Partida Rol por web

La chica luchaba para no dormirse, porque no ofreció resistencia cuando él la jaló para abrazarla, en ese momento no recordaba que la había visto completamente desnuda, sino, estaría roja y dando vueltas como una loca, porque el chico que la había visto desnuda ahora la abrazaba, pero no importaba en ese instante, jaló de sus ropas, y bostezó,el calor fue delicioso y casi se puso a ronronar, su carita puso un gesto gatuno de satisfacción.

- umm que rico...- exclama y abre de nuevo sus ojos, y lo queda mirando su piel era muy linda - sí, lo noté, noté que la energía del espejo estaba disminuyendo... y debía actuar, y...¿en serio nadie más ha podido, ni aquella sacerdotisa? - estaba despertando y estaba más atenta a la conversación - y no sé que pasó, quizás solo fue suerte o que lo hice en el templo y este que es de mi familia, me protegió, pero como haya sido, lo bueno es que estas aquí...-   sonrió la joven, y puso su mano en su mejilla.

- te contaré sobre mí... soy Hotaru, tengo 17 años,voy en tercero de secundaria superior, y vivo con mi abuelita Akari, que es la jefe de este clan de invocadores, yo quedaré a la cabeza de todo esto cuando cumpla 20 años... ummm soy buena alumna de buenas calificaciones, y... me gustan los deportes, también mucho las frutas, umm no tengo muchos amigos, y casi todos son fantasmas, conmigo está Yami, un oni que me conoce desde los tres años, y hace menos de un mes... se unió a mi por decisión, y está Lucien, que es un oni que mi abuelita mantiene cautivo, y que herderaré cuando asuma mi lugar como jefa de este lugar... practico kendo y meditaciones y  me gusta cantar karaoke -  se rie sonrojada - no tengo novio, pero mi abuelita quiere que me case con un hombre que es... 8 años mayor que yo y es mago, lo conocerás es muy simpático y...ummm creo que eso es lo que te puedo decir de mí - se rie la chica mucho más despierta.

Siento una pequeña punzada en el pecho cuando escucho que no solo tiene mas de un Yokai a su servicio, si no que tiene pretendiente. Sacudo la cabeza ignorando esa sensacion extraña. Parecia que tenia sueño aunque la conversacion la habia despertado bastante, era normal que estuviera agotada y se sentia tentado en dejarla dormir.

-Tienes una vida realmente movida. parece que tu felicidad es contagiosa....pero dime....por que cuando te miro....parece que tu corazon es mas frio que el cristal que me encerraba...... aunque parezca calido.....siento.....frio saliendo de ti.

No podia profundizar mucho pues eran nuevas las sensaciones que sentia en este mundo. Pero no mentia, era como si pudiera ver los hilos que la han estado tirando de un lado para otro desde hacia mucho tiempo. Sin poder parar, sin tener libre albedrio....Quizas por eso estaba tan obsesionada con dejar libres a los espiritus

-Me gustaria poder derretir ese cristal....pero esta fuera de mi alcance por ahora......

Abre mucho sus ojos cuando escucha sobre su corazón, mucho, se lo habían dicho, de hecho muchos de sus compañeros creían que era una engreída y solo era que no sabia como relacionarse con ellos, es más, eran demasiadas pocas las personas con las que ha logrado congeniar realmente, contadas con los dedos de las manos, sin embargo, Ogami había descubierto aquella escarcha que en su corazón se alojaba, ni Yami ni Edward, las dos personas más cercanas a ella, habían logrado determinar el porqué de esa forma de ser de ella... Hotaru sonrió, y puso su mano en su hombro, ahora buscando de nueva una distancia de él, en donde sentirse segura, no puede decir que saber que otro siente como ella le agrade mucho, era su espacio vital el que Ogami estaba entrando apenas conociéndola, pero era parte del pacto y algo que ella tendría que acostumbrarse.

