Partida Rol por web

No pude reprimir una sonrisa ante la respuesta afirmativa de la Yogo a mi petición. Asentí ante su recomendación levantándome del tatami y saliendo de la habitación tras ella.

- Procuraré no moverme demasiado no vaya a ser que me vean, seré como el bambú mecido por el viento -bromeó ante la idea de como pudiera ser que un samurai acabase con otro tan solo con el arte de la palabra.

Seguí a la samurai intentando no prestar atención al animal, más que nada porque era consciente de que podía ser tan peligrosa como la katana y ambas se encontraban perfectamente controladas por su dueña. Caminábamos despacio, con cuidado de no armar revuelo alguno y la justificación por semejante comportamiento pronto apareció ante nuestros ojos.

Arasou se encuentraba entrenando, pero de una forma más activa que los otros dos leones. Además estaba demasiado concentrado como para interrumpirlo, por lo que esperamos a que nos diera pie a hablar con él.

Primero concluyó la kata y luego despachó a mi guía, dejándome para el final dando a entender que no se sentía preocupado por mi presencia.

- Sois muy amable Akodo-sama, vuestros ancestros seguro que os observan orgullosos desde el Yomi por ello, pero debo rehusar vuestra oferta por más alagado que me haga sentir y así no ofender a los míos.

Respondo algo rimbombante pues dudaba que un León realmente se prestara a compartir algo con un Escorpión, de buen grado, obviamente.