos, busquemos un lugar más seguro. En cualquier caso, - añadió, mirando a su alrededor de nuevo buscando la casa de la antena. - me gustaría ir allí. Hace un par de días logré comunicarme con una persona, - dijo, aunque se corrigió mientras gesticulaba con sus manos. - o lo que creo que era una persona, que creo que debería estar allí.

El brazalete de Kadel estaba bien, igual que Erza, el propio Kadel y el pequeño animal mutante. Recobrar el aliento era lo primordial, así como estabilizaros a fin de relajaros, no obstante de la conversación salió una buena idea, un lugar al que ir.

Al encontrar y señalar aquella casa Kadel, veiais que era una casa que estaba en lo más alto de toda aquella ciudad, y por suerte tenía un camino para ir a tierra firme desde la parte superior. ¿Que habría en esa casa? Puede que solo Kadel lo sepa, pero con un poco de más perspectiva oblicua, erais capades de ver una especie de antena salir de ahí.

Refugios seguros había pocos, y después de empezar a escuchar aquel sonido metalido de movimiento, era peor idea incluso refugiarse. Al ver abajo veiais como más robots empezaban a salir del agua en clara y lenta persecución a por los que seguían desde un principio. Por suerte, no era el grande.

Se incorporó al fin, mirando en la misma dirección que el chico y asintió. -Bueno, teniendo en cuenta el panorama que se nos presenta, es más seguro ir allí que quedarse en una casa derruida o en la playa. Tomó en brazos a Jellal para que andara lo menos posible por sus heridas, pasando olímpicamente de las suyas propias y miró al frente. -Pues supongo que solo queda avanzar, aunque hay un punto en el que no se podrá más... creo que con tiempo y paciencia podría ir creando algo sobre lo que pasar, o al menos engancharnos... Decía eso mientras avanzaba con cuidado hasta la zona más peligrosa y destrozada del lugar, por donde debían pasar si querían ir a la casa. Algo le hizo bajar la mirada y rodar los ojos con hastío.

-Parece que no nos dejarán en paz... Usando una de las sudaderas rescatadas de la casa de Kadel, hizo una muy improvisada bandolera en la cual meter la mitad del cachorro mutante, que aunque no cupiera entero bastaría como para que este se apoyara bien en su espalda y así poderlo llevar por el lugar.

Respiró profundamente y dejó al cachorrito descansando en su espalda mientras se concentraba en imaginar como de los salientes destrozados aparecían barras de metal a cada 50 cm más o menos junto a unas piquetas* que asegurarían una cuerda de la cual sujetarse para no matarse.  Como sabía que no tenía suficiente para todo el camino, tendría que ir creando y deshaciendo a medida que avanzaran, sería lento pero mientras los robots no fueran perfectos escaladores podrían salir airosos de ello. -Vale... Creo que esto debería ser suficiente para que puedas ir pasanodo poco a poco, iré creando a medida que avancemos, así que avisa cuando se termine el camino y haré más. Revisó que en la mochila que llevaba ahora al frente ( por llevar a jellal en la espalda) llevara su diario y palo de madera a buen recaudo e instó a que el chico caminara delante para así ayudar si le ocurría algo.