- la inteligencia no siempre trae aparejada felicidad... se es más feliz siendo ignorante, pero en mi caso no es así... por alguna razón tengo una inteligencia superior al promedio... pero además, es el miedo que siento.. a que me rechacen por lo que soy, mis... mis padres me mantuvieron dopada por mucho tiempo cuando comencé a ver espíritus, rechazaban lo que era.. y me anularon con tal de ser normal según ellos... aún tengo rastros de aquello, aún a veces me pierdo... me quedo mirando el vacío ... no puedo evitarlo, esa es la escarcha que está en mi corazón y no sé si puedas derretir... tampoco te lo pido, sólo.. sólo... disfruta te tu libertad Ogami-san,por la mañana saldremos un rato a conocer la ciudad, ya verás, te agradará conocer este nuevo mundo... - pasa su mano por su mejilla,  él se estaba transformando en un ser completamente misterioso, pero se sentía profundamente atada a él, como si desde siempre lo hubiera estado.

Se alejaba....Se habia acercado demasiado a su corazon y ahora buscaba una salida. No las veia pero podia sentir sus lagrimas. No era consciente del dolor que podian causar unas simples palabras, apenas se habia relacionado con nadie a lo largo de su amplia vida. Si no contabamos al soñador del mundo onirico claro. La notaba agitada. Dentro de mi lo suponia, habia aceptado el contrato a ciegas. Yo no me nutria de su energia exterior aquella que manifestaba, yo me habia atado a su corazon. Por eso era capaz de sentir lo mismo que ella. Aunque aun era dificil catalogar sus sentimientos en categorias, no las habia experimentado jamas. mira a mi alrdedor, cuando los humanos sueltan lagrimas suelen secarlas con un material blanco. No encontre nada, asi que agarre la sabana y se la pase suavemente por la mejilla. Temblo, por un instante crei que se levantaria para marcharse, pero aguanto como pudo. Lo que me hacia plantear una simple cuestion. Seguro que era yo quien habia estado esperando durante tantas decadas a encontrar a alguien? o era al reves?

Ogami le susurre los humanos llamais honorificos a aquellas palabras que acompañan al nombre...es innecessario. Asi que ,solo Ogami, me ayudara a acostumbrarme antes a el. A lo largo de los años habia visto como algunas personas quitaban esa palabra extra por acercamiento.

-Disfrutare mi libertad....como me pides....pero....mientras me lo permitas....permanecere a tu lado....hasta que llegue el momento en que no me necessites.... me quedo un momento mirandola, he de hacer cualquier cosa para llegar devolverle la sonrisa, de momento el frio de su corazon debera esperar. Me pongo espalda contra espalda con ella y intento animarla Aun recuerdo, una pequeña casa, me pusieron cerca de la ventana......Le habian comprado el espejo a una niña pequeña......no me acuerdo muy bien de su rostro......hace ya muchas decadas de ello. Pero, recuerdo un arbol inmenso, coronado de cientos de petalos rosas. En todos los años que he estado en ese cristal, solo lo pude ver durante un dia....me llevarias a ver ese arbol? siento no poder decirte su nombre, pero seguro que puedes usar...esa inteligencia que tantos problemas te a causado....Para hacer feliz a este pobre espiritu vagabundo......

La joven asintió, lo llamaría Ogami, o quizás Ogami-kun, cuando le explicara que era por cariño, pero ya no importaba, ya era tarde para estar hablando de como se llamarían o de que harían, muchas emociones para tan poco tiempo, incluso para un oni, así que ella suspiró y pensó en lo que le estaba contando, en aquel árbol, era obvio que hablaba uno de cerezos, como el que tenían en el jardín principal, aquel sagrado árbol.

- Ogami, te lo enseñare, se llama cerezo... podrías verlo las veces que quieras, hay uno acá en el templo, ahora es mejor que ambos descansemos, estoy agotada y tú, seguramente también -se sentó en la cama, y pensó, Yami dormía como un gato en su cama, y  Lucius tenía su propio cuarto, ¿Ogami qué preferiría? 

- te haré una cama a mi lado ¿está bien? - tambaléandose se salió de la cama, y fue a una de las correderas en donde sacó una cama, {la habitación tiene une estilo tradicional} y la armó a su lado, con mucho cariño, las mantas tenían cerezas y era bastante linda, aunque para una chica,Hotaru se sentó en la cama y luego se acostó en la de ella, y se quedó mirando al joven.

- duerme... -susurra y cierra sus ojos, acomodándose en su cama, entre las mantas, sonriendo mientras descansaba...

***

Por la mañana ella despertó,  se sentó en esta con gran ánimo,se sentó rápidamente, y exclamó con todas sus fuerzas - buenos días! - mirando hacia el costado, para ver si Ogami estaba durmiendo a su lado..

