Partida Rol por web

Una vez concluye compruebo la fuerza de los vendajes, así como las restricciones que ocasionaban las propias heridas por si, precisamente, ocurría uno de esos incidentes que mencionaba.

- Gracias Yogo-san.

Agradezco en cualquier caso antes de que se vaya, para a continuación comenzar a vestirme. No dejaba de ser una mera formalidad, pero mis palabras tampoco carecían de sinceridad o aprecio por su trabajo, aunque si me señalaban como alguien que se forzaba a medirlas, especialmente cuando se sentía con la guardia baja.

Ella le devolvió una sonrisa amable y encantadora a Yusuke. - No debéis agradecerme nada Soshi-san. Es lo mínimo que podría hacer. - Le respondió antes de abandonar la habitación, dejando al Soshi a solas para prepararse. Un par de heimin llegaron para ayudarle con el equipaje y cuando se quiso dar cuenta estaba en marcha junto a Bayushi Shoju y su joven prometida, que iba bien resguardada en un cerrado palanquín.

Una vez la Yogo se marcho, los acontecimientos vinieron rodando hasta acabar recuperando mi puesto junto al daimyo, mientras que en mi cabeza comenzaba a almacenar algunos de los datos obtenidos en esta última parada y la última estantería se refería Yogo Kohana.

Daba la sensación de que Kohana gustaba mamtener un perfil bajo pese a ser una shugenja poderosa, si debía confiar en las palabras de Shoju sobre su capacidad, dado que la equiparaban a la de uno de los mejores shugenjas, no del Escorpión, sino de todo el Imperio, su hermano Yogo Yunzo. Eso le permitía que sobrestimaran su peligrosidad, especialmente cuando había optado por dominar la medicina. Seguro que en el futuro sería una buena herramienta para Shoju.

Otra de las estanterías, ya contenía bastantes datos, obligándome a tratar a su personaje con una más que una merecida cautela, pues Shosuro Kachiko se me había mostrado tal y como era, o al menos cómo pretendía serlo conmigo, lo cual era algo bastante significativo para poder actuar en un futuro, pero también los datos que había conseguido en la conversación con Shoju y O-Ushi hacían que me viera obligado a estar pendiente de ella siempre la que mirada del daimyo estuviera en asuntos "más relevantes".

La hija del Gran Oso era otra nueva adquisición, aunque no un gran descubrimiento, en cualquier caso había demostrado que no era una persona de la que preocuparse siempre que se fuera de frente con ella, lo cual era un alivio si la comparábamos con su hermano mayor.

Luego estaban los León, aunque de Akodo Arasou no había obtenido gran cosa, por lo que la mayor parte la ocupaba Ikoma Asahi. La maestra dd bestias iba a ser el sacrificio de esta generación para la paz entre el León y la Grulla, pero el incidente que habíamos vivido la colocaban en una posición delicada y que nos obligaba a mantenerla vigilada tal y como Shoju nos había ordenado.

Y ya para acabar estaban los Grullas, dado que apenas había tenido contacto con la shugenja Unicornio. Doji Setsuma, el gobernador de la ciudad, había tenido la mala suerte de enfrentarse socialmente al daimyo Escorpión y quizás hubiera acabado suicidándose poco después. Doji Takumi era su supervisor directo y de seguro habría acabado odiando a Shoju tras el encuentro, pero el que hubiera magos de sangre en su territorio no iba a ayudarle a intentar nada, salvo que quisiera acabar siendo declarado perdido y ejecutado. Y ya para concluir, teníamos a la que debía ser su asistente y cuyo nombre no había conocido, que parecía no ser más que una simple niña bonita.

Una "simple niña bonita" como la que mos atacó...

Puntualizo a mis ideas para no subestimarla. Ya tendría tiempo de conocerla mejor si las Fortunas decidían colocarla de nuevo en mi camino, pero por ahora tocaba acabar llegando a nuestro destino. Y recordar los consejos de Kachiko.