-! me asuste cuando Hotaru grito de buena mañana. Me restrege la cara para quitarme esta sensacion de volver a meterme en esa cama que habian preparado para mi.

Hotaru parecia mucho mas animada que la noche anterior, realmente la accion de dormir causa maravillas a los humanos, no me extraña que lo hagan cada dia.

.....(bostezo)....si que tienes energias por la mañana......(bostezo)....

Bostezar no era mas que una actuacion, habia tardado muchisimo en quedarme dormido. Desde ayer por la noche no paraba de sentir como algunos espiritus se arremolinaban a las puertas de la alcoba, y quitando los espiritus menores. habian dos grandes fuerzas fuera.

Hotaru lo saluda con una gran sonrisa y mordiéndose la punta de su lengua, y se pone de pie de un salto, era temprano, y luego de toda la energía gastada, había dormido como un lirón cerca de seis horas, perfecto, aunque sentía sus hombros cansados, pasó su mano por ellos, le dolían, así como el cuello, pero de todas maneras se giró hacia el oni y le sonrió con esa alegría que él había visto, que ocultaba  a la perfección el frío de su corazón.

- iré a lavarme y cambiarme de ropa, puedes quedarte acá - va a su armario y saca un vestido claro, y  una toalla y se va al cuarto del baño, Ogami queda en su cuarto, las dos camas, la de ella tenía un cobertor con gatitos negros con una campana. dos de las paredes estaban pintadas con hermosos cuadros japoneses,y el suelo había una alfombra de color cerezo. Al fondo una lámpara en de papel, sobre una pequeña mesa, y al lado de esta una orquídea. Al los pies de la cama, estaba la puerta corredera en donde saca su ropa, y donde sacó la cama en la cual duerme ahora Ogami. También había un gran espejo de pie que daba a la ventana y al lado de este un mueble donde había otro espejo,   y cajonera, sobre la cual habían perfumes, maquillaje, y una bailarina de ballet.

En la habitación también había un guitarra, y una pequeña mesa, en donde descansaba un portatil de color rojo. Toda la habitación tenía su aroma a cerezos y chocolate, era un aroma persistente incluso cuando ella ya no estaba. Al poco ella apareció vestida con aquel vestido, y miró al chico.

- ¿estas listo? iremos a desayunar bajo el cerezo - se paró en la puerta, con su cabello atado  en una coleta y mirándolo con muchos ánimos.

Hotaru se fue a una habitacion distinta, creo que escuche que a cambiarse o algo parecido. Yo intentaba escucharla pero estaba demasiado curioso en ese momento. En cuanto salio de la habitacion, me levante de la cama y comence a inspeccionarla. Habia visto muchas habitaciones a lo largo de mi vida y como minimo esta habitacion era....mas que aceptable. Tenia un estilo tradicional propio de la region. Durante unos segundos me quede quieto de pie intentando identificar ese olor que desprendia la habitacion. Me resigne, acababa de conseguir el sentido del olfato tampoco era plan de reconocer algo que no habia echo nunca. Me quede observando un espejo, con miedo comence a tocar su superficie, casi con temor a que me absorviera. Aunque eso era imposible, no me reflejaba en aquel espejo. Parece ser que aunque tuviera cuerpo humano no significara que pertenecia a ese mundo, cosa que no me desagrado realmente, era consciente de que era un espiritu. Lo que realmente me dejo enbobado, fue uan especie de caja roja. Tenia una pantalla negra, como si fuera un espejo, un monton de letras que no distinguia sin ningun orden aparente. Toque el cristal, tenia un tacto extraño, no era de cristal. la superficie tampoco era metalica, no sabria decir que era.... Mis manos tocaron una de las letras y el cristal se ilumino mostrando una especie de imagen atrapada dentro. De un salto retrocedi todo lo que pude para tener una distancia prudencial y rodee mis manos con mis llamas azules. En ese momento Hotaru entro de nuevo en la habitacion, decia algo sobre desayunar debajo de un cerezo. Yo solo pensaba.....este era uno de esos espiritus que estaban a su servicio?

Seguia mirando a ese espejo extraño con desconfianza. -Si claro.....desayuno...fuera...cuando quieras......

Casi habían quemado el salón del templo, y Ogami, en su transformación había por poco consumido por completo  a Hotaru, con su fuego azul que la rodeó y destruyó todas sus ropas, justo antes de unirse a la invocadora como uno de sus onis, la joven había quedado inconsciente  y durmió hasta el día siguiente prácticamente, ahora Hotaru  se encontraría bastante débil, por la presencia de tres espíritus en su vida, que consumían sus energías y sus emociones, pero a pesar de eso, esa mañana, Hotaru estaba de muy buen humor, en la puerta de su habitación invitando a Ogami a desayunar bajo el cerezo, era primavera,así que si bien estaba algo fresco la mañana, de todas formas  podían estar afuera, y la chica estaba preparando todo para poder comer.

- ¿qué te asustó, Ogami? - pregunta al verlo a la defensiva  y se fue acercando a él,  agachándose al borde de la cama - ´¿qué te asustó? - le preguntó sonriendo y tendiéndole la mano para darle seguridad.

-mmmmmm seguia mirando aquel aparato endemoniado. Pero la actitud de Hotaru, me daba a entender que no era nada del otro mundo.

-mmmm, nada...no es nada.... Al contacto con su mano me relaje y mire lo que llevaba en la mano. Llevaba un par de paquetes y recipientes. Supongo que era para desayunar, aunque no podia asegurarlo. Al ver que estaba tan alegre, yo tambien le sonrie.

-Aun me tengo que acostumbrar a la era moderna. Cuando quieras salimos fuera.

Regresaba junto a Fuku con rapidez, había sentido algo raro el día anterior, sus emociones habían fluctuado de forma extraña. Miedo, emoción, alegría… todo el conjunto, me tenía preocupado. Había estado recorriendo una localidad vecina, madurando las emociones más fuertes para nutrirme con ellas; finalmente tuve que apresurarme y concentrarme en el miedo, el más sencillo de provocar.

Batía las alas, pensando en que podía haber ocurrido, me dijo que no haría nada peligroso aquel día. Un recado para su abuela, visitar la tienda del señor Kanado ¿Qué puede haber pasado?

Finalmente alcanzo la ventana y me poso. Observo el interior, veo a Fuku con alguien un muchacho… no, un Youkai. Entro en la habitación, volviéndome sombra y situándome al lado de ella, adopto mi forma humana.- Hola.- Saludo a Fuku mirando con desconfianza al espíritu. Su presencia me resulta molesta aunque no sé exactamente porque.

- ese es un pleonasmo, mi querido Ogami - sonrió, y tomó su mano, él estaba helado, pero aún así se sentía como estar tocándose así misma,una sensación curiosa ¿acaso esos eran las consecuencias de que  él haya hecho un pacto y haya atado su corazón al de él mismo?, miró hacia abajo, mientras sujetaba su mano, y pudo ver la cadena espiritual que a ambos los unía.- digo...- recobró la atención en la conversación- salir para afuera es una reiteración de un mismo sentido, por eso, un pleonasmo, como subir para arriba o entrar para dentro - le explicó la chica, aún sosteniendo su mano, la misma donde estaba el anillo de Yami.

El anillo negro con la gema azul brilló, instantes antes de que Yami apareciera y los encontrara tomados de la mano, Hotaru soltó la mano de Ogami, más por instinto que por un pensamiento racional,  y la cadena que los unía desapareció.

- hola Yami - se puso de pie, caminando hacia él, - desayunaremos bajo el gran cerezo, ¿quieres venir? - preguntó muy animada, y mirando a Ogami - Yami, él es Ogami, un youkai que estaba encerrado en un espejo, el mismo que te dije que había visto en sueños, y bueno, ahora está aquí... se... se ha unido a mí - dice con mayor seguridad al terminar la frase, y levantando su mentón con mucha convicción en lo que había pasado, aunque Yami sabría perfectamente que significaba tener otro Youkai unido a ella. Necesitaría emociones fuertes para mantenerlos fuertes.

Mientras Hotaru me hablaba sentia como una presencia se iba acercando cada vez mas. En unos minutos un hombre se escabullo entre las sombras para ponerse al lado de Hotaru. Sus ojos me miraban con desconfianza, no era de extrañar ya que durante su ausencia habia podido atarme a Hotaru sin interferencias.

-Supongo que tu eres uno de los Yokai de Hotaru Alargo la mano para estrechar la suya y le pongo una sonrisa falsa -Espero que cuides de mi de ahora en adelante.

Espero con la mano extendida.

Hotaru esta visiblemente agotada. Ese Yokai no es un simple novato, para poder escabullirse sin que le detectara tenia que tener un gran poder. Si el 3 Yokai era igual que este....Hotaru estaria en serios problemas.....

Suspiro resignado, no había nada que hacer. Tres espíritus a su cargo, iba a ser mucha carga, pero ella misma había aceptado tomarlos bajo su responsabilidad. Por ahora solo podía seguir alimentándose por su cuenta y ayudarla a mejorar.

Pero esa bondad luminosa y ese orgullo eran parte del encanto de la muchacha. Le sonrió acariciándole la cara al tiempo que aparto un mechón de cabello.- Tienes que dejar de hacer esto.- Le comento preocupado por su bienestar.- Acabara afectando tu salud.- Así que tú eras quien estaba perturbando sus sueños.- Le digo al nuevo youkai, extendiendo la mano para estrechar la de él.

Al momento de tocarle, le suelto. El contacto quema y la sensación de peligro y alerta me devuelve a mi estado de sombra. Le observo con desconfianza. La presencia de Fuku me ayuda a calmarme.- Eres un espíritu de fuego…- Recupero la compostura y me retiro un paso de él. – Lamento el arrebato, no me lo esperaba.- Le digo, observándome la mano enrojecida. Le miro evaluándolo.- Espero que sepas controlarte. Soléis ser... temperamentales.- Me río, pensando en lo irónico del comentario después de mi reacción.

Yami no tardó en llegar hasta ella, y tomar su cara para poder acariciar su rostro y apartar un mechón oscuro que cubría su ojo izquierdo, ella le sonrió, pero Yami que tan bien la conocía, podría detectar que primero su corazón latía lento, su piel estaba particularmente helada y  en sus ojos habían grandes ojeras, como si no hubiera dormido, o lo hubiera hecho demasiado mal, pero no fue así, Hotaru había dormido toda la noche, y aún así estaba agotada.

- ¿de qué hablas? soy una chica fuerte - bromea, tampoco iba a reconocer que estaba y se sentía débil, en parte por orgullo, en parte porque no le gustaba preocupar a las personas que quería. Le sonrió  Yami y esperó que se saludaran, pero el rechazo de Yami fue casi de inmediato, Hotaru pensó que algo malo había pasado entre los dos, pero Yami explicó la razón la cual era muy obvia, ambos eran contrarios... demasiado...

- ¿temperamentales? ¿cómo yo? - preguntó mordiéndose la puta de su lengua, aunque también recordó que Ogami estuvo a un paso de ser consumida por sus llamas, y sus ropas fueron por completo consumidas, Ogami la había contemplado sin nada de ropa. Recordar eso a Hotaru la hizo sonrojarse demasiado, pero bueno, se soltó de Yami, y avanzó hacia la salida.

- desayunaremos afuera, tengo todo casi listo, la mesa puesta, pueden ir adelantándose para llevar el pan tostado y el agua, - les dice  llegando a la puerta dando saltitos - ya, vayan - mueve su mano para hacer que se apuren en ir a tomar sus lugares - Yami, hay que poner otra silla, por cierto, bueno.. iré a la cocina y nos vemos ahí - dijo eso, y salió rumbo a la cocina, girándo en una esquina, en donde se apoyó en la pared, ellos no la veían, y suspiró, poniendo su mano en su pecho, dolía...

Duele.....Porque se supone que duele.....Hotaru se habia marchado dejandonos solos a Yami y a mi. Queria seguirla...pero no debia. me resisti y me gire hacia Yami.

-Guiame. le dije a Yami mientras salia fuera. El sol me deslumbro durante unos instantes. Hacia demasiado tiempo que no lo veia y ahora con ojos humanos. La brisa era fria, mi cuerpo temblo por segunda vez en toda mi existencia. Realmente los humanos son fragiles.

Por fin.....Despues de decadas....por fin lo pude ver....alli estaba....Un cerezo inmenso, poblado por cientos de pequeñass flores rosas. Me acerque a ellas sin dudarlo y intente atrapar alguna. Lastima que se quemaran nada mas acercarse a mi. Los petalos rosas se ennegrecian y quemaban en llamas azules al roze con mi piel. Pocas cosas estaban a mi alcance. Esa era una de ellas.

-Curioso........